Ing. Agr. (M.Sc.) (H.Cs) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor
Agroambiental, como Ex ministro de Ambiente y Ex Ministro de Agricultura y
Ganadería de Paraguay, Actualmente Asesor de la Presidencia de la Universidad
San Carlos (USC), hemos visto la necesidad de comentar sobre las circunstancias
ligadas a la institucionalidad dentro de lo que la Ley de créditos de carbono
plantea para el Paraguay.
Mercado de Carbono en Paraguay,
efervescencia positiva: muestra que el país está dando pasos hacia una economía
más sostenible y alineada con los compromisos climáticos internacionales
I.- INTRODUCCIÓN:
1.- En los últimos meses, el debate sobre el
mercado de carbono ha tomado fuerza en Paraguay. Diversas instituciones
públicas y privadas han comenzado a explorar sus oportunidades, discutir marcos
normativos y analizar mecanismos de financiamiento asociados. Esta
efervescencia positiva: muestra que el país está dando pasos hacia una economía
más sostenible y alineada con los compromisos climáticos internacionales.
2.- Sin embargo, para que ese avance sea
ordenado, creíble y beneficioso para todos los sectores, es esencial que exista
una articulación institucional clara y que se respete el marco legal vigente.
En este punto, conviene recordar lo que se menciona la Ley N°7190/2023, en su artículo
5°, donde menciona al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible como la
Autoridad de Aplicación de la Ley de Créditos de Carbono.
3.- El Decreto Nº3369/2025 inclusive menciona
que será el MADES la que estructure el Registro de Créditos de Carbono además
de definir cuáles son los criterios para determinar la Adicionalidad en los
proyectos.
4.- Así mismo, el marco legal es bien claro
donde delinea que cualquier iniciativa relacionada con créditos de carbono, desde
certificaciones hasta transacciones internacionales, debe estar alineada con
las directrices que el MADES expida al respecto, desde la Dirección de Mercado
de Carbono y de la Dirección Nacional de Cambio Climático.
II.- IMPORTANCIA DE LA ARTICULACIÓN:
1.- Dado que esto es un tema nuevo y que
diferentes instituciones impulsan iniciativas sobre carbono y que los actores
que deben involucrarse deben tener la certeza de cómo funciona el esquema en
Paraguay, creemos que es más que necesaria una coordinación adecuada de las
instituciones con la autoridad de aplicación.
2.- Caso contrario se corre el riesgo de:
2.1.- Fragmentar la gobernanza del sistema
nacional vinculado a créditos de carbono;
2.2.- Generar incertidumbre jurídica para
inversores y productores;
2.3.- Malinterpretar los esfuerzos nacionales del
país en materia de cambio climático; y,
2.4.- Comprometer la calidad y validez
ambiental de los créditos generados.
3.- Paraguay tiene el potencial de convertirse
en un actor relevante en los mercados de carbono, tanto por su matriz
productiva como por su capital natural. Para lograrlo, es necesario que el
sistema nacional de créditos de carbono se construya con una base legal sólida,
una estructura institucional clara y una participación ordenada de todos los
sectores.
4.- El desarrollo del mercado de carbono no
puede ser una carrera entre instituciones, sino un proceso articulado en el que
la autoridad nacional competente, el MADES, ejerza su rol rector, y en el que
los demás actores públicos y privados aporten desde sus fortalezas, respetando
los espacios institucionales.
III.- CONCLUSIÓN:
1.- La consolidación de un mercado de carbono
en Paraguay representa una oportunidad estratégica para avanzar hacia un modelo
que apunte diversificar ingresos para el sector público y privado, y posicionar
al país en la agenda climática internacional. Sin embargo, también se requiere
orden institucional, claridad normativa y una gobernanza sólida y compartida.
2.- La existencia de un marco legal que
reconoce al MADES como autoridad de aplicación es un punto de partida claro. Lo
que ahora se necesita es alinear los esfuerzos técnicos, políticos y operativos
bajo una lógica de coordinación, evitando la fragmentación y generando
confianza tanto a nivel nacional como internacional.
3.- La articulación no significa limitar la
iniciativa de otros actores, sino integrar capacidades bajo una conducción
clara que garantice integridad ambiental, seguridad jurídica y trazabilidad.
Solo así Paraguay podrá construir un sistema creíble, eficiente y capaz de
canalizar inversiones reales en créditos de carbono creíbles.
4.- La responsabilidad es compartida, pero la
rectoría debe ser clara.
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