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5 may 2024

CONCEPTOS, ALCANCES DESAFÍOS DE LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMATICO VERSUS SEGURIDAD ALIMENTARIA LOCAL Y GLOBAL EN EL SECTOR AGRO-RURAL PARTE II– Mayo del 2024

Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Asesor Especialista, con experiencia por más de 30 años en temas Agroambientales y como Ex ministro de Ambiente y Ex Agricultura y Ganadería de Paraguay, presentamos para el debate y discusión los “conceptos, alcances desafíos de los impactos del cambio climático versus seguridad alimentaria local y global en el sector agro-rural”, de los visitantes de este BLOG.

Los Sistemas Tecnificado de Producción Agrícolas Sostenibles para satisfacer la Seguridad Alimentaria Local y Contribuir con la Global

I.- MEJORA DE LA SEGURIDAD ENERGÉTICA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA SIMULTÁNEAMENTE A NIVEL FAMILIAR:

1.- Con menor publicidad, pero igualmente importante, es la demanda de energía de las poblaciones urbanas o rurales pobres. En muchas partes del mundo en desarrollo las poblaciones más pobres utilizan estiércol, ramas y biomasa de bajo grado para cocinar y calefaccionar y sólo la fuerza motriz humana en sus actividades productivas. Cuando estas poblaciones mejoran a nivel económico, cambian por combustible maderero desplazándose progresivamente desde el carbón de leña, el queroseno, el gas y la electricidad e integrando los animales y los instrumentos simples.

2.- A un cierto nivel de desarrollo conseguirán integrar algún nivel de mecanización, riego y fertilización que implica un cambio a los combustibles fósiles. Tanto en las actividades del hogar como en las actividades económicas sigue “la escala energética” e influencia “la escala económica”.

3.- Los intentos por mitigar el hambre y promover el desarrollo rural y la seguridad alimentaria deben estar acompañados por esfuerzos para promover la función de la energía como una componente fundamental de esos intentos. Muchas partes del mundo en desarrollo sufren la falta de energía adecuada y recursos de energía agrícola para la agricultura y la producción de alimentos. Una mejor gestión de las fuentes de biomasa de combustibles para uso doméstico es esencial para reducir la deforestación, controlar la liberación de dióxido de carbono y abordar la carencia energética que limita el desarrollo sostenible en muchas partes del mundo.

II.- LA UTILIZACIÓN EFICAZ DE LA ENERGÍA:

1.- Si bien el debate acerca de las compensaciones biocombustible /seguridad alimentaria hasta el momento se ha centrado principalmente en el modo en que se pueden gestionar las necesidades contrapuestas de los recursos escasos, es igualmente importante centrar la atención en el ahorro de energía y en el uso eficaz de la misma que contribuirá a reducir su demanda, incluyendo la de la bioenergía. Los cambios en la variabilidad de las condiciones climáticas prevalecientes pueden reducir los plazos de tiempo disponible para el trabajo en el campo, sea por la preparación de la tierra, la eliminación de la maleza, la lucha contra las plagas o el aprovechamiento.

2.- Ello generará una mayor demanda de mano de obra, tracción animal o energía agrícola mecanizada para realizar el trabajo correspondiente en un plazo de tiempo más breve. En los sistemas agrícolas mecanizados, las crecientes inversiones en maquinarias se traducen en plazos de tiempo más breves. Al mismo tiempo, el cambio de mano de obra a mecanización determinará que quienes dependían del empleo agrícola pierdan sus medios de subsistencia. En tales casos, se necesitan intervenciones activas para asistirlos en hallar nuevas oportunidades para la consecución de los medios de vida.

III.- MITIGACIÓN - LA FUNCIÓN DECISIVA DE LA AGRICULTURA:

1.- Las emisiones de gas de efecto invernadero del sector alimentario y agrícola contribuyen con más del 30 por ciento del total de las emisiones anuales (deforestación 17,4 por ciento, agricultura 13,5 por ciento).

2.- El sector ganadero representa el 18 por ciento, incluyendo más de dos tercios del total de emisiones atribuibles a la deforestación y más de un tercio del total de la liberación de metano y óxido nitroso.

3.- Sin embargo, el sector también tiene un importante potencial para mitigar el cambio climático.

4.- Las mejores prácticas, incluyen:

4.1.- Reducción de emisiones de dióxido de carbono mediante:

a).- Reducción de la tasa de deforestación y degradación forestal,

b).- Mejor control de los incendios forestales,

c).- Evitar la práctica de quema de residuos de cultivos después del aprovechamiento,

d).- Evitar la degradación de la pastura,

e).- Reducción de las emisiones en el cultivo arable por la adopción de sistemas sin roturación,

f).- Reducción de las emisiones de las operaciones de pesca comercial,

g).- Uso más eficaz de la energía por la agricultura y la agroindustria.

4.2.- Reducción de las emisiones de metano y óxido nitroso:

a).- Mejora de la nutrición para la ganadería de rumiantes,

b).- Gestión más eficaz del desecho de la ganadería,

c).- Gestión más eficiente del agua para el riego en los arrozales,

d).- Gestión más eficiente de las aplicaciones de fertilizantes de nitrógeno y estiércol en campos cultivados, y

e).- Reclamo del agua residual tratada por el municipio para la recarga de acuíferos y el riego

4.3.- Retención del carbono mediante:

a).- Forestación, reforestación y mejores prácticas de ordenación forestal,

b).- Introducción de sistemas agroforestales que combinan cultivos, tierras de pastoreo y árboles de manera ecológicamente sostenible,

c).- Utilización de tierras degradadas para bosques plantados productivos u otra biomasa para combustibles,

d).- Gestión mejorada de pasturas y prácticas de pastoreo en tierras de pasturas naturales, incluyendo la optimización del número de existencias y la pastura rotativa, y

e).- Uso de técnicas como agricultura de conservación para mejorar la gestión de la materia orgánica del suelo con una cubierta permanente de suelo orgánico, mínima alteración mecánica del suelo y rotación de cultivos.

III.- BENEFICIOS MÚLTIPLES DE LA AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN:

1.- La conversión de los sistemas naturales a la agricultura cultivada usando métodos convencionales ocasiona la pérdida de carbono orgánico del suelo en el orden de 20-50 por ciento comparado con la cantidad del cultivo previo.

2.- La aplicación de métodos sin roturación de la agricultura de conservación en toda la tierra cultivada podría teóricamente determinar una retención total de hasta tres mil millones de toneladas de carbono por año durante aproximadamente 30 años.

3.- Este es casi el equivalente del aumento anual neto en la atmósfera de dióxido de carbono de origen antropogénico que actualmente experimentamos. Además, la agricultura de conservación también ahorra combustible fósil y marca una importante diferencia para la eficiencia en el uso de las aguas, la calidad del suelo y la capacidad para resistir a los fenómenos extremos.

IV.- PAGOS POR SERVICIOS AMBIENTALES - ¿PUEDEN ELLOS PROTEGER LOS MEDIOS DE SUBSISTENCIA BASADOS EN EL BOSQUE Y SIMULTÁNEAMENTE MITIGAR EL CAMBIO CLIMÁTICO?:

1.- Se pierde alrededor de 13 millones de hectáreas de bosques por año mediante la deforestación, principalmente debido a la conversión de la tierra para la utilización agrícola. El cambio climático también afectará la salud de los bosques por el aumento de los incendios forestales, de las plagas y las enfermedades. Sin incentivos económicos u otros incentivos y sin decisión política será difícil detener la deforestación y la degradación de los bosques.

2.- Un mecanismo de incentivo relativamente nuevo es el pago por los servicios ambientales por el cual los agricultores y las comunidades reciben compensación por la mitigación del cambio climático que generan. Además de la retención del carbono, se han calificado hasta aquí otros servicios para tales pagos que incluyen la conservación de la biodiversidad, la gestión de las áreas protegidas y la protección de las cuencas hidrográficas (manteniendo la cantidad y la calidad del agua).

3.- Si están bien planificados, los pagos por servicios ambientales podrían aumentar la capacidad de los hogares que dependen en pequeña escala de los bosques para resguardarse contra el riesgo diversificando las fuentes de ingreso y también podrían potencialmente aumentar las oportunidades de empleo para las mujeres y los jóvenes.

4.- Estos hogares, que incluyen muchos de aquellos que pertenecen a pequeños propietarios de tierras húmedas receptoras de lluvias y pequeños propietarios de sistemas agrícolas de altas tierras receptoras de lluvias indicados en los mapas podrían estar más dispuestos a invertir en insumos necesarios para la tierra adaptada y para las prácticas de ordenación forestal, si sus ingresos fueran más seguros.

5.- Esta demanda mayor a su vez inspiraría a la cadena de suministro de insumos del sector privado a hacer disponibles los equipos y los insumos en los mercados. Sin embargo, el proyecto de planes eficaces de pagos que conduzcan a un cambio en las prácticas de los agricultores no es una tarea fácil. La planificación de programas rentables requiere un cuidadoso análisis de los contextos biofísicos y socioeconómicos específicos y también la consideración de las repercusiones que los programas pueden tener sobre las poblaciones pobres.

6.- En muchos casos las conocidas buenas prácticas para la agricultura y desarrollo rural sostenibles (ADRS) tienen beneficios tanto de mitigación como de adaptación. Por ejemplo, la reducción de la deforestación y de la degradación forestal no tendrían sólo un efecto importante en la mitigación del cambio climático, sino también podrían determinar otros beneficios como la reducción de la pobreza, la conservación de la biodiversidad y la protección de las cuencas hidrográficas.

7.- Por otra parte, algunas estrategias de mitigación pueden amenazar los esfuerzos de adaptación. Por ejemplo, la producción de biocombustibles líquidos, una actividad de mitigación, podría aumentar el riesgo de deforestación, la pérdida de la diversidad biológica y reducir el acceso de las comunidades rurales a estos recursos como un mecanismo de adaptación para enfrentar impactos externos como el cambio climático.

8.- Entre las personas que actualmente dependen de los recursos forestales como medio de subsistencia, la conversión de la tierra para la producción de cultivos bioenergéticos puede también inducir a la marginación socioeconómica, en particular en el caso de las mujeres.

IV.- EL CAMINO A SEGUIR:

1.- Desde la perspectiva de la seguridad alimentaria, los riesgos más inmediatos que surgen por el cambio climático provienen de fenómenos extremos. En tanto que las tormentas, las inundaciones y las sequías se suceden con mayor frecuencia e intensidad, también aumenta la magnitud de la pérdida de bienes que afectan la producción agrícola y el poder adquisitivo de los consumidores de bajos ingresos.

2.- La gestión de estos riesgos es una necesidad imperiosa para muchos países, en particular para los países en desarrollo que tienen una cobertura limitada de seguros. Al mismo tiempo, es igualmente urgente comenzar ahora a adaptarse a los cambios previstos en las zonas agroclimáticas; hay que anticipar la disponibilidad de agua y los cambios relativos en la composición de las especies y los vectores de enfermedad, dado que llevará tiempo que surtan efecto las prácticas de adaptación apropiadas. En muchas partes del mundo, aún existen considerables dudas acerca del modo en que se desenvolverán realmente estos cambios más graduales.

3.- Por ello, es fundamental la necesidad de mejorar la base de información para seleccionar las opciones de adaptación apropiadas frente a estas incertidumbres. La mitigación es también una preocupación importante en el sentido que, si no logramos controlar el recalentamiento mundial, podríamos afrontar una discontinuidad de gran escala en los sistemas alimentarios que podría exceder nuestra capacidad para gestionarla.

4.- Además, en vista de la importante contribución del sector agrícola a las emisiones y su igualmente importante contribución potencial para la reducción de las emisiones y la retención del carbono, la mitigación merece una mayor atención que la que se le ha prestado hasta el momento. Sin embargo, la mitigación en el sector alimentario y agrícola logrará más ganancias si se la combina con prácticas agrícolas adaptadas y en consonancia con los intereses de los agricultores.

V.- IMPORTANCIA DE LA INNOVACIÓN:

1.- Las prácticas alimentarias y agrícolas que proporcionarían servicios ambientales y/o reducirían las emisiones o la retención de carbono en los países en desarrollo representan buenas opciones de adaptación para los sistemas de los medios de subsistencia vulnerables. Sin embargo, la adaptación es mucho más.

2.- En varios casos, la innovación técnica o institucional puede ser la clave. Del mismo modo como la industrialización ha acelerado el proceso del cambio climático, también ha acelerado la capacidad humana para innovar.

3.- A menudo, las mejores opciones de adaptación se traducirán en modificaciones innovadoras de las buenas prácticas conocidas más bien que de las soluciones completamente nuevas. En muchas situaciones, la debilidad institucional más que la falta de técnicas apropiadas ha sido el principal obstáculo en el pasado para la adopción de prácticas de desarrollo rural y agrícola sostenibles.

4.- Por tanto, la adaptación de las instituciones, incluyendo las costumbres y los modelos de conducta, así como las leyes, normas y estructuras formalmente constituidas, puede ser la prioridad en muchas situaciones en que los efectos del cambio climático requieren respuestas de adaptación. A menudo faltan los incentivos para hacer atractiva la adopción de buenas prácticas de mitigación y adaptación.

5.- La información mejorada, la transferencia de tecnología y las normas favorables, así como los incentivos monetarios tanto positivos como negativos, incluyendo los principios de pago a usuarios y contaminadores y el rechazo de los malos sistemas de incentivos (por ejemplo, las subvenciones a la producción) son todas opciones. También será importante la planificación de instrumentos financieros innovadores para los pagos de servicios ambientales.

VI.- EL ACCESO A LOS FONDOS:

1.- Existen varios fondos dentro del sistema de las Naciones Unidas que financian actividades específicas que tienen como objeto la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero y aumentan la resiliencia a los efectos negativos del cambio climático.

2.- Como mecanismo de financiación del CMNUCC, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) apoya las medidas de adaptación que generan beneficios mundiales por medio del Fondo Fiduciario del FMAM. La Secretaría del FMAM también administra dos fondos en el marco del CMNUCC que se centran en el desarrollo – el Fondo especial para el cambio climático y el Fondo para países de menor desarrollo. Los proyectos apoyados por estos fondos dan importancia a la agricultura y a la seguridad alimentaria, la salud, los recursos hídricos y la prevención de catástrofes en los países en desarrollo.

3.- El Mecanismo para un desarrollo limpio (MDL) permite que las naciones desarrolladas alcancen parte de sus obligaciones de reducción de emisiones en el marco del Protocolo de Kyoto mediante proyectos en países en desarrollo que reduzcan emisiones y retengan el carbono. Se reconoce que otras formas de utilización de la tierra además de la actividad forestal se integran al ciclo del carbono; sin embargo, sólo las actividades de forestación y reforestación reúnen las condiciones para el otorgamiento de créditos, según el MDL.

4.- Como el cambio climático atrae en primer plano la atención política en muchos países, los donantes bilaterales y las instituciones financieras internacionales se vuelven más importantes como fuentes de financiación.

VII.- LA FUNCIÓN DE LA FAO:

1.- Una función importante de la FAO es brindar asistencia a los países miembros para que identifiquen las opciones posibles de adaptación y ayuden a la población local a comprender cuáles son las más aplicables según su circunstancia particular.

2.- La FAO suministra información práctica a los países mediante: 1) conjuntos de datos mundiales; 2) instrumentos y modelos analíticos; 3) previsión de cosechas y seguimiento del impacto; 4) evaluaciones de datos científicos; y 5) divulgación de la información. Asimismo, la FAO colabora en las respuestas a las tendencias principales del cambio climático de los países con políticas y programas acerca de la agricultura y la alimentación.

3.- En los países con un Programa Nacional para la Seguridad Alimentaria (PNSA) y también con un Programa nacional de acción para la adaptación (NAPA), la FAO facilitará la inclusión de acciones apropiadas para el NAPA y el PNSA. Donde no existe un NAPA, la FAO brindará el apoyo necesario para incorporar medidas prioritarias de adaptación en los PNSA. La FAO también prestará su apoyo a los países en las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático relacionadas con los bosques en sus NAPA y en sus programas forestales nacionales (PFN) y otros procesos de planificación y políticas forestales.

4.- El objetivo final no es poner en vigor una práctica de mitigación o una opción de adaptación seleccionadas previamente sobre cualquier comunidad o grupos de personas afectadas, sino, más bien, informar y promover el diálogo sobre las probables características del impacto del cambio climático y las opciones que existen para reducir la vulnerabilidad y proporcionar soluciones específicas a las comunidades locales.

5.- De tal modo, la última palabra entre el cambio climático y la seguridad alimentaria será escrita no por expertos de la FAO sino por la población misma, cuyas vidas se ven afectadas directamente y cuyas opciones determinarán si en su futuro podrán lograr o no una mayor seguridad alimentaria.

GRUPO DE TRABAJO INTERDEPARTAMENTAL DE LA FAO SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

Viale delle Terme di Caracalla

00153 Roma, Italia

Correo electrónico: climate-change@fao.org

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