29 dic 2024

DEBATE SOBRE LAS PERSPECTIVAS PARA EL SECTOR AGRO PRODUCTIVO DE PARAGUAY A CONSIDERAR CLAVES PARA EL AÑO 2025 – DICIEMBRE 2024

Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental (Dr. Honoris Causa) y como Ex ministro de Ambiente y Ex Ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay y Actualmente Asesor de la Presidencia de la Universidad San Carlos (USC) y el Biólogo Jorge Martínez Trabuco, presentamos a continuación un “DEBATE SOBRE LAS PERSPECTIVAS PARA EL SECTOR AGRO PRODUCTIVO DE PARAGUAY A CONSIDERAR CLAVES PARA EL AÑO 2025”; para el conocimiento y debate de los visitantes de este BLOG, y aprovechando agradecer a los 216.473 visitantes de BLOG en un periodo aproximado de más de 2 años.

Hemos acordado coordinar y promover una POLÍTICA NACIONAL AMBIENTAL que contribuya con el proceso de avances en el DESARROLLO SOSTENIBLE de Paraguay – Viernes 20 de Diciembre del 2024

Luego de un DEBATE acerca de lo que nos deja el año 2024 en relación al sector productivo agropecuario y forestal, nos propusimos compartir y debatir sobre ciertos aspectos que podría esperarse para el sector agro productivo en materia agro ambiental de Paraguay en que se viene en el año 2025. A continuación, parte del DEBATE que mantuvimos sobre algunos puntos clave y reveladores que podrían ser interesantes tenerlos en cuenta para el año 2025.

Perspectivas del sector agro productivo de Paraguay para 2025:

El sector agro productivo de Paraguay ha sido históricamente y es en la actualidad uno de los pilares fundamentales de la economía, generando ingresos genuinos al país a partir de productos como la soja, el maíz, el arroz, carne bovina y otros. Y apuntando al 2025, el sector enfrenta importantes oportunidades, pero también desafíos que podrían impactar en temas comerciales, mercados, competitividad y sostenibilidad, además de temas políticos internacionales que podrían redefinir ciertas circunstancias globales.

1. Fenómeno de La Niña moderado y su impacto climático:

Para esto conversamos con el Ing. Edgar Mayeregger de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, quien nos manifestó que inicialmente se prevé un fenómeno de La Niña moderado hacia inicios del 2025 con lo cual se anticipa variaciones en los patrones de lluvia y temperatura en algunas regiones del país.

 Según nuestra conclusión esto afectar a la agricultura y la ganadería:

  • Afectación de cultivos: algunos cultivos clave como soja, maíz y probablemente arroz podrían enfrentar un mínimo de déficits hídricos en ciertas zonas y otras zonas quizás con excesos de agua. Esto obliga a los productores a diseñar estrategias de manejo estratégico, para hacer freten a las necesidades de agua y optimizar las estrategias de trabajo en el campo tanto en la cosecha como en la siembra.
  • Ganadería y disponibilidad de agua: es probable que a menor disponibilidad de agua  en algunas regiones pueda impactar en el desarrollo de pasturas y la alimentación del ganado y asi mismo el abastecimiento de agua para los animales. Esto obliga a los productores a implementar medidas de recolección y almacenamiento de agua, así como un manejo efectivo y conservacionista del suelo para el manejo de los potreros.

2. Reglamento de Deforestación de la Unión Europea (EUDR):

A finales de 2025 entrará en plena vigencia el Reglamento N°1115 de la UE (EUDR), que exige a los países exportadores garantizar que los productos agrícolas no estén asociados a la DEFORESTACIÓN O CAMBIO DE USO DE LA TIERRA, contabilizados desde el año baso 2020. Es decir, cualquier producto producido en una superficie donde tuvo un cambio de uso de la tierra desde el año 2021 en adelante, no podrá ser comercializado en Europa, lo cual aplica a la madera, carne y soja.

Hay que entender que tampoco puede mezclarse estos productos con lo que estén libres de deforestación dado que según los europeos pueden rechazar estos productos.

  • Requisitos de trazabilidad: productos como la soja y la carne deberán demostrar un origen libre de deforestación, lo cual implica sistemas de monitoreo, contratación de empresas que emitan mapas, probablemente algún tipo de certificación y realizar una debida diligencia para demostrar que se cumple con las leyes del país dentro de ese sistema productivo.
  • Desafíos para los pequeños productores: cumplir con estándares internacionales puede resultar complejo y costoso para quienes no cuenten con un acceso adecuado a tecnología o asesoramiento técnico. Serán necesarias políticas de apoyo, financiamiento y capacitación para evitar que estos productores queden rezagados en los mercados de exportación. Esto debe prestar atención el estado porque en el caso de la soja los pequeños productores representan casi el 30% de la producción.
  • Subproductos: procesados de madera, papel, cuero y cualquier otro subproducto también deben cumplir con los requisitos si desean comercializar sus productos en Europa.
  • Implementación de planes piloto de forma urgente:  es necesario que esto sea ejecutado en vista las próximas cosechas que se esperan al inicio del año, en especial del sistema productivo de la soja, con lo cual se podrá analizar un diagnóstico de cómo se está produciendo y exportando y ver si las condiciones del Reglamento N°1115 es posible cumplible en el país.

Basado en esto hay que estar preparados como país para hacer frente a estas nuevas demandas de la Unión Europea o comenzar a buscar nuevos mercados que promueven indicadores de sostenibilidad integral y que no solo apunten a temas ambientales como indicadores.

3. Circunstancias del Acuerdo Mercosur-UE:

La posible entrada en vigor del Acuerdo Mercosur-UE también en 2025 incrementa la relevancia de la relación comercial entre Paraguay y Europa y por supuesto con el MERCOSUR.

  • Oportunidades de mercado: se ampliarían los cupos de exportación para ciertos productos, pero cada vez más condicionantes en temas ambientales, lo que podría sugerir que las expectativas sean interesantes pero limitadas por condiciones que quizás no sean las mejores para el país, en especial, para lo que se produce en el Chaco paraguayo.
  • Sostenibilidad y presión a industrias: si bien se habla mucho de presión al sector productivo hay que recordar que las exigencias se extienden a la industria y no solo la alimentaria sino a cualquier tipo de industria. Así mismo, las industrias europeas podrían comenzar a ofertar sus productos en nuestro país e inclusive a futuro participar en licitaciones públicas. Por lo cual habrá que ver cómo se va desarrollando este acuerdo.
  • Exigencias en sostenibilidad y derechos laborales: el acuerdo podría incorporar condicionantes adicionales, sumados al cumplimiento de la EUDR. Esto aumenta la presión sobre los productores para responder a estándares más estrictos en materia ambiental, laboral y de trazabilidad.

4. Financiamiento verde y mayor rigurosidad crediticia:

La tendencia global hacia los indicadores de sostenibilidad en los bancos y financieras toma fuerza en Paraguay a través del Documento de Taxonomía Verde que promovieron desde el Ministerio de Economía y Finanzas junto con el Banco Central del Paraguay. Por lo cual es de esperarse que los créditos comiencen a adoptar sistemas de estándares ambientales internacionales y que efectivamente van a terminar incluyendo en la banca local con condiciones que podrían estar por encima de las propias leyes ambientales que ya existen en el país.

  • Nuevas condiciones de crédito: para acceder a financiamiento, los productores podrían tener que demostrar prácticas productivas de ganadería y agricultura alineados a estándares internacionales, como, por ejemplo, reducir emisiones de gases de efecto invernadero o preservar mayor superficie de bosques nativos.

5. Políticas comerciales y acuerdos internacionales: el factor Estados Unidos:

La dinámica comercial de Estados Unidos puede modificar sustancialmente los flujos de exportación e importación de materias primas a nivel global.

  • Posible enfoque proteccionista: apenas asuma el próximo presidente de los Estados Unidos Donald Trump, podría reactivar medidas arancelarias, renegociaciones de tratados que podrían generar nuevas variantes en los mercados internacionales y que podrían impactar en los precios de los productos. Esto estaría generando posible oportunidades o amenazas, y únicamente a medida que avancen las políticas de dicho país sabremos a ciencia exacta el desarrollo de los sucesos.
  • Desregulación ambiental en EE. UU.: Trump ha manifestado su intención de disminuir regulaciones ambientales y retirarse de compromisos internacionales en cambio climático, como el Acuerdo de París. Esto generaría una circunstancia poco practica para el país donde Paraguay cada vez más sigue las recetas de las bancas internacionales que tienen estos indicadores incorporados.
  • Guerra Rusia-Ucrania: efectivamente se dará un giro con el nuevo presidente de los Estados Unidos y que impactará en los mercados y en los insumos que se usan en el campo.

6. Transformación digital y agricultura de precisión:

A la par de los cambios en la agenda comercial y ambiental, la incorporación de tecnología seguirá siendo un factor determinante para la competitividad del agro paraguayo.

  • Biotecnología y Semillas OGM: la adopción de semillas OGM (Organismos Genéticamente Modificados) de última generación se perfila como una de las principales estrategias para elevar el rendimiento de los cultivos y mejorar su resiliencia frente a plagas y condiciones climáticas adversas.
  • Aplicación drones y tecnología en el campo: El análisis de datos masivos (big data), la utilización de drones para supervisión de campos y la instalación de sensores para medir humedad y nutrientes del suelo serán cada vez más frecuentes. Esta tecnología podría ayudar a reducir costos y mejorar la eficiencia productiva.
  • Internet de las cosas (IoT): es necesario comenzar a visibilizar estas investigaciones necesarias en el campo agrícola con lo cual se podría optimizar la gestión de cultivos, predecir rendimientos y detectar enfermedades de manera temprana, reduciendo costos y mejorando la calidad de la producción.
  • Ganadería y trazabilidad: el uso de la identidad electrónica del ganado tendrá un despegue importante en el año 2025, con lo cual se tendrá mayor información sobre el hato ganadero.

7. Mano de obra calificada y formación rural:

Es necesario una mayor inversión en formación rural y mano de obra calificada.

  • Capacitación técnica: instituciones educativas gubernamentales deberán reforzar programas de formación en agricultura de precisión, mantenimiento de equipos tecnológicos, uso de drones, etc.
  • Retención de jóvenes en el campo: mejorar la conectividad en zonas rurales, la infraestructura y el acceso a financiamiento puede incentivar a las nuevas generaciones a permanecer en áreas rurales, dinamizando la economía local y disminuyendo la brecha urbano-rural y frenando en cierta manera la migración rural.
  • Capacitación técnica para comunidades indígenas: hay que potenciar esta circunstancia de forma urgente para transformar a las comunidades indígenas en comunidades de producción. Que además de su auto sustento y si lo desean puedan incorporarse al circuito productivo en menor escala. El estado debería priorizar esto junto con las políticas de agricultura familiar campesina.

 8. Discusiones sobe temas ambientales y sostenibilidad:

Posicionar al país tal como lo hace el Presidente de la República – Santiago Peña, como un país con altos niveles de sostenibilidad en el campo y en temas ambientales. El cumplimiento efectivo de las normas es necesario así como la aplicación innegociable de las sanciones para aquellos que incumplen las normativas.

  • Discusión sobre indicadores de sostenibilidad y no únicamente sobre protección de bosques tema clave: si bien la DEFORESTACIÓN O CAMBIO DE USO DE LA TIERRA es uno de los indicadores más visibles que son analizados a nivel rural es importante resaltar que este no es el único factor determinante de la sostenibilidad. TAMBIÉN DEBEN CONSIDERARSE ASPECTOS COMO EL USO RESPONSABLE DEL AGUA, LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD, LA SALUD DEL SUELO Y PRINCIPALMENTE EL BIENESTAR SOCIOECONÓMICO DE LAS COMUNIDADES LOCALES. Un enfoque integral de la sostenibilidad contempla los aspectos sociales, ambientales y económicos, caso contrario son políticas ambientales y no políticas de desarrollo.

Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental y Dr. Honoris Causa y el Asesor Especialista de alto nivel el Biólogo (M.Sc.) Jorge Martínez Trabuco

  • Relacionamiento ONG con el estado:  a menudo, los discursos de algunas ONG o personas que lideran movimientos ambientales giran en torno a la urgencia de conservar bosques y ecosistemas. Sin embargo, pese a recibir fondos internacionales, no siempre traducen esas promesas en acciones concretas, como la adquisición de áreas forestales o la compra de servicios ambientales que garanticen la protección de la biodiversidad. Es importante que el estado maneje acuerdos efectivos y deje de ser un ente financiador y cooperación para las ONG. Si los fondos de cooperación llegan al país y al gobierno, estos no deberían ser cedidos nuevamente a las ONG o si no se perpetua un estado ineficiente y sin formación técnica de funcionarios.
  • Revisar las políticas de promoción de Ordenamiento Territorial como planes de preservación ambiental: muchos planes de ordenamiento territorial promovidos por algunas ONG y proyectos internacionales de cooperaciones carecen de una base técnica sólida en estudios sobre agua y suelo y de las condiciones socio económicas del lugar. Se limitan casi exclusivamente a querer implementar medidas de conservación sin contemplar una verdadera visión de desarrollo socioeconómico. Dado que no integran análisis científicos profundos ni estrategias para generar beneficios económicos y sociales, sus propuestas resultan inviables y terminan fracasando en la práctica y la adopción del plan es casi nula. Este sistema de promoción de planes es importante que esto sea reanalizado y repensado urgentemente para tener una política sostenible real.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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