Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.;
Como Asesor Agroambiental (Dr. Honoris Causa) y como Ex ministro de Ambiente y
Ex Ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay y Actualmente Asesor de la
Presidencia de la Universidad San Carlos (USC) y el Biólogo Jorge Martínez
Trabuco, presentamos a continuación un “DEBATE SOBRE LAS PERSPECTIVAS PARA EL SECTOR AGRO
PRODUCTIVO DE PARAGUAY A CONSIDERAR CLAVES PARA EL AÑO 2025”; para el conocimiento y debate de los
visitantes de este BLOG, y aprovechando agradecer a los 216.473 visitantes de BLOG
en un periodo aproximado de más de 2 años.
Hemos acordado coordinar y promover
una POLÍTICA NACIONAL AMBIENTAL que contribuya con el proceso de avances en el DESARROLLO
SOSTENIBLE de Paraguay – Viernes 20 de Diciembre del 2024
Luego de un DEBATE acerca de
lo que nos deja el año 2024 en relación al sector productivo agropecuario y
forestal, nos propusimos compartir y debatir sobre ciertos aspectos que podría
esperarse para el sector agro productivo en materia agro ambiental de Paraguay
en que se viene en el año 2025. A continuación, parte del DEBATE que mantuvimos
sobre algunos puntos clave y reveladores que podrían ser interesantes tenerlos
en cuenta para el año 2025.
Perspectivas del sector agro productivo
de Paraguay para 2025:
El sector agro productivo de
Paraguay ha sido históricamente y es en la actualidad uno de los pilares fundamentales
de la economía, generando ingresos genuinos al país a partir de productos como
la soja, el maíz, el arroz, carne bovina y otros. Y apuntando al 2025, el sector
enfrenta importantes oportunidades, pero también desafíos que podrían impactar
en temas comerciales, mercados, competitividad y sostenibilidad, además de
temas políticos internacionales que podrían redefinir ciertas circunstancias
globales.
1. Fenómeno de La Niña
moderado y su impacto climático:
Para esto conversamos con el
Ing. Edgar Mayeregger de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de
Agricultura y Ganadería, quien nos manifestó que inicialmente se prevé un fenómeno
de La Niña moderado hacia inicios del 2025 con lo cual se anticipa variaciones
en los patrones de lluvia y temperatura en algunas regiones del país.
- Afectación de cultivos: algunos cultivos clave
como soja, maíz y probablemente arroz podrían enfrentar un mínimo de
déficits hídricos en ciertas zonas y otras zonas quizás con excesos de
agua. Esto obliga a los productores a diseñar estrategias de manejo estratégico,
para hacer freten a las necesidades de agua y optimizar las estrategias de
trabajo en el campo tanto en la cosecha como en la siembra.
- Ganadería y disponibilidad de agua: es probable que a menor
disponibilidad de agua en algunas
regiones pueda impactar en el desarrollo de pasturas y la alimentación del
ganado y asi mismo el abastecimiento de agua para los animales. Esto
obliga a los productores a implementar medidas de recolección y
almacenamiento de agua, así como un manejo efectivo y conservacionista del
suelo para el manejo de los potreros.
2. Reglamento de Deforestación
de la Unión Europea (EUDR):
A finales de 2025 entrará en
plena vigencia el Reglamento N°1115 de la UE (EUDR), que exige a los países
exportadores garantizar que los productos agrícolas no estén asociados a la DEFORESTACIÓN
O CAMBIO DE USO DE LA TIERRA, contabilizados desde el año baso 2020. Es decir,
cualquier producto producido en una superficie donde tuvo un cambio de uso de
la tierra desde el año 2021 en adelante, no podrá ser comercializado en Europa,
lo cual aplica a la madera, carne y soja.
Hay que entender que tampoco
puede mezclarse estos productos con lo que estén libres de deforestación dado
que según los europeos pueden rechazar estos productos.
- Requisitos de trazabilidad: productos como la soja
y la carne deberán demostrar un origen libre de deforestación, lo cual
implica sistemas de monitoreo, contratación de empresas que emitan mapas,
probablemente algún tipo de certificación y realizar una debida diligencia
para demostrar que se cumple con las leyes del país dentro de ese sistema
productivo.
- Desafíos para los pequeños productores: cumplir con estándares
internacionales puede resultar complejo y costoso para quienes no cuenten
con un acceso adecuado a tecnología o asesoramiento técnico. Serán
necesarias políticas de apoyo, financiamiento y capacitación para evitar
que estos productores queden rezagados en los mercados de exportación.
Esto debe prestar atención el estado porque en el caso de la soja los
pequeños productores representan casi el 30% de la producción.
- Subproductos: procesados de madera, papel, cuero y
cualquier otro subproducto también deben cumplir con los requisitos si
desean comercializar sus productos en Europa.
- Implementación de planes piloto de forma urgente: es necesario que esto sea ejecutado en
vista las próximas cosechas que se esperan al inicio del año, en especial
del sistema productivo de la soja, con lo cual se podrá analizar un
diagnóstico de cómo se está produciendo y exportando y ver si las
condiciones del Reglamento N°1115 es posible cumplible en el país.
Basado en esto hay que estar
preparados como país para hacer frente a estas nuevas demandas de la Unión
Europea o comenzar a buscar nuevos mercados que promueven indicadores de
sostenibilidad integral y que no solo apunten a temas ambientales como
indicadores.
3. Circunstancias del Acuerdo
Mercosur-UE:
La posible entrada en vigor
del Acuerdo Mercosur-UE también en 2025 incrementa la relevancia de la relación
comercial entre Paraguay y Europa y por supuesto con el MERCOSUR.
- Oportunidades de mercado: se ampliarían los cupos
de exportación para ciertos productos, pero cada vez más condicionantes en
temas ambientales, lo que podría sugerir que las expectativas sean
interesantes pero limitadas por condiciones que quizás no sean las mejores
para el país, en especial, para lo que se produce en el Chaco paraguayo.
- Sostenibilidad y presión a industrias: si bien se habla mucho
de presión al sector productivo hay que recordar que las exigencias se
extienden a la industria y no solo la alimentaria sino a cualquier tipo de
industria. Así mismo, las industrias europeas podrían comenzar a ofertar
sus productos en nuestro país e inclusive a futuro participar en
licitaciones públicas. Por lo cual habrá que ver cómo se va desarrollando
este acuerdo.
- Exigencias en sostenibilidad y derechos laborales: el acuerdo podría
incorporar condicionantes adicionales, sumados al cumplimiento de la EUDR.
Esto aumenta la presión sobre los productores para responder a estándares
más estrictos en materia ambiental, laboral y de trazabilidad.
4. Financiamiento verde y
mayor rigurosidad crediticia:
La tendencia global hacia los
indicadores de sostenibilidad en los bancos y financieras toma fuerza en
Paraguay a través del Documento de Taxonomía Verde que promovieron desde el
Ministerio de Economía y Finanzas junto con el Banco Central del Paraguay. Por
lo cual es de esperarse que los créditos comiencen a adoptar sistemas de
estándares ambientales internacionales y que efectivamente van a terminar incluyendo
en la banca local con condiciones que podrían estar por encima de las propias
leyes ambientales que ya existen en el país.
- Nuevas condiciones de crédito: para acceder a
financiamiento, los productores podrían tener que demostrar prácticas productivas
de ganadería y agricultura alineados a estándares internacionales, como,
por ejemplo, reducir emisiones de gases de efecto invernadero o preservar mayor
superficie de bosques nativos.
5. Políticas comerciales y
acuerdos internacionales: el factor Estados Unidos:
La dinámica comercial de
Estados Unidos puede modificar sustancialmente los flujos de exportación e
importación de materias primas a nivel global.
- Posible enfoque proteccionista: apenas asuma el próximo
presidente de los Estados Unidos Donald Trump, podría reactivar medidas
arancelarias, renegociaciones de tratados que podrían generar nuevas
variantes en los mercados internacionales y que podrían impactar en los
precios de los productos. Esto estaría generando posible oportunidades o amenazas,
y únicamente a medida que avancen las políticas de dicho país sabremos a
ciencia exacta el desarrollo de los sucesos.
- Desregulación ambiental en EE. UU.: Trump ha manifestado su
intención de disminuir regulaciones ambientales y retirarse de compromisos
internacionales en cambio climático, como el Acuerdo de París. Esto generaría
una circunstancia poco practica para el país donde Paraguay cada vez más
sigue las recetas de las bancas internacionales que tienen estos
indicadores incorporados.
- Guerra Rusia-Ucrania: efectivamente se dará
un giro con el nuevo presidente de los Estados Unidos y que impactará en
los mercados y en los insumos que se usan en el campo.
6. Transformación digital y
agricultura de precisión:
A la par de los cambios en la
agenda comercial y ambiental, la incorporación de tecnología seguirá siendo un
factor determinante para la competitividad del agro paraguayo.
- Biotecnología y Semillas OGM: la adopción de semillas
OGM (Organismos Genéticamente Modificados) de última generación se perfila
como una de las principales estrategias para elevar el rendimiento de los
cultivos y mejorar su resiliencia frente a plagas y condiciones climáticas
adversas.
- Aplicación drones y tecnología en el campo: El análisis de datos
masivos (big data), la utilización de drones para supervisión de campos y
la instalación de sensores para medir humedad y nutrientes del suelo serán
cada vez más frecuentes. Esta tecnología podría ayudar a reducir costos y
mejorar la eficiencia productiva.
- Internet de las cosas (IoT): es necesario comenzar a
visibilizar estas investigaciones necesarias en el campo agrícola con lo
cual se podría optimizar la gestión de cultivos, predecir rendimientos y
detectar enfermedades de manera temprana, reduciendo costos y mejorando la
calidad de la producción.
- Ganadería y trazabilidad: el uso de la identidad
electrónica del ganado tendrá un despegue importante en el año 2025, con
lo cual se tendrá mayor información sobre el hato ganadero.
7. Mano de obra calificada y
formación rural:
Es necesario una mayor
inversión en formación rural y mano de obra calificada.
- Capacitación técnica: instituciones educativas
gubernamentales deberán reforzar programas de formación en agricultura de
precisión, mantenimiento de equipos tecnológicos, uso de drones, etc.
- Retención de jóvenes en el campo: mejorar la conectividad
en zonas rurales, la infraestructura y el acceso a financiamiento puede
incentivar a las nuevas generaciones a permanecer en áreas rurales,
dinamizando la economía local y disminuyendo la brecha urbano-rural y
frenando en cierta manera la migración rural.
- Capacitación técnica para comunidades indígenas: hay que potenciar esta circunstancia
de forma urgente para transformar a las comunidades indígenas en
comunidades de producción. Que además de su auto sustento y si lo desean
puedan incorporarse al circuito productivo en menor escala. El estado
debería priorizar esto junto con las políticas de agricultura familiar
campesina.
Posicionar al país tal como lo
hace el Presidente de la República – Santiago Peña, como un país con altos
niveles de sostenibilidad en el campo y en temas ambientales. El cumplimiento
efectivo de las normas es necesario así como la aplicación innegociable de las
sanciones para aquellos que incumplen las normativas.
- Discusión sobre indicadores de sostenibilidad y
no únicamente sobre protección de bosques tema clave: si bien la DEFORESTACIÓN
O CAMBIO DE USO DE LA TIERRA es uno de los indicadores más visibles que
son analizados a nivel rural es importante resaltar que este no es el
único factor determinante de la sostenibilidad. TAMBIÉN DEBEN CONSIDERARSE
ASPECTOS COMO EL USO RESPONSABLE DEL AGUA, LA CONSERVACIÓN DE LA
BIODIVERSIDAD, LA SALUD DEL SUELO Y PRINCIPALMENTE EL BIENESTAR
SOCIOECONÓMICO DE LAS COMUNIDADES LOCALES. Un enfoque integral de la
sostenibilidad contempla los aspectos sociales, ambientales y económicos,
caso contrario son políticas ambientales y no políticas de desarrollo.
Ing. Agr.
(M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental y Dr. Honoris Causa y
el Asesor Especialista de alto nivel el Biólogo (M.Sc.) Jorge Martínez Trabuco
- Relacionamiento ONG con el estado: a menudo, los discursos de algunas ONG o personas
que lideran movimientos ambientales giran en torno a la urgencia de
conservar bosques y ecosistemas. Sin embargo, pese a recibir fondos
internacionales, no siempre traducen esas promesas en acciones concretas,
como la adquisición de áreas forestales o la compra de servicios
ambientales que garanticen la protección de la biodiversidad. Es
importante que el estado maneje acuerdos efectivos y deje de ser un ente
financiador y cooperación para las ONG. Si los fondos de cooperación
llegan al país y al gobierno, estos no deberían ser cedidos nuevamente a
las ONG o si no se perpetua un estado ineficiente y sin formación técnica
de funcionarios.
- Revisar las políticas de promoción de Ordenamiento
Territorial como planes de preservación ambiental: muchos planes de ordenamiento
territorial promovidos por algunas ONG y proyectos internacionales de
cooperaciones carecen de una base técnica sólida en estudios sobre agua y
suelo y de las condiciones socio económicas del lugar. Se limitan casi
exclusivamente a querer implementar medidas de conservación sin contemplar
una verdadera visión de desarrollo socioeconómico. Dado que no integran análisis
científicos profundos ni estrategias para generar beneficios económicos y
sociales, sus propuestas resultan inviables y terminan fracasando en la
práctica y la adopción del plan es casi nula. Este sistema de promoción de
planes es importante que esto sea reanalizado y repensado urgentemente
para tener una política sostenible real.
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