Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S.
Molinas M.; Asesor Especialista, con experiencia por más de 30 años en temas
Agroambientales y como Ex ministro de Ambiente y Ex Agricultura y Ganadería de
Paraguay, deseamos exponer los resultados de una “INTERPRETACIÓN Y COMPARACIÓN
TÉCNICA DE LOS DATOS OFICIALES DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL (CAN) DEL 2008 Y
DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL DEL CENSO CAN DEL (2022)”; con el objetivo a
que los visitantes de este BLOG puedan debatir sobre los mismos.
El sector
agropecuario paraguayo se desenvuelve en un paisaje rural de marcados
contrastes, en virtud del dualismo estructural
I.- ANÁLISIS DEL DESARROLLO
AGROPECUARIO Y RURAL:
1.- El
sector agropecuario paraguayo se desenvuelve en un paisaje rural de marcados
contrastes, en virtud del dualismo estructural que caracteriza a la
actividad que es ampliamente reconocida por quienes realizan análisis de la
realidad sectorial, que se encuentra revelada en la capacidad de producir y
capturar ingresos a partir de la actividad productiva, así como en el acceso a
los medios de producción esenciales como la tierra, el capital, la información
y conocimientos.
2.- Una publicación el Banco
Mundial (BM) describe los dos modelos en el sector:
2.1.- (i) LA AGRICULTURA
COMERCIAL A GRAN ESCALA: intensiva en capital y tecnología, orientada a la
exportación, altamente eficiente y especializada en soja y carne vacuna; y,
2.2.- (ii) LA AGRICULTURA
FAMILIAR (AF): diversificada, intensiva en mano de
obra, de baja tecnología, dirigida principalmente al autoconsumo, con
productividad baja y decreciente…”.
Agricultura
Familiar (AF) diversificada, intensiva en mano de obra, de baja tecnología,
dirigida principalmente al autoconsumo, con productividad baja
3.- Un tema claro es que la
economía agraria local basada principalmente en dos rubros de exportación
commodities (soja y carne) que aprovechan con mayor utilización de los recursos
naturales productivos (suelo, agua, bosques y biodiversidad), pero cada vez más
racional y en varias otras cadenas de valor con potenciales para la
diversificación y generación de valores agregados, pero aún con el desarrollo
incipiente de los mismos.
4.- La situación planteada en
párrafo anterior hacen del Paraguay una economía vulnerable a los embates de
las crisis de los mercados y de las consecuencias del clima, repercutiendo
sobre todo en aquellas unidades o fincas productoras que no han logrado alcanzar
las economías de escala o niveles de productividad óptimos y pro consecuencias
rentables, asociados a los escaso acceso a infraestructuras de logística que
les permita seguir manteniendo sus costos relativamente bajos y obtener así
márgenes que generen riquezas de manera sustentable.
5.- Un hecho relevante reciente
promulgación y reglamentación de la Ley N°6286 de Defensa, restauración y
promoción de la Agricultura Familiar (AF) campesina en Paraguay; constituye
otro hito que modifica el escenario institucional, con nuevos desafíos y
oportunidades para trabajar por la disminución de la brecha de desarrollo
existente en virtud de la dualidad estructural productiva en el sector
agro-rural productivo.
II.- EVOLUCIÓN
RECIENTE DE LA ACTIVIDAD SECTORIAL:
1.-
Propuestas de Políticas para el Sector:
El
trabajo de este nivel sectorial contiene entre otras como la continuidad de los
impulsos a:
a).-
La competitividad del sector agropecuario y forestal;
b).-
La realización de gestiones orientadas a incorporar la agroindustria en la
política sectorial;
c).-
El fortalecimiento del liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería
(MAG), asumiendo el Estado el rol de conducción del marco de políticas
sectoriales; y,
d).-
La coordinación interinstitucional de cara al logro de los objetivos del
Desarrollo Agrario y Rural.
Al
centrar la prioridad sobre la competitividad, identifica y desarrolla
lineamientos de política en cuatro ejes, que se relacionan con variables
incidentes principales:
(i)
mejorar la condición como para optimizar la gestión de los recursos productivos;
(ii)
desarrollar mercados competitivos;
(iii)
desarrollar actividades que impliquen modernizar
y proyectar las instituciones públicas responsables de su implementación,
y,
(iv)
orientar esfuerzos hacia el cuidado y
fortalecimiento de los recursos en los que se asienta el desarrollo
productivo.
2.- Política Nacional y la Agenda
Paraguay 2030:
El
diagnóstico destaca algunas variables relevantes en el tiempo actual, como el
crecimiento económico de los últimos años que ha contribuido a generar un
aumento de los ingresos de las familias, sin embargo, al menos dos aspectos
claves son citados, y los cuales merecen atención a futuro:
a).-
El principal desafío macroeconómico que enfrenta el Paraguay consiste en
generar condiciones que permitan reducir la elevada volatilidad que han
mostrado las tasas de crecimiento de la economía durante las últimas décadas;
y,
b).-
A pesar de este crecimiento, la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso
efectivo a los derechos sociales siguen siendo los principales problemas que
enfrenta el país”.
Para
alcanzar las economías de escala o niveles de productividad óptimos y pro
consecuencias rentables, asociados al escaso acceso a infraestructuras de
logística
Señala
que “existen problemáticas de interés nacional a las cuales la Administración
Pública debe atender; algunas de ellas son el acceso a la alimentación, la
salud, la educación, el desarrollo económico, el cuidado del medio ambiente, la
igualdad de género”.
En
tales circunstancias, y ante la debilidad del Estado de Derecho, “se requiere
construir la legalidad como base del emprendimiento y la equidad que es fruto
de la relación esencial e indisoluble entre seguridad y justicia”.
Otro
aspecto fundamental señalado en la perspectiva general del país se relaciona
con la mayor transparencia en la gestión pública y el desarrollo de una cultura
de rendición de cuentas.
Queda
puntualizado que “la incorporación de reformas legales de envergadura y la
utilización creciente de tecnologías de la información que facilitan el acceso
a la información pública propician transformaciones en la relación entre la
ciudadanía y la Administración Pública, entre otras iniciativas orientadas a
combatir la corrupción que generan un mejor control sobre la gestión de las
instituciones de gobierno”.
Pasando
más al plano sectorial, se remarca que “los sectores agrícola y ganadero
continúan siendo propulsores importantes del crecimiento, explicado en buena
medida por la alta demanda existente en los mercados internacionales y por la
adopción de nuevas tecnologías por parte de los empresarios”.
Sin
embargo, se reconoce que “se necesita fortalecer y mejorar las bases
estructurales de la Agricultura Familiar (AF)”:
a).-
Las políticas públicas de apoyo a los segmentos de la agricultura familiar
campesina, tienen que contribuir al fortalecimiento de sus niveles de
competitividad y de articulación con los mercados; y,
b).-
Así también, las políticas dirigidas a la agricultura familiar de subsistencia
deben orientarse a la generación de capacidades que faciliten la ampliación de
las opciones de generación de ingresos y la reducción de su vulnerabilidad”.
Las políticas dirigidas a la Agricultura Familiar (AF) de subsistencia
deben orientarse a la generación de capacidades
En el pasado reciente, “las
políticas públicas se han enfocado al aumento de la protección social de las
comunidades y grupos vulnerables a través de programas de transferencias
condicionadas”.
En el plano relacionado con la base
natural de la sociedad paraguaya, el documento sostiene que “la deforestación
en Paraguay: se ha convertido en motivo creciente de preocupación en los
últimos años, se estima que entre 2005 y 2015 la superficie forestal del país
sufrió una reducción superior al 17% (FAO, 2015)”.
“El país disfruta de bajas
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y de dióxido de carbono (CO2)
gracias a la producción de electricidad limpia de origen hidroeléctrico. Ahora
bien, solo el 29% del total de la energía que se consume proviene de esta
electricidad limpia, siendo así que el resto de ella se obtiene de combustibles
derivados del petróleo y biomasa”.
En una perspectiva de la eficiencia
de la gestión pública, se hace, entre otros puntos, la siguiente acotación: “el desafío de
la baja capacidad de ejecución del volumen de cooperación que recibe el país
representa un obstáculo ya que afecta a los resultados de los programas y
proyectos que impulsan, y comprometen la utilización estratégica de los
recursos de la cooperación no reembolsable y de la asistencia técnica a las
instituciones a nivel nacional y sub nacional”.
Los
lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo – PND 2030 y las competencias en
el Sector:
El vigente Plan Nacional de
Desarrollo considera cuatro ejes estratégicos que constituyen las prioridades
nacionales para el Paraguay 2030. Dichos ejes están enunciados de la siguiente
manera: (I) Reducción de la pobreza y desarrollo social; (II) Crecimiento
económico inclusivo; (III) Proyección del Paraguay en el mundo; y (IV)
Fortalecimiento político-institucional.
Identifica asimismo cuatro ejes
transversales que se encuentran presentes a lo largo de los cuatro ejes
estratégicos. De la combinación de ejes estratégicos y ejes transversales
quedan posteriormente los 16 objetivos estratégicos del Plan Nacional. Los cuatro
ejes transversales son enunciados como: (1) Igualdad de oportunidades; (2)
Gestión pública eficiente y transparente; (3) Ordenamiento y desarrollo
territorial; y (4) Sostenibilidad ambiental.
III.- POLÍTICA SECTORIAL
AGROPECUARIA Y FORESTAL:
En el año 2018 se completaba el
periodo de vigencia del documento titulado Marco Estratégico Agrario, por
iniciativa del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), cuya función estaba
con las tareas de revisión que fue conducida por el Ministerio, de las
entidades autárquicas del sector agrario, así como de los gremios y
asociaciones de la producción, reconociendo variables como:
a).- La evolución del Producto
Interno Bruto (PIB) Agrario, que había registrado tendencias de crecimiento
sostenido, y otras, que no habían tenido una evolución tan favorable;
b).- La revisión de la permanencia
de la marcada dualidad en términos de productividad e ingresos;
c).- La incidencia y escasa variación de la
pobreza rural; y,
d).- La persistencia de las tasas
de emigración desde el campo hacia la ciudad, reflejada en los diferenciales de
tasas de crecimiento demográfico entre el área rural y urbana.
Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG) como el “Ente Rector de la Política Agraria[1]”:
Naturalmente que, parte de dichas
tendencias de signo insuficiente exceden las competencias institucionales
directas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), ya que las leyes
promulgadas en el pasado reciente creando las autarquías, varias de ellas como
desmembración directa del propio MAG, las han transferido como ámbitos de
competencia de las nuevas entidades creadas.
Pero, sin embargo, el carácter de “Ente
Rector de la Política Agraria”, que al MAG le asigna su propia Ley N°81/92,
hace que en forma generalizada los actores consultados durante la revisión
destacaran, entre otros, como factores determinantes de los logros incompletos,
al bajo nivel de cohesión y coordinación de la institucionalidad agraria, a la
debilidad del liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La sistemática disociación entre
las decisiones políticas y las consideraciones técnicas pertinentes a las
problemáticas sectoriales (disociación que se traduce en problemas de
asignación de recursos en niveles programáticos y territoriales), y al excesivo
centralismo en el manejo de los recursos, el cual ha llegado a trasladar la
gestión a las administraciones centrales, dejando a las dependencias operativas
con mínimas capacidades de control sobre sus recursos presupuestarios.
Posteriormente, en el año 2019, las
conclusiones extraídas durante la etapa de preparación del nuevo “Marco de
Políticas Sectoriales Agrarias 2020-2030”, incluyeron entre otras:
a).- El país destina al Gasto
Público Sectorial -referido al sector agrario ampliado – una baja proporción de
los recursos, tanto respecto del PIB como del valor de las exportaciones;
b).- El periodo 2012-2018, las
acciones dirigidas a la Agricultura Familiar (AF) campesina absorben
aproximadamente el 50% del gasto sectorial, en particular del MAG;
c).- Los gastos destinados a
información, sanidad y parte de investigación, destinados a la agricultura en
general, representan otra proporción importante del gasto sectorial; y,
d).- El crédito externo representa
una proporción importante en la estructura de financiamiento del gasto público
sectorial.
Uno de los puntos trascendentes
incluidos entre las recomendaciones del proceso de preparación se relaciona con
la necesidad de someter a evaluación tanto la tipología del gasto ejecutado
como el impacto logrado en los ingresos de la Agricultura Familiar Campesina
(AFC).
Tomando en consideración que entre los años 2012 y 2018 fueron destinados a los programas y proyectos dirigidos a la Agricultura Familiar Campesina (AFC) una suma total de US$ 646 millones, equivalentes a una media de US$ 92 millones al año.
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