Ing. Agr. (M.Sc.) (H.Cs)
Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental, como Ex ministro de Ambiente
y Ex Ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Actualmente Asesor de la
Presidencia de la Universidad San Carlos (USC), deseamos compartir con ustedes una entrevista que pude realizar
con el Biólogo Jorge Martinez Especialista en temas de Cambio Climático y que
fue negociador paraguayo del Acuerdo de Paris, respecto a impuesto global al
carbono que se está discutiendo en el ámbito del transporte marítimo y que fue
noticia en estos últimos días.
P: ¿De qué se trata este tema?
R: En la Organización Marítima
Internacional (IMO, en inglés) agencia especializada de la ONU se discute
incorporar al MARPOL (Convenio internacional para prevenir la contaminación por
los buques) una enmienda en uno de los
Anexos donde se incorpora un Capítulo que habla Marco de Emisiones Neto Cero (IMO
Net-Zero Framework).
(https://www.imo.org/es/mediacentre/pressbriefings/pages/imo-approves-netzero-regulations.aspx).
Esta propuesta incluye un
esquema que fija límites de emisiones para los buques y si estos se exceden tendrán
cobros obligatorios por tonelada de CO₂eq emitida. Se habla de precios de entre
100-380 US$ por cada tonelada excedente emitida y cita que los fondos
recaudados serán manejados por esta agencia donde estiman recaudar unos 11.000
millones de dólares.
En la práctica, no lo citan “impuesto”
sino como una “contribución exigible”, con esa tarifa que citamos y que será de
cumplimiento obligatorio. Es decir, no es un impuesto en términos reales porque
será una contribución por sobrepasarse de emisiones, pero opera como si lo
fuese y por eso algunos lo denominan impuesto al carbono.
Y si bien se dice que esto
será para las empresas de transporte marítimo, realmente el que lo va a pagar
no será el buque sino la carga que va en el buque y por ende, el productor y los
consumidores. El dueño del medio de transporte no va a perder, el que va a perder
aún más va a ser el que envía sus productos.
P: ¿Qué pasaría si la
propuesta se aprueba así como está?
R: Y seguramente subirían los
costos del flete marítimo y aunque digan que el impacto es mínimo creo que a
esta altura todos sabemos que muchas veces las ganancias de los productores
justamente se sostienen con márgenes mínimos y cualquier cambio en la
estructura financiera podria afectar la rentabilidad y competitividad del
producto.
Sumado a ello, es más que
seguro que aumentarían los valores de combustible por el aumento del flete.
Afectaría también en la importación de productos y encarecería los productos
que llegan al país.
P: ¿Es correcta la posición de
Paraguay al rechazar este impuesto?
R: Totalmente correcta y esta
debería ser inmutable respecto a otras ideas similares que de repente se lanzan
en este tipo de foros y convenciones, donde en el marco del cambio climático algunos
quieren atribuirse el rol de rectores y nos quieren enseñar a conservar imponiéndonos
obligaciones, multas o peajes bajo la excusa de salvar el planeta.
En este caso el pago las
emisiones del transporte marítimo agrandaría la brecha entre los países
desarrollados que para ellos no hay problemas en asumir estos costos, pero países
como Paraguay que es responsable del 0,06% de las emisiones globales el impacto
podria ser importante en términos económicos y sociales.
P: ¿Los que proponen esto
tienen certeza científica de lo que ocurre para lanzar estas ideas?
R: En mi opinión, el consenso que
promueven se debe a que se juntan países o profesionales con ideas convergentes
pero carecen de diversidad de enfoques sin un escrutinio científico real y por
tanto la unanimidad muchas veces es más bien por afinidad antes que técnico-científico,
y esto carece de certeza real.
Cuando se quiere pasar una fase
de comenzar a cobrar impuestos por carbono o emisiones, que es lo que se está
proponiendo, pues entonces se precisa mayor transparencia y validación externa
y no únicamente apoyarse en metodologías complejas que muchas veces tienen
grandes incertidumbres y que pueden generar estimaciones que pueden no estar
ajustados a la realidad.
En este caso la certeza
científica es aún más necesario ya que “el diseño del impuesto” está fijado
sobre los excedentes de emisiones, por lo que se debe ser muy preciso en
cuantificar las emisiones permitidas y las emisiones excedentes.
P: ¿Realmente hay una transición
que ayude a reducir emisiones?
R: En el nombre de la transición energética
lo que menos se crearon fueron alternativas, pero lo que más se promovió es el
impuesto a los combustibles fósiles. Si vemos los países que implementan estos
tipos de transición, son los mismos países en el que el costo de la
electricidad ha subido. O sea, las alternativas afectaron negativamente a la
economía de las personas y la sociedad y por ende no cumple con la definición
de ser “Sostenible”.
Este es el caso perfecto para
comprender que un “plan” no es equiparable a la “realidad del campo”. Muchos
creen que por el hecho de existir una ley esto ya es aplicable y funciona, y
asi mismo algunos piensan que por que funciona en una tabla de excel también debe
funcionar en el campo.
P: ¿Qué podríamos concluir?
R: Que si esto se aprueba será el primer Peaje Climático
Global disfrazado de “Contribución” en el mundo. El término “Contribución” que
también figura en el Acuerdo de Paris sería un sinónimo de imposición y de
impuesto y ya no más de cooperación voluntaria. Inaugurando una versión política
climática global que antepone la recaudación antes que resolver el problema.
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