Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental,
(D.Hc) , como Ex ministro de Ambiente y Ex Ministro de Agricultura y Ganadería
de Paraguay, Actualmente Asesor de la Presidencia de la Universidad San Carlos
(USC), luego de haber leído varias noticias sobre la superficie de plantaciones
forestales publicadas en distintos medios, quisiera compartir con los lectores
de blog una reflexión sobre las diferencias en las estadísticas públicas por el
INFONA.
Importancia
de las estadísticas forestales en la Política de Desarrollo Sostenible
I.- INTRODUCCIÓN
1.- En las últimas semanas, la presidenta del Instituto Forestal
Nacional (INFONA), ha declarado en varios eventos y noticias estadísticas públicas
sobre la superficie de plantaciones forestales en Paraguay y el ritmo anual de
crecimiento del sector. Lo llamativo es que, dependiendo del medio, del evento
o de la ocasión, las cifras varían de manera significativa.
2.- Lo que debería constituir un dato técnico y verificable, la
extensión real de las plantaciones forestales del país y su tasa de expansión
anual, se ha transformado en unas estadísticas que parecen contradictorias o
imprecisas, y por ende, poco confiable.
3.- En lugar de transmitir certeza y solidez institucional, los números del
INFONA parecen ajustarse al auditorio, a los proyectos de cooperación, donantes
y ONGS que trabajan con dicha institución.
4.- Más allá de estar contentos por el crecimiento del sector forestal y
siendo yo parte de un grupo que remamos contra corriente cuando no había medios
ni redes que apoyen nuestras iniciativas, y que desde hace décadas venimos
diciendo las oportunidades que el Paraguay mantiene en temas forestales, considero
que la falta de consistencia en los datos proyecta una señal contradictoria y si
las autoridades no logran presentar una cifra clara y estable sobre la
superficie plantada entonces nos preguntamos ¿cómo se puede hablar de
planificación a largo plazo, de sostenibilidad o de políticas serias para el
desarrollo forestal del Paraguay?
II.- LOS NÚMEROS QUE NO CIERRAN
1.- En el transcurso de apenas unas semanas, distintos medios y
comunicados oficiales reprodujeron cifras sobre las plantaciones forestales
que, lejos de complementarse, se contradicen entre sí.
2.- Por un lado, se afirma que Paraguay cuenta con 300.000 hectáreas de
plantaciones y que el sector crece a razón de 50.000 hectáreas por año. En
otros espacios se habla de un crecimiento del 15% anual, lo que matemáticamente
equivale a 45.000 hectáreas por año. Incluso, en declaraciones previas, el
propio INFONA sostuvo que el país estaba creciendo a un ritmo de 70.000
hectáreas anuales.
3.- El problema es que ninguna de estas cifras se ajusta a la realidad
verificada en la serie histórica. Según los datos oficiales del propio INFONA,
en 2022 las plantaciones forestales representaban el 0,5% del territorio
nacional, es decir, alrededor de 204.000 hectáreas. Si hoy se sostiene que
existen 300.000 hectáreas, el incremento real sería de 96.000 hectáreas en tres
años, lo que equivale a un promedio de apenas 32.000 hectáreas anuales,
bastante por debajo de los 50.000 o 70.000 reportados.
4.- Este simple ejercicio matemático demuestra que las declaraciones no
solo son inconsistentes entre sí, sino que además no cuadran con los propios
registros oficiales. Una diferencia asi, de entre 32.000, 45.000, 50.000 o
70.000 hectáreas anuales, no es un detalle menor en el sistema forestal que se
desea fortalecer. Ya que esto modifica por completo las proyecciones de
inversión, las expectativas de crecimiento del sector y la credibilidad de las
instituciones que deben conducir la política forestal del país.
III.- EL PROBLEMA DE FONDO
1.- En un sector como el forestal, donde las inversiones requieren
horizontes de 10 a 20 años y donde la rentabilidad depende de proyecciones
estables, la credibilidad de los datos oficiales es un factor clave. Por ello
consideramos que las inconsistencias en los números debería ser un llamado de
atención para que comunicacionalmente tengamos datos estadísticos certeros.
2.- Cuando las cifras cambian de un evento a otro, el mensaje que se
transmite no es de solidez ni de seriedad institucional, sino de improvisación.
Esto genera desconfianza tanto en el plano interno, productores, industriales y
gremios que necesitan planificar con información confiable, como en el externo,
frente a potenciales inversionistas y organismos internacionales que observan
con atención la evolución del sector.
3.- En última instancia, lo que está en juego no es solo la atracción de
nuevas inversiones, sino la capacidad del país para demostrar que cuenta con
una institucionalidad seria, transparente y profesional en el manejo de sus
recursos forestales. Y lastimosamente estas contradicciones exponen la ausencia
de un sistema estadístico confiable y transparente sobre plantaciones
forestales en Paraguay.
4.- El sector forestal requiere horizontes de inversión de 10 a 15 años.
Los empresarios, productores y organismos internacionales necesitan información
sólida para proyectar costos, rendimientos y retornos. Si las autoridades
presentan cifras distintas en cada foro, el mensaje que se transmite no es de
fortaleza, sino de improvisación y falta de rigor técnico.
IV.- RECONOCER LA INTENCIÓN, EXIGIR SERIEDAD
1.- Es justo reconocer que el INFONA busca posicionar al sector forestal
como un motor de crecimiento económico, atracción de inversiones y
diversificación productiva. En un país que necesita ampliar su base exportadora
y generar empleos de calidad, las plantaciones forestales representan una
oportunidad estratégica. Mostrar al Paraguay como un polo de desarrollo
forestal regional es bastante positivo y estamos de acuerdo que es un sector dinámico
y vigoroso.
2.- Sin embargo, la forma en que se comunican los datos es igualmente
importante. No se atrae inversión seria con cifras fluctuantes ni con
estadísticas moldeadas al auditorio de turno. Un inversor de por sí no decide
en base a discursos, sino a datos confiables sobre superficie plantada,
especies disponibles, edad de las plantaciones y condiciones de sostenibilidad
a largo plazo.
3.- Por eso, más que repetir porcentajes o hectáreas cambiantes, lo que
el país necesita es un sistema estadístico sólido y transparente, con datos
reales y actualizados, con las condiciones de las plantaciones con edad y
estado sanitario, conocer la tasa real de reposición tras cada cosecha,
diferenciando entre superficie bruta y neta y medir los indicadores de
sostenibilidad.
4.- La intención de resaltar al sector es legítima, pero también las
estadísticas lo deben ser.
V.- CONCLUSIÓNES
1.- El sector forestal paraguayo tiene un enorme potencial para
convertirse en un motor de desarrollo económico y en una fuente de empleo y
exportaciones sostenibles. Sin embargo, ese potencial no puede construirse
sobre discursos cambiantes ni sobre cifras que se ajustan según la ocasión.
2.- Hoy, si miramos la comunicación que recibimos por parte del INFONA
la realidad es clara, no existe un dato exacto y unificado de la superficie de
plantaciones en el país, ni de las condiciones en que se encuentran ni de cómo
se asegura su reposición tras la cosecha. En estas circunstancias, hablar de
crecimientos anuales de 15%, 50.000 o 70.000 hectáreas carece de sustento si
los propios registros oficiales muestran otra dinámica.
3.- Es positivo resaltar al sector y buscar atraer inversiones, pero la
primera condición para lograrlo es la transparencia. Se necesita publicar
estadísticas verificables, metodologías claras y un sistema de monitoreo que
brinde confianza a productores, inversionistas y a la sociedad en general. Solo
así Paraguay podrá demostrar que su crecimiento forestal es real, sostenible y
duradero.
4.- En definitiva, la fortaleza del sector no radica en discursos
optimistas, sino en instituciones que produzcan datos confiables y políticas
que aseguren la permanencia de las plantaciones en el tiempo. Sin esa base,
cualquier proyección hacia el futuro carece de credibilidad.