1 mar 2010

HABLEMOS DE UNO DE LOS PRINCIPALES RECURSOS NATURALES DEL PARAGUAY


EL Recurs Suelo:
Los estudios del suelos, capacidad uso de la tierra y propuesta de ordenamiento territorial del MAG/BM publicado en 1995 de la Región Oriental del país se tendría un potencial para fines Agrícola abarcarían unas 7,2 millones de ha, de las cuales estarían incorporadas al aprovechamiento agrícola unas 2,4 millones de ha (33%), quedando un potencial a utilizar de unas 4,8 millones de ha (67%).


La extensión de las áreas con suelos para uso ganadero alcanzaría a unas 2,1 millones de ha, mientras que la superficie actualmente bajo uso pecuario sería de unas 7,4 millones de ha, con lo que se estaría dando un significativo margen de sub-utilización sobre suelos de aptitud agrícola y de marcada sobre-utilización de suelos de aptitud forestal.Las tierras de aptitud forestal abarcarían unas 5,6 millones de ha, de las cuales estarían bajo aprovechamiento sólo 1,7 millones de ha, con lo que existiría un amplio margen de 70% sin aprovechamiento actual o aprovechado en otros sectores.
De acuerdo con estas estimaciones, el sector agrícola tendría un potencial de aprovechamiento futuro de 7,2 millones de ha (incluido en éstas el incremental propuesto por el plan de reactivación de 2,8 millones de ha) y considerando que se realizan las medidas de conservación de suelos (cal agrícola y abono verde).

Por otro lado, los resultados alcanzados a partir del levantamiento de suelos, clasificación de la capacidad productiva de las tierras, y formulación de la propuesta de ordenamiento territorial, en el marco del Proyecto Racionalización del Uso de la Tierra (Componente “B” Bases de Ordenamiento Territorial) permiten determinar el aprovechamiento potencial de las tierras de la Región Oriental, según las siguientes grandes categorías de uso:
Suelos de aptitud agrícola pertenecientes a las Clases I a IV de capacidad de uso: unas 8,3 millones de ha (aproximadamente 52% de la superficie);
Suelos de aptitud ganadera pertenecientes a la Clase V de capacidad de uso: 2,5 millones de ha, equivalente a 16% de la superficie;
Suelos con serias restricciones para el uso agrícola, con aptitud ganadera y forestal según sus limitaciones, pertenecientes a las Clases VI y VII de capacidad de uso: unas 3,9 millones de ha, equivalentes a 24% de la superficie;
Suelos destinados a la conservación de los respectivos ecosistemas, pertenecientes a la Clase VIII de capacidad de uso: alrededor de 1,2 millones de ha, ó 8% de la superficie.
En el caso de la Región Occidental, las estimaciones obtenidas indican que:
La Región contaría con un potencial cultivable de 2,3 millones de ha, de las cuales estaría aún disponible el 98% para la ampliación de la actividad agrícola, recomendándose la aplicación de cuidadosas medidas de conservación de los suelos, tal como la labranza mínima;
El potencial de aprovechamiento ganadero de la Región abarca unas 15,4 millones de ha, con un aprovechamiento actual de 9,1 millones de ha y un margen de crecimiento de 41%
Las tierras de potencial forestal tienen una extensión aproximada de 4 millones de ha, con un nivel de aprovechamiento actual de 5,4 millones de ha, exceso que podría ser explicado por posibles superposiciones de uso, principalmente los de tipo silvo- pastoril.
La superficie de otros usos es de una extensión significativa, 10.131.451 has. y estaría compuesta por: Parques Nacionales (820.000 has.), Saladares, lagunas, riachos, esterales o humedales, dunas (medanos). Es indudable el potencial de los suelos para la conservación de la biodiversidad y ecosistema del Chaco.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas