Siembra de transgénicos generó USD100 más por hectárea, según estudio
Los
beneficios económicos de utilizar la biotecnología agrícola se reflejan
en el hecho de que durante el 2010, el ingreso neto de los agricultores
a nivel de campo fue de USD 14.000 millones, lo que es equivalente a un
aumento medio de ingresos de USD 100 dólares por hectárea. Asimismo,
por medio de la implementación de los cultivos transgénicos, el aumento
de la renta agraria global en los últimos 15 años, ha sido de USD 78.000
millones, indica parte del informe elaborado por la consultora
británica PG Economics.
Graham Brookes, director de PG Economics y coautor del informe, mencionó que la mayor parte (55%) del aumento en los ingresos agrícolas durante 2010 fue para los agricultores de los países en desarrollo, de los cuales el 90% tiene pocos recursos y fincas pequeñas.
Los cultivos transgénicos han permitido reducir el uso de plaguicidas (1996-2010) en 438 millones de kilogramos (-8,6%) de principio activo en comparación a la agricultura convencional.
SUPERFICIE. Entre 1996 y 2010, los cultivos transgénicos permitieron obtener 97,5 millones de toneladas adicionales de soja, 159,4 millones de toneladas extras de maíz, 12,5 millones de toneladas extras de fibra de algodón y 6,1 millones de toneladas adicionales de canola. Si los cultivos transgénicos no hubiesen estado disponibles, para obtener la misma cantidad de producción hubiesen hecho falta 5,1 millones de hectáreas de soja convencional, 5,6 millones de hectáreas de maíz tradicional, 3 millones de hectáreas de algodón convencional y 0,35 millones de hectáreas de canola tradicional.
La biotecnología agrícola ha contribuido a reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero de las prácticas agrícolas, logrando disminuir 19,4 millones de kilos de emisiones de CO2 (equivalente a retirar 8,6 millones de automóviles de circulación por un año). Esto es producto del menor uso de combustibles debido a la menor aplicación de plaguicidas y al almacenamiento de carbono en el suelo por la implementación de sistemas de cultivo sin labranza o con labranza mínima.
La adopción de siembras de materiales transgénicos está haciendo una importante contribución al desarrollo de los sistemas de producción de los cultivos, ya que requieren menos aplicaciones de pesticidas, reduce el riesgo de pérdidas de cosechas debido a los insectos y malezas y aumenta los rendimientos de todos los tipos de agricultores en las economías desarrolladas y en desarrollo. Hasta el 2011, 29 países cultivaban materiales transgénicos.
Graham Brookes, director de PG Economics y coautor del informe, mencionó que la mayor parte (55%) del aumento en los ingresos agrícolas durante 2010 fue para los agricultores de los países en desarrollo, de los cuales el 90% tiene pocos recursos y fincas pequeñas.
Los cultivos transgénicos han permitido reducir el uso de plaguicidas (1996-2010) en 438 millones de kilogramos (-8,6%) de principio activo en comparación a la agricultura convencional.
SUPERFICIE. Entre 1996 y 2010, los cultivos transgénicos permitieron obtener 97,5 millones de toneladas adicionales de soja, 159,4 millones de toneladas extras de maíz, 12,5 millones de toneladas extras de fibra de algodón y 6,1 millones de toneladas adicionales de canola. Si los cultivos transgénicos no hubiesen estado disponibles, para obtener la misma cantidad de producción hubiesen hecho falta 5,1 millones de hectáreas de soja convencional, 5,6 millones de hectáreas de maíz tradicional, 3 millones de hectáreas de algodón convencional y 0,35 millones de hectáreas de canola tradicional.
La biotecnología agrícola ha contribuido a reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero de las prácticas agrícolas, logrando disminuir 19,4 millones de kilos de emisiones de CO2 (equivalente a retirar 8,6 millones de automóviles de circulación por un año). Esto es producto del menor uso de combustibles debido a la menor aplicación de plaguicidas y al almacenamiento de carbono en el suelo por la implementación de sistemas de cultivo sin labranza o con labranza mínima.
La adopción de siembras de materiales transgénicos está haciendo una importante contribución al desarrollo de los sistemas de producción de los cultivos, ya que requieren menos aplicaciones de pesticidas, reduce el riesgo de pérdidas de cosechas debido a los insectos y malezas y aumenta los rendimientos de todos los tipos de agricultores en las economías desarrolladas y en desarrollo. Hasta el 2011, 29 países cultivaban materiales transgénicos.
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