17 feb 2014

ABC DIARIO

17 de Febrero de 2014

| ANTE AMENAZA LATENTE DE REACTIVAR CACERÍA

Piden a ministra de la Seam que deje en paz a los teju

El único y suficiente fundamento que la ciudadanía puede y debe exponer a la ministra María Cristina Morales, de la Secretaría del Ambiente (Seam), es que deje en paz a los teju, señaló el arquitecto Eduardo Alfaro Riera, urbanista, protector de animales y defensor del patrimonio cultural de nuestro país. Fue en respuesta a la exigencia de la ministra Morales de que la ciudadanía presente alegatos técnicos y científicos contra la matanza, porque de no hacerlo, reactivará la cacería del teju guasu.
La Seam mantiene latente la posibilidad de reactivar la matanza del teju guasu en nuestro país. Exige que la ciudadanía presente estudios científicos y técnicos para derogar la resolución ministerial. / ABC Color
La semana pasada, la ministra de la Seam autorizó la cacería de 214.000 teju guasu, a través de la Resolución N° 631, para después –casi inmediatamente y ante la enérgica reacción de varios sectores de la sociedad– suspender temporalmente la acción, por medio de la Resolución N° 653.
“La ministra María Cristina Morales exige estudios y argumentos científicos a la ciudadanía. Somos nosotros quienes exigimos a la Seam y a la ministra el argumento y el estudio científico que avale su resolución de matanza. El único argumento que la ciudadanía le va dar es que deje en paz a los teju”, señaló el arquitecto Alfaro, para quien la medida adoptada es errada y antipatriota.
“Nadie puede venir a ‘saquear’ nuestro patrimonio, nuestra fauna y flora, como hace muchos siglos y años atrás lo hicieron. Decisiones como la adoptada por la Seam deben ser concensuadas, porque nosotros somos los propietarios y por esto somos nosotros quienes tenemos que decir si está bien o no, y no hay ningún análisis ni un proyecto científico que pueda justificar la matanza, el asesinato, ni de estos teju ni de otras especies”, expresó.
Explotación
Al hacer notar el gran movimiento económico que existe detrás de este tipo de acciones, el arquitecto sugirió una salida.
“Si eventualmente el mercado internacional y las grandes industrias necesitan de estas especies, se deben hacer criaderos de teju, impulsando la explotación programada, como es el caso de la cría de salmón en Chile, por ejemplo”, dijo.
“Las empresas internacionales interesadas pueden venir a promocionar y costear la cría de especies en nuestro país. No permitamos que se extirpe lo autóctono y se castigue a nuestra fauna, para que luego esas empresas en Europa cobren miles de dólares por artículos obtenidos a partir de estas especies.
Hay un juego económico demasiado grande, pero en detrimento nuestro, porque ellos se enriquecen mientras nosotros nos empobrecemos. Me recuerda el tiempo cuando los españoles venían a embromar a nuestros ancestros con los espejitos. No somos ignorantes. Somos un pueblo culto, que sabemos lo que tenemos y lo que queremos”, enfatizó el profesional.
Leyes claras y estrictas
Por otro lado, opinó que el Estado debe crear leyes claras y contundentes, que castiguen todo tipo de tráfico de pieles, aves, animales vivos y plantas de nuestro país.
“Es urgente la necesidad de replantear y reglamentar correctamente la protección de los animales y las plantas silvestres, y velar por el cumplimiento estricto de esas disposiciones, porque aquí mismo, en Asunción, hay muchas personas que tienen en sus casas loros, papagayos, monos, etc., como mascotas, a pesar de estar prohibido”, comentó.
“Dejemos en paz nuestra fauna y flora. Paraguay es y seguirá siendo rico mientras nosotros conservemos y luchemos por este fin. Recordemos, la naturaleza puede vivir sin el hombre, pero el hombre no puede vivir sin la naturaleza”, concluyó.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas