19 mar 2024

INTERPRETACIÓN Y COMPARACIÓN TÉCNICA DE LOS DATOS OFICIALES DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL (CAN) DEL 2008 Y DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL DEL CENSO CAN DEL (2022)

Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Asesor Especialista, con experiencia por más de 30 años en temas Agroambientales y como Ex ministro de Ambiente y Ex Agricultura y Ganadería de Paraguay, deseamos exponer los resultados de una “INTERPRETACIÓN Y COMPARACIÓN TÉCNICA DE LOS DATOS OFICIALES DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL (CAN) DEL 2008 Y DEL CENSO AGROPECUARIO NACIONAL DEL CENSO CAN DEL (2022)”; con el objetivo a que los visitantes de este BLOG puedan debatir sobre los mismos.

El sector agropecuario paraguayo se desenvuelve en un paisaje rural de marcados contrastes, en virtud del dualismo estructural

I.- ANÁLISIS DEL DESARROLLO AGROPECUARIO Y RURAL:

1.- El sector agropecuario paraguayo se desenvuelve en un paisaje rural de marcados contrastes, en virtud del dualismo estructural que caracteriza a la actividad que es ampliamente reconocida por quienes realizan análisis de la realidad sectorial, que se encuentra revelada en la capacidad de producir y capturar ingresos a partir de la actividad productiva, así como en el acceso a los medios de producción esenciales como la tierra, el capital, la información y conocimientos.

2.- Una publicación el Banco Mundial (BM) describe los dos modelos en el sector:

2.1.- (i) LA AGRICULTURA COMERCIAL A GRAN ESCALA: intensiva en capital y tecnología, orientada a la exportación, altamente eficiente y especializada en soja y carne vacuna; y,

2.2.- (ii) LA AGRICULTURA FAMILIAR (AF): diversificada, intensiva en mano de obra, de baja tecnología, dirigida principalmente al autoconsumo, con productividad baja y decreciente…”.

Agricultura Familiar (AF) diversificada, intensiva en mano de obra, de baja tecnología, dirigida principalmente al autoconsumo, con productividad baja

3.- Un tema claro es que la economía agraria local basada principalmente en dos rubros de exportación commodities (soja y carne) que aprovechan con mayor utilización de los recursos naturales productivos (suelo, agua, bosques y biodiversidad), pero cada vez más racional y en varias otras cadenas de valor con potenciales para la diversificación y generación de valores agregados, pero aún con el desarrollo incipiente de los mismos.

4.- La situación planteada en párrafo anterior hacen del Paraguay una economía vulnerable a los embates de las crisis de los mercados y de las consecuencias del clima, repercutiendo sobre todo en aquellas unidades o fincas productoras que no han logrado alcanzar las economías de escala o niveles de productividad óptimos y pro consecuencias rentables, asociados a los escaso acceso a infraestructuras de logística que les permita seguir manteniendo sus costos relativamente bajos y obtener así márgenes que generen riquezas de manera sustentable.

5.- Un hecho relevante reciente promulgación y reglamentación de la Ley N°6286 de Defensa, restauración y promoción de la Agricultura Familiar (AF) campesina en Paraguay; constituye otro hito que modifica el escenario institucional, con nuevos desafíos y oportunidades para trabajar por la disminución de la brecha de desarrollo existente en virtud de la dualidad estructural productiva en el sector agro-rural productivo.

II.- EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA ACTIVIDAD SECTORIAL:

1.- Propuestas de Políticas para el Sector:

El trabajo de este nivel sectorial contiene entre otras como la continuidad de los impulsos a:

a).- La competitividad del sector agropecuario y forestal;

b).- La realización de gestiones orientadas a incorporar la agroindustria en la política sectorial;

c).- El fortalecimiento del liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), asumiendo el Estado el rol de conducción del marco de políticas sectoriales; y,

d).- La coordinación interinstitucional de cara al logro de los objetivos del Desarrollo Agrario y Rural.

Al centrar la prioridad sobre la competitividad, identifica y desarrolla lineamientos de política en cuatro ejes, que se relacionan con variables incidentes principales:

(i) mejorar la condición como para optimizar la gestión de los recursos productivos;

(ii) desarrollar mercados competitivos;

(iii) desarrollar actividades que impliquen modernizar y proyectar las instituciones públicas responsables de su implementación, y,

(iv) orientar esfuerzos hacia el cuidado y fortalecimiento de los recursos en los que se asienta el desarrollo productivo.

2.- Política Nacional y la Agenda Paraguay 2030:

El diagnóstico destaca algunas variables relevantes en el tiempo actual, como el crecimiento económico de los últimos años que ha contribuido a generar un aumento de los ingresos de las familias, sin embargo, al menos dos aspectos claves son citados, y los cuales merecen atención a futuro:

a).- El principal desafío macroeconómico que enfrenta el Paraguay consiste en generar condiciones que permitan reducir la elevada volatilidad que han mostrado las tasas de crecimiento de la economía durante las últimas décadas; y,

b).- A pesar de este crecimiento, la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso efectivo a los derechos sociales siguen siendo los principales problemas que enfrenta el país”.

Para alcanzar las economías de escala o niveles de productividad óptimos y pro consecuencias rentables, asociados al escaso acceso a infraestructuras de logística

Señala que “existen problemáticas de interés nacional a las cuales la Administración Pública debe atender; algunas de ellas son el acceso a la alimentación, la salud, la educación, el desarrollo económico, el cuidado del medio ambiente, la igualdad de género”.

En tales circunstancias, y ante la debilidad del Estado de Derecho, “se requiere construir la legalidad como base del emprendimiento y la equidad que es fruto de la relación esencial e indisoluble entre seguridad y justicia”.

Otro aspecto fundamental señalado en la perspectiva general del país se relaciona con la mayor transparencia en la gestión pública y el desarrollo de una cultura de rendición de cuentas.

Queda puntualizado que “la incorporación de reformas legales de envergadura y la utilización creciente de tecnologías de la información que facilitan el acceso a la información pública propician transformaciones en la relación entre la ciudadanía y la Administración Pública, entre otras iniciativas orientadas a combatir la corrupción que generan un mejor control sobre la gestión de las instituciones de gobierno”.

Pasando más al plano sectorial, se remarca que “los sectores agrícola y ganadero continúan siendo propulsores importantes del crecimiento, explicado en buena medida por la alta demanda existente en los mercados internacionales y por la adopción de nuevas tecnologías por parte de los empresarios”.

Sin embargo, se reconoce que “se necesita fortalecer y mejorar las bases estructurales de la Agricultura Familiar (AF)”:

a).- Las políticas públicas de apoyo a los segmentos de la agricultura familiar campesina, tienen que contribuir al fortalecimiento de sus niveles de competitividad y de articulación con los mercados; y,

b).- Así también, las políticas dirigidas a la agricultura familiar de subsistencia deben orientarse a la generación de capacidades que faciliten la ampliación de las opciones de generación de ingresos y la reducción de su vulnerabilidad”.

Las políticas dirigidas a la Agricultura Familiar (AF) de subsistencia deben orientarse a la generación de capacidades

En el pasado reciente, “las políticas públicas se han enfocado al aumento de la protección social de las comunidades y grupos vulnerables a través de programas de transferencias condicionadas”.

En el plano relacionado con la base natural de la sociedad paraguaya, el documento sostiene que “la deforestación en Paraguay: se ha convertido en motivo creciente de preocupación en los últimos años, se estima que entre 2005 y 2015 la superficie forestal del país sufrió una reducción superior al 17% (FAO, 2015)”.

“El país disfruta de bajas emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y de dióxido de carbono (CO2) gracias a la producción de electricidad limpia de origen hidroeléctrico. Ahora bien, solo el 29% del total de la energía que se consume proviene de esta electricidad limpia, siendo así que el resto de ella se obtiene de combustibles derivados del petróleo y biomasa”.

En una perspectiva de la eficiencia de la gestión pública, se hace, entre otros puntos, la siguiente acotación: “el desafío de la baja capacidad de ejecución del volumen de cooperación que recibe el país representa un obstáculo ya que afecta a los resultados de los programas y proyectos que impulsan, y comprometen la utilización estratégica de los recursos de la cooperación no reembolsable y de la asistencia técnica a las instituciones a nivel nacional y sub nacional”.

Los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo – PND 2030 y las competencias en el Sector:

El vigente Plan Nacional de Desarrollo considera cuatro ejes estratégicos que constituyen las prioridades nacionales para el Paraguay 2030. Dichos ejes están enunciados de la siguiente manera: (I) Reducción de la pobreza y desarrollo social; (II) Crecimiento económico inclusivo; (III) Proyección del Paraguay en el mundo; y (IV) Fortalecimiento político-institucional.

Identifica asimismo cuatro ejes transversales que se encuentran presentes a lo largo de los cuatro ejes estratégicos. De la combinación de ejes estratégicos y ejes transversales quedan posteriormente los 16 objetivos estratégicos del Plan Nacional. Los cuatro ejes transversales son enunciados como: (1) Igualdad de oportunidades; (2) Gestión pública eficiente y transparente; (3) Ordenamiento y desarrollo territorial; y (4) Sostenibilidad ambiental.

III.- POLÍTICA SECTORIAL AGROPECUARIA Y FORESTAL:

En el año 2018 se completaba el periodo de vigencia del documento titulado Marco Estratégico Agrario, por iniciativa del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), cuya función estaba con las tareas de revisión que fue conducida por el Ministerio, de las entidades autárquicas del sector agrario, así como de los gremios y asociaciones de la producción, reconociendo variables como:

a).- La evolución del Producto Interno Bruto (PIB) Agrario, que había registrado tendencias de crecimiento sostenido, y otras, que no habían tenido una evolución tan favorable;

b).- La revisión de la permanencia de la marcada dualidad en términos de productividad e ingresos;

c).-  La incidencia y escasa variación de la pobreza rural; y,

d).- La persistencia de las tasas de emigración desde el campo hacia la ciudad, reflejada en los diferenciales de tasas de crecimiento demográfico entre el área rural y urbana.

La revisión de la permanencia de la marcada dualidad en términos de productividad e ingresos

Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) como el “Ente Rector de la Política Agraria[1]:

Naturalmente que, parte de dichas tendencias de signo insuficiente exceden las competencias institucionales directas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), ya que las leyes promulgadas en el pasado reciente creando las autarquías, varias de ellas como desmembración directa del propio MAG, las han transferido como ámbitos de competencia de las nuevas entidades creadas.

Pero, sin embargo, el carácter de “Ente Rector de la Política Agraria”, que al MAG le asigna su propia Ley N°81/92, hace que en forma generalizada los actores consultados durante la revisión destacaran, entre otros, como factores determinantes de los logros incompletos, al bajo nivel de cohesión y coordinación de la institucionalidad agraria, a la debilidad del liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

La sistemática disociación entre las decisiones políticas y las consideraciones técnicas pertinentes a las problemáticas sectoriales (disociación que se traduce en problemas de asignación de recursos en niveles programáticos y territoriales), y al excesivo centralismo en el manejo de los recursos, el cual ha llegado a trasladar la gestión a las administraciones centrales, dejando a las dependencias operativas con mínimas capacidades de control sobre sus recursos presupuestarios.

Posteriormente, en el año 2019, las conclusiones extraídas durante la etapa de preparación del nuevo “Marco de Políticas Sectoriales Agrarias 2020-2030”, incluyeron entre otras:

a).- El país destina al Gasto Público Sectorial -referido al sector agrario ampliado – una baja proporción de los recursos, tanto respecto del PIB como del valor de las exportaciones;

b).- El periodo 2012-2018, las acciones dirigidas a la Agricultura Familiar (AF) campesina absorben aproximadamente el 50% del gasto sectorial, en particular del MAG;

c).- Los gastos destinados a información, sanidad y parte de investigación, destinados a la agricultura en general, representan otra proporción importante del gasto sectorial; y,

d).- El crédito externo representa una proporción importante en la estructura de financiamiento del gasto público sectorial.

Uno de los puntos trascendentes incluidos entre las recomendaciones del proceso de preparación se relaciona con la necesidad de someter a evaluación tanto la tipología del gasto ejecutado como el impacto logrado en los ingresos de la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

Tomando en consideración que entre los años 2012 y 2018 fueron destinados a los programas y proyectos dirigidos a la Agricultura Familiar Campesina (AFC) una suma total de US$ 646 millones, equivalentes a una media de US$ 92 millones al año.

 

 

 

 


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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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