18 nov 2025

MINISTERIO DEL PARAGUÁI AMBIENTE Y TEKOHA HA DESARROLLO AKÃRAPU'Ã SOSTENIBLE KATUIRÃ PARAGUAY MOTENONDEHA

Discurso del Ministro del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Don Rolando de Barros Barreto, en Trigésima Conferencia de las Partes (COP30, Belén do Pará, Brasil).

 


Excelencias, distinguidas delegaciones,

 

En representación de la República del Paraguay, me siento honrado de dirigirme a esta Conferencia.

 

Permítanme, ante todo, expresar nuestro agradecimiento al Gobierno y al pueblo del Brasil por acoger esta COP en Belém do Pará, en el corazón del Amazonas, símbolo de vida, diversidad y responsabilidad compartida.

 

Reconocemos el liderazgo de la Presidencia de la COP30 por conducir este proceso con visión y espíritu constructivo, en un momento decisivo para la humanidad.

 

Paraguay es un país plenamente comprometido con la acción climática. Somos un actor clave para la seguridad alimentaria y energética regional: toda nuestra energía eléctrica proviene de fuentes limpias y renovables, contamos con una vasta cobertura forestal y una fuerte conciencia ambiental.

 

Sabemos que el camino no es sencillo, pero estamos decididos a contribuir activamente en esta etapa de implementación del Acuerdo de París, manteniendo vivo el objetivo de 1,5 0 C y promoviendo una gobernanza climática basada en equidad, urgencia y ambición.

 

En este sentido, el Mutirão Global propuesto por la Presidencia constituye una oportunidad valiosa para alinear esfuerzos y articular iniciativas locales con los procesos de gobernanza internacional.

 

Nos sumamos a este llamado con la disposición de aportar nuestra experiencia y capacidades.

 

Reafirmamos nuestro compromiso con el multilateralismo, único marco legítimo para abordar una crisis que ningún país puede enfrentar solo, y con la cooperación internacional, indispensable para construir un futuro verde, solidario y próspero.

 

Asimismo, reiteramos la necesidad de implementar medidas de protección ambiental rigurosas y justas, respetando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas.

 

Ese principio se vincula directamente con el Artículo 2 de la Convención Marco, que nos recuerda el deber de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero sin poner en riesgo la producción de alimentos, el desarrollo económico ni el derecho al desarrollo de los pueblos.

 

Paraguay llega a Belém con su NDC 3.0 y su Segunda Comunicación de Adaptación, ambas alineadas con la ciencia y con el primer Balance Global.

 

Apoyamos la Hoja de Ruta de Bakú y el desarrollo de los indicadores del Marco Global de Adaptación, junto con el financiamiento, el fortalecimiento de capacidades y las metodologías comunes necesarias para su implementación. Avanzar en la Meta Global de Adaptación es una prioridad.

 

Sin embargo, la financiación disponible sigue siendo insuficiente frente a la magnitud de los desafíos.

 

La COP30 debe avanzar hacia mecanismos de acceso más simples, oportunos y directos, que permitan a los países en desarrollo recibir fondos de manera efectiva y sin barreras administrativas.

 

Reafirmamos que el financiamiento climático es un pilar esencial de la sostenibilidad económica, especialmente ante impactos climáticos cada vez más severos. Instamos a capitalizar de manera efectiva el Fondo de Pérdidas y Daños, garantizando recursos nuevos y sin incrementar el endeudamiento.

 

Los países en desarrollo sin litoral, como Paraguay, requieren un acceso ágil, predecible y equitativo a los fondos internacionales para fortalecer su resiliencia y proteger a sus comunidades.

La transición justa nace en los territorios. No puede reemplazar las decisiones nacionales, sino acompañarlas, respetando nuestras historias y capacidades. Y no habrá transición justa sin los medios que la hagan posible: financiamiento, tecnología y fortalecimiento humano.

 

Nuestra meta no es solo reducir emisiones: es proteger vidas.

 

En Paraguay, la agricultura y la ganadería sostienen comunidades locales y modos de vida. No aceptamos enfoques uniformes ni presiones externas sobre nuestros modelos productivos.

 

La agenda climática debe ser transformadora e inclusiva. Paraguay impulsa una acción que garantice la participación efectiva de las comunidades rurales, las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas.

 

Defendemos los derechos humanos y la protección ambiental, bajo un enfoque de justicia climática.

 

Como testimonio de nuestro compromiso, Paraguay avanza con hechos concretos:

      Toda la energía eléctrica proviene de fuentes limpias y renovables.

      El 44 % del territorio nacional está cubierto por bosques, y el 15 % corresponde a áreas protegidas.

      El 94 % de la soja en la Región Oriental se produce sin deforestación, y somos uno de los principales exportadores de carne bovina basada en pasturas naturales.

      Nuestro Primer Informe Bienal de Transparencia (BT R) reporta una reducción del 43 % de las emisiones respecto a la Cuarta Comunicación Nacional.

      Paraguay sigue ampliando su participación en los mercados de carbono con enfoque de integridad ambiental.

La Tierra es nuestra herencia común. Por ello, la República del Paraguay considera indispensable garantizar la participación de todos los Estados comprometidos con los objetivos y principios de la Convención y de su Acuerdo de París. En tal sentido, entiende que la República de China (Taiwán) contribuye activamente al cumplimiento de dichos objetivos, guiada por un espíritu de cooperación y un firme compromiso con las generaciones presentes y futuras.

 

Conscientes de que la acción frente al cambio climático constituye una responsabilidad colectiva de toda la humanidad, no pueden pasarse por alto los aportes significativos de Taiwán en materia de mitigación y adaptación a los efectos del fenómeno. Su continua exclusión relega injustamente a sus más de 23 millones de ciudadanos, debilitando la legitimidad de las instituciones y contraviniendo los valores fundamentales que inspiran el multilateralismo y la cooperación global.

 

En virtud de lo anterior, el Paraguay solicita la inclusión de Taiwán en los trabajos y deliberaciones a desarrollarse en el ámbito de la Conferencia de las Partes, a fin de garantizar una participación verdaderamente inclusiva en los mecanismos y negociaciones de la Convención.

 

Excelencias,

 

Si actuamos con responsabilidad colectiva y sentido de urgencia, aseguraremos a las próximas generaciones un mundo más justo, resiliente y en paz con la naturaleza.

 

iEse es el sentido profundo de nuestra presencia aquí! ¡iEse es el compromiso que hoy renovamos!

 

Muchas gracias.

8 nov 2025

NDC 3.0 – LUEGO DE CINCO AÑOS UN DOCUMENTO ACORDE A LA REALIDAD DEL SECTOR AGROPECUARIO FORESTAL E INDUSTRIAL DEL PARAGUAY - NOVIEMBRE DEL 2025

Ing. Agr. (M.Sc.) (H.Cs) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental, como Ex ministro de Ambiente y Ex Ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Actualmente Asesor de la Presidencia de la Universidad San Carlos (USC), deseamos compartir una opinión técnica sobre el documento de NDC 3.0, que fue presentado el día 6 de noviembre ante autoridades del sector industrial, comercio y agropecuario del país en el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) a través de un trabajo criterioso y oportuno realizado por la Direccion Nacional de Cambio Climático.

Link de enlace al documento NDC 3.0:

https://unfccc.int/sites/default/files/2025-11/Paraguay%20NDC%203.0.pdf

Link de enlace al Anexo Técnico del NDC 3.0:

https://unfccc.int/sites/default/files/2025-11/Paraguay%20NDC%203.0%20%28Anexo%20t%C3%A9cnico%29.pdf

I.- INTRODUCCIÓN

1.- La Tercera Contribución Nacionalmente Determinada (NDC 3.0) del Paraguay marca un punto de inflexión en la política nacional de cambio climático de Paraguay ya que por primera vez, el país presenta un paquete de medidas que armoniza de forma explícita la competitividad productiva con las acciones de cambio climático.

2.- Lejos de plantear restricciones o barreras, la NDC 3.0 propone un camino que fortalece al sector agropecuario, reconociendo su peso económico, su rol estratégico para la seguridad alimentaria y su potencial para liderar la transformación hacia modelos más eficientes y sostenibles.

II.- LA NDC 3.0 RECONOCE LA REALIDAD PRODUCTIVA DEL PARAGUAY

1.- A diferencia del segundo NDC que Paraguay había presentado en el año 2021 y que en su momento diferentes gremios habían expresado que dicho documento no reflejada la realidad paraguaya y estaba construido sobre bases sin fundamentos científicos e imponía cargas desproporcionadas al sector rural, la NDC 3.0 presenta un enfoque “justo y equilibrado”, tal como afirma su presentación oficial, subrayando que las medidas climáticas “deben implementarse evitando la generación de barreras al comercio internacional”

2.- Este punto es esencial para el agro paraguayo, en especial para cadenas como la soja y la carne, expuestas a regulaciones externas como el reglamento 1115. La NDC 3.0 deja claro que Paraguay no asume compromisos que dañen su competitividad y muy por el contrario, orienta todas las medidas hacia la productividad, la innovación y la resiliencia.

2. Las medidas agropecuarias son voluntarias, realistas y productivas

1.- El Anexo Técnico confirma que las 4 medidas de mitigación del sector agropecuario son voluntarias, enfocadas en ganar eficiencia, reducir costos y mejorar la rentabilidad.

Medida 1: Buenas Prácticas de Producción Ganadera (AG.1)

La NDC prioriza mejoras en la alimentación estratégica, gestión del estiércol, manejo regenerativo de pasturas, con el objetivo de reducir emisiones y, al mismo tiempo, aumentar productividad, disminuir costos de suplementación y mejorar la salud animal. La medida AG.1 destaca co-beneficios claros: “Mayor rentabilidad al reducir los costos de producción e incrementar la productividad”

Además, cita que la captura de carbono en pasturas convierte al productor en gestor de sumideros, alineado con mercados de créditos de carbono y futuras oportunidades de monetización.

Medida 2: Buenas Prácticas de Producción Agrícola (AG.2)

La NDC impulsa la agricultura de precisión, biofertilizantes, el uso eficiente de los fertilizantes y la optimización de la nutrición del suelo. Estos cambios permiten un ahorro en fertilizantes, mayor eficiencia productiva, menores pérdidas de nutrientes y reducción de costos.

La propia NDC establece que estas prácticas tienen beneficios y cobeneficios alineados a la mejora de la rentabilidad, la eficiencia de los productos y la reducción de emisiones.

Medida 3: Buenas Prácticas en el Arroz (AG.3)

El arroz bajo riego es un rubro que tiene un potencial en la reducción de emisiones interesante dentro del mismo sector y que puede caracterizarse por la sostenibilidad del sistema. La NDC impulsa el uso eficiente del agua, el manejo integrado del cultivo, la optimización de fertilización, y la adopción de prácticas que impacten en la reducción gradual de emisiones de metano del arroz.

Estas innovaciones permiten al sector arrocero mejorar competitividad, reducir costos operativos, prepararse para nuevas exigencias de mercados y resaltar que sus prácticas benefician al ambiente.

Medida 4: Buenas Prácticas de Producción Orgánica (AG.4)

La NDC 3.0 promueve sistemas productivos basados en manejo ecológico del suelo, diversificación de cultivos y conservación de la biodiversidad agrícola. Esta medida es especialmente relevante para Paraguay porque consolida un creciente nicho de mercado, local e internacional, que valora alimentos certificados como orgánicos, libres de residuos químicos y producidos bajo prácticas de reducción de emisiones.

La medida AG.4 es una medida voluntaria que apoya a productores interesados en diversificar su matriz productiva, acceder a nuevos mercados, obtener certificaciones orgánicas y/o ecoetiquetas.

III.- EL SECTOR AGROPECUARIO PASA DE SER “EMISOR” A “PROTAGONISTA CLIMÁTICO”

1.- La NDC 3.0 reconoce explícitamente que el sector agricultura, ganadería y bosques es parte de la solución, destacando:

  • el rol del pastoreo bien manejado como sumidero,
  • el potencial de captura de carbono del chaco y la región oriental,
  • el aporte de tecnologías de producción sostenibles.

2.- Lejos de criminalizar la producción, la NDC ratifica que Paraguay es parte de la solución y no parte del problema y que gracias a su vocación agropecuaria, forestal y energética renovable puede aportar mucho conocimiento científico y ejemplos de desarrollo sostenible.

IV.- EL ENFOQUE PARAGUAYO ES PRAGMÁTICO: PRODUCIR MÁS TONELADAS DE ALIMENTOS CON MENOS HUELLA EMISIONES

1.- Las medidas del NDC 3.0 no plantean una disminución del hato, reducción de área agrícola o límites productivos. En cambio, promueven mejoras técnicas que permiten:

-          más carne por hectárea,

-          más soja por unidad de insumo,

-          más captura de carbono en suelo,

-          menos dependencia de insumos importados,

-          más resiliencia frente a sequías y eventos extremos.

2.- Esta visión está alineada con el concepto de “agricultura climáticamente inteligente” citado en el Anexo Técnico y tal como se viene diciendo desde hace décadas desde este blog. La NDC no impone barreras internas ni nuevas obligaciones regulatorias.

3.- El documento principal enfatiza que la acción climática debe ser “justa y equilibrada”, evitando barreras a la producción y al comercio. Por primera vez un documento sobre temas de cambio climático no se genera como un obstáculo a la producción, sino como una oportunidad estratégica para el agro para demostrar que el productor es un aliado clave del desarrollo sostenible.

Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).