Ratas, científicos y transgénicos
Acaba de salir
publicado en el último número de la revista Food and Chemical Toxicology
un estudio de alimentación a largo plazo en ratas realizado por
investigadores de la Universidad de Caen (Francia), liderados por
Gilles-Eric Séralini. Como los trabajos anteriores de Séralini, este
también intenta demostrar los riesgos para la salud que conllevan los
OGM, y fue tomado por los medios de forma inmediata.
A continuación publicamos un resumen del trabajo original y numerosas consideraciones y repercusiones del mismo.
El artículo:
Los autores alegan que es el primer artículo revisado por pares que incluye un estudio a largo plazo de toxicidad de los OGM.
El estudio se realizó durante dos años, incluyó a 200 ratas y analizó tres escenarios de alimentación diferentes:
Ingesta de maíz NK603 tolerante al herbicida glifosato en diferentes proporciones en el alimento completo.
Ingesta de
maíz NK603, pero que ha sido tratado con el herbicida Round Up en el
campo, en diferentes proporciones en el alimento completo.
Administración del herbicida Roundup a través del agua bebible y en tres concentraciones diferentes.
Séralini
concluye que tanto el maíz como el herbicida pueden causar “efectos
adversos severos en la salud, incluyendo tumores de mama y daños
hepáticos y renales, ocasionando muerte prematura”.
Consideraciones generales
Contrariamente a
lo que dicen los autores, hay una gran cantidad de estudios realizados
en animales a largo plazo y multi-generacionales que demuestran la falta
de toxicidad de los OGM
(ver Anexo 1).
• Para
garantizar la seguridad de los OGM, las agencias de todo el mundo
realizan rigurosas evaluaciones de riesgo. En particular, el maíz NK603
ha sido evaluado y autorizado para consumo humano
y animal en por lo menos 15 países, incluyendo a Estados Unidos,
Canadá, Colombia, México, Japón, China, Argentina, Brasil, Uruguay y la
Unión Europea, entre otros. El primer país en autorizarlo fue EEUU, en
2000, mientras que Argentina lo hizo en 2004. Desde su liberación
comercial, no ha habido ninguna evidencia de daño a la salud humana o
animal asociado con el consumo del maíz NK603 u otro OGM. Se puede
acceder a información más detallada sobre la seguridad del maíz NK603 en
el sitio www.cera-gmc.org y en los sitios de los marcos regulatorios de los diferentes países donde fue aprobado.
• El
glifosato es el principal ingrediente activo del herbicida Roundup. Las
autoridades regulatorias de todo el mundo, así como las extensas
revisiones de la literatura científica, demuestran que no hay evidencias
que asocien al herbicida con mutagénesis, carcinogénesis, toxicidad
reproductiva u otros daños en el desarrollo (se puede ver más
información sobre el glifosato en el Anexo 2).
Algunos antecedentes sobre las publicaciones de Gilles-Eric Séralini
Séralini ha
publicado previamente otros trabajos de alimentación animal que
pretenden probar que el consumo de OGM afecta negativamente la salud.
Muchos de estos trabajos se basan en datos de otros autores (que
concluyen lo contrario) y no en resultados experimentales propios. Sus
publicaciones han sido cuestionadas y rechazadas por científicos y
reguladores, como por ejemplo la European Food Safety Authority, EFSA
(ver
Opiniones sobre este artículo en particular
El estudio
“Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant
genetically modified maize” se dio a conocer apenas ayer, 19 de
septiembre. Ya pueden verse cuestionamientos y opiniones de expertos en:
Los expertos rebaten el estudio que vincula
transgénicos con tumores galopantes
• Manuel Ansede
El polémico
trabajo ha detectado una mortalidad elevadísima en ratas alimentadas
con un maíz de Monsanto cultivado y consumido sin problemas hasta la
fecha en EEUU
Un polémico
estudio que ha caído como una bomba en periódicos de todo el mundo
muestra una alarmante toxicidad en ratas alimentadas con maíz
transgénico. Los autores del trabajo, que la comunidad científica ha
recibido con un escepticismo que contrasta con el entusiasmo de algunos
medios de comunicación, han detectado una elevadísima mortalidad, del
50% en machos y del 70% en hembras, sobre todo por cáncer, en los
roedores alimentados en mayor o menor medida con un maíz transgénico de la empresa estadounidense Monsanto a lo largo de dos años.
Ratas con tumores como pelotas de 'ping-pong' en el estudio de Seralini / Food and Chemical Toxicology
El trabajo
también considera los efectos del glifosato, un herbicida muy usado
porque mata a las malas hierbas y respeta estos cultivos, cuyos genes
son modificados precisamente para resistir este producto químico. El
estudio va acompañado por explícitas fotografías de ratas con tumores
como pelotas de ping-pong.
Las
conclusiones serían devastadoras para la industria de los transgénicos
si se confirmaran. Y muchos expertos dudan de que esto ocurra. Las
sombras comienzan en el principal autor del estudio: Gilles-Eric Seralini,
profesor de biología molecular en la Universidad de Caen (Francia) y
activista antitransgénicos. “Los resultados son rarísimos. Es la manera
de Seralini de salir en la prensa. Después no se confirmarán los
resultados, pero ya le habrán invitado a dar charlas en muchos sitios”,
critica el presidente del Comité de Ética del CSIC, Pere Puigdomènech.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria prepara una respuesta al estudio.
Este experto
español se encuentra en Amsterdam precisamente para acudir a una reunión
del panel de expertos en transgénicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA),
del que es miembro. “El maíz que han estudiado no se cultiva en Europa,
pero sí en Estados Unidos, donde ha sido consumido por animales de
granja y por la población sin que se haya observado ningún efecto”,
señala. Es el maíz NK603 de Monsanto, cultivado de manera experimental en España.
Ruido mediático
“Seralini ha
publicado varios artículos con gran ruido mediático en el pasado y luego
se ha demostrado que sus resultados no permitían deducir sus
conclusiones”, explica Josep María Casacuberta,
miembro hasta junio del panel de transgénicos de la EFSA. En esta
ocasión, Seralini envió a varios medios de comunicación franceses su
estudio, publicado hoy en la revista Food and Chemical Toxicology, junto a un acuerdo de confidencialidad que los periodistas debían firmar y expiraba a mediodía del 19 de septiembre, según ha desvelado el diario Le Monde.
El rotativo francés pedía disculpas a sus lectores por no haber podido
someter el estudio al escrutinio de otros científicos debido a esta
cláusula de confidencialidad.
«Después no se confirmarán los resultados, pero al autor ya le habrán invitado a dar charlas en muchos sitios»
PERE PUIGDOMÈNECH
Presidente del Comité de Ética del CSIC
Casacuberta
también recalca que “no merece mucha confianza quien, como Seralini, se
presenta como experto de la EFSA, cuando nunca lo ha sido”. El francés,
recuerda Casacuberta, aparecía en 2009 como especialista de la Comisión
Europea en una entrevista en el diario español La Vanguardia en la que ya relacionaba los transgénicos con el cáncer.
“Los
antecedentes invitan a pensar que este estudio es un conjunto de medias
verdades presentadas de forma abusiva, para obtener bombo mediático, y
cuyos resultados no serán consistentes. No obstante, mi opinión sin más
no vale para nada cuando hablamos de la salud pública. Hay que ser muy
cautos y analizar los datos de Seralini a fondo”, diagnostica
Casacuberta, científico del CSIC en el Centro de Investigación en
Agrigenómica. Los expertos de la EFSA analizan ya los datos de Seralini
en detalle y preparan una respuesta argumentada, según ha podido saber
Materia.
Casacuberta
destaca que, si bien este estudio, elaborado con 200 ratas, ha detectado
una mortalidad de entre el 50% y el 70% entre los roedores alimentados
con el maíz de Monsanto, entre las ratas control, que no comieron
transgénicos ni bebieron herbicida, la mortalidad fue de entre el 20% y
el 30%. “Son datos que no tienen mucho sentido”, opina.
ANEXO 1
Estudios de largo plazo y multigeneracionales (tres meses a dos años)
Steinke, K.,
Guertler, P., Paul, V., Wiedemann, S., Ettle, T., Albrecht, C., Meyer,
H.H.D., Spiekers, H., Schwarz, F.J., 2010. Effects of long-term feeding
of genetically modified corn (event MON810) on the performance of
lactating dairy cows. J. Anim. Physiol. Anim. Nutr. 94, 185–193.
Daleprane,
J.B., Feijó, T.S., Boaventura, G.T., 2009a. Organic and genetically
modified soybean diets: consequences in growth and in hematological
indicators of aged rats. Plant. Foods Hum. Nutr. 64, 1–5.
Daleprane,
J.B., Pacheco, J.T., Boaventura, G.T., 2009b. Evaluation of protein
quality from genetically modified and organic soybean in two
consecutives generations of Wistar rats. Braz. Arch. Biol. Technol. 52,
841–847.
Sakamoto, Y.,
Tada, Y., Fukumori, N., Tayama, K., Ando, H., Takahashi, H., Kubo, Y.,
Nagasawa, A., Yano, N., Yuzawa, K., Ogata, A., Kamimura, H., 2007. A
52-week feeding study of genetically modified soybeans in F344 rats. J.
Food Hyg. Soc. Japan 48, 41–50 [Article in Japanese].
Sakamoto, Y.,
Tada, Y., Fukumori, N., Tayama, K., Ando, H., Takahashi, H., Kubo, Y.,
Nagasawa, A., Yano, N., Yuzawa, K., Ogata, A., 2008. A 104-week feeding
study of genetically modified soybeans in F344 rats. J. Food Hyg. Soc.
Japan 49, 272–282. [Article in Japanese].
Malatesta, M.,
Caporaloni, C., Gavaudan, S., Rocchi, M.B.L., Serafini, S., Tiberi, C.,
Gazzanelli, G., 2002a. Ultrastructural morphometrical and
immunocytochemical analyses of hepatocyte nuclei from mice fed on
genetically modified soybean. Cell Struct. Funct. 27, 173– 180 (erratum
399).
Malatesta, M.,
Caporaloni, C., Rossi, L., Battistelli, S., Rocchi, M.B.L., Tonucci, F.,
Gazzanelli, G., 2002b. Ultrastructural analysis of pancreatic acinar
cells from mice fed on genetically modified soybean. J. Anat. 201,
409–415.
Malatesta, M.,
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G., 2003. Fine structural analyses of pancreatic acinar cell nuclei from
mice fed on genetically modified soybean. Eur. J. Histochem. 47,
385–388.
Malatesta, M.,
Boraldi, F., Annovi, G., Baldelli, B., Battistelli, S., Biggiogera, M.,
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Vecchio, L.,
Cisterna, B., Malatesta, M., Martin, T.E., Biggiogera, M., 2004.
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Trabalza-Marinucci,
M., Brandi, G., Rondini, C., Avellini, L., Giammarini, C., Costarelli,
S., Acuti, G., Orlandi, C., Filippini, G., Chiaradia, E., Malatesta, M.,
Crotti, S., Antonini, C., Amagliani, G., Manuali, E., Mastrogiacomo,
A.R., Moscati, L., Haouet, M.N., Gaiti, A., Magnani, M., 2008. A
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Taguchi, Y., Itakura, E., Mikami, O., Miura, K., Saeki, T., Nakajima,
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plant: the genetically modified (GM) insect-resistant Bt11 corn does not
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Rhee, G.S.,
Cho, D.H., Won, Y.H., Seok, J.H., Kim, S.S., Kwack, S.J., Lee, R.D.,
Chae, S.Y., Kim, J.W., Lee, B.M., Park, K.L., Choi, K.S., 2005.
Multigeneration reproductive and developmental toxicity study of bar
gene inserted into genetically modified potato on rats. J. Toxicol.
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Brake, D.G.,
Evenson, D.P., 2004. A generational study of glyphosate-tolerant
soybeans on mouse fetal, postnatal, pubertal and adult testicular
development. Food Chem. Toxicol. 42,29–36.
Daleprane,
J.B., Feijó, T.S., Boaventura, G.T., 2009a. Organic and genetically
modified soybean diets: consequences in growth and in hematological
indicators of aged rats. Plant. Foods Hum. Nutr. 64, 1–5.
Tudisco, R.,
Mastellone, V., Cutrignelli, M.I., Lombardi, P., Bovera, F., Mirabella,
N., Piccolo, G., Calabro, S., Avallone, L., Infascelli, F., 2010. Fate
of transgenic DNA and evaluation of metabolic effects in goats fed
genetically modified soybean and in their offsprings. Animal 1, 10.
Baranowski, A.,
Rosochacki, S., Parada, R., Jaszczak, K., Zimny, J., Połoszynowicz, J.,
2006. The effect of diet containing genetically modified triticale on
growth and transgenic DNA fate in selected tissues of mice. Anim. Sci.
Pap. Rep. 24, 129– 142.
Krzyzowska, M.,
Wincenciak, M., Winnicka, A., Baranowski, A., Jaszczak, K., Zimny, J.,
Niemiałtowski, M., 2010. The effect of multigenerational diet containing
genetically modified triticale on immune system in mice. Pol. J. Vet.
Sci. 13, 423–430.
ANEXO 2
¿Para qué se usa el glifosato?
El glifosato es
un principio activo herbicida no selectivo que se usa para controlar
las malezas que compiten o pueden llegar a competir con los cultivos por
recursos como la luz, el agua y los nutrientes.
Actualmente en
el 95% de los lotes que se manejan con siembra directa se usa glifosato
en algún momento del ciclo, particularmente, en la etapa de barbecho
químico o aún en pre-siembra. En el caso de los cultivos tolerantes a
glifosato, el herbicida puede aplicarse también en post-emergencia.
¿Qué es el glifosato?
El glifosato
(N-fosfonometil-glicina) es un inhibidor de la enzima
5-enolpiruvilsikimato-3-fosfato sintasa (EPSPS), clave en las rutas
metabólicas que llevan a la producción de los aminoácidos aromáticos
(fenilalanina, tirosina y triptófano). La enzima está presente en
plantas y microorganismos, tales como bacterias y hongos, y ausente en
animales y humanos.
La toxicidad del glifosato
Se han usado
distintas formulaciones de glifosato en la agricultura por más de 35
años en todo el mundo (33 en Argentina), lo cual permite contar con un
enorme historial de seguridad de este herbicida, ratificado por la
Organización Mundial de la Salud y por su inclusión en el Anexo I de la
Directiva 91/414/CE de la Comunidad Europea. Efectivamente, existen
cientos de estudios toxicológicos y eco-toxicológicos, reproductivos,
teratológicos y otros, que se han llevado a cabo sobre el glifosato y
sus formulaciones.
Según la
Resolución 350/99 del SENASA, el principio activo glifosato está dentro
del grupo de activos de improbable riesgo agudo, en su uso normal. Tanto
el glifosato como los herbicidas formulados a partir de ese principio
activo están clasificados en la Categoría de Menor Riesgo Toxicológico
(Clase IV), es decir, productos que normalmente no ofrecen peligro,
adoptado por este organismo, en consonancia con organismos
internacionales que lo han evaluado.
Los herbicidas a
base de glifosato han reemplazado, en muchos casos, el uso extendido de
otros herbicidas, reconocidamente más problemáticos desde el punto de
vista toxicológico y con persistencia en el medio ambiente.
El glifosato y el ambiente
El glifosato y
su principal metabolito, el ácido amino metil fosfónico (AMPA), no son
dañinos para los microorganismos del suelo y del agua, ni tampoco para
insectos, mamíferos, aves o peces.
El glifosato
tiene mínimo efecto por lixiviación debido a su fuerte retención por
parte de las partículas del suelo. Esto significa que su movimiento
vertical (lixiviación) es limitado y evita así la contaminación de las
aguas subterráneas.
Si bien el
glifosato puede llegar a las fuentes de agua (lagunas, ríos, etc.) por
derivación de aplicaciones, por escurrimiento o por voladura de suelo,
las concentraciones no alcanzan niveles de riesgo toxicológico para el
hombre o para los organismos acuáticos.
Con respecto a
los residuos, los datos generados localmente por laboratorios
habilitados que constan en los registros autorizados por el SENASA, los
niveles de residuos de glifosato en cultivos GM en Argentina se
encuentran por debajo de los límites de detección de los ensayos
analíticos.
Como elemento
clave para el sistema de implantación de cultivos sin roturación
mecánica del suelo (Siembra Directa), el glifosato está ligado al
control de la erosión, a una menor compactación del suelo, al aumento
de la fertilidad, a la conservación de los recursos hídricos, a la
economía en maquinarias y combustibles y, como consecuencia, a la
reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
El glifosato y la salud
El glifosato es
absorbido por los mamíferos de forma limitada, con un escaso
metabolismo (<0 acu="acu" acumula="acumula" ado="ado" animales="animales" as="as" aves="aves" casi="casi" cercanos.="cercanos." completa="completa" cultivos="cultivos" d="d" de="de" el="el" en="en" es="es" especies="especies" excreci="excreci" exposici="exposici" feros="feros" glifosato="glifosato" heces.="heces." hombre="hombre" la="la" las="las" lo="lo" mam="mam" metabolismo="metabolismo" muestran="muestran" n="n" nbsp="nbsp" ni="ni" no="no" orina="orina" pida="pida" pocos="pocos" por="por" pruebas="pruebas" que="que" r="r" reduce="reduce" riesgo="riesgo" se="se" span="span" ticas.="ticas." til="til" una="una" vaporiza="vaporiza" vol="vol" y="y">0>
De acuerdo con
el informe publicado por la Reunión Conjunta FAO/OMS (Meeting of the FAO
Panel of Experts on Pesticide Residues, JMPR), el glifosato:
- posee baja toxicidad aguda
- no es genotóxico (no provoca daños ni cambios en el material genético)
- no es cancerígeno
- no es teratogénico (no afecta el desarrollo embrionario ni provoca malformaciones)
- no es neurotóxico (no afecta el sistema nervioso)
- no tiene efectos sobre la reproducción.
Además, se han
llevado a cabo varios estudios de bio-monitoreo, que evalúan la
exposición real a pesticidas por parte de agricultores y sus familias,
más expuestos al contacto con agroquímicos por su actividad. Estas
evidencias, sumadas a estudios en modelos animales, indican que la
exposición al glifosato encontrada en condiciones reales de uso, es
mínima (97.000 veces más baja que la dosis más alta que no provoca
efectos adversos en estudios toxicológicos).
En particular,
no se han observado evidencias de mutagénesis, carcinogénesis o
toxicidad reproductiva en el amplio espectro de estudios regulatorios
efectuados para obtener la aprobación de uso de estos productos (US EPA,
1993; EU, 2002 y OMS 2004). En nuestro país también es requisito
presentar este cuerpo de estudios, que son evaluados antes de obtener la
autorización de uso por parte de SENASA.
Tanto
autoridades regulatorias como expertos independientes alrededor del
mundo concuerdan en que el glifosato no causa efectos reproductivos
adversos en adultos o defectos de nacimiento en la descendencia de
adultos expuestos a glifosato. Esta conclusión se ha basado en múltiples
estudios sobre animales de laboratorio, que incluyen ensayos en los que
se han examinado efectos en animales adultos, su cría y la siguiente
generación.
Un panel
internacional de expertos toxicólogos hizo una revisión sistemática de
la evidencia disponible sobre el glifosato (Williams et al, 2000), y
concluyó que el uso indicado de este herbicida no resulta en efectos
adversos sobre el desarrollo, la reproducción o los sistemas endócrinos
de humanos y otros animales. La Organización Mundial de la Salud (1994),
la EPA (1993, 1997) y la Comisión Europea (2000) también han revisado
los datos disponibles y concluyeron que el uso de glifosato de acuerdo a
la indicación, no resultaría en problemas reproductivos o de desarrollo
ni malformaciones.
Se han
realizado diferentes estudios en mamíferos, que han sido examinados por
cuerpos de expertos, autoridades regulatorias y expertos independientes.
Se trata de estudios reproductivos de dos y tres generaciones en ratas,
y ensayos para detectar efectos teratogénicos. Ninguno de estos
estudios evidenció efectos negativos sobre la fertilidad, reproducción,
producción de crías normales, o malformaciones relacionados con los
tratamientos. Del mismo modo, no se encontraron otros efectos a nivel
de la histología gruesa o microscópica de los animales.
Este tipo de
estudios, que también han incluido otras especies (conejos y especies de
la fauna silvestre), han sido realizados con ingrediente activo, y
también con el agente surfactante POEA y con el metabolito principal del
glifosato, AMPA.
La conclusión
general de estos estudios y revisiones, es que el glifosato no es una
toxina reproductiva y no produce malformaciones.
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propiedades ambientales del glifosato. Traducción (parcial) del Capítulo
5 del libro “GLYPHOSATE: A UNIQUE GLOBAL HERBICIDE” de John E. Franz;
Michael K. Mao; James A. Sikorski. American Chemical Society, 1997
John F.
Acquavella, Bruce H. Alexander, Jack S. Mandel, Christophe Gustin, Beth
Baker, Pamela Chapman, and Marian Bleeke, 2004 Glyphosate Biomonitoring
for Farmers and their Families: Results from the Farm Family Exposure
Study. Environmental Health Perspectives, doi:10.1289/ehp.6667
(available at http://dx.doi.org/).
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