7 abr 2021

BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES (BPAs) COMO HERRAMIENTA TÉCNICAS Y DE TECNOLOGÍAS INNOVADORAS APLICADAS EN LAS UNIDADES PRODUCTIVAS DE USO AGROPECUARIO Y/O APROVECHAMIENTO FORESTAL EN LA REGIÓN OCCIDENTAL O CHACO

 La descripción en detalle de estas Buenas Prácticas Ambientales (BPA) es adoptado de la consultoría agroambiental especializada realizada por el Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo Silvio Molinas “INFORME FINAL SOBRE BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES (BPA) QUE PUEDAN CONTRIBUIR CON ORDENACIÓN SOSTENIBLE DE LAS COBERTURAS VEGETALES BOSCOSAS Y CON EL USO Y MANEJO MÁS RACIONAL DE LOS RECURSOS NATURALES PRODUCTIVOS – PROYECTO MITIGACIÓN Y EVALUACIÓN DE SERVICIOS AMBIENTALES PARA EL CHACO (PROMESA – CHACO) – NOVIEMBRE DEL 2017”; proyecto co-ejecutado en su momento por la Secretaría del Ambiente (SEAM) y la Asociación Guyra Paraguay, con el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) a través de la organización Conservation International (CI) de los EEUU.


La consultoría especializada realizó una recopilación, ordenamiento y definición de las Buenas Prácticas agrícolas y pecuarias que están siendo aplicados y podría fomentarse su aplicación en las unidades productivas del área de influencia del proyecto PROMESA CHACO.

Este documento técnico elaborado y publicado por en el marco del proyecto , contiene un resumen de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPa) y Buenas Prácticas Pecuarias (BPp) identificadas como las de mayor adopción, de acuerdo al consenso por los técnicos de diferentes instituciones productivas, técnicos representantes de organizaciones y cooperativas de la producción y otros actores del sector de la producción destacados en el país y particularmente de la Región Occidental y que actualmente están ocupando con fines productivos en el área de influencia del proyecto PROMESA CHACO.

El enfoque de este trabajo es la identificación de las Buenas Prácticas agrícolas, ganaderas y forestales, que garanticen la sustentabilidad de la producción a largo plazo y contribuyan, de esta manera, a la disminución de las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Los resultados preliminares de esta recopilación, selección y definición de las principales Buenas Prácticas como herramientas técnicas básicas de los sistemas de producción predominantes para fines de usos agrícolas, pecuarios, forestales y de conservación y valoración de la biodiversidad implementados en la Región Occidental o Chaco del país aplicados y aplicables para el área de influencia del proyecto se caracteriza por:

1º.- Las unidades productivas en mayoría cuentan con sus Planes de Usos de la Tierras y Planes de Manejo Forestal en cumplimiento de la Ley Nº422/73 Forestal y sus decretos y resoluciones vigentes promulgados para sus aplicaciones y sus aprobaciones ante el Instituto Forestal Nacional (INFONA);

2º.- Las unidades productivas en mayoría cuentan con sus Planes de Usos de la Tierras y sus Planes de Manejo Forestal con sus Estudios de Evaluaciones de Impactos Ambientales en cumplimiento de la Ley Nº294/93 de Evaluación de Impacto Ambiental y sus decretos y resoluciones vigentes promulgados para sus aplicaciones y sus aprobaciones ante la Secretaria del Ambiente (SEAM);

 3º.- Los sistemas de producción declarados en el marco de las leyes forestales y ambientales vigentes son proyecto preferentemente de uso pecuarios, agrícolas y/o de aprovechamiento forestal y la conservación para la valoración de la biodiversidad;

4º.- Estos sistemas de producción se caracterizan especialmente en los proyectos de uso pecuarias los sistemas de producción silvopastoriles incorporados en sus sistemas de producción, a través de reforestación con especies nativas adaptadas a la zona y/o el manejo de la regeneración natural de la cobertura vegetal nativa;

5º.- Las Buenas Prácticas aplicadas a los proyectos de uso de sus tierras en sus unidades productivas de preferencias de uso pecuarios, agrícolas, aprovechamientos forestales y ultiman ente de conservación para la valoración de la biodiversidad, nos indican que son cada vez más amigables con el medio ambiente;

6º.- La conservación de las coberturas vegetales como bosques nativos de reserva para fines de usos forestales en cada una de las unidades productivas del chaco contribuye con los corredores de biodiversidad con la conservación de la biodiversidad;

7º.- Asociados a la cobertura vegetal denominados como bosques nativos de reserva forestal y sus corredores biológicos en algunas unidades productivas están realizando además la conservación del excedente de la cobertura vegetal Certificados para Servicios Ambientales apuntan a la valoración de la biodiversidad en el área de influencia del proyecto; y 

8º.- Todas estas buenas prácticas identificadas y aplicadas actualmente como parte de los sistemas de producción están evolucionado se presentan favorables a la mitigación de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEIs) y/o a la adaptación al cambio climático.

a).- Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPa) para Unidades Productivas de Uso Agrícolas Preferentemente en la Región Occidental:
·         Principalmente en las áreas de influencias de las cooperativas de producción menonitas, donde la tierra con fines agrícolas viene incrementándose, buenas prácticas dirigidas para la producción de cultivos de renta, cultivos para uso en ensilaje de heno, como forraje para animales, entre otros.
·         La principales Buenas Prácticas como herramientas técnicas en el uso agrícolas de las tierras son la siembra directa, la rotación de cultivos y cultivos de cobertura, orientando para la acumulación de agua en el perfil del suelo, para establecer la época de siembra de los diferentes cultivos y buscando minimizar la utilización de fertilizantes y enmiendas para el mejoramiento de productividad.
·         Existen unidades productivas que de alguna manera ordenan el uso de sus tierras en el caso del proyecto agrícola principalmente calificado de alguna manera como unidades productivas según el potencial y las limitaciones de sus suelos para fines de producción agrícolas, realizando para los mismos estudios orientados a la disponibilidad de agua en el suelo.
·         Los estudios de suelos asociados a otros estudios como de fertilidad de los suelos en las unidades productivas agrícolas del Chao son buenas prácticas para establecer y ajustar calendarios de las épocas de siembra, la identificación y selección de las diferentes variedades de cultivos adaptadas al clima.
·         El Barbecho Químico en las unidades productivas se aplica herbicidas para controlar cualquier tipo de cobertura vegetal sobre el suelo en las parcelas de la producción agrícolas, esta cobertura muerta vegetal no se extrae el agua del suelo y se disponga de suficiente humedad para la siembra.
·         Otra Buena Práctica es la recuperación de lagunas y suelos salinos mediante drenajes de las napas freáticas, con sistemas de canales abiertos y tuberías instaladas en puntos estratégicos de las parcelas seleccionadas mejorar las condiciones productivas de los suelos en las fincas con fines productivos.

b).- Las Buenas Prácticas Pecuaria (BPp) para Unidades Productivas de Uso Pecuarios Preferentemente en la Región Occidental o Chaco:
·         Las Buenas Prácticas actualmente identificadas cooperan con las mejoras y a la eficiencia por vientre y peso en los animales para la producción de carne y leche, donde necesariamente deberá ser viables económicamente y genera rentabilidad en sus unidades productivas.
·         Las investigaciones en los sistemas de producción predominantes, por parte de los productores demuestran que estas Buenas Prácticas no solo controlan la degradación productiva de los suelos, además mejora su productividad, por medio del mejoramiento de la fertilidad productiva de los mismos y el incremento de los ingresos económicos de los productores.
·         Una Buena Práctica Técnica es el manejo de los recursos hídrico, sustentado en la Cosecha, almacenamiento y sistemas de distribución de agua en las unidades productivas cuyo uso preferente es la producción pecuaria, esto es obligado por las condiciones de precipitación y el calor de la Región Chaqueña.
·         Para las unidades productivas de uso pecuario es clave como una Buena Práctica el manejo adecuado de los suelos, especialmente en las zonas donde hay problemas por los niveles de salinidad y nutrientes presentes en los distintos estratos edáficos.
·         La implantación de pasturas adaptadas a estos diferentes tipos de suelo y al clima característico de la región la región del Chaco es una Buena Práctica técnica obligada para que las unidades productivas pecuarias sean productivas y rentables.
·         Un tema no mayor como Buena Práctica técnica es la necesidad para mantener la productividad y rentabilidad de usos pecuarios es la necesidad estratégica del manejo de las reservas forrajeras por los extensos periodos, tanto de sequías como de inundaciones que van variando cíclicamente.
·         Para la restauración o recomposición de parcelas donde los rendimientos para uso pecuario no son satisfactorios en rendimientos y productividad se plantea la Buena Práctica técnica del manejo de la regeneración natural, como mecanismo de recuperación de la cobertura vegetal nativos en las unidades productivas.
·         Las regeneraciones de la cobertura vegetal de potreros degradados en las unidades productivas pecuarias se acompañan con la incorporación de materia orgánica al suelo, así como el mejoramiento del rendimiento de la pastura con árboles y arbustos de especies de leguminosas regenerados.
·         Los sistemas silvostoriles donde los potreros estén enriquecidos con árboles y arbustos de leguminosas forrajeras asociadas a las pasturas implantadas, favorece el aumento de la fertilidad del suelo y conduce al aumento dl rendimiento animal, por el mejoramiento nutricional de la pastura.


LA IDENTIFICACIÓN DE LAS BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES (BPAS) COMO HERRAMIENTA TÉCNICA Y DE INNOVACIÓN TECNOLÓGICA (BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS Y BUENAS PRÁCTICAS PECUARIAS) QUE CONTRIBUYEN CON LOS PILARES DE LA AGRICULTURA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE (ACI):

Los 3 (tres) Pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) son:

·         PRODUCTIVIDAD: apunta a incrementar la productividad de la agricultura sustentable (sin impacto negativo sobre el ambiente) y en función a ello aumentar los ingresos a través de esta actividad económica. Un concepto central de esta definición es la intensificación sustentable de la producción en el área de influencia del proyecto.

·         ADAPTACIÓN: apunta a reducir la exposición de los productores en el corto plazo a los riesgos del cambio climático mientras que fortalece sus capacidades para adaptarse a ellos en el mediano y largo plazo, dando especial atención a la protección de los servicios eco-sistémicos esenciales e integra a los sistemas productivos la conservación de los paisajes productivos.

·         MITIGACIÓN: busca reducir las emisiones que genera la actividad agrícola mediante mejores prácticas productivas y adopción de nuevas tecnologías, dando especial atención a los procesos de no deforestación y cuidado del suelo, considerándolos ambos sumideros de carbono.


Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPa) Identificadas y sus Impactos en los Pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI):

Productividad: la aplicación adecuada de esta buena práctica agrícola en las unidades productivas de uso agropecuario y/o aprovechamiento forestal contribuye con incrementar la productividad de la producción sean estas agrícolas y además con el manejo adecuado del agua en estos climas del chaco se intensifica de manera más sostenible el uso y manejo de los potreros y las chacras de las fincas y esto genera el incremento de los ingresos a nivel de fincas.


Adaptación: con el manejo de los recursos hídricos que los productores del Chaco han logrado con experiencia de investigaciones y transferencias de tecnologías en la cosecha, almacenamiento y distribución de las aguas en este clima árido adaptarse a los efectos adversos del cambio climático que son las sequias más intensas y prologadas, así como los calores más intensos y altas temperaturas.

Manejo de las Aguas

Observación: los productores manifiestan que en el manejo de los recursos hídricos aplicados adecuadamente en sus unidades productivas que los recursos hídricos activos deben de ser diferencias de los paleocauces o cauces colmatados no activos.

Existen unidades productivas en la Región Occidental que como manejo adecuado de los recursos hídricos se están realizando inversiones en obras y sistemas de riego con aguas proveniente de las riadas del Río Pilcomayo y de las cosechas de aguas de lluvias para superar los periodos de déficits de agua para la producción de ciertos rubros de rentas en la agricultura.

Imágenes del Chaco que Ilustran las Inversiones en Sistemas de Riego para la Agricultura en el Chaco

b).- Siembra Directa:

Productividad: la aplicación esta buena práctica agrícola mantiene y restaura la fertilidad productiva natural de los suelos en las chacras de uso agrícola, intensificando el uso de los suelos en las unidades productivas de uso agrícola y contribuyendo en el mejoramiento de la productividad y la rentabilidad de las fincas en el Chaco.

Adaptación: el mantenimiento de la fertilidad natural con la siembra directo en la agricultura del chaco mejora la disponibilidad de los nutrientes y la capacidad de almacenamiento de la humedad en el suelo contribuyendo a que las unidades productivas agrícolas se adapten en el corto plazo a los periodos de sequias intensa y más prolongadas, así como cuando existen precipitaciones y heladas intensas pues además con el vigor de las plantas soportan más los días o periodos de intenso calor por las altas temperaturas que son efectos por consecuencia negativas del cambio climáticos.

Siembra Directa

Mitigación: el uso más intensivo de las unidades territoriales para uso agrícolas por efectos directos de la siembra directa trae como consecuencias además mayor productividad contribuyendo a secuestrar y capturar mayor carbono contribuyendo en el balance con la disminución de los denominados Gases Efectos Invernaderos (GEI) que están siendo considerados como responsables del cambio climático.

d).- Época de Siembra:  

Productividad: respetar las recomendaciones del calendario agrícola contribuye en el uso más intensivo de las áreas agrícolas de las unidades productivas, permite además poder realizar rotaciones de cultivos con otros rubros de renta y de abonos verdes incrementando la productividad agrícola y cooperando en el mejoramiento de los ingresos de las fincas de producción agrícola en el Chaco. Las épocas de siembra adecuadas pueden variar en la medida que se identifican y por medio de la investigación se seleccionan variedades que se adaptan a la variabilidad climática.

Época de Siembra

Adaptación: esta buena práctica agrícola permite una mayor adaptabilidad de los cultivos a los efectos negativos de los cambios climáticos, porque al respetar las épocas de siembras los cultivos resisten más a las sequias y los calores intensos que en ciertos periodos y sitios se presentan en la región Chaqueña, además respetando las recomendaciones técnicas que según los cultivos las épocas de siembras se tiene una mejor garantía de superar los periodos de intenso calor y periodos normales de déficit de agua asegurando una producción más sostenible.

e).- Barbecho Químico:

Productividad: esta buena práctica contribuye a aprovechar más intensamente las áreas de las unidades productivas destinadas principalmente a la producción de cultivos de renta en el Chaco donde existe déficits de disponibilidad de recursos hídricos. Este sistema se utiliza un producto fitosanitario – herbicida  desecante de toda la cobertura vegetal sin incorporar esta cobertura muerta al suelo, contribuyendo una mayor almacenamiento de la humedad en el suelo que sembrando los cultivos aplicando el sistema de siembra directa asegurar el crecimiento vegetativo adecuado de los cultivos mejorando y contribuyendo sustancialmente la productividad, la rentabilidad o ingresos por un uso más intensivo de las unidades productivas agrícolas en el Chaco.

Adaptación: esta buena práctica agrícola contribuye a fortalecer la capacidad de adaptarse los cultivos y las unidades productivas a los efectos adversos del cambio climático, especialmente el déficit de régimen hídrico por las sequias y los calores intensos producto de las alta temperaturas en ciertos periodos y sitios del Chaco. El barbecho químico aplicado en las chacras destinadas a la producción agrícolas protege también estos sitios de producción de las lluvias intensas, inundaciones y ciertos periodos de intensos vientos que vienen a degradar muchas veces el recurso productivo suelo de las unidades productivas del Chaco fenómenos negativos generados de manera más intensa del cambio climático.

Mitigación: el mantener la cobertura vegetal muerta y aplicar de manera asociativa la siembra directa en las áreas destinadas para la siembra de cultivos agrícolas de renta es la adopción de una nueva tecnología intensificando el uso de estas tierras evitando utilizar áreas con cobertura vegetal de estrato boscoso nativo y de esa manera contribuir como sumidero de carbono en el balance de la unidad productiva agrícola de las fincas en el Chaco.

f).- Manejo Integrado de Plagas (MIP):

Productividad: el manejo integrado de plagas es una buena práctica agrícola de uso común en las unidades productivas agrícolas del Chaco, este estilo de control de plagas y enfermedades permite un control más eficiente y de menos costo de las plagas y enfermedades agrícolas contribuyendo con el aumento de la productividad, aumento de los ingresos e intensificando las áreas de uso agrícola por cada unidad productiva agrícola de las fincas en el Chaco.

Adaptación: la disminución demostrada y el uso más eficiente y seguro de los productos fitosanitarios para el control de las plagas y las enfermedades en las chacras de las unidades productivas se integra adecuadamente a los sistemas de producción agrícolas más sostenibles contribuyendo con la conservación de los sistemas eco-sistémicos y la conservación de los paisajes productivos.  

Manejo Integrado Plagas

g).- Selección de Especies y Variedades Adaptadas a la Zona:

Productividad: es una de las buenas prácticas agrícolas que están siendo sujeto a las investigaciones básicas, adaptativas y demostrativas buscando y probando según los cultivos de renta para el Chaco las especies y variedades que se adaptan en cada zona según las condiciones edafo-climáticas de la Región Oriental, existen resultados demostrados que aplicando esta práctica aumentar la productividad e incrementar los ingresos por cada unidad productiva en las fincas de los productores logrando de esa manera una mayor intensificación sustentable de la producción en las unidades productivas agrícolas del Chaco.

Adaptación: esta buena práctica agrícola está demostrada que es  clave para reducir en el corto plazo a los sistemas de producción agrícola en el Chaco a reducir la exposición a los efectos negativos del cambio climático como ser la sequias y alta temperaturas cada vez más intensas, heladas, granizos y precipitaciones más intensas, así como los cada vez más fuertes vientos, contribuyendo además a fortalecer sus capacidades en las unidades productivas agrícolas y ayudando a proteger los servicios eco-sistémicos y la conservación de los paisajes productivos. 

Especies y Variedades Adaptativas           

h).- Ordenamiento Predial en Base a la Capacidad Agrológica del Suelo:

Productividad: la elaboración y ejecución adecuada de los Planes de Manejo Forestal y Planes de Uso de la Tierra y sus Estudios de Impacto Ambiental correspondientes es más adhiriéndose al régimen de Certificación de Servicios Ambientales de hecho es la base para intensificar las unidades productivas agrícolas en el Chaco, incrementar la productividad predial y además aumentar los ingresos por cada unidad productiva asegurando las intensificaciones más sustentables de la producción. 

Planes de Uso de la Tierras y sus Estudios de Impacto Ambientales; Bosques de Reserva y los Corredores Biológicos de las Unidades Productivas del Chaco

Adaptación: determinando en las unidades de producción agrícola preferencias de usos según los estudios taxonómicos de suelos, clasificación de capacidad productiva o agrológicas de las propiedades elaborando sobre los mismos la Planes de Manejo Forestal y Planes de Uso de la Tierra con la exigencia comprometida de la aplicación de su Planes de Gestiones Ambientales (PGAs) permite de hecho a reducir la exposición de los productores en el mediano y largo plazo a los efectos negativos o adversos del cambio climático. Esta condición de uso de las unidades de producción agrícolas permite darle una especial atención a la protección de los servicios eco-sistémicos e integrando estos sistemas de producción a la conservación de los paisajes productivos.

Mitigación: el conservar el 25% de cobertura vegetal con estratos boscosos y sus barreras vivas como exige legalmente en cada una de las unidades productivas como parte de los Planes de Uso de la Tierras, Planes de Manejos Forestales y la ejecución de sus Planes de Gestiones Ambientales (PGAs) y además con aquellos que se adhieren a los Certificados de Servicios Ambientales las unidades productivas en el balance de emisiones y secuestro de carbono se convierten en sumideros de carbono por emitir menos Gases de Efectos Invernaderos (GEI) y además contribuyen con la deforestación evitada.      

i).- Cultivos de Cobertura; Uso de Abonos Verdes y Cultivo Perpendicular a la Dirección del Viento:

Productividad: la aplicación de especies variedades adaptadas a las condiciones edafo-climáticas del Chaco de abonos verdes y cultivos de coberturas, así como sembrar en ciertas áreas perpendicular a los vientos fuertes y predominantes en las unidades de producción agrícolas en las chacras en particular de hecho contribuye en intensificar de manera sustentables la producción y además contribuye con incrementar los ingresos por mejorar la productividad del suelos y mejorar la capacidad de almacenamiento de la humedad en el suelo destinado a la producción agrícolas.

   

Abonos Verdes, Cultivos de Coberturas y Siembra Perpendicular a los Vientos Fuertes e Intensos

Adaptación: estas 3 (tres) buenas prácticas agrícolas que se aplican en las unidades productivas agrícolas de hecho reducen la exposición de estas unidades productivas y en particular las chacras a los efectos adversos o negativos del cambio climático en el corto plazo, de alguna manera contra resta cuando se desarrollan eventos como vientos y precipitaciones intensas, calor o sequias que superan los promedios normales de las zonas productivas agrícolamente y con ellos contribuyen a que estas unidades productivas fortalezcan su capacidad de adaptarse a mediano y largo plazo de los problemas climáticos.

Mitigación: las buenas prácticas como los abonos verdes y cultivos de coberturas, así como sembrar en ciertas áreas perpendiculares a los vientos fuertes e intensos contribuye a la intensificación de uso de los suelos en las unidades productivas agrícolas evitando avanzar con los desmontes y la deforestación en su misma finca y contribuyen en la disminución de las emisiones de Gases Efectos Invernaderos (GEI). 

j).- Nivelación del Suelo y el No Uso del Fuego:

Productividad: las aplicaciones como buenas prácticas agrícolas en las unidades de producción agrícolas como ser la nivelación del suelo y el no uso del fuego está más que demostrado que son prácticas que vienen a mejorar una mejor y mayor productividad en las chacras de uso agrícolas y además por medio de ello mejora de manera más sostenido el incremento de los ingresos y contribuye con una mayor intensificación sustentable de las unidades productivas.

La Nivelación del Suelo y el No Uso del Fuego en las Unidades Productivas Agrícolas

Adaptación: especialmente el no uso del fuego es una práctica que fortalece la capacidad en el corte, mediano y largo plazo a los efectos adversos negativos del cambio climático además contribuyen adecuadamente con la protección de los servicios eco-sistémicos y la conservación de los paisajes productivos de las unidades productivas agrícolas del Chaco.

Mitigación: la incorporación en los sistemas de producción agrícolas de las buenas prácticas como ser la nivelación del suelo y el no uso del fuego vienen a contribuir con intensificación del uso de los suelos agrícolas y evitar el cambio del uso del suelo por desmonte y deforestaciones contribuyendo en el balance de emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI) a nivel de fincas productivas como un mayor sumidero de carbono.  

Las Buenas Prácticas Pecuarias (BPp) Identificadas y sus Impactos en los Pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI):

a).- Manejo Adecuado de los Recursos Hídricos: esta buena práctica aplicada en las unidades productivas de uso pecuarios preferentemente incluyen la: Cosecha y Almacenamiento de Agua de Lluvias; Sistema de Distribución del Agua; y Franjas Protectoras de Cauces Hídricos.

Productividad: la cosecha, almacenamiento y distribución de los recursos hídricos en las unidades productivas de uso productivo pecuario de hecho contribuyen a que las unidades productivas pecuarias sean más eficientes y eficaces en incrementar su productividad, aumentar los ingresos y una sostenibilidad más rentable de los predios de producción ganadera y además contribuir a intensificar la producción pecuaria de manera más sustentable. Un tema no menor es aquellos cauces hídricos activos que no son plaeocauses deben mantener sus franjas de protección porque contribuye con el mejoramiento de la productividad ganadera en las fincas del Chaco.

La Cosecha, Almacenamiento y Distribución de los Recursos Hídricos en las Unidades Productivas de Uso Pecuario

Adaptación: con estas 3 (tres) buenas prácticas pecuarias las unidades productivas logran reducir la exposición a los efectos negativos por consecuencias del cambio climático como ser las sequias más intensas y falta de aguas para fines productivos que se ven mitigados en las unidades productivas pecuarias adaptándose en corto plazo a estos efectos adversos y estar preparándose los productores en el mediano y largo plazo para soportar aún más estos impactos, además con esto se intensifica el uso de los suelos y a nivel de fincas se contribuye con la protección de los servicios eco-sistémicos y la conservación de los paisajes productivos.

Mitigación: la cosecha, almacenamiento y distribución de los recursos hídricos en las unidades productivas como la protección de franjas de cauces hídricos activos contribuyen con los sistemas de producción pecuarios a ser más eficientes y eficaces contribuyendo a reducir las emisiones de Gases Efectos Invernaderos (GEI) contribuyendo en el balance a ser sumideros de captura de carbono.

b).- Manejo del Suelos: esta buena práctica aplicada en las unidades productivas de uso pecuarios preferentemente incluyen: el Ordenamiento Predial en Base a la Capacidad Agrológica del Suelo; Rotación de Potreros; Ajuste de Carga Animal; Rotación de Potreros; Ajuste de Carga Animal; Implantación de Pasturas Adecuadas al Suelo y el Clima; Manejo de Plagas en Pastura; Manejo de las reservas Forrajeras; Renovación de Pasturas; No Quema; y Manejo de la Regeneración de Árboles Nativos en Potreros.

Productividad: la elaboración y ejecución adecuada de los Planes de Manejo Forestal y Planes de Uso de la Tierra y sus Estudios de Impacto Ambiental para fines de producción ganadera y adhiriéndose al régimen de Certificación de Servicios Ambientales permite intensificar el uso de la tierra en las unidades productivas ganaderas, además se incrementa la productividad y mejora la rentabilidad de cada unidad productiva de preferencia pecuarias intensificando la producción sostenible.

El uso de la tierra adecuado asociado a una buena rotación de los potreros, ajuste de la carga animal según el manejo y la implantación de pasturas y su manejo de las pasturas de plagas y enfermedades e inclusive implementando reservas y manejo de forrajes, así como la renovación de las pasturas, la no quema de potreros y la incorporación de árboles en potreros, de hecho y está probado que contribuyen con la intensificación de las unidades productivas pecuarias incrementando de manera sostenido la productividad ganadera y sosteniblemente la rentabilidad de la producción en producción ganadera del Chaco.

Rotación de Potreros, Manejo Animal e Implantación de Pasturas y Manejo y Complemento de Forrajes

Adaptación: todas estas buenas prácticas pecuarias identificadas y aplicadas en las unidades productivas ganaderas de la Región Occidental del Paraguay bajos los Planes de Uso de la Tierras y sus Planes de Gestiones Ambientales (PGAs) contribuyen de sobre manera mientras se apliquen en tiempo y forma a reducir la exposición a los efectos ambientales adversos por consecuencias del cambio climático, además contribuye con la preservación de los servicios eco-sistémicos en sus unidades productivas pecuarias y en la conservación de los paisajes productivos en las zonas de producción. 


Renovación de Pasturas en Potreros, Regeneración de Árboles en Potreros y Manejo de Plagas en Pasturas

Mitigación: los Planes de Usos de las Tierras aplicados adecuadamente con sus Planes de Gestiones Ambientales (PGAs) correspondientes y además incorporando a sus sistemas de producción esta buenas prácticas pecuarias categorizadas como manejo del suelos como ser la rotación de los potreros, ajuste de la carga animal según el manejo y la implantación de pasturas y su manejo de las pasturas de plagas y enfermedades e inclusive implementando reservas y manejo de forrajes, así como la renovación de las pasturas, la no quema de potreros y la incorporación de árboles en potreros y el conservar el 25% de cobertura vegetal con estratos boscosos y sus barreras vivas y además con aquellos que se adhieren a los Certificados de Servicios Ambientales en el balance de emisiones y secuestro de carbono se convierten en sumideros de carbono por emitir menos Gases de Efectos Invernaderos (GEI). 

c).- Manejo Animal: esta buena práctica aplicada en las unidades productivas de uso pecuarios preferentemente incluyen: Genética Adaptada; Sanitación; Manejo Productivo; Servicios Estacionales; Control Andrológico; Inseminación Artificial; y Bienestar Animal.

Productividad: El uso de la tierra adecuado de las unidades productivas pecuarias en el Chaco incorporando en tiempo y forma las buenas prácticas ganaderas de manejo animal como ser: las mejoras genéticas, la oportuna y adecuada sanitación y manejo productivo como ser básicamente los servicios estacionales, control andrológico, la inseminación artificial y especialmente el bienestar animal, de hecho y está probado que contribuyen con la intensificación de las unidades productivas pecuarias incrementando de manera sostenido la productividad ganadera y sosteniblemente la rentabilidad de la producción en producción ganadera del Chaco.

Genética Adaptada, Bienestar Animal y los Servicios Estacionales

Adaptación: la aplicaciones en tiempo y forma de estas buenas prácticas ganaderas relacionada con el manejo animal como ser: las mejoras genéticas, la oportuna y adecuada sanitación y manejo productivo como ser básicamente los servicios estacionales, control andrológico, la inseminación artificial y especialmente el bienestar animal, contribuyen a fortalecer cada vez más a que las unidades productivas ganaderas se adapten a los efectos adversos negativos de los cambios climáticos intensificando de manera más sustentable las fincas y así contribuyen a la preservación de los servicios eco-sistémicos y a integrar a sus sistemas de producción la conservación a los paisajes productivos.

Mitigación: estas buenas prácticas identificadas y señaladas de aplicación como ser: las buenas prácticas ganaderas de manejo animal como ser: las mejoras genéticas, la oportuna y adecuada sanitación y manejo productivo como ser básicamente los servicios estacionales, control andrológico, la inseminación artificial y especialmente el bienestar animal, y el conservar el 25% de cobertura vegetal con estratos boscosos y sus barreras vivas y además con aquellos que se adhieren a los Certificados de Servicios Ambientales en el balance de emisiones y secuestro de carbono se convierten en sumideros de carbono por emitir menos Gases de Efectos Invernaderos (GEI).

OBSERVACIÓN: se copia en las siguientes paginas las planillas que se utilizaron por los participantes del taller en BUENAS PRACTICAS AMBIENTALES (BPAs) particularmente las denominadas Buenas Prácticas agrícolas, pecuarias y/o aprovechamiento forestal en las unidades productivas del área de influencia del proyecto PROMESA – CHACO y sus relación o impactos con los 3 (tres) Pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) del Programa de Naciones Unidas de Alimentación y Agricultura (FAO).

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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