22 dic 2025

EXCUSAS AMBIENTALES PARA TAPAR EL VERDADERO PROBLEMA, LA FALTA DE PRODUCTIVIDAD DE LA UE – DICIEMBRE 2025

Ing. Agr. (M.Sc.) (H.Cs) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental, como Ex ministro de Ambiente y Ex Ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Actualmente Asesor de la Presidencia de la Universidad San Carlos (USC), y el Biólogo Jorge Martinez - Especialista en temas de Medio Ambiente y Sostenibilidad, deseamos compartir  con ustedes nuestras opiniones respecto a las discusiones que se están dando sobre clausulas ambientales en el acuerdo entre los países del MERCOSUR y la UNION EUROPEA.

I.- INTRODUCCION

1.- Es esperable que en el marco de toda negociación bilateral cada parte intente proteger sus intereses particulares, ya que todo acuerdo puede tener oportunidades y riesgos. Sin embargo, en el caso del Acuerdo MERCOSUR – Unión Europea, desde hace años se ha instalado un discurso recurrente por parte de algunos sectores europeos que sostiene que las condiciones ambientales vinculadas al sector productivo de los países del MERCOSUR serían “asimétricas” respecto a las de la UE, bajo el argumento de que las normativas ambientales serían más flexibles y permitirían una expansión productiva sin restricciones.

2.- La narrativa resulta contradictoria con la realidad productiva y ambiental, particularmente en el caso de Paraguay si vemos el análisis de los principales rubros de exportación muestra que no ha existido una expansión significativa de la superficie productiva, sino un claro proceso de intensificación y aumento de la productividad.

3.- En el caso de la soja, la superficie cultivada se mantiene estable desde hace años en torno a las 3.000.000 hectáreas, mismo periodo que la productividad ha aumentado gracias a las mejoras tecnológicas y manejo agronómico. Igual pasa en el sector cárnico, lejos de una expansión descontrolada, el hato ganadero se redujo casi un millón de cabezas en los últimos años, sin que ello haya implicado una caída en la producción total.

4.- Toda esta producción se ha desarrollado con el mismo marco legal ambiental vigente y exigente desde décadas. Con esto se demuestra que el crecimiento productivo no está vinculado a la expansión desenfrenada en detrimento de los bosques sino que realmente se fundamenta gracias a una mayor eficiencia en el uso del suelo y de los recursos.

5.- Es más, el productor por Ley debe conservar grandes superficies de bosque en el país, lo que convierte al productor en el mayor conservacionista real de los bosques del país. Y a los que tanto gustan de datos podemos decirles que por cada hectárea productiva de soja en el país existen cinco hectáreas de bosque conservado y de los 14.600.000 hectáreas de bosques del país, los productores son dueños de casi 11.500.000 hectáreas superficie que casi toda es conservada y por las normas ambientales existentes el cambio de uso de la tierra ya será nada mas de un mínimo en el largo plazo.

6.- A diferencia del modelo productivo europeo, el aumento de productividad en Paraguay se ha dado sin subsidios directos al productor. La inversión, el financiamiento y el riesgo recaen exclusivamente sobre el sector privado. Cuando una campaña productiva sale mal pues es el productor quien asume las pérdidas y las obligaciones crediticias, sin mecanismos estatales generalizados que compensen la falta de rentabilidad, como si se da en otros países que las perdidas o baja productividad es sustentada con subsidios y ayudas al productor.

7.- La UE tiene una Política Agrícola Común (PAC), cuyo presupuesto total para el periodo 2021–2027 asciende aproximadamente a 386.600 millones de euros, destinados principalmente a subsidios directos y otros mecanismos de apoyo. Estos esquemas, lejos de incentivar la eficiencia, tienden a sostener estructuras productivas con problemas de competitividad y rentabilidad.

8.- En este contexto, nos resulta legítimo cuestionar la UE por el uso reiterado del argumento ambiental como herramienta política para condicionar o desestabilizar la firma de un eventual Acuerdo MERCOSUR – UE. Creemos que esta controversia política europea no responde a un problema real de sostenibilidad ambiental, sino a una realidad más profunda; un modelo productivo europeo altamente subsidiado que enfrenta crecientes dificultades para competir con sistemas agrícolas más eficientes, menos dependientes del Estado y sujetos a restricciones ambientales efectivas, como los existentes en varios países del MERCOSUR.

9.- El documento de la UE que contiene una nueva salvaguarda en realidad no tiene salvaguardas ambientales o de sostenibilidad, lo que propone son salvaguardas a su producción y no mayor cuidado del ambiente. SI LA PREOCUPACIÓN AMBIENTAL FUESE GENUINA, LA UE PODRÍA HOY MISMO RESTRINGIR VOLUNTARIAMENTE LA IMPORTACIÓN DE PRODUCTOS DEL MERCOSUR.

II.- PROPUESTA DE LA UE: MECANISMO RÁPIDO DE ACTIVACION DE SALVAGUARDAS PERO SIN ANALISIS REALES.

1.- Esta nueva propuesta europea de un documento de última hora habilita la adopción de medidas provisionales en plazos extremadamente breves y permite activar salvaguardas ante “pruebas creíbles” de no equivalencia ambiental o sanitaria, sin exigir un análisis previo profundo, transparente y bilateral.

2.- Desde una perspectiva de sostenibilidad, esto es problemático ya que la protección ambiental genuina requiere diagnósticos sólidos, datos comparables y evaluación de impactos, no mecanismos automáticos que pueden activarse por presión sectorial interna o percepciones políticas.

3.- La ausencia de estudios específicos sobre los impactos ambientales reales de las exportaciones del MERCOSUR, y en particular de algún país, refuerza la sensación de que el componente ambiental funciona más como argumento justificativo que como objetivo central.

III.- EL PROBLEMA ESTRUCTURAL QUE LA UE NO QUIERE DISCUTIR

1.- El trasfondo de estas salvaguardas no puede analizarse sin mencionar la crisis de competitividad del modelo agrícola europeo, fuertemente condicionado por la Política Agrícola Común (PAC). La PAC ha derivado en un sistema altamente subsidiado, fragmentado y crecientemente dependiente de transferencias públicas, que enfrenta dificultades para competir en productividad, eficiencia y calidad con productores del MERCOSUR.

2.- En lugar de abordar esta discusión de fondo, de cómo modernizar su sistema productivo sin trasladar los costos a los consumidores, la UE quiere optar por elevar barreras regulatorias y presentar la protección de sus productores como una causa ambiental.

3.- Su verdadero enfoque es desplazar el debate desde la productividad y la eficiencia hacia un terreno moral, donde los países en vías de desarrollo quedan automáticamente en una posición defensiva, aun cuando cuenten con marcos ambientales robustos. Atentando todo esto con el propio desarrollo sostenible de las personas que habitan en la UE.

4.- Desde la óptica del desarrollo sostenible, el mensaje que transmiten estas salvaguardas es preocupante. Países como Paraguay, que han impuesto límites reales a la expansión productiva, que producen alimentos con menor huella relativa y que dependen del comercio internacional para su desarrollo, reciben una señal ambigua: cumplir no garantiza previsibilidad.

5.- Esto no solo desincentiva inversiones en sostenibilidad, trazabilidad o mejora ambiental, sino que refuerza la percepción de que los estándares ambientales pueden ser redefinidos unilateralmente cuando dejan de convenir a los intereses internos de los países desarrollados.

IV.- REFLEXIÓN FINAL

1.- Las salvaguardas recientes aprobadas por la UE  Europea no son neutras y aunque se las presente bajo un lenguaje técnico ambiental, realmente refleja una lógica defensiva que penaliza a países en vías de desarrollo que ya han asumido costos ambientales significativos para insertarse de manera responsable en los mercados globales.

2.- Para Paraguay, el desafío no es demostrar compromiso ambiental, ya que ese compromiso existe y está respaldado por leyes concretas históricas, sino exigir que el debate se dé con honestidad técnica, reconociendo esfuerzos reales y evitando que la sostenibilidad sea utilizada como un pretexto para ocultar problemas estructurales de competitividad.

3.- SI EL OBJETIVO ES UN COMERCIO VERDADERAMENTE SOSTENIBLE, LA COHERENCIA DEBERÍA EMPEZAR POR RECONOCER QUE PROTEGER EL AMBIENTE NO PUEDE CONVERTIRSE EN SINÓNIMO DE CERRAR MERCADOS A QUIENES PRODUCEN MEJOR, CON MENOS IMPACTO Y DENTRO DE REGLAS CLARAS.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).