25 ago 2012

AVANCEMOS CON EL ALGODON


PERSPECTIVAS DEL RUBRO ALGODÓN:
 
Caracterización de la producción: Conforme a datos del Censo Agropecuario Nacional 2008 (CAN 2008), la producción de algodón para ese año se realizó en 53.474 fincas, abarcando una superficie de 66.256 ha, con una producción de 65.666 Ton y un rendimiento de 991 kg/ha. Comparativamente al Censo anterior del año 1991, esto representó disminuciones en el orden del 71,8% de la cantidad de fincas dedicadas al cultivo, del 84% de la superficie y 90% de la producción.Actualmente, la producción se concentra en la Región Oriental del país (98,8%), principalmente en los Departamentos de Caazapá (22%), Caaguazú (22%) e Itapúa (16%).



En nuestro país los suelos de potencialidad agrícola abarcan unos 8.200.000 Hectáreas, de las cuales estarían incorporados al aprovechamiento agrícola tan solo unos 4.967.497 Hectáreas de los cuales el 51% de estas tierras destinadas a la Agricultura Familiar, estudios publicados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) los Departamentos cuyos suelos presentan mayor potencialidad para el cultivo del ALGODÓN, en superficie y aptitud, son: Alto Paraná, Canindeyú, Caaguazú, Itapúa y San Pedro.

Este cultivo hasta la actualidad ofrece muchas ventajas comparativas por la alta ocupación de la mano de obra familiar campesina, las potencialidades que ofrece el mercado y la industrialización del rubro, capaz de generar empleo en el área rural del Paraguay. El desafío que sigue persistiendo en el mejoramiento de la producción, la comercialización e industrialización del cultivo, así como recuperar y mantener la calidad de fibra reconocida mundialmente y que le ha otorgado especial cotización en el mercado internacional.



Pero es justo reconocer que actualmente con la tecnología tradicional, el adecuado uso de la mano de obra se puede lograr aún un ALGODÓN de buena calidad, pero insistiendo con variedades mejoradas de probada adaptación a nuestras condiciones climáticas y de trabajo, así como manteniendo el tipo de fibra de buen rendimiento industrial, asociado a una estrategia de calidad es imprescindible concebir un sistema de comercialización capaz de clasificar la producción en forma correcta y pagar de acuerdo a estos estándares.

Analizando la estructura de la producción de los pequeños productores de la Agricultura Familiar es indiscutible la importancia del cultivo para el sostenimiento de la estructura económica y social del sector agrícola campesino, pues llego a ocupar y si se recupera puede volver a ocupar de 150.000 a 180.000 pequeños agricultores que producen a escala familiar y representa una fuente importante de ingreso en efectivo para las familias que se dedican a la producción de este rubro.

Los datos históricos sobre la producción algodonera nos muestra que siempre la concentración de los productores que siembran algodón, se encuentra entre los que poseen menos de 50 hectáreas de tierra y además que los mejores rendimientos se observo en los mayores rendimientos se obtienen en las fincas de menos de 50 Hectáreas, por lo que la mayor producción se encuentra en este rango de productores.

Los cálculos de estudios desarrollados en torno a la producción del cultivo no muestra que la productividad mínima de 1.600 kg por Hectáreas es la que se ha estimado como necesaria lograr para obtener resultados positivos con el cultivo a nivel de finca de pequeños productores de la Agricultura Familiar, sin embargo la media nacional nunca ha alcanzado ese nivel estimado como necesario.

La caracterización del productor que se dedica al cultivo del ALGODÓN recibe un bajo porcentaje de productores que reciben asistencia técnica, que es del orden del 15% 20%; los que recibían créditos, aproximadamente son el 30%, e igual porcentaje corresponde a los productores que poseen equipos de labranza, lo que para los cuatro últimos tamaños representa un porcentaje bastante bajo.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas