15 feb 2014

ABC DIARIO

15 de Febrero de 2014

 

Prepotencia de la ministra

La ministra del Ambiente, María Cristina Morales, asumió una postura prepotente ante Humberto Rubin, a quien le dijo que no podía opinar de un tema que no conocía. Es en el caso de los teju guasu, cuando el radialista y director de Radio Ñandutí le preguntó la razón por la cual autorizaba la matanza.
“Vos tenés que escuchar los alegatos científicos y comunicar; no tenés que opinar, Humberto”, le dijo.
Rubin manifestó a ABC Color que le sorprendió la actitud de la ministra y que en toda su carrera periodística jamás dejó de tratar un tema que interesa a la población.
Dijo que su criterio, como comunicador, es que cada persona tiene el derecho a opinar sobre cualquier tema, y que la ministra debe entender que puede ser una científica, una experta, pero que la ciudadanía tiene también el derecho de opinar.
Otra actitud similar adoptó la ministra durante la rueda de prensa del lunes pasado, cuando presentó a sus directores y directivos de Guyra Paraguay y de WWF con títulos y premios científicos, dando la señal a la prensa de que sus decisiones eran irrefutables. Sin embargo, ahora, firmó una resolución donde dejó en evidencia que se había equivocado en autorizar la cacería sin un estudio científico previo.
En la misma mencionada reunión de prensa la ministra Morales también procedió a desairar a los periodistas, abandonando la rueda de prensa y eludiendo otras preguntas vinculadas con los programas de cacería de yacaré y kuriju.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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