FISCALÍA ABRE INVESTIGACIÓN
Polémica por autorización de la Seam para cazar teju guasu
La ex fiscala Bernarda Álvarez indicó que la Seam usó como argumento un estudio realizado hace 15 años.
08/02/2014
La Unidad Especializada de Delitos Ambientales, a cargo del fiscal
adjunto Jorge Sosa, investigará de oficio la resolución de la Secretaría
del Ambiente que autoriza la caza de ejemplares de teju guasu.
Al respecto, el fiscal Carlos Rojas indicó que se requerirá informes a la Seam sobre la mencionada resolución, a los efectos de determinar los motivos que llevaron a expedir la autorización.
Por su parte, la ex fiscala del Ambiente, María Bernarda Álvarez, dijo que el interés real de cazar a estos animales se relaciona con el negocio de las pieles, que son muy valoradas en Europa para la producción de carteras y calzados.
“En el 2003 se pagaba a miembros de comunidades indígenas G. 10.000 para cazar los animales y luego usar su piel. Ni siquiera la carne era aprovechada para la alimentación, recordó.
La caza “autorizada” del teju fue objeto de investigación judicial hace algunos años. De hecho, se llegó a procesar a funcionarios por el otorgamiento discrecional de los cupos para realizar la caza, indicó la ex fiscala.
Procesada
Justamente, Martha Motte, funcionaria de la Secretaría del Ambiente (Seam), que defendió la medida adoptada por la institución, estuvo procesada por este caso, en el que otorgaron los cupos para cazar sin hacer estudios poblacionales, según comentó Álvarez.
Motte intentó justificar la situación al señalar que “prefiere” utilizar la palabra “cosecha” antes que hablar de una “carnicería”.
La Resolución N° 632/14 de la Seam “establece el período de caza y autoriza el acopio, tenencia, transporte y comercialización de 214.000 unidades de teju guasu hû (tupinambis merianae) y teju guasu pytã (tupinambis rufescens)”.
A través de un comunicado dio a conocer que tres especies de teju guasu (tupinambis) se distribuyen en Paraguay.
Al respecto, el fiscal Carlos Rojas indicó que se requerirá informes a la Seam sobre la mencionada resolución, a los efectos de determinar los motivos que llevaron a expedir la autorización.
Por su parte, la ex fiscala del Ambiente, María Bernarda Álvarez, dijo que el interés real de cazar a estos animales se relaciona con el negocio de las pieles, que son muy valoradas en Europa para la producción de carteras y calzados.
“En el 2003 se pagaba a miembros de comunidades indígenas G. 10.000 para cazar los animales y luego usar su piel. Ni siquiera la carne era aprovechada para la alimentación, recordó.
La caza “autorizada” del teju fue objeto de investigación judicial hace algunos años. De hecho, se llegó a procesar a funcionarios por el otorgamiento discrecional de los cupos para realizar la caza, indicó la ex fiscala.
Procesada
Justamente, Martha Motte, funcionaria de la Secretaría del Ambiente (Seam), que defendió la medida adoptada por la institución, estuvo procesada por este caso, en el que otorgaron los cupos para cazar sin hacer estudios poblacionales, según comentó Álvarez.
Motte intentó justificar la situación al señalar que “prefiere” utilizar la palabra “cosecha” antes que hablar de una “carnicería”.
La Resolución N° 632/14 de la Seam “establece el período de caza y autoriza el acopio, tenencia, transporte y comercialización de 214.000 unidades de teju guasu hû (tupinambis merianae) y teju guasu pytã (tupinambis rufescens)”.
A través de un comunicado dio a conocer que tres especies de teju guasu (tupinambis) se distribuyen en Paraguay.
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