domingo 6 de abril de 2014, 01:00
Capacitación y creatividad ayudaron a 507.646 paraguayos a dejar la pobreza
Empleo seguro. Fujikura capacitó y empleó a 1.200 personas en CDE. 75% de estos son jóvenes y madres solteras.
De vivir en la indigencia, hoy Teresa González tiene su propio negocio. Elpidio Gamez estudió peluquería a los 52 años y vuelve a tener ingresos. Mariela Segovia dejó el servicio doméstico y hoy es ejecutiva.
Por Nancy Méndez (CDE) y Redacción Central
Capacitarse para no dejar pasar oportunidades que abrió el fuerte crecimiento económico, creatividad, garra y fuerza de voluntad son los denominadores comunes entre los más de 500 mil paraguayos que lograron sobrepasar la línea de la pobreza en los últimos años, de acuerdo a las estadísticas oficiales.
ÚH conversó con 12 compatriotas que lograron salir adelante. Un ejemplo de superación es el señor Elpidio Gamez, poblador del barrio Ricardo Brugada, más conocido como Chacarita, quien logró instruirse en el oficio de peluquero a los 52 años, y con los mayores ingresos que perciben sus vecinos –quienes también mejoraron sus ingresos–, hoy por hoy cortar el pelo y afeitar la barba es un negocio que le permite vivir de su trabajo y no de la caridad de los demás.
El Bañado Sur también es escenario del progreso gracias a la oportunidad y la capacitación. Más de 50 mujeres de la zona, la mayoría antes indigentes, han accedido a capacitaciones en cocina y peluquería, que hoy les permiten generar ingresos.
Una de ellas, María Teresa González, se desempeñaba como empleada doméstica y hoy tiene su propio negocio. Otra de las beneficiarias es Lourdes Velázquez, quien agregó: "Ya tengo ingresos", emocionada.
en el interior . En Ciudad del Este también existen ejemplos de gente que mejoró su calidad de vida en los últimos años.
María Isabel Segovia (24), comentó que este año retomó sus estudios secundarios. En su trabajo anterior debía trabajar como empleada doméstica sin retiro desde las 5 de la mañana. Ahora tiene un empleo formal en una maquiladora.
efecto derrame. Del salario que percibe, ayuda a sus padres mensualmente como así también a su hijo que va en el primer grado. "Yo vine buscando progreso gracias a Dios lo conseguí en esta empresa, seguimos viviendo en alquiler con mi marido, pero ya estamos pagando un terreno en el que queremos construir nuestro hogar", afirmó.
Por su parte, Sergio Palazón (23) dijo a ÚH que su vida tuvo un giro de 180 grados tanto personal como profesionalmente después de estar trabajando en una empresa formal por 2 años y 9 meses. Luego de ser capacitado, inició como operario en la empresa y ahora es jefe.
Por su parte, Teresita Pereira (26) es madre soltera de un varón de 6 años. Pese a las dificultades económicas, logró recibirse en ingeniera informática y hoy tiene ingresos que le permiten una mejor calidad de vida para su familia.
Responsabilidad social. Son pocas las empresas en Paraguay que llevan a la práctica realmente el sentido de responsabilidad social, dos de ellas son Marseg y Fujikura, que capacitan a personas en situación económica de vulnerabilidad y luego las contratan.
Capacitarse para no dejar pasar oportunidades que abrió el fuerte crecimiento económico, creatividad, garra y fuerza de voluntad son los denominadores comunes entre los más de 500 mil paraguayos que lograron sobrepasar la línea de la pobreza en los últimos años, de acuerdo a las estadísticas oficiales.
ÚH conversó con 12 compatriotas que lograron salir adelante. Un ejemplo de superación es el señor Elpidio Gamez, poblador del barrio Ricardo Brugada, más conocido como Chacarita, quien logró instruirse en el oficio de peluquero a los 52 años, y con los mayores ingresos que perciben sus vecinos –quienes también mejoraron sus ingresos–, hoy por hoy cortar el pelo y afeitar la barba es un negocio que le permite vivir de su trabajo y no de la caridad de los demás.
El Bañado Sur también es escenario del progreso gracias a la oportunidad y la capacitación. Más de 50 mujeres de la zona, la mayoría antes indigentes, han accedido a capacitaciones en cocina y peluquería, que hoy les permiten generar ingresos.
Una de ellas, María Teresa González, se desempeñaba como empleada doméstica y hoy tiene su propio negocio. Otra de las beneficiarias es Lourdes Velázquez, quien agregó: "Ya tengo ingresos", emocionada.
en el interior . En Ciudad del Este también existen ejemplos de gente que mejoró su calidad de vida en los últimos años.
María Isabel Segovia (24), comentó que este año retomó sus estudios secundarios. En su trabajo anterior debía trabajar como empleada doméstica sin retiro desde las 5 de la mañana. Ahora tiene un empleo formal en una maquiladora.
efecto derrame. Del salario que percibe, ayuda a sus padres mensualmente como así también a su hijo que va en el primer grado. "Yo vine buscando progreso gracias a Dios lo conseguí en esta empresa, seguimos viviendo en alquiler con mi marido, pero ya estamos pagando un terreno en el que queremos construir nuestro hogar", afirmó.
Por su parte, Sergio Palazón (23) dijo a ÚH que su vida tuvo un giro de 180 grados tanto personal como profesionalmente después de estar trabajando en una empresa formal por 2 años y 9 meses. Luego de ser capacitado, inició como operario en la empresa y ahora es jefe.
Por su parte, Teresita Pereira (26) es madre soltera de un varón de 6 años. Pese a las dificultades económicas, logró recibirse en ingeniera informática y hoy tiene ingresos que le permiten una mejor calidad de vida para su familia.
Responsabilidad social. Son pocas las empresas en Paraguay que llevan a la práctica realmente el sentido de responsabilidad social, dos de ellas son Marseg y Fujikura, que capacitan a personas en situación económica de vulnerabilidad y luego las contratan.
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