Paraguay desde hace años viene realizando acciones vinculadas a la lucha contra el cambio climático tal como lo expresa en el artículo 2° del objetivo de la convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), donde menciona que el fin es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.
Siembra
Directa en Cultivo de Soja Buenas Prácticas Agronómicas que se Adaptan a los
Efectos Negativos del Cambio Climático en Paraguay – 2020
Como puede verse la
misma convención de cambio climático en su texto de origen claramente habla de producción
de alimentos y desarrollo económico, por tanto, cualquier estrategia que
adoptemos a nivel mundial y en Paraguay no solo debe hablar de reducción
de emisiones y adaptación, sino converger todo en propuestas claras y
sencillas que nos ayuden a un desarrollo sostenible, donde prioricemos las
acciones a largo plazo que están vinculadas con la producción sostenible de
alimentos como pilar económico del país, tal como lo venimos haciendo desde
hace décadas.
En Diciembre de 2018 la SEAM hoy MADES publicó el Segundo Informe Bienal de Actualización que contiene el inventario de gases de efecto invernadero (IGEI) del año 2015; y hace una descripción de Paraguay en el tema de cambio climático. He copiado del Informe del MADES, representa la línea de tiempo de emisiones.
Tal como podemos ver
en la serie de tiempo el año 2015, que fue el último año medido, es el
año de más bajas emisiones de los últimos 25 años del país, pero esta
información no fue resaltada en dicho informe en ninguna sola línea de las de
trescientas páginas que tiene dicho informe. Al parecer los técnicos y
responsables que trabajan en la SEAM hoy MADES en el tema de cambio climático, no
han creído convenientes mostrar las acciones positivas del país, por lo que
esta información no se lee en ninguno de los informes nacionales que
salen publicados sobre cambio climático.
Es más, la Dirección
de Cambio Climático (DCC) dependiente de la SEAM hoy MADES hasta la actualidad está
liberando un proceso de actualización de Contribuciones Nacionales donde
tampoco mencionan esta circunstancia particular de Paraguay, y únicamente
trabajan en identificar acciones de mitigación y hablan de que deberíamos ser
un país bajo en carbono en el año 2050, lo cual es una tremenda
contradicción con el mismo informe que ellos publican.
Lo único que resaltan
varias veces en el Informe de la SEAM hoy MADES es que el
sector Agricultura aporta el mayor porcentaje de emisiones a nivel
nacional, como queriendo echar culpa al principal sostén económico del país, y contradiciendo
a la misma convención de cambio climático que la agricultura es un sector
trascendental para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria global.
Tampoco explican hasta hoy la SEAM
y el MADE como hacen la contabilidad de emisiones de los sectores y por
qué no se realiza el Balance real del carbono. Es por demás sabido que
las pasturas y los cultivos capturan CO2 de la atmosfera, pero esto
es obviado completamente en el informe publicado por el MADES. Es más, en el
mismo informe menciona que tienen limitaciones para hacer su contabilidad de carbono
y dice cuento siguiente:
Estas son algunas de las
principales limitaciones a las que se enfrenta la gestión climática nacional
para cumplir con sus compromisos adquiridos ante la CMNUCC:
• La SEAM hoy MADES
carece de línea presupuestaria para Cambio Climático.
• Falta de
personal técnico para apoyar la gestión climática.
• Pocos técnicos
nacionales calificados en materia de cambio climático.
• Alta dependencia
de la cooperación técnica y financiera internacional.
• En todos los sectores hay
dificultades para la obtención de datos oficiales y, sobre todo, confiables.
Ante lo expresado
entonces la pregunta que queda con una gran incógnita es, como vamos a
comenzar a asumir compromisos de cambio climático, o peor aún, hablar de ser
país bajo en carbono si ni siquiera existe la capacidad técnica de realizar un Balance
real de emisiones de GEI, además porque debemos seguir comprometiéndonos
únicamente con la mitigación cuando la prioridad para el Paraguay son
acciones de Adaptación, recordando siempre que las emisiones del país al total
global son de menos del 0,1% de las emisiones globales.
En dicho informe oficial de la SEAM hoy MADES también se debate de
las incertidumbres del inventario que se realizó y dice que el valor de las incertidumbres
de la tendencia en la línea de tiempo es de 62,31%, donde es categórico
preguntar como paraguayo, como puede ser que se utilicen estos números por
parte del Gobierno Actual siendo que estos niveles de incertidumbre o error
relativo pueden tener una amplia repercusión estadística.
Como vemos, la contabilidad de emisiones que realiza en la SEAM
hoy MADES es super carente de muchos elementos que pueden demostrar las
absorciones del sector agricultura y ganadería en los cultivos y pasturas, y,
por tanto, es un inventario no representativo de las emisiones reales del país.
Se omite directamente estas absorciones y sabiendo que esto puede ser
cuantificado, y en la Dirección de Cambio Climático (DCC) no hay ninguna línea
de investigación en este sentido, por lo cual es de asumir que los próximos
reportes contendrán los mismos errores técnicos de apreciación y de
contabilidad.
Con el Uso de Variedades de Soja Mejoradas
Tolerantes a Calor y la Sequía como Buenas Prácticas Agrícolas se Adaptan y Combate
los Efectos Negativos del Cambio Climático en el Paraguay
También, en
dicho Informe Bienal Oficial de Cambio Climático
de describe una propuesta
de Hoja de Ruta 2020 – 2030, donde tampoco es citado ningún tipo de actividad
ni algún punto sobre adaptación al cambio climático, que volvemos a
recalcar que de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo es la prioridad del
país.
Otro punto importante que resaltar es que para estos inventarios usan la definición del Proyecto Onu REDD de “Bosque Nativo” que define como un ecosistema natural con diversidad biológica, intervenido o no, regenerado y/o restaurado por sucesión natural o técnicas forestales de enriquecimiento con especies nativas, que produce bienes, provee servicios ambientales y sociales, cuya superficie mínima es de 1 ha, con una altura de los árboles igual o mayor a 3 m en la Región Occidental e igual o mayor a 5 m en la Región Oriental, y que alcance con una cobertura mínima de copas en su estado natural del 10% en la Región Occidental y 30% para la Región Oriental. También se incluyen las Palmas y Bambúes (tacuaras) nativos que alcancen los parámetros señalados. Se incluye como bosque las franjas de protección arbóreas naturales igual o mayor a 60 m de ancho, e igual o mayor a 1 ha. Se excluyen de esta definición de bosque, las áreas urbanas, pastizales, plantaciones con fines predominantemente agrícolas, sistemas agroforestales y sistemas silvopastoriles, cuyo fin principal sea agropecuario.
Los
Productores y el INFONA no incluye a los Palmares del Chaco como Bosque
Como podrán ver,
en esta definición incluyen a los Bosques de Palmares, lo cual hoy en día
en las nuevas normativas de Paraguay, esto fue eliminado hace varios años, y
hoy en día el INFONA no incluye a los palmares como Bosque. Esta
inclusión de los palmares como bosque fue al solo efecto de dicho proyecto, por
tanto, presenta una diferencia notable con la definición real de bosque de
Paraguay, y partir de esta definición incorrecta de Bosque, se generan mapas de
bosques que tiene errores conceptuales y por tanto no se debería utilizar dicha
base de datos, en especial para la caracterización de bosques en la región del
chaco.
En relación a las
Actualización de las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) y creación de
políticas, por
el 2015, la incertidumbre vinculada a los objeticos de las NDC era alta
ya que nadie sabía exactamente que propósito, fin u objetivo vinculante
tendrían estas contribuciones siendo que básicamente no se sabía que iba
decir el Acuerdo de Paris acerca de las contribuciones. Por ello, Paraguay
presento unas contribuciones en materia de mitigación y adaptación ajustada
a dicha situación del momento, y proyectando acciones y objetivos a largo plazo,
mencionando claramente que la adaptación es la prioridad para el Paraguay.
Es bueno entender que
hoy en día la Direccion de Cambio Climático (DCC) está liderando un
proceso de actualización de estas Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC)
o contribuciones nacionales, de manera cerrada y sin participación pública, y
sin consultas con especialistas técnicos ni expertos de las áreas. Si
bien por las noticias sabemos que hacen reuniones con miembros de la comisión
de cambio climático, estas reuniones no son públicas, y tampoco tienen una
participación real de la sociedad.
De acuerdo a la Ley
de cambio climático de Paraguay, la comisión nacional de cambio climático
es “consultiva” y “deliberativa”, por tanto, no pueden tomar decisiones o quitar
resoluciones de aceptación o rechazo de cualquier tipo de documento,
por lo que no se entiende como están construyendo un nuevo plan de cambio climático
sin participación abierta y no únicamente a miembros, que pueden ser buenos
técnicos y profesionales, pero es trascendental saber quiénes de ellos tienen
la formación en materia de cambio climático y que decisiones se están tomando
en representación del país.
La transparencia
debe ser la premisa de cualquier nueva política que el país genere, y además
incluir la participación de especialistas y expertos reales del área,
ya que la misma Dirección de Cambio Climático (DCC) en su informe bienal se declaró
a si misma que cuenta con pocos técnicos
calificados en materia de cambio climático, y nuevamente en el Informe bienal se
puede ver que la explicación de la Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC)
de Paraguay está incluida en el capítulo “Políticas y
Acciones de Mitigación de Gases de Efecto Invernadero”, o sea quiere
decir que ellos entienden que las NDC únicamente se trata de mitigación y reducción
de emisiones y dejan en un plano secundario la adaptación .
Con todo esto queda
demostrado que la creación de nuevas políticas de materia de cambio climático y
la actualización de las líneas de las Contribuciones
Nacionales Determinadas (NDC), podría carecer de una
contabilidad real de emisiones y se basa únicamente en cuantificación de emisiones,
pero no usan las fórmulas de absorciones o sea para la Dirección de Cambio
Climático (DCC) la fotosíntesis solo existe en ciertos plantas y árboles.
La
fotosíntesis es un proceso neurálgico para la vida en la tierra. Gracias a la
luz, las plantas capturan dióxido de carbono (CO2) y expulsan oxígeno durante
el día
No se pueden aceptar
nuevas políticas que se basen en cálculos parciales, y peor aún, comprometer a
largo plazo a ciertos sectores que hasta el día de hoy ni siquiera fueron
consultados, ni informados de los procesos que lidera la SEAM hoy MADES a
través de la Dirección de Cambio Climático (CC). Como es posible que en
plena época de tantas tecnologías digitales no se tenga toda la información disponible
online, sobre las acciones y las políticas que se están construyendo.
Se debería exigir
que las nuevas Contribuciones
Nacionales Determinadas (NDC) o contribuciones nacionales que está
preparando el país, y en donde el Acuerdo de Paris ya les da el “rotulo” de
compromisos, siendo que inicialmente eran “contribuciones”, es por esta razón
que se necesita de transparencia y participación real, y esto es probable que
únicamente se dé si congreso nacional y el poder ejecutivo trabajan juntos.
Donde los mismos generen una mesa de expertos y técnicos que puedan discutir
las implicancias de estos nuevos compromisos y dejar bien en claro que para el
Paraguay la prioridad desde todo punto de vista es la adaptación al cambio climático,
y que la mitigación está vinculada a medidas de eficiencia en ciertos sectores
y transferencia de fondos y tecnologías que puedan proveer la cooperación
internacional.
Finalmente es
bueno afirmar severa y taxativamente que Paraguay
es libre y soberano de construir y presentar el informe que mejor se ajuste a
su realidad y como país en vías de desarrollo debemos exigir ante la convención
de cambio climático, que sea reconocido el esfuerzo de mitigación que estamos
realizando desde hace varias décadas y que no nos quieran imponer nuevas
medidas como producto de un cambio climático que claramente la ciencia lo dice
que es resultado de las malas políticas de los países que hoy son conocidos
como “desarrollados” e “industrializados”.
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