Ing. Agr.
(M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental de Unión de Gremios de
la Producción (UGP); como Ex ministro del Ambiente y Ex Ministro de Agricultura
y Ganadería de Paraguay, luego de haber revisado la documentación y el archivo
sobre las acciones de la Dirección de Planificación Estratégica (DPE) del MADES;
punto focal nacional del convenio de “Lucha Internacional contra la
Desertificación y la Sequía”, el cual nuevamente con ciertos proyectos de
cooperación y agencias internacionales interesadas desean imponer un “Mapa
de Degradación de Suelos en Paraguay” diseñado sin criterio técnico, científico
y poco socializado.
El hecho que se
hayan habilitados y desmontados legalmente en el marco de una planificación de
uso de la tierra para la producción agrícola no significa que sean tierras con
suelos degradados la imagen ilustra una tierra con suelos agrícolas altamente
productivos
POR TANTO,
EXPONEMOS LO SIGUIENTE:
“La validación
institucional inventada por los proyectos de cooperación con representantes institucionales,
pero sin especialistas técnicos, es una validación incompleta e imperfecta”
A.- Introducción:
1.- En
1996 Paraguay aprobó por Ley N.º 970 la Convención de las Naciones Unidas de
Lucha contra la Desertificación, en los países afectados por la sequía grave o desertificación.
Siendo el mismo aprobado por Ley en ese momento porque se ajustaba a las
circunstancias nacionales del país.
2.- Tal
como en la Convención de Cambio Climático o de Biodiversidad, donde en los
últimos años se está desvirtuando lo que se promueven como objetivos centrales
de estas. Se están creando nuevas líneas de acción o pensamiento por las
autoridades de las convenciones que casi hasta son contrarias de la propia convención
que lo sustenta.
3.- Este
es el caso de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación y Sequia, que fue creada con el fin de proteger y ayudar a los países
para que no sufran este fenómeno natural o antrópico. Pero que en los últimos años
las autoridades de la convención están pidiendo informes y reportes con
compromisos que los países deben asumir.
4.- Como
si no bastase con las famosas Neutralidad en la Degradación de Tierras (NDT) de
Cambio Climático, ahora han creado el Informe NDT (Neutralidad de la Tierra) para
la Convención de Desertificación. Donde los países deben reportar un
informe con obligaciones que asumen para revertir la desertificación o sequía.
5.- Es
más, para el reporte de Neutralidad en la Degradación de Tierras (NDT) la
propia convención formula una metodología estándar lo cual es íntegramente
realizada a través de imágenes satelitales y sin comprobación en terreno. Y con
eso pretenden definir si un suelo esta degradado.
6.- Curiosamente,
uno de sus indicadores para indicar Degradación, es que si el Suelo tuvo Cambio
de Uso de Tierra o que un cultivo use defensivos agrícolas o fertilizantes.
Directamente ya lo definen por adelantado que una zona agrícola o una zona
ganadera es igual a un suelo degradado.
7.- Tal
como otros proyectos e informes, realizar este tipo de documento con
metodologías no ajustadas a la realidad y circunstancias nacionales de Paraguay
termina más bien siendo un problema en vez de ser una solución a cómo combatir
la degradación.
B.- EXPOSICIÓN:
1.- La
propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) define a la Degradación como “el conjunto de procesos que
reducen la capacidad actual y potencial de la tierra para producir
(cuantitativa o cualitativamente) bienes y servicios.
2.- Hace
algunos años la Convención de Desertificación crea el marco para la Neutralidad en la Degradación de Tierras (NDT) que los
países deben presentar. Sus indicadores fueron fijados no en virtud a las
definiciones internacionales sino modificadas para indiciar lo que ellos ya
querían que se indique.
3.- Si
bien la idea de realizar un reporte o informe país y denominarlo Neutralidad en
la Degradación de Tierras (NDT) no es malo en principio, el problema es que el
objetivo del mismo es visibilizar al país como un país que no cumple con los
preceptos de la convención y que debido al cambio de uso de la tierra el país
reporta grandes superficies de tierras degradadas o desertificadas.
4.- Curiosamente
el informe tiene financiamiento, pero la implementación de soluciones para
revertir la degradación que ellos mismos señalan, para eso no existe fondos.
Por tanto, lo único que se logra al realizar este tipo de informes o mapas es
exponer a los países con ciertas cualidades a fin de clasificar a los mismos en
una forma que vincule el cambio de uso de la tierra con la degradación del
suelo y así nuevamente teorizar que el Cambio de Uso de la Tierra en Paraguay
debe frenarse inmediatamente con lo cual enmascaradamente quieren imponer una
Ley de Deforestación Cero en todo el país.
5.- Hablan
de mapear lugares con degradación, pero sus metodologías ya los definieron
completamente, por tanto, este sistema de “validación” es una simulación
aparente. Mas que nada a fin de que se termine aceptando lo que unos burócratas
del extranjero ya han definido como zonas degradadas.
6.- La
misma circunstancia se da en el inventario de gases de efecto invernadero,
donde con una metodología poco practica para la realidad del país se pretende
construir un nivel de emisiones pero que tienen altísimos niveles de
desconfianza.
7.- Este
es el problema de las metodologías internacionales preindicadas por
“especialistas mundiales” que de antemano ya definen lo que es malo o bueno, o lo
que los países que hacen bien o mal. Esto se tiene en nivel de emisiones,
degradación, cambio de uso, etc. por tanto ya es evidente como usan las
convenciones ambientales para fijar indicadores y barreras al comercio
internacional.
8.- Por
tanto, no esperemos que un sistema que está fabricado para decir que somos un
país con malos indicadores, no esperemos un resultado positivo usando esa
metodología. A esto sumémosle que, si los números que se ingresan en una
metodología están mal obtenidos, por supuesto que los resultados que salen
también saldrán mal.
9.- Hasta
el momento luego de años de inventarios de gases de efecto invernadero y/o
mapas de degradación publicados, vemos que ambos poseen altísimos niveles de
incertidumbre, dado que sus métodos y definiciones no ajustados a las
circunstancias locales y hace años que venimos advirtiendo que mejoren sus
metodologías.
10.- Por
tanto, los informes nacionales que se preparan para las convenciones se vuelven
en informes nacionales que especulan los resultados y que no proveen información
con una calidad transparente y excelente.
11.- Todos
los profesionales del ámbito que utilizamos los datos oficiales gubernamentales
a veces caemos en el error de catalogarlos como incuestionables. Pero escuchar
a un ministro hablar de las debilidades, necesidades y falta de capacidades que
tienen para generar la información por lo menos nos deberían hacer dudar si lo
publicado es de una confianza aceptable para volverse información oficial.
12.- Los
inventarios de gases de efecto invernadero o mapas de degradación que se
presentan con tan alto nivel de incertidumbre o errores, ponen en tela de
juicio la credibilidad a esa misma información publicada.
13.- Y,
por otro lado, la discrepancia casi continua entre las propias instituciones
gubernamentales que usando distintas metodologías muchas veces publican la
misma información. Esto proyecta una circunstancia de poco diálogo y relacionamiento
interinstitucional.
14.- No
se entiende como agencias de cooperación y con apoyo gubernamental puedan usar
definiciones y conceptos no basados en la ciencia. Por tanto, no podemos tener
un mapa de Degradación de Paraguay basados en conceptos no científicos ni
técnicos y menos aún aprobados por representantes institucionales que
desconocen las definiciones prácticas de lo que es el suelo, la tierra, la
desertificación o la degradación.
C.- CONCLUSIONES:
1.- La
Dirección de Planificación Estratégica (DPE) del MADES en cumplimiento de su
mandato legal del Artículo N°21[1] de la Ley N°1561/2000, debería
conformar un equipo de especialistas que trabajan en el tema para tener la
opinión de profesionales especializados para poder publicar datos e
informaciones que luego lo presentan como oficiales.
2.- Científicamente
está demostrado que una Superficie que tuvo un cambio de uso de la tierra para
luego volverse de uso agrícola o ganadero, claramente no es una tierra
degradada ya que sigue brindando bienes y servicios como lo define la propia Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Por
ello no entendemos como un proyecto puede redefinir lo que científicamente estuvo
siempre aceptado.
3.- Advertimos
de manera anticipada que la metodología de este nuevo mapa que están creando
culminará en arrojar algún dato negativo del país y que seguramente será la
base para más fondos para las agencias de cooperación, ya que nada aportan al
país y tampoco están interesados en mejorar lo que ellos mismos dicen que está
funcionando mal.
4.- La
prioridad de Paraguay es seguir produciendo alimentos para el mundo, asegurar nuestra
seguridad alimentaria y nuestro desarrollo sostenible. Así mismo, se debería
cumplir lo que se aprueba por Ley y no a decisiones de COP que no tienen
vinculo legal ni genera compromisos al país.
5.- No
podemos aceptar metodologías foráneas carente de cuestiones científicas
básicas. Que la COP de una convención lo haya decidido así, no lo convierte en
el fundamento razonable para adoptarlo ya que en las COP participan
representantes de los gobiernos y no los técnicos y científicos especialistas
en dichos temas.
6.- Los
gremios de producción no deberían más participar en ningún proceso de
validación de ninguna convención o proyecto si es que este no está ajustado a
la realidad de Paraguay. No se puede acompañar ni participar de ninguna reunión
para validar más ningún tipo de mapa o producto, mientras no se conforme un
equipo técnico científico que tenga el conocimiento y la preparación para
diseñar este tipo de información nacional.
7.- Si
esto punto anterior no se cumple, no se debería aceptar ni reconocer ningún
mapa o documento publicado.
[1] La Dirección de Planificación Estratégica tendrá como funciones: formular, coordinar y supervisar la política nacional ambiental, en articulación directa con el Consejo. Estarán bajo esta dirección las unidades ejecutoras de los programas de financiamiento y de cooperación técnica internacionales actuales y futuras a ser firmados por la Secretaría hoy MADES.
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