3 dic 2020

CAMBIO CLIMATICO Y EL SECTOR PRODUCTIVO – AGRO-RURAL DEL PARAGUAY - 2020

El Convenio Marco de Cambio Climático se originan el 9 mayo en 1992; cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acepta al Cambio Climático como problema global mundial. En tanto Paraguay en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992 firma el convenio y ratifica por “Ley N°251/93 Que Aprueba el Convenio sobre Cambio Climático en el Paraguay”.

Este Convenio de Cambio Climático firmado de origen en New York el 9 de mayo de 1992, también autorizó la aprobación de “enmiendas” o “protocolos”, sobre los nuevos descubrimientos científicos, firmándose protocolos, siendo el más destacado el Protocolo de Kioto de 1997, donde se han determinado nuevas obligaciones, entre otras, la de limitar las emisiones conjuntas de 6 (seis) gases de efecto invernadero (GEI) en un 5,2% para el conjunto de países industrializados durante el periodo 2008 – 2012.

En Paraguay por la Ley N°1447/1999 se aprueba este primer Protocolo denominado de Kyoto de la Convención Marco sobre Cambio Climático, está ratificación paraguaya de los dos tratados internacionales mencionados, dio lugar al desarrollo de las leyes como la Ley N°251/93 y la Ley N°1447/99, operativizando por medio del Decreto N°14.943 del 9 de octubre del año 2001 por el cual se implementó el “Programa Nacional de Cambio Climático (PNCC)” en el Paraguay.

Entre otros de los avances relevantes esta la promulgación y vigencia de la Ley N°5681/2016, por la cual se aprueba el “Acuerdo de París sobre el Cambio Climático”, aprobado en París el 12 de diciembre de 2015 en la 21° Conferencia de las Partes (COP21), y firmado por la República del Paraguay el 22 de abril del 2016 en la cumbre de jefes y Jefas de Estado en las Naciones Unidas con sede en New York.

El tercer acuerdo firmado y ratificado por Paraguay en el Convenio Marco de Cambio Climático es actualmente la promulgación y vigencia de la Ley N°5875/2017 Nacional de Cambio Climático, cuyo objetivo es establecer el marco general normativo que permita planificar y responder, de manera urgente, adecuada, coordinada y sostenida, a los impactos del cambio climático. Ante el cumplimiento de este objetivo nuestro país creo: La Dirección Nacional de Cambio Climático: Instancia ejecutiva de la Política Nacional de Cambio Climático; y la Comisión Nacional de Cambio Climático (CNCC), esta comisión es un órgano colegiado de carácter interinstitucional e instancia deliberativa y consultiva de la Política Nacional de Cambio Climático.

Un tema relevante en los avances de Paraguay en el Convenio Marco de Cambio Climático es los documentos denominados como las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) de Paraguay que puede leerse claramente que; para el Paraguay la ADAPTACIÓN es una prioridad establecida en el Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2030, y que los sectores prioritarios identificados son: Recursos hídricos; Bosques; Producción agrícola y ganadera; Ordenamiento Territorial; Energía; Infraestructura; Salud y saneamiento; Gestión de riesgos y desastres naturales; y Sistemas de alerta temprana.

Así mismo y por lo que puede leerse de dicho Plan de las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) se acordó establecer un objetivo de hacer una contribución en MITIGACIÓN del 10% de reducción de emisiones con respecto al escenario estimado de emisiones que se proyectó de aumento al 2030, y un 10% de reducción de emisiones adicionales si es que la cooperación proveía un apoyo necesario para alcanzar dicha meta complementaria.

Antes este resumen de los compromisos, avances y responsabilidades de nuestro país y en particular del sector productivo agrícola, pecuario y forestal, resalta que en este proceso de Paraguay ante los compromisos y responsabilidades compartidas y diferenciadas, esto debido que Paraguay es un país en vía de desarrollo; por ello es llamativo fuertemente que las actuales publicaciones y conferencias liderada por la Dirección Nacional de Cambio Climático (DCC) dependiente del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) presentan en todo momento que los objetivos priorizados por sus planes, programas y proyectos ambientales y relacionados al Cambio Climático; donde proponen imperativamente y exclusivamente como metas la “MITIGACIÓN”, relegando a un segundo plano como metas de la ADAPTACIÓN, es más podemos aseverar que en algunos puntos o publicaciones, donde la ADAPTACIÓN ésta completamente relegada por los objetivos de reducción de emisiones vinculados a la mitigación”.

Es claro que este Convenio Marco Global se sustenta y tiene como “razón principal que es la subida de la temperatura es un proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, en particular, la combustión de cantidades cada vez mayor de petróleo, gasolina y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola y que el aumentado “gases de efecto invernadero (GEI)” en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso”.

Además que de acuerdo a la importancia de la Convención Marco “estos gases se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la tierra porque  impiden que parte del calor solar regrese al espacio y que por el cual el objetivo principal de este convenio es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”, es decir la estabilización de los GEI sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso”.

Existe u unos resultado publicados del PHd - Dr. Ernesto Viglizzio publicado en el 2015, como parte de un trabajo del Grupo de Países Productores del Sur (GSP), donde la Unión de Gremios de la Producción (UGP) de Paraguay es miembro activo; que describe como un resultado relevante que “Paraguay es un país calificado en desarrollo; cuyo crecimiento económico y desarrollo social depende en gran medida de su capital natural es sus recursos naturales y sus impactos en las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) de 0,02% a nivel global (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) y en particular en el CO2 (Dióxido de Carbono) a nivel global es de apenas 0,10%, es decir, sus efectos en el cambio climático son totalmente insignificante”.

               Fuente: Dr. Ernesto Viglizzio publicado en el 2015 – GPS

Antes estas apreciaciones y resultados de estudios científicos asociadas a interpretaciones técnicas y legales es aclaró que las unidades productivas actualmente en el sector agro-rural del país vienen aplicando medidas, prácticas y obras de uso y manejo racional de sus recursos naturales productivos, además dando cumplimiento a las leyes y normas ambientales y forestales vigentes; esta situación de los sistemas productivos permiten a este sector productivo convertir al Paraguay en un país denominado como SUMIDERO en el Cambio Climático, y que contribuyen más que nunca a la estabilización de los Gases Efecto Invernadero (GEI) en este escenario del combate al Cambio Climático.

Categóricamente las actuales autoridades del Estado paraguayo por medio de sus órganos ejecutivos y/o operativos del Convenio Marco de Cambio Climático y sus acuerdos suplementarios como los protocolos de Kyoto y París; la Dirección Nacional de Cambio Climático como instancia ejecutiva de la Política Nacional de Cambio Climático y la Comisión Nacional de Cambio Climático (CNCC); deberán considerar seriamente que las políticas de gestión a nivel nacional e internacional reconozcan fehacientemente que los sistemas de producción actuales en el sector agro-rural del Paraguay no son FUENTE de emisiones de gases efecto invernadero (GEI); entiéndase como FUENTE a cualquier proceso o actividad, la cual libere un gas de efecto invernadero (como puede CO2 y CH4) a la atmósfera, además aclarar que un reservorio de carbono puede ser una fuente de carbono a la atmósfera si la cantidad de carbono que fluye hacia él es menor respecto a la que sale de él.

En consideración de todo estos elementos es importante señalar que los sistemas de producción agropecuarios y de aprovechamiento forestal actualmente implementados en el sector agro-rural de Paraguay; se caracteriza por contribuir con la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) y asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada, además permitir el desarrollo económico orientando adecuadamente las políticas nacionales a fortalecer las prácticas óptimas y aportar innovaciones tecnológicas; pero como país en vía de desarrollo a la Convención del Cambio Climático.  

En este contexto nacional y global del Cambio Climático la Asesoría Agro-ambiental de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) se recomienda seriamente considerar que la política en Paraguay para el Cambio Climático se oriente directamente e indirectamente a la “ADAPTACIÓN al cambio climático y la de seguir contribuyendo con la SEGURIDAD ALIMENTARIA”, porque nuestros sistemas de producción agrícolas, pecuarios y forestales con estas buenas prácticas con convierten SUMIDERO de gases efecto invernadero (GEI) y no como FUENTES emisores de gases efecto invernadero (GEI), y además como país e desarrollo somos afectados por el cambio climático que generado por causas de las emisiones de gases efecto invernaderos (EGEI) de otros países desarrollados e industrializados como EEUU, China INDIA y otros que deberían si disminuir sus emisiones y no lo hacen”.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas