He tomado conocimiento sobre una “PROPUESTA DEL CONSEJO AGROPECUARIO DEL SUR (CAS) PARA LA CUMBRE DE LOS SISTEMAS ALIMENTARIO ORGANIZADO POR LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU) – SETIEMBRE DEL 2021”, que está fuertemente liderado por el Ministro de Agricultura y Ganadería (MAG) del Paraguay el Ing. Agr. Santiago Moisés Bertoni – Presidencia y Miembro Activo del Consejo Agropecuario del Sur (CAS); realmente sorprendente y brillante que deberían aquellos responsables de las Negociaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – COP26 (MADES, CANCILLERIA NACIONAL y la COMISIÓN DE CAMBIO CLIMÁTICO), “COPIAR” y tomar de modelo de gestión para poder posicionar al Paraguay en dicha NEGOCIACIONES con la mejor puesta en valor de sus proceso históricos de la políticas, institucionalidad, jurídicos, científicos y técnicos para con el sector productivo paraguayo.
A continuación, la Propuesta del
Consejo Agropecuario del Sur (CAS) para la Cumbre de los Sistemas Alimentario
Organizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Desarrollarse en
Setiembre del 2021:
CUMBRE SISTEMAS
ALIMENTARIOS.
INTRODUCCION
El
presente documento busca ser una guía para mejorar el desempeño del
hemisferio frente a los desafíos que impone el relato de “un sistema
único de alimentos” y una mirada eurocentrista tanto de los problemas del
sistema actual (diagnostico), como de las soluciones (transformación del sistema
actual por otro)
El
producto que se pretende obtener mediante la presente propuesta es tener
una participación más activa y alineada de los países de la región, que se
exprese en posicionamientos más activos y consistentes en la mejor defensa de
los intereses hemisféricos; partiendo desde la construcción del CAS como
ámbito de articulación primaria, como surgió de la experiencia con el documento
de “Principios y Valores” que fue el principal insumo y elemento movilizador de los 16 mensajes hemisféricos
que se trabajaron en el ámbito del IICA.
La
propuesta busca que, a partir de la experiencia del camino recorrido a la
Pre Cumbre y de lo sucedido durante la misma, podamos consolidar y
capitalizar una serie de lecciones aprendidas o conclusiones que sirvan
para entender mediante la descripción de fortalezas y amenazas un diagnóstico
correcto a la fecha sobre el desempeño actual de la región, y en función de
ellos trazar una nuevas líneas de acción estratégica hacia y durante la
Cumbre, que sirvan no solo en la construcción de los mensajes sino
en lograr mayor efectividad en los
resultados esperados mediante la
apropiación los países de la región de los mensajes trabajados y con una
participación mejor articulada en el ámbito del pleno de las Naciones Unidas
en el marco de la CUMBRE DE SISTEMAS ALIMENTARIOS.
1.- Lecciones aprendidas de
la Pre Cumbre. Fortalezas y amenazas.
Ø Bajo conocimiento e involucramiento de países claves
de los temas/implicancias que se están jugando en la Cumbre. En algunos casos,
las posiciones nacionales están lideradas por las Cancillerías y no siempre las
mismas cuentan con el conocimiento o con el sostén de las áreas de gobierno con
competencia en los temas.
Ø Proceso de discusión -impuesto por los organizadores de la Cumbre y
liderado por ONGs- es altamente complejo, arbitrario y difícil de seguir. El
rol de los países ha quedado relegado a un segundo plano.
Ø Sigue
sin haber claridad respecto a los
“resultados esperados” de la Cumbre. Con respecto a la Declaración, la
misma será realizada de forma aislada por el Secretario General y no ha sido
sometida a consenso / apoyo de los países. Con respecto a las Coaliciones, la
selección de las mismas se realiza de forma unilateral y se desconoce sus
alcances e implicancias.
Ø Legitimidades cuestionables de muchos actores
que se expresan en nombres de colectivos amplios y diversos (tales como pueblos
originarios, jóvenes, sociedad civil en general) sin haber sido seleccionados
en base a un criterio abierto, objetivo y transparente.
Ø La
narrativa predominante (instalada
por algunos países y ONGs) se basa en tomar a la agricultura como el principal
responsable del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, no tiene un
enfoque positivo sobre los aportes de dicho sector.
Ø Cuando
se expresan voces disonantes, las
mismas no son tenidas en cuenta.
Ø Bajo
sostén científico de las
discusiones.
Ø Siguen
tratando de imponerse conceptos que no
tienen sustento multilateral.
Ø Estos
elementos generan que muchos países no
se hayan involucrado activamente. En especial aquellos
países en desarrollo que por falta de recursos no han podido realizar un
seguimiento profundo de los debates. Esto plantea un contrasentido, ya que la
Cumbre quiere llevar respuestas a los países en desarrollo no han podido ser
protagonistas del diseño de mensajes
Ø Si
bien hubo trabajos previos de coordinación entre los países de las Américas (16
mensajes del IICA), se observó que los mensajes
pasados por algunos países no iban en la línea acordada.
Ø Más
allá de eso, la articulación entre los países del CAS fue muy positiva. Se vio un bloque homogéneo y con mucha
claridad al momento de pasar mensajes.
Ø Esto
abre una posibilidad para consolidar al
bloque como “líder” en las discusiones de cara a la Cumbre, a partir de una
mirada compartida de los desafíos y oportunidades que tenemos enfrente.
2.- El camino a la
Cumbre. Estrategia para articular con las Cancillerías y con otros países.
Ø La
Cumbre representa un escenario aún más complejo que la Pre Cumbre, dado que por
el entorno en el que se realiza, se espera un menor involucramiento directo de
los Ministerios de Agricultura y que la decisión política primer por sobre los
argumentos técnicos.
Ø Es
fundamental que los países del CAS y otros países con miradas afines,
fortalezcan su articulación interna con las Cancillerías y otros Ministerios y agencias que participen en la
Cumbre.
Ø La
articulación dentro del CAS y de forma más amplia, dentro del IICA, es
importante, pero no alcanza. La experiencia del encuentro con la Vicesecretaria
General de la ONU lo dejó en evidencia. Debemos sumar más países.
Ø Dado
el escaso tiempo disponible, es imperioso que este proceso de construcción se
realice de forma urgente y que se focalice en aquellos países que tengan mayor capacidad de incidencia en las
conversaciones.
-
AG5: EEUU, México y Canadá.
-
Oceanía: Australia y Nueva
Zelanda
-
Asia: India, China y Rusia.
-
África: Magreb (Argelia,
Egipto y Marruecos) + Kenia, Sudáfrica y Nigeria.
Ø Para
ello, Argentina ofrece organizar una actividad
híbrida en Buenos Aires, sumando Embajadores de estos países de forma
presencial, junto con autoridades de los Ministerios de Agricultura y
Cancillería de estos países desde sus capitales.
Ø El
objetivo del encuentro sería: (i)
generar conciencia de lo que se está jugando en la Cumbre, (ii) construir una
narrativa alternativa a la dominante, para lo cual se deberán coordinar
principales mensajes a ser transmitidos y (iii) detectar áreas de trabajo donde
podemos crear sinergias entre los países que tengamos miradas afines.
3.- Principales mensajes a
transmitir durante la Cumbre.
Ø Compartimos compromiso con la sostenibilidad y con la
Agenda 2030. A su vez, coincidimos en que estamos muy lejos de
dar cumplimiento a las metas establecidas y que debemos redoblar los esfuerzos,
con acciones concretas.
Ø No venimos a “bloquear” los
avances, todo lo contrario, queremos darle el mayor contenido e impacto a la
Cumbre, pero para ello, necesitamos que todas las voces sean escuchadas y
tenidas en cuenta, especialmente la de los Estados, que al final de la cuenta,
son los que adoptan las políticas públicas necesarias para el desarrollo sostenible.
Ø En
esta construcción es fundamental poner
en valor todos los aportes que la agricultura ha realizado y continúa
realizando por la sostenibilidad. No es un sistema fallido. No es parte del
problema, sino de la solución.
Ø Ello
no quiere decir que no haya nada por mejorar. Está claro que el proceso de
mejora es continuo. Lo que decimos es que no
se puede decir que hay que “transformar” la forma en que producimos y
consumimos alimentos como si todo estuviera mal y cómo si hubiera una sola
forma de hacerlo bien. No compartimos ninguno de estos 2 conceptos.
-
no hay “un”
sistema alimentario. Hay múltiples sistemas, incluso dentro de cada país. Algunos han avanzado más hacia un sistema
sostenible, otros aún están en etapas preliminares, pero no podemos tratarlos
de la misma manera. En este contexto, los países de la región hace muchos años
que venimos implementando medidas que potenciaron la sostenibilidad de nuestra
producción: siembra directa, biotecnología, rotación de cultivos, cultivos de
cobertura, mejora en pasturas y genética bovina, reducción de pérdida y
desperdicio de alimentos, orgánicos, agroecología, etc.
-
No hay un único modelo al que todos debemos converger.
Cada país es soberano de definir su modelo productivo en base a sus
características, necesidades y realidades. Además, se piden transiciones, pero
nadie menciona cómo se financiarán.
Ø Es por ello que cualquier camino
que sugiera, debe ser suficientemente
amplio o general como para receptar las diferencias en los sistemas
productivos de los países. Es importante que los resultados reflejen
la mirada amplia y plural respecto a la agricultura, respetando las
particularidades locales y no se busque imponer una visión “única” de la
agricultura.
Ø Por
otra parte, cualquier ajuste o transición que se tenga que realizar en los
sistemas nacionales, debe ir de la mano de los postulados acordados en el CAS, es decir:
-
Que se respete el equilibrio entre los pilares
económico, social y ambiental.
-
Que no afecte la producción de alimentos.
-
Que cualquier transición sea justa y no deje a nadie
atrás.
-
Que los aportes deben ir de la mano de las
responsabilidades históricas.
-
Que se debe reconocer los aportes ecosistémicos que
realizan nuestros productores.
-
Género y pueblos originarios contribuyen a la
sostenibilidad de los sistemas alimentarios.
-
Hay que fortalecer la cooperación internacional y
eliminar distorsiones en el comercio internacional.
Ø Si
la declaración del Secretario General no será negociada, la misma no puede ser obligatoria ni sujeta a
adhesiones o endosos.
Ø Con
respecto a las Coaliciones, no puede
solicitarse a los países que adhieran a las mismas si no tenemos claro: el rol
de los Estados, cómo se implementarán, cómo se financiarán, qué objetivos
tendrán, etc.
Ø Debe
respetarse el lenguaje acordado
multilateralmente.
Ø Las
medidas e iniciativas que se promuevan deben basarse en ciencia.
Ø No
compartimos las acusaciones que se están realizando sobre el sector de la producción de proteínas animales.
Existe una prolífica evidencia científica que acredita la sostenibilidad de
nuestros sistemas productivos y de sus aportes a la seguridad alimentaria.
Ø No deben crearse
nuevas estructuras en el sistema de
las Naciones Unidas ni reformar el Comité de Seguridad Alimentaria. Para
generar eficiencia hay que evitar solapamientos y mayor burocracia.
Ø La propuesta de nuevas métricas
o medidas de evaluación de los sistemas alimentarios es una temática que
debe ser discutida entre los miembros en los espacios técnicos adecuados que
brinda el paraguas de las Naciones Unidas.
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