EL PROBLEMA DE LA TIERRA

Problemática Territorial y la Convulsión Social en el Sector Agro-Rural:

Las ocupaciones e invasiones de propiedades fiscales y privadas han sido un factor importante en las últimas décadas en el sistema de distribución de tierras en el sector Agro-Rural de nuestro país, es decir, se constituyeron el primer paso para la creación de asentamientos formales por parte del Instituto de Bienestar Rural (IBR) hoy INDERT. La inequidad estructural socioeconómica se caracteriza por el sistema productivo debido a las consecuentes ocupaciones del territorio y al fomento de la irracional explotación forestal, deforestación y habilitación de tierras para agricultura y ganadería, resultando en el sector rural una ocupación minifundiaria y empresarial.

Los productores legales y legítimamente competitivos reconocen que la utilización de tierras con recursos naturales (bosques, aguas, suelos), está sujeta actualmente a estrictas normas técnicas que favorecen el manejo y uso racional de los mismos, pero el incumplimiento es tan grave con serios riesgos penales para sus propietarios, pero cuando las tierras sufren invasiones los “invasores de tierras” no tienen ninguna responsabilidad sobre sus actos, sobre la propiedad privada y, mucho menos, sobre la sustentabilidad de los recursos naturales que contienen esas tierras.

Es urgente necesidad que el actual Gobierno establezca y desarrolle espacios de debate e instaure señales claras de eficaces políticas agrícolas en el sector Agro-Rural, donde el acceso a la tierra, la educación y capacitación por medio de la extensión agropecuaria, deberían constituirse en la piedra angular del desarrollo Agro-Rural sostenible, contribuyendo de esta manera en forma sostenida a la solución permanente de los conflictos sociales y aumentar la producción y la productividad.

Consideramos que estas señales claras de debate deberán asegurar la participación de todos los verdaderos actores que viven y trabajan en el sector, liderado por los responsables de arbitrar imparcialmente el respeto a la Constitución y las Leyes, buscando afanosamente un clima de estabilidad política, que permitiría crear una mayor vinculación entre sectores empresariales y campesinos, siendo una alianza estratégica que contribuiría a la mitigación de la pobreza y la reducción de los conflictos, cada vez más radicalizadas por la inequidad económica, social y ambiental creciente en el área Agro-Rural del Paraguay.