19 dic 2013

ABC DIARIO

19 de Diciembre de 2013

| INFRACTORES TENDRÍAN PROTECCIÓN

Imparable e impune depredación de la reserva San Rafael

Los depredadores de la reserva para parque nacional San Rafael tendrían la complicidad de efectivos policiales y son alentados por jueces benevolentes de la zona de Caazapá e Itapúa. La presencia del fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, en el área protegida en noviembre pasado no generó el efecto deseado en el combate al rollotráfico y el delito continúa imparable. Fiscalizadores de la Secretaría del Ambiente (Seam) comprobaron la práctica permanente de la actividad delictiva y la madera extraída de la zona estaría siendo vendida en Caazapá, Caaguazú y Guairá.
Rollos de madera preparados para su extracción. / ABC Color
SAN JUAN NEPOMUCENO (Antonio Caballero, corresponsal). Fiscalizadores de la Secretaría del Ambiente (Seam) hicieron una verificación el viernes 13 de diciembre en el área para parque nacional San Rafael y comprobaron que el atentado contra el medio ambiente sigue “viento en popa”. Los depredadores desmontan bosques para habilitar área para cultivo agrícola y además conseguir materiales para construcciones civiles (tirantes y vigas).
La actividad delictiva continúa sin pausa, pese a la promesa del fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, de mejorar la lucha contra los depredadores. El mismo Díaz Verón, mediante un operativo por tierra y por aire, pudo comprobar la destrucción de la reserva natural, tanto en el departamento de Caazapá como en Itapúa.
Mientras tanto, sigue la impunidad
Los funcionarios de la Seam comprobaron un desmonte de más de 20 hectáreas en una propiedad de la Estancia Ka’aguy Rory, propiedad de David Hildebrand, ubicada en el distrito de Alto Vera, departamento de Itapúa. En el inmueble desarrollan un proyecto ganadero de gran magnitud sin contar con licencia ambiental.
Un reciente allanamiento realizado por la fiscala de medioambiente del departamento de Itapúa, Raquel Bordón, en la Agroganadera San Felipe, perteneciente a Antonio Ibarra Llano, ubicada en el distrito de Alto Vera (Itapúa), permitió confirmar un desmonte de 250 hectáreas. En el área se proyecta cultivar rubros agrícolas, según los datos.
Fueron encontradas planchadas de unos 80 rollos de madera de diferentes especies nativas, como lapacho, yvyraro, cancharana y timbó.
Semanas atrás descubrieron la existencia de más de 150 rollos de madera de especies nativas que fueron procesados para que parezcan lampiños (madera seca), mediante fuego y otras maniobras.
La mayoría de los rollos extraídos son comercializados en los departamentos de Caazapá (especialmente San Juan Nepomuceno), Guairá y Caaguazú. Los investigadores presumen que los troncos gigantes que son extraídos de San Rafael, además de ser comercializados en la ciudad de Caaguazú o San Juan Nepomuceno, se estarían vendiendo en un aserradero clandestino de la ciudad de Villarrica, que sería propiedad de Max Friedmann.
Dicho aserradero fue fiscalizado por Roberto Arias y Raúl Alonso, de la Seam, quienes encontraron depositados en el sitio unos 400 rollos de madera de lapacho, yvyraro, curupay, entre otros.
El encargado del establecimiento, Javier Bellenzier, presentó guías de traslado de madera de Santa Rosa del Aguaray, San Pedro y San Juan Bautista, Misiones. Sin embargo, hay fuertes sospechas de que los rollos provienen del área de reserva para parque nacional San Rafael.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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