1 dic 2013

CULTIVO DE MAIZ RUBRO ESTRATEGICO EN EL PARAGUAY



Perspectivas Internacionales de la Producción Agrícola en la Seguridad Alimentaria a Nivel Global
 
Para analizar la perspectivas de la producción de maíz en el Paraguay es necesario revisar la demanda y oferta en importancia y perspectiva a nivel global del mismo, en este tenor un informe publicado por La Organización de las Naciones Unidas Para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que describe una “Guía para los Responsables de las Políticas de Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola en Pequeña Escala”, donde se señala que los productores a nivel global enfrentan una serie de desafíos interrelacionados sin precedentes, así también una mayor competencia por los recursos naturales productivos estratégicos de la tierra y el agua, asociados al incremento de los precios del combustible y los fertilizantes y las secuelas del cambio climático. 

Esta situación o escenario global que se plantea en el sector agrícola como nuevo modelo de la agricultura, para nuestro país que su crecimiento económico y desarrollo social actualmente depende en gran medida de la producción agrícola y sus derivados de alguna manera se de imponer más que nunca el concepto de la “Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola” que se resume con la expresión “AHORRAR PARA CRECER”, que consiste en una agricultura productiva que conserva y mejora los recursos naturales productivos estratégicos.

Otro desafío global que se impone y desciende a nivel nacional sobre la agricultura es que sistemas actuales de producción y distribución de alimentos actualmente no están consiguiendo alimentar de forma sustentable a la población mundial. Este documento de la FAO señala que en el 2010 existía 925 millones total de personas sub-nutridas, cifra mayor que la existente hace 40 años, en tanto que globalmente la prevalencia de la sub-nutrición asciende al 16%, cerca del 75% de las personas más gravemente afectadas viven en zonas rurales de países en desarrollo como Paraguay.

Datos estadísticos proyectan categóricamente que en los próximos 40 años la seguridad alimentaria global se verá amenazada por diversos acontecimientos, debido a que se prevé que la población de la tierra crecerá de aproximadamente en 6.900 Millones de habitantes en 2010 y a unos 9.200 Millones en 2050 y que casi todo este aumento se producirá en las regiones menos desarrolladas, además se predicen que las tasas de crecimiento más elevadas se registrarán en los países en vías de desarrollo o menos adelantados, donde se incluye al Paraguay, para entonces, un 70% de la población mundial será urbana, en comparación con el 50% en la actualidad.

Entrando a valorar la demanda de cereales como base de la seguridad alimentaria para el año 2020, se estima que los países industrializados o más desarrollados podrían demandar y consumir aproximadamente unos 150 kg per cápita anuales de maíz en forma de etanol como biocombustible, cifra similar a los índices de consumo de cereales en los países denominados en vía de desarrollo, considerando al grano de maíz un rubro estratégico en la demanda mundial y sustento de la seguridad alimentaria, se observa que mundialmente se verá afectada no solo la oferta de maíz demanda para su consumo alimentario sino además para la producción de biocombustibles.   

Este nuevo escenario de la demanda y oferta de alimentos y en particular del grano de maíz, los cambios para con este rubro están motivando la necesidad de aumentar notablemente su producción y productividad así como de todos los principales cultivos que sustenta actualmente la alimentación de las personas y los animales a nivel global, en este mismo contexto las proyecciones de la FAO “sugieren que hasta 2050 la producción agrícola deberá aumentar un 70% mundialmente —y cerca del 100% en los países en desarrollo— solamente para satisfacer las necesidades alimentarias, excluyendo la demanda adicional de productos agrícolas como materia prima para la producción de biocombustibles”, con estas proyecciones se puede rápidamente hacer un cálculo aseverando que dicha cifra equivale a una producción anual de 1.000 Millones de Toneladas adicionales de granos (como maíz y sorgo) y cereales (como el arroz y el trigo) como y 200 Millones de Toneladas adicionales de carne (como vacuna, aviar y porcina) para 2050 en comparación con la producción registrada entre 2005 y 2007.

Centrando nuestro análisis para con la perspectivas de los granos y en particular en el cultivo de maíz a nivel global, es importante señalar que entre 2015 y 2030 aproximadamente será necesario un 80% de incremento de la producción de alimentos, se deberá inevitablemente que proceder en la Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola en forma de aumento del rendimiento y la intensidad de los cultivos, no obstante, el índice de incremento del rendimiento a nivel global de los principales cultivos alimenticios como el arroz, el trigo y el maíz que actualmente están en disminución su rendimientos promedios. Los datos obtenidos muestran que el incremento anual del rendimiento del trigo descendió desde un 5% anual en 1980 hasta el 2% en 2005, mientras que el incremento de los rendimientos del cultivo de arroz y el maíz se redujo desde más del 3% hasta cerca del 1% en el mismo período (1980 a 2005).

Un elemento clave a observar es el repunte de los precios de los alimentos desde el 2008, cuyo incrementos llegaron hasta valores récord hasta los comienzos del 2011, esta situación no hacen presagiar mayores y más frecuentes amenazas para con la seguridad alimentaria global. El informe del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) estima que para el período comprendido entre 2010 y 2050 se registrará un incremento de los precios reales del 59% en el caso del trigo, del 78% en el caso del arroz y del 106% en el caso del maíz, pues en este estudio se concluyó que el incremento de los precios es reflejo de la presión subyacente continuada a la que está sometido el sistema alimentario mundial, y que está motivado por el incremento de la población y los ingresos y por la productividad reducida.

Ante la situación planteada sobre la seguridad alimentaria a nivel global según proyecciones del Consejo Internacional de Cereales, la producción mundial de los cereales y granos aumentará 3,6% en el 2012 y llegaría a unos 1.816 Millones de Toneladas, además estimo una producción de 64 Millones de Toneladas mayor a la del 2011 año en que alcanzó 1.752 Millones de Toneladas. Este mismo informe calculo que el aumento interanual se debería en gran medida a una recuperación notable de la producción en Rusia, Ucrania y Kazajstán, pues estimaron una producción de 683 Millones de Toneladas de trigo, con un crecimiento del 4,5% con relación al 2011 y un volumen de 853 Millones de Toneladas de maíz, con un incremento interanual de 3,2%, para con el cultivo del arroz, se proyecta una producción mundial de 459 Millones de Toneladas, superando 1,7% el volumen logrado el año pasado.

El mismo informe del Consejo Internacional de Cereales (CIC) había determinado que habrá un crecimiento de 4,5% en el comercio mundial de los cereales y alcanzaría el nivel de 254 Millones de Toneladas en el 2012 contra las 243 Millones del Toneladas del 2011, pues estimaron un aumento de 11 Millones de Toneladas como un nuevo récord, pero además analizo su relación al consumo también aumentará y llegará a 1.826 Millones de Toneladas, experimentando un crecimiento del 2,2%, de acuerdo a las estimaciones de la entidad internacional, además destaco que en el 2011el crecimiento sería más lento que el consumo industrial, que podría incrementarse en solo 1,7%, para situarse en 303 Millones de Toneladas del 2012. Un elemento clave es el consumo de granos para la producción de etanol para combustibles, pues anuncia que se registraría un crecimiento vertiginoso durante la última década, manteniéndose en torno a los 147 Millones de Toneladas para el 2011, suponiendo un ligero descenso del consumo de maíz.

Publicaciones de marzo del 2013 del CIC que el índice de Cereales y Oleaginosas ha perdido un 4% desde el mes pasado, encabezado por el descenso de la soja en un 6% debido al tiempo generalmente favorable en Sudamérica, a las perspectivas bajistas para la producción en Estados Unidos, y a la falta de demanda de exportación. Tampoco ha prestado apoyo la situación macroeconómica, al reanudarse la preocupación por las perspectivas para el crecimiento mundial y por la fuerza del dólar estadounidense.

Los precios del maíz se han resistido a esta tendencia, registrando el subíndice del GOI una subida modesta del 1%, pese a una evolución subyacente más bien dispar. En el caso tanto del maíz como de la soja, la expectativa de un aumento de la oferta en 2013/14 ha provocado una diferencia notable de los futuros entre la cosecha antigua y la nueva. Las dificultades logísticas en Sudamérica han aumentado la demanda de las escasas reservas en otros países, entre los que destaca Estados Unidos. Durante los próximos meses, se prevé que la oferta de la nueva  cosecha en el hemisferio sur alivie la presión sobre la reducida disponibilidad en Estados Unidos, con una marcada desviación estacional de la demanda. Cabe esperar un aumento de la producción de maíz en 2013/14, y la previsión se ha incrementado en un 9%.

Mientras que los precios en Argentina retrocedieron ante la presión estacional, en Estados Unidos y la región del Mar Negro se mantuvieron firmes, apoyados por la reducida oferta inmediata; el subíndice de maíz del índice de cereales y oleaginosas  del CIC ganó un 1% a lo largo del mes. Pese a la cosecha abundante en China y a la producción récord prevista en Brasil y Argentina, se espera que la producción mundial disminuya en un 35% en 2012/13, debido a la sequía en Estados Unidos y algunas zonas de la UE. No obstante, y suponiendo unas condiciones atmosféricas normales, se prevé que la producción crezca de forma notable en 2013/14; la cosecha de Estados Unidos podría registrar un aumento interanual de hasta un 30%. Gracias en gran medida al fuerte aumento en Estados Unidos, se espera que las existencias de los exportadores se eleven en 2013/14 a su cota más alta en ocho años, tras alcanzar en 2012/13 su nivel más bajo en 16 años.

El Consejo Internacional de Cereales al finales del 2011 estimo para finales del 2012 que producción mundial de cereales crecerá 3,6%, donde se esperan también un aumento del 4,5% del comercio y 2,2% de la demanda y el consumo industrial tendrá un incremento leve del 1,7%

Este nuevo escenario y desafío de la agricultura para la provisión de alimentos para contribuir con la seguridad alimentaria mundial, como un país en desarrollo Paraguay según datos de la FAO formulado por Investor Economía podemos interpretar que se puede crecer aun unos 81,8% de tierras potencialmente adecuadas para la producción agrícola. Para justificar el potencial del crecimiento de la agricultura en el Paraguay, debemos señalar que nuestro país posee dos grandes regiones fisiográficas bien diferenciadas, la Región Occidental o Chaco, constituida por una inmensa planicie sedimentaria de origen aluvial, que representa el 60% del territorio y contiene tan sólo el 3% de su población; y la Región Oriental, que es donde tienen lugar la mayor parte de las actividades económicas del país, incluyendo la agropecuaria y las extracciones forestales, ocupa el 40% del territorio nacional y alberga el 97% de la población, donde actualmente la agricultura paraguaya se desarrolla en un 97% en la Región Oriental del país, donde los Estudio de Suelos, Capacidad de la Tierra y una Propuesta de Ordenamiento Territorial para la Región Oriental del Paraguay (MAG/BM/1995), formulado y publicado indican que según las características físicas, químicas y biológicas naturales, los mejores suelos de la Región Oriental para uso agrícola son los Alfisoles y Ultisoles, estos ocupan el 68% del territorio (10.795.413 Has).

Un estudio del INBIO sobre el uso actual de la tierra publicado en el 2010 indica que en la Región Oriental la tierras destinadas al uso agrícola ocupaban unas 4.927.667 Has sobre los suelos Ultisoles y Alfisoles, quedando en ese momento aun disponibles potencialmente para uso agrícola unas 5.867.746 Has para avanzar con a frontera geográfica agrícola de la Región Oriental del Paraguay.

Analizando la Capacidad Natural Productivas de las Tierras existen 8.706.657 Has son aptos para uso agrícola, donde los las Tierras de Clase I son los suelos no posee ninguna o pocas limitaciones que restringen su uso agrícola. En tanto que las Tierras de Clase II poseen suelos que tienen moderadas limitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos, o que requieren prácticas moderadas de conservación al cultivarlos.

La Tierra de Clase III poseen suelos con severas limitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos, que requieren prácticas especiales de conservación al cultivarlos, o ambos. Las Tierras de Clase IV poseen suelos que tienen muy severas limitaciones que reducen la posibilidad de elección de cultivos o requieren un manejo muy cuidadoso, o ambos a la vez.

Los de Clase V, poseen suelos que no tienden a erosionarse, pero tienen otras limitaciones, muy difíciles de eliminar, que limitan su uso. Clase VI, es cuando los suelos tienen severas limitaciones que los hacen generalmente inadecuados para cultivos. Los de Clase VII son Tierras con suelos que tienen muy severas limitaciones que los hacen totalmente impropios para cultivos. Clase VIII, son suelos y áreas misceláneas tienen limitaciones que prácticamente impiden su uso para producción comercial.

Estos estudios técnicos demuestran que la Capacidad Productiva Natural de las Tierras en la Región Oriental del Paraguay existe unas 8.706.657 Has con capacidad natural para uso agrícola y teniendo en cuenta que actualmente unas 4.927.667 Has son de uso agrícola existe un potencial de crecimiento agrícola aun de 3.788.990 Has confirmando que se llego a la frontera geográfica y aun falta para alcanzar la frontera productiva del sector agro-rural en la Región Oriental del Paraguay. 

En relación a la Región Occidental estudios realizados y publicados en el 2010 por técnicos de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) sobre el Uso Actual y Cobertura de la Tierra, demuestran que esta región posee bosques xerófitos y de quebracho que ocupan unas 12.044.073 Has, coberturas de matorrales y cerrados en unas 973.529 Has, y unas 2.964.043 Has de parques nacionales, reservas naturales y comunidades indígenas.

Los bosques continuos totalizan 12.643.989,09 Has, los que asociados  a las Áreas Silvestres Protegidas y a Comunidades Indígenas alcanzan  una superficie boscosa continua de 15.613.140,84 Has, correspondiendo al 65,05% de la superficie chaqueña.

Existen unas 4.548.806,91 Has de praderas naturales y sabanas arboladas (18,95% del territorio chaqueño), vegetación natural que se debe contabilizar como recurso importante y original del ecosistema del ecosistema del Chaco, restando unas 3.697.530,57 Has de tierras habilitadas para pasturas implantadas y cultivos agrícolas desde la llegada de los primeros pobladores Menonitas (15,41% del territorio chaqueño).

Pero la Dirección de General de Planificación del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) publico que la Región Occidental contaría con un potencial cultivable de 2.300.000 de Has, de las cuales estaría aún disponible el 98% para la ampliación de la actividad agrícola, recomendándose la aplicación de cuidadosas medidas de conservación de suelos, como la labranza mínima, en relación al potencial de aprovechamiento ganadero, la Región abarcaría unas 15.400.000 de Has, con un aprovechamiento actual de 9.100.000 de Has y un margen de crecimiento de 41%.

Las tierras de potencial forestal tienen una extensión aproximada de 4.000.000 de Has, con un nivel de aprovechamiento actual de 5.400.000 de Has, exceso que podría ser explicado por posibles superposiciones de uso, principalmente los de tipo silvo-pastoril. La superficie de otros usos es de una extensión significativa, 10.131.451 Has y estaría compuesta por las como los Saladares, las lagunas, los riachos, los esterales o los humedales, y las dunas (médanos).

Es indudable el potencial de los suelos para la conservación de la biodiversidad y el ecosistema del Chaco. En forma general, los suelos son fértiles y la aptitud predominante de las condiciones naturales es el uso pecuario (pastoril y silvo-pastoril). Podemos afirmar que la Región Occidental es una alternativa válida para invertir en la misma por el potencial económico, ambiental y social que presenta. La incorporación de inversiones generaría fuentes de trabajo para personal capacitado y no capacitado. 

Considerando el potencial productivo de los suelos y la capacidad productiva de las tierras tanto en la Región Oriental y región Occidental del Paraguay muestran justificadas capacidad natural para que la agricultura en el Paraguay como indica el estudio del Investor Economía unos 81,8% de tierras potencialmente adecuadas para la producción agrícola, con esta condición Paraguay puede asumir o está asumiendo el desafío que plantea la FAO en el 2011 en el documento “Guía para los Responsables de las Políticas de Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola en Pequeña Escala”. Pero necesariamente este crecimiento de la agricultura en el Paraguay  deberá condicionarse que esta intensificación de la producción agrícola se basará en sistemas agrícolas que ofrezcan a los productores y a la sociedad en general una variedad de beneficios socioeconómicos, ambientales y relacionados con la productividad.

La expresión de “AHORRAR PARA CRECER”, se sustenta en la intensificación sostenible consiste en una agricultura productiva que conserva y mejora los recursos naturales, donde se deberá emplear el enfoque eco-sistémico que se basa en la contribución de la naturaleza al crecimiento de los cultivos —materia orgánica del suelo, regulación del caudal del agua, polinización y depredación natural de las plagas— y aplica insumos externos apropiados en el momento preciso y en la cantidad adecuada. Los sistemas agrícolas dirigidos a “AHORRAR PARA CRECER” ofrecen beneficios ambientales, económicos y en materia de productividad demostrados.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas