8 feb 2014

ABC DIARIO

07 de Febrero de 2014

| sin datos actuales, usó estudio de 1993 y otro de 2006

La Seam autoriza cacería de 214.000 teju guasu

La Secretaría del Ambiente (Seam) dio a conocer la Resolución N° 632/14 por la cual autoriza la cacería y comercialización de 214.000 unidades de teju guasu hû y pytã. La institución usó como argumento un estudio realizado hace más de 15 años. No cuenta con un estudio actual sobre la población de teju.
/ ABC Color
El Gobierno nacional tomó la decisión de reabrir el comercio nacional e internacional de especies silvestres. La presión de los comerciantes “bicheros” convenció a la ministra del Ambiente, María Cristina Morales, a firmar la Resolución N° 631, el pasado martes 4 de este mes, por la cual deja sin efecto la pausa voluntaria asumida por el Gobierno en 2003, y reabre la importación, exportación y reexportación de fauna y flora de especies controladas.
Ese mismo día martes 4, y en forma correlativa, la ministra firma la Resolución N° 632 por la cual autoriza la cacería de 214.000 teju guasu.
Sancionado por Cites
Como antecedente, Paraguay fue sancionado con la prohibición de comercializar vida silvestre, en 2003, por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, su sigla en inglés). Los principales mercados fueron España e Italia.
Ahora, para levantar la pausa voluntaria adoptada por el país desde 2003, para la exportación de fauna y flora de especies controlados por Cites, la ministra María C. Morales utilizó como argumento un informe de estudios biológicos realizado en 1993 y ampliado en el 2006, sin contar con un estudio actualizado respecto a la vida silvestre del país, lo que expone a una nueva intervención de Cites por “desempolvar” un añejo estudio y hacerlo pasar por nuevo.
¿Fraguaron informe?
En el estudio que tomó la ministra Morales con carátula “Programa Nacional de Manejo del Teju Guasu Paraguay 2013” aparecen como autores Lee Fitzgerald, Margarita Mieres y Martha Motte.
A dicho informe le caratularon como si fuese elaborado en 2013, pero en realidad son estudios hechos en 1993 por el estudiante proveniente de Estados Unidos Lee Fitzgerald, en el marco de su trabajo posdoctoral en el lagarto overo. Desde 1996 Fitzgerald es profesor de Zoología y curador de anfibios y reptiles en el Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Ciencias de una universidad de Texas, EE.UU.
En 2006 con Margarita Mieres (de la UNA) publicó un trabajo en el Journal of Wildlife Management, titulado “Supervisión y administración de la recolección de Lagartos en Paraguay”, y otro en 2010, donde aparecen los mismos términos, incluso, que están en el plan de manejo que presenta la ministra de la Seam como elaborado en 2013.
Incluso, a la Resolución Seam N° 543, del 30 de diciembre pasado, que aprueba el programa nacional de manejo del teju guasu, aparecen cuadros de datos desde 1980 a 1998, los mismos usados en su postgrado por Fitzgerald, así como otro cuadro, donde se publican los cupos para cacería de lagartos, desde 1992 hasta el 2002, tiempo en que Fitzgerald estuvo en el país y realizó el único estudio completo que se tiene en el país.
Cites había exigido un informe actualizado sobre la fauna y flora para liberar a Paraguay de la sanción.
Ministra no habla
Intentamos hablar en la tarde de ayer con la ministra del Ambiente, pero la misma no atiende su celular. El miércoles, en horas de la noche, dijo a este diario que ya no hablará ni dará más informaciones a ABC Color por supuestas tergiversaciones de las noticias.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas