COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN PARAGUAYA DE HERPETOLOGÍA A LA OPINION PÚBLICA
Ante
los últimos acontecimientos referentes a la apertura de la cacería,
acopio y comercialización de las especies de teju guasu o Salvator spp.
(ex Tupinambis) el núcleo que engloba a la gran mayoría de los expertos
en el estudio de anfibios y reptiles, la Asociación Paraguaya de
Herpetología (APAH) expresa lo siguiente:
•
La APAH no está en desacuerdo con la iniciativa de la resolución 632/14
"Por la cual se establece el periodo de caza y se autoriza el acopio,
tenencia, transporte y comercialización de hasta 214.000 unidades de
Teju guasu hu (Tupinambis merianae) y Teju guasu pyta (Tupinambis
rufescens)", creyendo que el manejo de vida silvestre es una herramienta
plenamente comprobada, que permite valorizar los recursos naturales y
ayuda a la conservación de la especies y del hábitat que ocupan.
•
Una de las debilidades que identificamos en el Programa Nacional de
Manejo del Teju Guasu (Tupinambis spp.) es la necesidad de un mayor y
más actualizado soporte bibliográfico. Un ejemplo de esto es que desde
el año 2012 el nombre válido para estas especies es Salvator merianae y
Salvator rufescens, teju guasu hu y teju guasu pyta respectivamente. El
género Tupinambis se encuentra distribuido desde los cerrados del sur de
Brasil hasta Colombia. Además, consideramos que el Informe Técnico no
estableció claramente las ventajas que el manejo de estas especies
podría ofrecer, no consiguiendo justificar su implementación.
•
Otra debilidad fue la falta de parámetros que permitan medir los
efectos positivos y negativos del manejo del teju guasu. La medición de
los efectos se dificulta al no establecer cupos para cada especie, dado
que se distribuyen en ambientes diferentes y presentan diferencias en su
biología. En este aspecto además consideramos que el tipo de monitoreo
propuesto no es adecuado, por no contemplar el aspecto espacial. La
distribución de estas especies no es uniforme a lo largo de todo el
territorio paraguayo, por lo que el monitoreo en las curtiembres y
lugares de acopio no permitirá detectar variaciones locales en las
poblaciones de teju guasu, y no funcionará como herramienta para
identificar y prevenir declives locales.
•
Estamos en contra de las afirmaciones de que no es posible realizar
otro tipo de monitoreos, y consideramos que esto de alguna manera
subestima el trabajo de los profesionales biólogos. Metodologías para
obtener información de las poblaciones en su hábitat y previo a su
cosecha existen, y tienen que ser implementadas para garantizar que el
manejo de vida silvestre sea sostenible.
•
Existe la necesidad imperiosa de incluir programas de capacitación, que
garanticen que los cazadores puedan diferenciar entre las especies
Salvator merianae y Salvator duseni en los departamentos en los que
estas especies se encuentran en simpatría, los Departamentos de Amambay,
Canindeyú y Concepción. Además de entrenarlos para que sean capaces de
identificar los especímenes machos y con la medida propuesta por la
resolución, para disminuir la cacería innecesaria de ejemplares.
• Por último, en el manejo deben incluirse medidas para que exista un comercio justo para todos los niveles de este negocio.
La
Asociación Paraguaya de Herpetología insta a la ciudadanía a escuchar y
confiar en los científicos y expertos que se formaron en el manejo de
vida silvestre, ya que en ningún momento se trata de perjudicar al medio
ambiente ni a las especies nativas del Paraguay. Creemos en la
importancia que tiene el manejo sustentable de los recursos naturales,
como herramienta que puede contribuir a la disminución de la elevada
tasa de destrucción del medio ambiente natural. Alentamos por un
Paraguay con políticas que apunten al desarrollo sustentable, en armonía
con el medio ambiente.
Atentamente,
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Medio Ambiente
El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).
El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.
Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).
El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.
Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).
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