Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S.
Molinas M.; Como Asesor Agroambiental Unión de Gremios de la Producción (UGP) y
además Exministro de Ambiente y Agricultura y Ganadería de Paraguay, he
realizado una revisión e interpretación técnica a documentos técnicos de la “Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)” relacionados
sobre el “Cambio Climático” y la “Seguridad Alimentaria”; y
publicarlo en el BLOG para su análisis técnico por los visitantes de este
medio.
1.- Como en muchas otras
organizaciones internacionales, gobiernos y organismos intergubernamentales, “los
aspectos del cambio climático son de gran prioridad en la agenda” de la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
2.- La Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es un socio activo en las
convenciones internacionales sobre cambio climático, con lo cual “el mandato
de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) cubre la función de la agricultura en la MITIGACIÓN del cambio climático”.
3.- La Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “se interesa por el
efecto de la AGRICULTURA sobre el cambio climático, el impacto del cambio
climático sobre la AGRICULTURA y por el papel que puede jugar la AGRICULTURA en
la MITIGACIÓN del cambio climático”.
4.- Históricamente, “el cambio
en el uso de la tierra y el de los cultivos en el suelo han sido una de las FUENTES
más importante de generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera”,
se estima que estos son responsables de alrededor de un tercio de las emisiones
de Gases Efectos Invernaderos (GEI) a nivel global.
5.- Sin embargo, hay un giro
conceptual al párrafo 4, pues con las “buenas
prácticas agrícolas y agronómicas hay mejoradas y pueden ayudar a MITIGAR el cambio
climático mediante la REDUCCIÓN de las EMISIONES por la AGRICULTURA y otras
fuentes y por medio del ALMACENAMIENTO del carbono en la biomasa de las plantas
y los suelos”.
6.- El trabajo de la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “está dirigido a
identificar, desarrollar y promover las BUENAS PRÁCTICAS CULTURALES (agrícolas
y agronómicas) que reduzcan las EMISIONES agrícolas y RETENGAN el carbono, a la
vez que mejoran los medios de vida de los agricultores, especialmente en los
países en desarrollo, en razón del incremento de la producción y los ingresos a
partir de los CRÉDITOS DE CARBONO”, sustentados como consecuencia de los
mecanismos generados por el “Protocolo de Kyoto”.
7.- Se han realizado pocos estudios
sobre “el potencial del SECUESTRO de carbono bajo condiciones agrícolas
locales en comunidades rurales de las tierras áridas de los países en
desarrollo”. Este informe está dirigido a llenar estas brechas del
conocimiento. “Evalúa opciones específicas para la aplicación de buenas prácticas
agrícolas y agronómicas en el manejo de la tierra y cultivos en los suelos”
analizando algunos estudios de caso llevados a cabo en distintas tierras secas
del mundo.
8.- El “OBJETIVO FINAL” de
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO), es facilitar la “diseminación de dichas prácticas en programas de SECUESTRO
de carbono del suelo y en ambientes agroecológicos similares de otros países,
para mejorar la SEGURIDAD ALIMENTARIA” y los medios de vida de la población
rural.
9.- Los estudios de caso que se
presentan “evalúan el efecto de diferentes de buenas prácticas agrícolas y
agronómicas en el manejo sobre las reservas de carbono en los suelos de varios
ecosistemas áridos”. El efecto del clima y/o el cambio en el uso de la
tierra se pueden predecir solamente a través del empleo de modelos dinámicos
precisos.
10.- Dada la dificultad para “medir
los cambios en las reservas de carbono en los suelos”, la MODELACIÓN
es un instrumento útil y ha sido empleado como metodología efectiva para
analizar y predecir el efecto de las buenas prácticas agrícolas y agronómicas de
manejo de la tierra sobre dichas reservas, estos son un conjunto de modelos de
proceso fue desarrollado en las últimas dos décadas.
11.- Algunos de los “resultados
predicen que el carbono del suelo puede restaurarse a los niveles anteriores a
la siembra y en algunas circunstancias por encima de estos”. El verdadero «NIVEL
ORIGINAL DEL CARBONO DEL SUELO» con frecuencia es difícil de establecer en los
sistemas donde la actividad agrícola ha estado presente por siglos o milenios, para
alcanzar cantidades de carbono del suelo superiores al nivel natural, “implica
que el sistema agrícola tenga una productividad mayor que el sistema original,
asumiendo que el carbono no esté siendo incorporado por otras vías”.
12.- Los “escenarios que
predicen las tasas más altas de SECUESTRO de carbono, con frecuencia están asociados
con la introducción de árboles”. Las aportaciones de carbono de los árboles
son más resistentes a “la descomposición que las de los cultivos herbáceos y
en consecuencia pueden causar incrementos marcados en el nivel de carbono del
suelo”.
13.- En tanto existe “resultados
que las tasas anuales más altas de SECUESTRO de carbono son de 0,1 a 0,25 Ton/Ha
en sitios que tienen lugar donde los sistemas de labranza cero también incluyen
el cultivo de abonos verdes y adiciones de abonos orgánicos”, hoy conocido
como “Sistema de Siembra Directa (SSD)”.
14.- El uso exclusivo de “fertilizantes
inorgánicos fue generalmente ineficiente en el suministro de los nutrientes
necesarios para incrementar el SECUESTRO de carbono pero su efecto sobre la CAPTURA
de carbono mejora considerablemente” incluyendo cultivos de
cobertura en el ciclo de la rotación de los cultivos.
15.- Los “CULTIVOS DE COBERTURA
mejoran la diversidad biológica del suelo la cual, a su vez, incrementa el SECUESTRO
de carbono”. Los resultados de los estudios de caso corroboran “las
tasas de SECUESTRO de carbono obtenidas bajo varios regímenes de manejo de
suelo en tierras áridas” según se informa en varias fuentes bibliográficas.
16.- Existen vastas áreas de “ecosistemas
de tierras áridas en el mundo, muchas en países en desarrollo, donde las
mejoras en los sistemas agrícolas incrementan las RESERVAS de carbono en los
suelos”, tal como se muestra en los estudios de caso que se presentan aquí.
17.- A pesar de que el “SECUESTRO
de carbono no es un tema prioritario en los países de menores recursos, las
opciones de manejo de suelos que incrementan el SECUESTRO de carbono, mejoran
la producción agrícola y previenen la erosión y desertificación” que son elementos
de interés primordial en estas regiones.
18.- Las “inversiones en el SECUESTRO
de carbono en las tierras áridas, como áreas menos favorecidas, son necesarias
debido a que en estas regiones residen un gran número de personas de escasos
recursos” y porque constituyen recursos ambientales globalmente importantes
que se encuentran en riesgo de degradación o agotamiento.
19.- Las “inversiones en el
mejor manejo de los suelos de la tierra conducen a un incremento de la
fertilidad del suelo y al SECUESTRO de carbono pueden justificarse también en muchos
casos porque ofrecen una solución en la que todos salen ganando con una mayor
productividad agronómica y contribuyen al crecimiento económico, SEGURIDAD
ALIMENTARIA y conservación de la biodiversidad”.
20.- El “mejoramiento del SECUESTRO
de carbono en tierras áridas degradadas podría tener beneficios ambientales,
económicos y sociales directos para las personas que habitan en estas áreas”.
Esto incrementaría los beneficios de los agricultores y “ayudaría a MITIGAR el
calentamiento global”, al menos en las décadas siguientes hasta que se
desarrollen otras fuentes de energía alternativa. Por lo tanto, “las
iniciativas que secuestran el carbono están entre las prioridades principales”
de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO).
21.- Los resultados de los estudios
a pesar de que un “enfoque limitado al MERCADO DEL CARBONO es poco probable
que se pueda aplicar en sistemas de cultivo en pequeña escala en los países en
desarrollo”, se requiere un enfoque multilateral para movilizar los
recursos a través de los mecanismos existentes.
22.- Varias de las convenciones de las
Naciones Unidas como: Desarrollo Compatible con el Clima (CCD), Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Convención de
Diversidad Biológica (CDB) y el “Protocolo de Kyoto”; comparten un
objetivo superior común en “el manejo adecuado de los suelos para
incrementar su contenido de carbono”.
23.- Reducir el laboreo, aumentar
la materia orgánica del suelo, incrementar la capa de suelo, mejorar la gestión
de los pastizales, restaurar las tierras degradadas, plantar árboles, cambiar
el forraje y el uso sostenible de la diversidad genética animal, utilizar los
fertilizantes de forma más eficaz o mejorar la gestión del agua y el arroz, son
alternativas por las que los campesinos pueden optar para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero en la agricultura.
24.- Existen oportunidades para
crear asociaciones bilaterales con instituciones industriales del país para “iniciar
proyectos de SECUESTRO de carbono en el suelo, los cuales involucran
comunidades que también están vinculadas con redes globales de SECUESTRO de
carbono”. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) considera que se debe poner más énfasis en la exploración y explotación
de estas oportunidades.
25.- LA AGRICULTURA PARAGUAYA – AGRICULTURA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE (ACI)[1]:
a).- Es importante como
antecedentes considerar que la Agricultura Paraguaya se caracteriza por una
Estructura Bi-Modal, donde la Agricultura Familiar (AF) conocido en nuestro programa de Modernización y Tecnificación como una
Agricultura Familiar Campesina se caracteriza por tener un sistema de
producción se caracteriza por el bajo nivel tecnológico y una producción
diversificada, estas unidades productivas de pequeña escala producen el 85% de
los productos de la canasta básica familiar de nuestro país.
b).- En tanto que la Agricultura
Tecnificada (AT) o como mucho otros le llaman agricultura mecanizada,
agricultura empresarial, productores sojeros y de otras maneras se caracteriza
por tener un sistema productivo es altamente competitiva, utiliza un nivel
tecnológico alto, generando productos de buena calidad y rentabilidad, con muy buena
inserción en los mercados nacionales y de exportación.
c).- Esta nueva visión y gestión
sobre la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) propone enfoques más
integrados fuertemente interrelacionados con la seguridad alimentaria, el
desarrollo y el cambio climático, donde se reconoce que la materialización de
las opciones dependerá de la armonización de las políticas y la coordinación de
los acuerdos institucionales, manteniendo el concepto que la Agricultura
Climáticamente Inteligente (ACI) evoluciona permanentemente y no existe un
planteamiento único que pueda utilizarse.
c).- Los 3 (tres) PILARES de la nuestra nueva visión de gestión de la
Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI):
Pilar N°1: PRODUCTIVIDAD: ordenar a que las acciones y actividades del
programa sean orientados y apunten a incrementar la productividad de las
unidades productivas de una mejor producción sustentable en la Agricultura
Paraguaya y en función a ello aumentar y mejorar sus ingresos a través de esta
actividad económica, donde el concepto central de esto es la intensificación
sustentable de la producción.
Pilar N°2: ADAPTACIÓN: que las actividades y acciones de la modernización y
tecnificación a la Agricultura Paraguaya apunte y contribuyan de manera
gradual, armónica y significativamente en el corto plazo a reducir la
exposición de estos pequeños productores a los riesgos negativos de los efectos
del cambio climático y de esa manera fortalecer a estas unidades productivas
agrícolas a la adaptación en el mediano y largo plazo, además este nuevo
enfoque de gestión permitirá contribuir con la preservación y protección de los
servicios ecosistémicos esenciales e integrar a los sistemas productivos la
conservación de los paisajes productivos.
Pilar N°3: MITIGACIÓN: que las actividades y acciones a planificar e
implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya se ordenen
y orienten a contribuir con la reducción de las emisiones de Gases de Efectos
Invernaderos (GEI), incorporando mejores prácticas productivas y adopción de
nuevas tecnologías con especial atención a los procesos de la no deforestación,
manejo y conservación de los suelos, ambos como prácticas de sumideros de
carbono.
d).- Esta nueva visión y gestión de los 3 (tres) Pilares de la Agricultura
Climáticamente Inteligente (ACI) posee 4 (cuatro) niveles de ejecución:
1º NIVEL - PRACTICAS TECNOLÓGICAS: que las
actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas
de la Agricultura Paraguaya como buenas prácticas y/o tecnologías deberán
considerar los diferentes tipos de suelos, formación hidrogeológica para con el
adecuado manejo del suelo, manejo del cultivo, manejo del agua, manejo del
ganado, forestación y otros que a nivel de sus unidades productivas contribuyan
con el uso y manejo más racional de los recursos naturales productivos.
Observación: es importante remarcar que la
Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) no es un conjunto de prácticas y/o
tecnologías que pueden ser aplicadas universalmente, sino más bien un enfoque
que implica la integración de distintos elementos, pero dentro de los contextos
locales.
2º NIVEL – ENFOQUE DE PAISAJES: que las actividades y acciones a
planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura
Paraguaya deberá considerar la adopción de enfoques sistémicos; considerando en
la actividad el manejo sustentable de los paisajes naturales con sus
ecosistemas multifuncionales de manera no competitiva a nivel sectorial.
Observación: entiendo que los enfoques del
paisaje incluyen el manejo integrado de las cuencas hidrográficas, enfoques de
paisaje sostenible, enfoques de ecosistemas, manejo integrado de cultivos y
ganado, agroforestería y manejo forestal sostenible.
3º NIVEL – CADENA VALOR: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya se orienten hacia las cadenas de suministro vinculan a las partes interesadas que llevan un producto desde la fase inicial de suministro de insumos, a través de las diversas fases de producción hasta su destino final de mercado.
4º NIVEL – DESARROLLO
DE ENTORNOS: que las actividades y acciones a
planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura
Paraguaya contribuyan de alguna manera con las actividades agrarias como
condiciones marco que facilitan y apoyan la adopción de tecnologías y prácticas
inteligentes para con el clima.
Observación: incluyen políticas, acuerdos
institucionales, participación de las partes interesadas y consideraciones de
género, infraestructura, planes de seguros, así como acceso a información
meteorológica y servicios de asesoramiento. ayuda a fortalecer la capacidad
institucional en todos los niveles y reduce los riesgos que disuaden a los
productores de invertir en nuevas tecnologías y prácticas
Fuentes de Consulta: la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):
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