22 oct 2023

“CAMBIO CLIMÁTICO” Y LA “SEGURIDAD ALIMENTARIA” – ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN (FAO) – ROMA, 2007 – Revisión e Interpretación Técnica – Parte -II- Octubre 2023

Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M.; Como Asesor Agroambiental Unión de Gremios de la Producción (UGP) y además Exministro de Ambiente y Agricultura y Ganadería de Paraguay, he realizado una revisión e interpretación técnica a documentos técnicos de la “Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)” relacionados sobre el “Cambio Climático” y la “Seguridad Alimentaria”; y publicarlo en el BLOG para su análisis técnico por los visitantes de este medio.


La cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es clave para el Combate al Cambio Climático y la Seguridad Alimentaria de la Región Latinoamericana

1.- Como en muchas otras organizaciones internacionales, gobiernos y organismos intergubernamentales, “los aspectos del cambio climático son de gran prioridad en la agenda” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

2.- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es un socio activo en las convenciones internacionales sobre cambio climático, con lo cual “el mandato de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cubre la función de la agricultura en la MITIGACIÓN del cambio climático”.

3.- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “se interesa por el efecto de la AGRICULTURA sobre el cambio climático, el impacto del cambio climático sobre la AGRICULTURA y por el papel que puede jugar la AGRICULTURA en la MITIGACIÓN del cambio climático”.

4.- Históricamente, “el cambio en el uso de la tierra y el de los cultivos en el suelo han sido una de las FUENTES más importante de generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera”, se estima que estos son responsables de alrededor de un tercio de las emisiones de Gases Efectos Invernaderos (GEI) a nivel global.

5.- Sin embargo, hay un giro conceptual al párrafo 4,  pues con las “buenas prácticas agrícolas y agronómicas hay mejoradas y pueden ayudar a MITIGAR el cambio climático mediante la REDUCCIÓN de las EMISIONES por la AGRICULTURA y otras fuentes y por medio del ALMACENAMIENTO del carbono en la biomasa de las plantas y los suelos”.

6.- El trabajo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “está dirigido a identificar, desarrollar y promover las BUENAS PRÁCTICAS CULTURALES (agrícolas y agronómicas) que reduzcan las EMISIONES agrícolas y RETENGAN el carbono, a la vez que mejoran los medios de vida de los agricultores, especialmente en los países en desarrollo, en razón del incremento de la producción y los ingresos a partir de los CRÉDITOS DE CARBONO”, sustentados como consecuencia de los mecanismos generados por el “Protocolo de Kyoto”.

7.- Se han realizado pocos estudios sobre “el potencial del SECUESTRO de carbono bajo condiciones agrícolas locales en comunidades rurales de las tierras áridas de los países en desarrollo”. Este informe está dirigido a llenar estas brechas del conocimiento. “Evalúa opciones específicas para la aplicación de buenas prácticas agrícolas y agronómicas en el manejo de la tierra y cultivos en los suelos” analizando algunos estudios de caso llevados a cabo en distintas tierras secas del mundo.

8.- El “OBJETIVO FINAL” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es facilitar la “diseminación de dichas prácticas en programas de SECUESTRO de carbono del suelo y en ambientes agroecológicos similares de otros países, para mejorar la SEGURIDAD ALIMENTARIA” y los medios de vida de la población rural.

9.- Los estudios de caso que se presentan “evalúan el efecto de diferentes de buenas prácticas agrícolas y agronómicas en el manejo sobre las reservas de carbono en los suelos de varios ecosistemas áridos”. El efecto del clima y/o el cambio en el uso de la tierra se pueden predecir solamente a través del empleo de modelos dinámicos precisos.

10.- Dada la dificultad para “medir los cambios en las reservas de carbono en los suelos”, la MODELACIÓN es un instrumento útil y ha sido empleado como metodología efectiva para analizar y predecir el efecto de las buenas prácticas agrícolas y agronómicas de manejo de la tierra sobre dichas reservas, estos son un conjunto de modelos de proceso fue desarrollado en las últimas dos décadas.

11.- Algunos de los “resultados predicen que el carbono del suelo puede restaurarse a los niveles anteriores a la siembra y en algunas circunstancias por encima de estos”. El verdadero «NIVEL ORIGINAL DEL CARBONO DEL SUELO» con frecuencia es difícil de establecer en los sistemas donde la actividad agrícola ha estado presente por siglos o milenios, para alcanzar cantidades de carbono del suelo superiores al nivel natural, “implica que el sistema agrícola tenga una productividad mayor que el sistema original, asumiendo que el carbono no esté siendo incorporado por otras vías”.

12.- Los “escenarios que predicen las tasas más altas de SECUESTRO de carbono, con frecuencia están asociados con la introducción de árboles”. Las aportaciones de carbono de los árboles son más resistentes a “la descomposición que las de los cultivos herbáceos y en consecuencia pueden causar incrementos marcados en el nivel de carbono del suelo”.

13.- En tanto existe “resultados que las tasas anuales más altas de SECUESTRO de carbono son de 0,1 a 0,25 Ton/Ha en sitios que tienen lugar donde los sistemas de labranza cero también incluyen el cultivo de abonos verdes y adiciones de abonos orgánicos”, hoy conocido como “Sistema de Siembra Directa (SSD)”.

14.- El uso exclusivo de “fertilizantes inorgánicos fue generalmente ineficiente en el suministro de los nutrientes necesarios para incrementar el SECUESTRO de carbono pero su efecto sobre la CAPTURA de carbono mejora considerablemente incluyendo cultivos de cobertura en el ciclo de la rotación de los cultivos.

15.- Los “CULTIVOS DE COBERTURA mejoran la diversidad biológica del suelo la cual, a su vez, incrementa el SECUESTRO de carbono”. Los resultados de los estudios de caso corroboran “las tasas de SECUESTRO de carbono obtenidas bajo varios regímenes de manejo de suelo en tierras áridas” según se informa en varias fuentes bibliográficas.

16.- Existen vastas áreas de “ecosistemas de tierras áridas en el mundo, muchas en países en desarrollo, donde las mejoras en los sistemas agrícolas incrementan las RESERVAS de carbono en los suelos”, tal como se muestra en los estudios de caso que se presentan aquí.

17.- A pesar de que el “SECUESTRO de carbono no es un tema prioritario en los países de menores recursos, las opciones de manejo de suelos que incrementan el SECUESTRO de carbono, mejoran la producción agrícola y previenen la erosión y desertificación” que son elementos de interés primordial en estas regiones.

18.- Las “inversiones en el SECUESTRO de carbono en las tierras áridas, como áreas menos favorecidas, son necesarias debido a que en estas regiones residen un gran número de personas de escasos recursos” y porque constituyen recursos ambientales globalmente importantes que se encuentran en riesgo de degradación o agotamiento.

19.- Las “inversiones en el mejor manejo de los suelos de la tierra conducen a un incremento de la fertilidad del suelo y al SECUESTRO de carbono pueden justificarse también en muchos casos porque ofrecen una solución en la que todos salen ganando con una mayor productividad agronómica y contribuyen al crecimiento económico, SEGURIDAD ALIMENTARIA y conservación de la biodiversidad”.

20.- El “mejoramiento del SECUESTRO de carbono en tierras áridas degradadas podría tener beneficios ambientales, económicos y sociales directos para las personas que habitan en estas áreas”. Esto incrementaría los beneficios de los agricultores y “ayudaría a MITIGAR el calentamiento global”, al menos en las décadas siguientes hasta que se desarrollen otras fuentes de energía alternativa. Por lo tanto, “las iniciativas que secuestran el carbono están entre las prioridades principales” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

21.- Los resultados de los estudios a pesar de que un “enfoque limitado al MERCADO DEL CARBONO es poco probable que se pueda aplicar en sistemas de cultivo en pequeña escala en los países en desarrollo”, se requiere un enfoque multilateral para movilizar los recursos a través de los mecanismos existentes.

22.- Varias de las convenciones de las Naciones Unidas como: Desarrollo Compatible con el Clima (CCD), Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Convención de Diversidad Biológica (CDB) y el “Protocolo de Kyoto”; comparten un objetivo superior común en “el manejo adecuado de los suelos para incrementar su contenido de carbono”.

23.- Reducir el laboreo, aumentar la materia orgánica del suelo, incrementar la capa de suelo, mejorar la gestión de los pastizales, restaurar las tierras degradadas, plantar árboles, cambiar el forraje y el uso sostenible de la diversidad genética animal, utilizar los fertilizantes de forma más eficaz o mejorar la gestión del agua y el arroz, son alternativas por las que los campesinos pueden optar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura.

24.- Existen oportunidades para crear asociaciones bilaterales con instituciones industriales del país para “iniciar proyectos de SECUESTRO de carbono en el suelo, los cuales involucran comunidades que también están vinculadas con redes globales de SECUESTRO de carbono”. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que se debe poner más énfasis en la exploración y explotación de estas oportunidades.

25.- LA AGRICULTURA PARAGUAYA – AGRICULTURA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE (ACI)[1]:

a).- Es importante como antecedentes considerar que la Agricultura Paraguaya se caracteriza por una Estructura Bi-Modal, donde la Agricultura Familiar (AF) conocido en nuestro programa de Modernización y Tecnificación como una Agricultura Familiar Campesina se caracteriza por tener un sistema de producción se caracteriza por el bajo nivel tecnológico y una producción diversificada, estas unidades productivas de pequeña escala producen el 85% de los productos de la canasta básica familiar de nuestro país.

b).- En tanto que la Agricultura Tecnificada (AT) o como mucho otros le llaman agricultura mecanizada, agricultura empresarial, productores sojeros y de otras maneras se caracteriza por tener un sistema productivo es altamente competitiva, utiliza un nivel tecnológico alto, generando productos de buena calidad y rentabilidad, con muy buena inserción en los mercados nacionales y de exportación.

c).- Esta nueva visión y gestión sobre la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) propone enfoques más integrados fuertemente interrelacionados con la seguridad alimentaria, el desarrollo y el cambio climático, donde se reconoce que la materialización de las opciones dependerá de la armonización de las políticas y la coordinación de los acuerdos institucionales, manteniendo el concepto que la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) evoluciona permanentemente y no existe un planteamiento único que pueda utilizarse.

c).- Los 3 (tres) PILARES de la nuestra nueva visión de gestión de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI):

Pilar N°1: PRODUCTIVIDAD: ordenar a que las acciones y actividades del programa sean orientados y apunten a incrementar la productividad de las unidades productivas de una mejor producción sustentable en la Agricultura Paraguaya y en función a ello aumentar y mejorar sus ingresos a través de esta actividad económica, donde el concepto central de esto es la intensificación sustentable de la producción.

Pilar N°2: ADAPTACIÓN: que las actividades y acciones de la modernización y tecnificación a la Agricultura Paraguaya apunte y contribuyan de manera gradual, armónica y significativamente en el corto plazo a reducir la exposición de estos pequeños productores a los riesgos negativos de los efectos del cambio climático y de esa manera fortalecer a estas unidades productivas agrícolas a la adaptación en el mediano y largo plazo, además este nuevo enfoque de gestión permitirá contribuir con la preservación y protección de los servicios ecosistémicos esenciales e integrar a los sistemas productivos la conservación de los paisajes productivos.

Pilar N°3: MITIGACIÓN: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya se ordenen y orienten a contribuir con la reducción de las emisiones de Gases de Efectos Invernaderos (GEI), incorporando mejores prácticas productivas y adopción de nuevas tecnologías con especial atención a los procesos de la no deforestación, manejo y conservación de los suelos, ambos como prácticas de sumideros de carbono.

d).- Esta nueva visión y gestión de los 3 (tres) Pilares de la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) posee 4 (cuatro) niveles de ejecución:

1º NIVEL - PRACTICAS TECNOLÓGICAS: que  las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya como buenas prácticas y/o tecnologías deberán considerar los diferentes tipos de suelos, formación hidrogeológica para con el adecuado manejo del suelo, manejo del cultivo, manejo del agua, manejo del ganado, forestación y otros que a nivel de sus unidades productivas contribuyan con el uso y manejo más racional de los recursos naturales productivos.

Observación: es importante remarcar que la Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) no es un conjunto de prácticas y/o tecnologías que pueden ser aplicadas universalmente, sino más bien un enfoque que implica la integración de distintos elementos, pero dentro de los contextos locales.

2º NIVEL – ENFOQUE DE PAISAJES: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya deberá considerar la adopción de enfoques sistémicos; considerando en la actividad el manejo sustentable de los paisajes naturales con sus ecosistemas multifuncionales de manera no competitiva a nivel sectorial.

Observación: entiendo que los enfoques del paisaje incluyen el manejo integrado de las cuencas hidrográficas, enfoques de paisaje sostenible, enfoques de ecosistemas, manejo integrado de cultivos y ganado, agroforestería y manejo forestal sostenible.

3º NIVEL – CADENA VALOR: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya se orienten hacia las cadenas de suministro vinculan a las partes interesadas que llevan un producto desde la fase inicial de suministro de insumos, a través de las diversas fases de producción hasta su destino final de mercado.

4º NIVEL – DESARROLLO DE ENTORNOS: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas de la Agricultura Paraguaya contribuyan de alguna manera con las actividades agrarias como condiciones marco que facilitan y apoyan la adopción de tecnologías y prácticas inteligentes para con el clima.

Observación: incluyen políticas, acuerdos institucionales, participación de las partes interesadas y consideraciones de género, infraestructura, planes de seguros, así como acceso a información meteorológica y servicios de asesoramiento. ayuda a fortalecer la capacidad institucional en todos los niveles y reduce los riesgos que disuaden a los productores de invertir en nuevas tecnologías y prácticas

Fuentes de Consulta: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):

 http://www.fao.org/clim/index_en.htm; y,

www.fao.org/icatalog/inter-e.htm;



[1] Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO)

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas