Innovaciones Territoriales e Impactos Positivos de los Emprendimientos
Por mucho
tiempo el desarrollo económico y social del Paraguay se ha sustentado en el
aprovechamiento poco sustentable de los recursos naturales de la Región
Oriental, viéndose comprometida la sostenibilidad de las unidades productivas,
de la Agricultura Mecanizada y la Agricultura Familiar por el aprovechamiento intensivo
de sus recursos para fines productivos.
Ambos modelos
se sustentaron en sistemas productivos que alentaron la deforestación de los
bosques nativos como principal medio para el avance de la frontera agrícola. Esta
situación generó nefastas consecuencias que incluyen, la degradación de los
bosques naturales para la explotación de aquellos árboles de valor comercial
maderables y para la producción de carbón vegetal, el acelerado proceso de degradación
de los suelos a causa de las áreas habilitadas para la agricultura, la
degradación de los cursos de agua por los procesos de colmatación, la pérdida
de la diversidad biológica por causa de la deforestación, y la transformación
de las áreas naturales a otros usos, así como la caza y pesca irrestrictas.
Paulatinamente,
y desde hace ya casi una década los productores de la Agricultura Mecanizada y
de la Agricultura Familiar, han incorporado a sus sistemas de producción,
medidas y prácticas de manejo y conservación de los recursos naturales
productivos. Estas medidas y prácticas están generando sistemas de producción
mucho más sustentables en la producción agrícola, pecuaria y de aprovechamiento
de los recursos naturales en sus unidades productivas.
Entre las
principales medidas y prácticas aplicadas en ambos modelos de producción
consideradas como buenas prácticas agrícolas se señalan la aplicación de curvas
a nivel, rotación de cultivos incluyendo abonos verdes, cobertura permanente de
los suelos, siembra directa, cortinas rompe vientos, uso seguro de
agroquímicos, aplicación de barreras vivas de protección, aplicación de caminos
agro-ambientales, reposición y protección de los bosques protectores y de
reserva.
A más de
aplicar las denominadas buenas prácticas agronómicas, son muchos los productores mecanizados que han iniciado
proyectos pilotos de responsabilidad social empresarial, cuyo objetivo es
contribuir con el Estado en el combate de la pobreza. Debemos recordar, sin
embargo que en ningún momento esto puede suplir las funciones de los Entes del Estado
que tienen por obligación coordinar acciones y combatir la pobreza rural en
forma eficiente y eficaz.
Existen iniciativas
positivas reconocidas y comprobadas que involucran a productores empresariales
y agricultores familiares, e inclusive a entes del sector público; algunas han
sido impulsadas por el interés de los productores empresariales en resolver la
inseguridad frente a los asaltos, secuestros,
invasiones u ocupaciones de tierras, o directamente, por el afán de
contribuir con el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores familiares
que viven en el sector Agro-Rural.
Estos
emprendimientos contemplan la compra de insumos por parte de empresarios para
su entrega a los productores familiares, asistencia técnica y capacitación, compra
de materias primas (caña de azúcar, frutas, hortalizas, hierbas y especias etc.),
construcción y mantenimiento de escuelas, asistencia médica, mantenimiento de
caminos y otras infraestructuras rurales, entre otros.
Mencionamos a
continuación algunas iniciativas y
resultados considerados auspiciosos:
La Coordinadora
Agrícola de Alto Paraná apoya a un grupo de indígenas integrado por unas 160
familias, que ha tomado la determinación de incorporar a la soja como rubro de
renta, brindándoles capacitación,
asistencia técnica y financiera para la producción agrícola y pecuaria en forma
mancomunada. Esto ha repercutido notoriamente
en la mejora de los ingresos y de la calidad de vida de esta comunidad.
Por su parte, la
UGP contribuye con el apoyo técnico a indígenas Avá Guaraní para consolidar una
unidad productiva en la que siembran maíz, girasol, trigo, soja, mandioca,
poroto y arroz, entre otros rubros. Ha
instalado una unidad procesadora para la elaboración de harina de maíz y harina
de trigo, así como aceite de girasol para biodiesel, este último utilizado para
movilizar maquinarias, fundamentalmente los dos tractores de su propiedad con
sus respectivos implementos.
Para almacenar la producción, se ha construido un
galpón e instalado silos metálicos con capacidad de albergar 1,5 Ton. de granos
generados en la chacra de la comunidad indígena. También se brinda apoyo a los
profesores para mejorar la educación en la comunidad. Estos Avá Guaraní han apostado
al trabajo agrícola tecnificado sin descuidar su cultura y sus raíces, mejorando
así su calidad de vida y evitando la triste experiencia de mendigar o pedir alimentos
en las calles como tantos otros indígenas del país.
La Empresa
Desarrollo Agrícola del Paraguay (DAP) inició hace más de cinco años en el
Dpto. de San Pedro, un programa de responsabilidad social empresarial
beneficiando a un comité de 30 productores familiares. Es importante recordar
que cuando la DAP anunció el inicio de la producción de soja en el departamento,
se produjo una gran manifestación tendiente a desalentar la instalación de la
empresa motivada por el temor de los miembros de la comunidad a la utilización
de agroquímicos. Hoy totalmente superado el clima de enfrentamiento, se impuso el trabajo conjunto en armonía y paz.
En ese marco, fue creada una Asociación de Productores de Siembra Directa que
nuclea con éxito a más de 100 pequeños productores cuyos principales rubros son
el maíz (que paso de una productividad de 1.500 kg./Ha. a 5.000 kg./Ha.), feijão (poroto brasileño), poroto
nacional, locro etc.
Otra importante iniciativa es el Programa de Adecuación Legal
(PAL) cuyo inició data del 2004. Este Programa es coordinado por la Unidad Ambiental
del Ministerio Público con la colaboración de WWF-Paraguay y la consiguiente
unificación de los esfuerzos de la Secretaría del Ambiente (SEAM) y el
Instituto Forestal Nacional (INFONA), para emprender una agenda conjunta en
el Dpto. de Itapúa con el objetivo de restaurar la
cobertura boscosa para la recuperación del Río Pirapó, buscando la
recomposición forestal en una zona marcada por la pérdida masiva de la cobertura
boscosa y la biodiversidad. La Agencia de Estados Unidos (USAID) también ha colaborado
para la concreción del Plan a través de su aporte financiero y el apoyo a la
Municipalidad de Pirapó. 31 propietarios de tierras de la zona se presentaron
voluntariamente para solicitar el inicio del proceso de adecuación a las leyes
ambientales, arrojando como resultados la puesta al día de las licencias
ambientales para la producción y la plena adecuación a la Ley Forestal 422/73
de todas las propiedades afectadas.
La Asociación
Rural del Paraguay (ARP) - Regional de Concepción, ACDI/VOCA, la UGP, la
Gobernación de Concepción y el Banco Familiar, pusieron en marcha un convenio
sobre modelos de integración y cooperación mutua que beneficiará a 35 familias
de la comunidad indígena Vy´a Renda de Concepción. Este Proyecto de Activación
y Seguridad Alimentaria capacitará a los integrantes de la comunidad para que
se conviertan en productores que puedan autoabastecer a su colectividad. Se
espera que este plan sea ejemplo para estos emprendimientos conjuntos y punto
de partida para luego extenderse a otras
comunidades indígenas de Concepción.
En el
Departamento de San Pedro existen dos agro-empresas que desarrollan programas
de responsabilidad social empresarial y realizan inversiones orientadas a contribuir
con el combate a la pobreza en el sector Agro-Rural del Paraguay. Se trata
específicamente de HIERBAPAR - ARASY S.A.C.I. que han instalando un Centro Tecnológico
de Hierbas y Especias que se encarga de proveer asistencia técnica y plantines
madres a productores familiares., asegurando la comercialización de los rubros
producidos. Por su parte, CODIPSA S.A. ha instalado una industria de almidón de
mandioca.
La Federación
Paraguaya de Madereros (FEPAMA) y la Federación Paraguaya de Madereros del
Interior (FEPAMI) han instalados en el Departamento de San Pedro infraestructuras
de primer nivel para la producción y reproducción de plantines de árboles
forestales exóticos y nativos. Ambas Federaciones ofrecen asistencia técnica y
proveen plantines forestales a pequeños,
medianos y grandes productores que pretendan iniciar un proceso de forestación,
reforestación o enriquecimiento de bosques nativos en esta región productiva.
Aunque los
esfuerzos de los agricultores empresariales en post del mejoramiento de la
calidad de vida de los productores familiares se multiplican, continúan los
problemas sociales en el sector Agro-Rural manifestados por medio del abandono
en el área rural, con destinos a los pueblos o ciudades más inmediatas, en
búsqueda de mejor calidad de vida y sobre todo de mayores oportunidades de
trabajo.
Estos procesos migratorios, así como los cambios en la propiedad
de la tierra y en la organización productiva Agro-Rural que viene dándose, han
consolidado un estructura territorial muy compleja, donde conviven sistemas
productivos muy dinámicos como las denominadas de la Agricultura Mecanizada con
otros muy tradicionales considerados Agricultura Familiar, exigiendo la puesta
en marcha de planes, programas y proyectos de desarrollo Agro-Rural que
incorporen realmente la soluciones en forma gradual y sustentable.
La convivencia
pacífica entre productores empresariales y pequeños productores de la
Agricultura Familiar campesina están desarrollando innovaciones en el uso y
aprovechamiento de de los recursos productivos territoriales generando impactos
con efectos positivos que benefician a los pequeños y grandes en las
dimensiones económicas, sociales y ambientales, pero es importante aclarar esta
es una contribución a las responsabilidad que las instituciones públicas del
Estado deben de asumir para combatir la pobreza en el sector Agro-Rural
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