16 jun 2012

DESARROLLO SOSTENIBLE: Innovaciones Territoriales e Impactos Positivos de los Emprendimientos


Innovaciones Territoriales e Impactos Positivos de los Emprendimientos

Por mucho tiempo el desarrollo económico y social del Paraguay se ha sustentado en el aprovechamiento poco sustentable de los recursos naturales de la Región Oriental, viéndose comprometida la sostenibilidad de las unidades productivas, de la Agricultura Mecanizada y la Agricultura Familiar por el aprovechamiento intensivo de sus recursos para fines productivos.
Ambos modelos se sustentaron en sistemas productivos que alentaron la deforestación de los bosques nativos como principal medio para el avance de la frontera agrícola. Esta situación generó nefastas consecuencias que incluyen, la degradación de los bosques naturales para la explotación de aquellos árboles de valor comercial maderables y para la producción de carbón vegetal, el acelerado proceso de degradación de los suelos a causa de las áreas habilitadas para la agricultura, la degradación de los cursos de agua por los procesos de colmatación, la pérdida de la diversidad biológica por causa de la deforestación, y la transformación de las áreas naturales a otros usos, así como la caza y pesca irrestrictas. 
Paulatinamente, y desde hace ya casi una década los productores de la Agricultura Mecanizada y de la Agricultura Familiar, han incorporado a sus sistemas de producción, medidas y prácticas de manejo y conservación de los recursos naturales productivos. Estas medidas y prácticas están generando sistemas de producción mucho más sustentables en la producción agrícola, pecuaria y de aprovechamiento de los recursos naturales en sus unidades productivas.
Entre las principales medidas y prácticas aplicadas en ambos modelos de producción consideradas como buenas prácticas agrícolas se señalan la aplicación de curvas a nivel, rotación de cultivos incluyendo abonos verdes, cobertura permanente de los suelos, siembra directa, cortinas rompe vientos, uso seguro de agroquímicos, aplicación de barreras vivas de protección, aplicación de caminos agro-ambientales, reposición y protección de los bosques protectores y de reserva.
A más de aplicar las denominadas buenas prácticas agronómicas, son muchos los  productores mecanizados que han iniciado proyectos pilotos de responsabilidad social empresarial, cuyo objetivo es contribuir con el Estado en el combate de la pobreza. Debemos recordar, sin embargo que en ningún momento esto puede suplir las funciones de los Entes del Estado que tienen por obligación coordinar acciones y combatir la pobreza rural en forma eficiente y eficaz.
Existen iniciativas positivas reconocidas y comprobadas que involucran a productores empresariales y agricultores familiares, e inclusive a entes del sector público; algunas han sido impulsadas por el interés de los productores empresariales en resolver la inseguridad frente a los asaltos, secuestros,  invasiones u ocupaciones de tierras, o directamente, por el afán de contribuir con el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores familiares que viven en el sector Agro-Rural.
Estos emprendimientos contemplan la compra de insumos por parte de empresarios para su entrega a los productores familiares, asistencia técnica y capacitación, compra de materias primas (caña de azúcar, frutas, hortalizas, hierbas y especias etc.), construcción y mantenimiento de escuelas, asistencia médica, mantenimiento de caminos y otras infraestructuras rurales, entre otros.
Mencionamos a continuación algunas  iniciativas y resultados considerados auspiciosos:
La Coordinadora Agrícola de Alto Paraná apoya a un grupo de indígenas integrado por unas 160 familias, que ha tomado la determinación de incorporar a la soja como rubro de renta,  brindándoles capacitación, asistencia técnica y financiera para la producción agrícola y pecuaria en forma mancomunada. Esto ha  repercutido notoriamente en la mejora de los ingresos y de la calidad de vida de esta comunidad.
Por su parte, la UGP contribuye con el apoyo técnico a indígenas Avá Guaraní para consolidar una unidad productiva en la que siembran maíz, girasol, trigo, soja, mandioca, poroto y arroz, entre otros rubros.  Ha instalado una unidad procesadora para la elaboración de harina de maíz y harina de trigo, así como aceite de girasol para biodiesel, este último utilizado para movilizar maquinarias, fundamentalmente los dos tractores de su propiedad con sus respectivos implementos. 
Para almacenar la producción, se ha construido un galpón e instalado silos metálicos con capacidad de albergar 1,5 Ton. de granos generados en la chacra de la comunidad indígena. También se brinda apoyo a los profesores para mejorar la educación en la comunidad. Estos Avá Guaraní han apostado al trabajo agrícola tecnificado sin descuidar su cultura y sus raíces, mejorando así su calidad de vida y evitando la triste experiencia de mendigar o pedir alimentos en las calles como tantos otros indígenas del país.  
La Empresa Desarrollo Agrícola del Paraguay (DAP) inició hace más de cinco años en el Dpto. de San Pedro, un programa de responsabilidad social empresarial beneficiando a un comité de 30 productores familiares. Es importante recordar que cuando la DAP anunció el inicio de la producción de soja en el departamento, se produjo una gran manifestación tendiente a desalentar la instalación de la empresa motivada por el temor de los miembros de la comunidad a la utilización de agroquímicos. Hoy totalmente superado el clima de enfrentamiento, se  impuso el trabajo conjunto en armonía y paz. En ese marco, fue creada una Asociación de Productores de Siembra Directa que nuclea con éxito a más de 100 pequeños productores cuyos principales rubros son el maíz (que paso de una productividad de 1.500 kg./Ha. a  5.000 kg./Ha.), feijão (poroto brasileño), poroto nacional, locro etc.
Otra importante iniciativa es el Programa de Adecuación Legal (PAL) cuyo inició data del 2004. Este Programa es coordinado por la Unidad Ambiental del Ministerio Público con la colaboración de WWF-Paraguay y la consiguiente unificación de los esfuerzos de la Secretaría del Ambiente (SEAM) y el Instituto Forestal Nacional (INFONA), para emprender una agenda conjunta en el Dpto. de Itapúa con el objetivo de restaurar la cobertura boscosa para la recuperación del Río Pirapó, buscando la recomposición forestal en una zona marcada por la pérdida masiva de la cobertura boscosa y la biodiversidad. La Agencia de Estados Unidos (USAID) también ha colaborado para la concreción del Plan a través de su aporte financiero y el apoyo a la Municipalidad de Pirapó. 31 propietarios de tierras de la zona se presentaron voluntariamente para solicitar el inicio del proceso de adecuación a las leyes ambientales, arrojando como resultados la puesta al día de las licencias ambientales para la producción y la plena adecuación a la Ley Forestal 422/73 de todas las propiedades afectadas.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP) - Regional de Concepción, ACDI/VOCA, la UGP, la Gobernación de Concepción y el Banco Familiar, pusieron en marcha un convenio sobre modelos de integración y cooperación mutua que beneficiará a 35 familias de la comunidad indígena Vy´a Renda de Concepción. Este Proyecto de Activación y Seguridad Alimentaria capacitará a los integrantes de la comunidad para que se conviertan en productores que puedan autoabastecer a su colectividad. Se espera que este plan sea ejemplo para estos emprendimientos conjuntos y punto de partida para luego  extenderse a otras comunidades indígenas de Concepción.
En el Departamento de San Pedro existen dos agro-empresas que desarrollan programas de responsabilidad social empresarial y realizan inversiones orientadas a contribuir con el combate a la pobreza en el sector Agro-Rural del Paraguay. Se trata específicamente de HIERBAPAR - ARASY S.A.C.I. que han instalando un Centro Tecnológico de Hierbas y Especias que se encarga de proveer asistencia técnica y plantines madres a productores familiares., asegurando la comercialización de los rubros producidos. Por su parte, CODIPSA S.A. ha instalado una industria de almidón de mandioca.
La Federación Paraguaya de Madereros (FEPAMA) y la Federación Paraguaya de Madereros del Interior (FEPAMI) han instalados en el Departamento de San Pedro infraestructuras de primer nivel para la producción y reproducción de plantines de árboles forestales exóticos y nativos. Ambas Federaciones ofrecen asistencia técnica y proveen  plantines forestales a pequeños, medianos y grandes productores que pretendan iniciar un proceso de forestación, reforestación o enriquecimiento de bosques nativos en esta región productiva.
Aunque los esfuerzos de los agricultores empresariales en post del mejoramiento de la calidad de vida de los productores familiares se multiplican, continúan los problemas sociales en el sector Agro-Rural manifestados por medio del abandono en el área rural, con destinos a los pueblos o ciudades más inmediatas, en búsqueda de mejor calidad de vida y sobre todo de mayores oportunidades de trabajo.
La convivencia pacífica entre productores empresariales y pequeños productores de la Agricultura Familiar campesina están desarrollando innovaciones en el uso y aprovechamiento de de los recursos productivos territoriales generando impactos con efectos positivos que benefician a los pequeños y grandes en las dimensiones económicas, sociales y ambientales, pero es importante aclarar esta es una contribución a las responsabilidad que las instituciones públicas del Estado deben de asumir para combatir la pobreza en el sector Agro-Rural  

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas