15 may 2012

AGRICULTURA MECANIZADA EN PARAGUAY


Agricultura Familiar No Mecanizada: Su sistema de producción se caracteriza por el bajo nivel tecnológico y una producción diversificada. Estas unidades productivas de pequeña escala producen y ofertan rubros alimentarios de interés para consumidores locales y proveen el 85% de los productos de la canasta básica familiar de nuestro país. En los últimos años, los pequeños productores han venido incorporados en sus sistemas de producción tradicionales medidas y prácticas de manejo y conservación de suelos, aguas y bosques.
El algodón y el sésamo son los principales cultivos de renta destinados a la exportación, y la mandioca, poroto, habilla, maíz, maní, frutas y hortalizas, leche y pequeños animales para el mercado interno y el autoconsumo.
Según el CAN 2008, existen 241.142 fincas con superficies de hasta 20 Has que cultivan rubros anuales, frutas y hortalizas para el autoconsumo y el mercado nacional. Así mismo, existen grupos organizados de pequeños y medianos productores de la Agricultura Familiar que han venido incorporando a sus sistemas de producción tradicional el cultivo de la soja, iniciando la mecanización de sus fincas en el proceso de preparación, siembra y cosecha de la soja. Estos productores se hallan en los Departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú, en aquellos sitios o áreas donde convergen la Agricultura Empresarial Mecanizada y los productores de la Agricultura Familiar.
Estas unidades productivas a gran escala tienen diferentes denominaciones: Agricultura Empresarial, Grandes Productores Sojeros, Grandes Productores Mecanizados, Agro-exportadores, etc., pero sea cual fuere su denominación, este grupo de productores se caracteriza por poseer unidades productivas de mediano o gran porte, orientadas a la producción de carne, cereales y oleaginosas, destinados mayormente al mercado de exportación.
La Agricultura Empresarial paraguaya es altamente competitiva, utiliza un nivel tecnológico alto, generando productos de buena calidad y rentabilidad, con muy buena inserción en los mercados nacionales y de exportación; la mecanización es alta, utiliza la siembra directa en casi la totalidad de la superficie cultivada y variedades genéticamente modificadas en torno al 60% y 80% de las siembras. Este paquete tecnológico tiene efectos positivos sobre la conservación de los suelos, disminuye el uso de mano de obra, aumentando los márgenes de ganancia.
En el 2008, reunía a unas 50.000 explotaciones (alrededor del 16% del total), las que poseen el 86% de las tierras agropecuarias. Estas producen gran parte de la soja y carne vacuna, y proporciones importantes de trigo, caña de azúcar, girasol, maíz y leche.
La vigorosa expansión de la producción (de 537 mil Ton. en 1980, a 1,8 millones en 1990 y a 3,7 millones en 2003) ha sido impulsada por programas públicos y privados de colonización, mecanización a gran escala e inversiones en infraestructura para incorporar tierras de frontera en los Departamentos de Alto Paraná, Itapúa y Canindeyú, que concentran actualmente más del 80% de la producción.
Buena parte de los productores propietarios de fincas de entre 50 y 200 Has. están organizados en cooperativas, y en el año 2000 respondían estimativamente al 52% de la producción agropecuaria.
Un tema actual de debate es la utilización de la biotecnología y los cultivos transgénicos que traen incorporados resistencias a plagas y herbicidas, puesto que razones ideológicas y políticas generan trabas e inconvenientes para su formalización, razón por la que muchos productores utilizan la tecnología en forma ilegal bajo riesgos innecesarios para un país que sostiene su económica y desarrollo social de la producción agrícola y pecuaria.
Principales Rubros de la Agricultura Empresarial Mecanizada
TRIGO (Triticum aestivum): el Paraguay ha pasado de ser un país importador de trigo, a ser un país productor  para su consumo interno y la venta al exterior. El CAN 2008 registró 5.589 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 381.028 Has. y una producción de 799.632 Ton. La superficie promedio es de 68,2 Ha./finca y el rendimiento promedio de   2.099 kg./Has. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Alto Paraná, Itapúa, Canindeyú, Caaguazú y Caazapá.
El 100% de la superficie triguera esta mecanizada y  el sistema es el de siembra directa. Un trabajo digno de señalar es llevado adelante por el MAG y la Cámara Paraguaya de Exportación de Cereales y Oleaginosas (CAPECO), para la introducción de nuevas variedades de trigo, puesto que la investigación y validación realizada en los centros y campos experimentales ubicados en las áreas de mayor producción del rubro, generan resultados alentadores en la producción nacional.
ARROZ CON RIEGO  (Oryza sativa): la producción arrocera ha adquirido en la actualidad gran importancia económica como consecuencia del aumento de la demanda nacional y regional, particularmente del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), a  lo que se suman las alentadoras perspectivas de los precios de este rubro.
El CAN 2008 registró 726 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 33.870 Has. y una producción de 144.692 Ton. La superficie promedio es de 46,6 Ha./finca y el rendimiento promedio de   4.272 kg./Has. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Itapúa, Misiones, Caazapá, Cordillera y San Pedro.
SOJA (N.C.: Glycine max L.): casi en su totalidad, los productores mecanizados dedicados al cultivo de la soja han venido desarrollando sistemas de producción que incorporan la siembra directa, la rotación de cultivos con abonos verdes de verano e invierno, el uso eficiente y racional de insumos como fertilizantes y agroquímicos, además de la rotación temporal con otros cultivos mecanizados como girasol, maíz y trigo.
El CAN 2008 registró 27.735 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 2.463.510 Has. y una producción de 6.311.794 Ton. La superficie promedio es de 88,8 Ha./finca y el rendimiento promedio de 2.562 kg./Has. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Alto Paraná,  Itapúa, Canindeyú, Caaguazú y San Pedro. Un punto particular es la creciente cantidad de pequeños y medianos productores que se incorporan a la producción de soja a nivel nacional. 
La soja paraguaya tiene como destino principal el mercado exterior, alcanzando porcentajes promedios de exportación de 80%, quedando sólo el 19.8% para la industria y 0.2 % para semillas, cifras que se han mantenido constante en los últimos años. Las exportaciones de este rubro se vuelven claves para asegurar la balanza comercial en nuestro país.
La producción de soja ha tenido que enfrentar serios inconvenientes que afectaron la productividad de este rubro, entre ellos mencionamos, la crisis económica mundial (2008), la caída de los precios internacionales, fuertes y prolongadas sequías durante el ciclo vegetativo de los cultivos.
La UGP estima que para la zafra 2009/10, la producción de soja muestra una recuperación importante alcanzando una superficie de 2.680.182 Has,  rendimientos de 2.792 Kg./ Has y una cosecha de 7.482.835 Ton.
MÁÍZ (Zea mays L.): este cereal tiene gran importancia en la alimentación humana por ser parte de la dieta popular en nuestro país. Tradicionalmente fue considerado un rubro de autoconsumo, sin embargo en los últimos años, con la apertura del comercio externo y el mejoramiento de los rindes se ha transformado en un cultivo de renta impulsado fuertemente por la agricultura empresarial mecanizada. Los precios internacionales de este cultivo calificado como uno de los commodities, han presentado importantes  incrementos.
La producción de maíz a más de generar ingresos por exportación, se destina a la alimentación humana y del ganado menor, principalmente de aves y cerdos.  El CAN 2008 registró 195.184 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 858.101 Has. y una producción de 2.471.711 Ton. La superficie promedio es de 4,4 Has./finca y el rendimiento promedio de 2.880 kg./Has. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Alto Paraná,  Canindeyú, San Pedro, Caaguazú y  Itapúa.  
Par la agricultura mecanizada, el cultivo de maíz forma parte de la rotación de cultivos (soja, maíz y trigo) bajo el sistema de  siembra directa. Producir para fines comerciales es un desafío sostenido sobre la base de mejorar los rendimientos y la rentabilidad en el proceso de producción. En ese sentido, acceder a través de la biotecnología a las semillas de maíz transgénico con eventos que permitan resistencias al ataque de ciertas plagas y herbicidas, y logren mejores rendimientos a menores costos de producción, es una gran oportunidad.
GIRASOL (Helianthus annuus): el CAN 2008 registró 1.958 fincas productoras del cultivo a nivel nacional, una superficie sembrada de 99.139 Has. y una producción de 191.075 Ton. La superficie promedio es de 50,6 Ha./finca y el rendimiento promedio de   1.927 kg./Ha. Las principales zonas de producción se encuentran en los Dptos. de Itapúa, Alto Paraná, Misiones, Caaguazú y Canindeyú.
El incentivo de los buenos precios internacionales de este rubro, está asociado a su utilización en los sistemas de siembra directa para la rotación de cultivos (soja, girasol y trigo; soja, maíz y girasol; e inclusive soja, girasol y nabo forrajero).
Los incrementos en la producción y productividad del girasol se atribuyen a la aplicación racional de insumos (fertilizantes y plaguicidas), la siembra directa donde el cultivo del girasol es parte de la rotación y la cobertura del suelo.
 

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas