En la búsqueda de nueva visión país para el Desarrollo Forestal la Universidad San Carlos (USC) y en la misión de formar líderes en agronegocios para el Desarrollo Forestal Sostenible y formular aportes a la Políticas Públicas del Paraguay; Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M. como Asesor Agroambiental de la Presidencia y Director de la Carrera de Ciencias Ambientales de la Universidad San Carlos (USC) he entrevistado al Ph.D. Víctor César Vidal profesor titular y orientador de tesis de Grado, Posgrado y el Doctorado de la Universidad San Carlos (USC), elevamos los resultados más relevante de esta entrevista a consideración a los que visitan y consultan este BLOG.
Contexto Global:
La pérdida de grandes extensiones
de bosques en el contexto global, especialmente en zonas tropicales, está
creando grandes amenazas al bienestar de toda la humanidad y del medio
ambiente, constituyendo la deforestación una seria preocupación que debe ser
enfrentada.
En este contexto, la comunidad
mundial tiene dos importantes desafíos, por un lado, detener la destrucción de
los bosques y manejarlos sobre bases de sostenibilidad y, por otro lado,
incrementar los recursos forestales a través de la reforestación. Enfrentar
estos desafíos de conseguir un balance adecuado entre desarrollo económico y
mantenimiento de los sistemas naturales garantizará la integridad y estabilidad
de los ecosistemas forestales.
Si bien, la deforestación ha
decrecido en algunos países en esta última década, sin embargo, en otros se han
mantenido en un ritmo alarmante, siendo el ritmo actual de deforestación
responsable del 20% de las emisiones de gases de invernadero y causante
principal de la pérdida de la biodiversidad.
Se está todavía lejos de alcanzar
los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”
en relación a los bosques y se deben encontrar herramientas válidas para apoyar
los diseños de políticas y las tomas de decisiones acerca del importante rol
que cumplen los recursos forestales en el desarrollo económico, social y
ambiental de todos los países.
Contexto Local:
El Paraguay basa su economía principalmente en la producción agropecuaria y en menor proporción en la producción forestal debido a la prioridad de las políticas públicas que está sesgada hacia dichos sectores, estimulando la eliminación de bosques como mecanismo para incrementar la producción agropecuaria del país.
La política forestal, que
está instrumentada en la Ley N° 422 / 73, dispone de mecanismos
para la regulación
de la utilización de los recursos forestales, pero no existe todavía el marco
político adecuado para influenciar el cambio hacia un desarrollo forestal
sostenible.
Aunque la política actual del gobierno es sustentar su crecimiento económico en el marco del desarrollo sostenible, falta todavía tomar la decisión política de intensificar los cambios estructurales dentro del Estado para contar con los instrumentos requeridos para el cambio, dando una participación amplia a todos los sectores sociales.
En síntesis, los costos sociales
y ambientales
todavía no se ven reflejados adecuadamente, los tipos de descuento privados son
extremadamente elevados y las políticas públicas hacen que la rentabilidad
de usos alternativos del suelo alcancen artificialmente rentabilidades muy
atractivas, estimulando la conversión de tierras forestales a otros usos, lo
que requiere un cambio de visión de la problemática forestal para promover la
internalización de sus múltiples externalidades y garantizar el desarrollo
sostenible del sector forestal nacional.
Por lo arriba expuesto se necesita
la formulación de políticas apropiadas para modificar sustancialmente este escenario
económico muy favorable para la conversión de tierras forestales para
otros usos.
El control de la deforestación ha sido deficitario hasta
ahora, a pesar de la promulgación de varias normativas para evitarla como la
aplicada en
la Región Oriental, conocida como deforestación cero, que no
han sido todo lo efectiva como era de esperar debido a las debilidades
institucionales de las autoridades de aplicación de las normativas forestales
y ambientales.
En la Región Occidental, caracterizado por un ecosistema mucho más
frágil que el de la Región Oriental, se ha incrementado la deforestación debido
a un proceso de fuga de la deforestación desde la Región Oriental al Chaco al
no estar esta región sometida a la ley de deforestación cero.
Dentro del contexto integracionista del
MERCOSUR los productos forestales paraguayos tiene una gran importancia estratégica que le otorga ventajas comparativas muy importantes
por su posición equidistante de los más grandes centros poblados de la región y
tener todavía una reserva de bosques naturales en esta zona comercial, lo cual
urge que se tomen medidas para la conservación de los bosques nativos, el
mejoramiento de la productividad sobre bases sustentables y de las tecnologías
de las industrias y de las plantaciones forestales para cubrir el déficit de
abastecimiento.
La globalización no solamente presenta oportunidades sino también grandes desafíos. En un escenario de agresiva competencia y precios internacionales más bajos, la única respuesta posible es un aumento en la competitividad de los productos forestales. Esta competitividad solo podrá lograrse reduciendo los costos de producción y también la valorización de la producción forestal mediante mejoramiento de la calidad o adicionándole servicios para competir por valor antes que por precios.
Para reducir costos se debe buscar la maximización de la eficiencia del ciclo productivo, alianzas estratégicas entre empresas forestales para aumentar volúmenes de oferta, minimizar gastos de transacciones comerciales, negociar costos de transporte y condiciones comerciales más ventajosas, incorporar políticas de control de calidad y de marketing, acciones urgentes que deben adoptarse para mejorar la competitividad de los productos forestales en los mercados internacionales.
Si bien no debe pedirse al Estado que sustituya la iniciativa privada de la gestión empresarial, debe exigírsele que se tomen las medidas necesarias para facilitar y acompañar este proceso.de mejoramiento de la calidad y competitividad del sector forestal.
Las inversiones forestales carecen de fuentes y mecanismos de financiamiento pues los recursos financieros existentes en el país no son adecuados para aplicarse al manejo de bosques y a las plantaciones forestales, se necesita una banca o fondo de desarrollo forestal con capacidad de evaluar y apoyar proyectos que requieren de largos plazos para su ejecución, sin embargo, el Estado dispone de alternativas para canalizar recursos financieros hacia los proyectos mediante inversiones directas, subsídios e incentivos y los créditos. Estudios econômicos demuestran la rentabilidad positiva que puede tener para el Estado el fomento de las inversiones en plantaciones forestales (V Vidal 2008 – Rentabilidad para el Estado de los Incentivos para las Plantaciones Forestales, Víctor Vidal, FAO 2008).
Se requieren mecanismos financieros que lleguen de una manera más directa al productor rural, adecuando periodos de plazos, tasas de interés y oportunidad, para que el productor pueda desarrollar una gestión rentable del crédito.
El rol del sistema financiero es el
de intermediar entre ahorristas y tomadores de préstamos, pero el
mercado financiero local no cumple con estas características por problemas de descalce
financiero pues la mayor parte del dinero de los ahorristas es de corto
plazo. Esta situación explica la necesidad de intervención del Estado en la
intermediación financiera para complementar a la banca privada y
facilitar el acceso a créditos de largo plazo, la Agencia Financiera de
Desarrollo ha sido creada para cumplir este fin, pero hasta ahora no ha tenido
el impacto que se esperaba en el sector forestal.
Este breve diagnóstico de la
situación actual del sector forestal del país ha permitido llegar a la
conclusión de que el sector tiene fortalezas muy importantes, así como también
debilidades significativas que impiden impulsar efectivamente su desarrollo.
Las principales fortalezas del sector se basan en el potencial de sus bosques naturales para satisfacer los bienes y servicios demandados por la sociedad y por el tamaño y riqueza de su ecosistema forestal para proyectarse en el corto, mediano y largo plazo como un generador importante de ingresos económicos y una vía de inversión local y extranjera.
También puede contribuir para resolver muchos de los problemas que frenan el desarrollo de las zonas rurales, al crear oportunidades para la generación de nuevos ingresos y fuentes de trabajo, además la incorporación del manejo de bosques, la reforestación y la agroforestería a sus sistemas agrícolas puede mejorar no solamente la economía familiar sino también el entorno ambiental en el medio rural y contribuir de esta manera al alivio de la pobreza rural en el país.
Las industrias forestales tienen la capacidad de aumentar su producción, introduciendo nuevas tecnologías con niveles de procesamiento más competitivo, mayor valor agregado y calidad de los productos procesados y también condiciones favorables para la organización de “clusters” de industrias forestales para fortalecer su competitividad en nuevos mercados abiertos en el marco de una acelerada globalización del comercio.
Otro potencial grande de
los bosques del país está relacionado con la capacidad de absorción de carbono de
sus bosques para mitigar los cambios climáticos y también sus
posibilidades para beneficiarse con los pagos por servicios ambientales del
bosque, ya previstos en recientes normativas ambientales promulgadas (Ley N°3001/2006
de Valoración y Retribución de los Servicios Ambientales. y Resolución Nº531/08
de SEAM).
Así como el sector forestal
tiene grandes potencialidades, también adolece de numerosas debilidades, resaltando la debilidad de
la institucionalidad forestal para crear un marco favorable para el desarrollo
forestal, la capacidad para formular políticas, interactuar con diferentes
actores e iniciar los procesos del cambio.
Este mayor protagonismo es
necesario porque existen conflictos de
intereses entre
diferentes sectores de la economía nacional e inclusive entre intereses
nacionales e internacionales, que requieren un análisis cuidadoso de las
necesidades, posibilidades, ventajas y desventajas de diferentes posibles metas
y estrategias de desarrollo, debiendo encontrarse la solución optima y el compromiso
de grupos con diferentes pero legítimos puntos de vista sectoriales.
No se puede minimizar la importancia
de impactos de otras políticas vinculadas al desarrollo del sector forestal
como política agrícola, industrial, comercial, etc., así como también políticas intra-sectoriales de desarrollo rural, tenencia de
tierra y las mismas políticas ambientales cada vez más numerosas.
La complejidad de los problemas de
conservación y producción de bosques, requieren un profundo análisis de la información
disponible y de una apropiada interpretación
de las interacciones entre aspectos
políticos, económicos, sociales y ambientales.
Es evidente también la necesidad de
actualización y adecuación
de las normativas forestales para enfrentar los cambios que han venido acelerándose
a nivel de la organización del Estado,
de la creciente participación ciudadana
en los procesos de cambios y también de los mismos conceptos económicos, sociales y ambientales
que han entrado en juego.
En síntesis, los aspectos
tradicionales del desarrollo forestal ya no pueden ser tratados solamente como
cuestiones específicas del sector, sino dentro del marco más amplio de las
políticas públicas nacionales.
La falta de resultados de las
políticas forestales se origina precisamente en la carencia de un enfoque multi-sectorial y multi-dimensional,
en el cual se lo considere como parte integrante de la planificación
nacional donde intervienen intereses ajenos al sector forestal.
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