Como Asesor Agroambiental de la UGP – Ing. Agr.
(M.Sc.) Alfredo S. Molinas M., a solicitud de la GERENCIA – UGP se elaboró una “PROPUESTA
DE LA MESA AGRÍCOLA – UNIÓN DE GREMIOS DE LA PRODUCCIÓN (UGP) EN EL MARCO DEL
PROYECTO DE INTEGRACION PRODUCTIVA HACIA UNA AGRICULTURA CLIMATICAMENTE
INTELIGENTE (ACI)”; en proceso de transparentar mi gestión como asesor
agroambiental publicamos para el debate y discusión.
Debate y
discusión sobre una Integración Productiva hacia una Agricultura Climáticamente
Inteligente (ACI) en Paraguay
1.- ¿Cuál es el problema (en qué país)
En Paraguay, hasta mediados de los 80´s, los suelos destinados para agricultura y ganadería eran aprovechados directamente en base a la utilización de su fertilidad natural, producto de los desmontes y sin que prácticamente en sus sistemas de producción se incorporen medidas, prácticas y obras de manejo y conservación de los SUELOS. En el periodo que abarca desde los 90 al 2.003 los productores y el Estado paraguayo han venido desarrollando trabajos de investigación, transferencia y adopción de tecnologías orientadas al manejo y recuperación de la fertilidad de los suelos como: la siembra directa, rotación de cultivos con abonos verdes, implementación de curva a nivel, protección de bosques nativos, de cauces hídricos y nacientes de arroyos.
Estas buenas prácticas agrícolas para el uso y manejo sustentable de sus SUELOS desarrolladas especialmente por los productores en las unidades productivas del sector privado y acompañados por el Estado se han consolidado entre el 2.000 y 2.014 y se vienen intensificando y mejorando la aplicación en los medianos y grandes productores por la necesidad de recuperar, mantener y mejorar sustancialmente la productividad y la producción sustentable del recurso productivo SUELO y por consecuencia la rentabilidad económica de sus cultivos y las de sus unidades productivas agrícolas en la Región Oriental.
Según el Censo Agropecuario Nacional (CAN) del 2.008, en Paraguay existen alrededor de 265.000 fincas de hasta 50 Has (Agricultura Familiar - AF). Según estudio realizado con base en el CAN (Paraguay ante el desafío del desarrollo rural con equidad), el 87% no recibe asistencia técnica, 84% no acceden a crédito formal, el 85% de los productores que poseen hasta 50 hectáreas no terminó la Educación Escolar Básica. Esto evidencia una falta de acceso a oportunidades, educación, y herramientas, que resulta en un manejo de suelo inadecuado, baja productividad por falta de conocimiento, y deficiencias de gestión productiva y buenas prácticas agrícolas.
Esto hace que la adopción de las buenas prácticas agrícolas por parte de los pequeños productores no sobrepase el 10%.
El Censo Agropecuario (CAN) del 2008 muestra claramente que la agricultura Paraguaya en la Región Oriental se caracteriza por una estructura productiva bimodal, denominadas Agricultura Familiar (AF) y Agricultura Tecnificada (AT) en las unidades productivas preferentemente agrícola.
En este periodo de análisis y evaluación a pesar del esfuerzo en las políticas públicas se mantienen un sistema de producción con bajo nivel tecnológico con una producción diversificada pero muy poco competitivo. Estas unidades de producción son de pequeñas escalas pero que producen el 85% de los rubros agrícolas de consumo en la canasta básica familiar en el país.
La evolución que la Agricultura Mecanizada vienen evolucionando hacia una Agricultura cada vez más Tecnificada; siendo cada vez más altamente competitiva, utilizando e incorporando los niveles tecnológico más alto y modernos disponibles en el mercado, generando productos de mayor calidad demandado por los mercados más exigentes y con una buena rentabilidad, asegurando una muy buena inserción en los mercados nacionales y de exportación con sus productos.
La dificultad que actualmente se plantea es la poca sostenibilidad económica, social y ambiental de los pequeños productores de la AF campesina, donde los mismos sufren la degradación del recurso natural productivo suelo, generando como consecuencias, pérdidas de la productividad de sus cultivos, disminuyendo la rentabilidad de sus fincas, deteriorando la calidad de vida de sus familias, además afectando los recursos naturales productivos como la biodiversidad por el mayor uso de tierras con bosques en sus fincas de uso agropecuario, replicando el modelo de los 80’s de utilización de la fertilidad del suelo recién habilitado después del desmonte.
Actualmente existen otros desafíos a la producción agropecuaria y al aprovechamiento forestal sostenible en el Paraguay que van más allá de las mejoras sostenidas en la productividad. La vulnerabilidad a eventos climáticos como intensas precipitaciones, heladas, vientos y granizadas extremas y poco previsibles, productos del cambio climático y la necesidad de incorporar las denominadas buenas prácticas agropecuarias y forestales a nivel de la AF campesina que capturen o reduzcan la emisión de los Gases Efectos Invernaderos (GEI) como el carbono. En este marco, y a pesar de las deficiencias actuales, con una capacitación y asistencia técnica adecuada, sumado a la introducción de tecnologías existe una gran oportunidad que los pequeños productores de la AF campesina puedan mejorar la productividad y sostenibilidad de su producción, logrando un manejo adecuado del suelo, y la mitigación de los efectos ambientales adversos.
2.- ¿Es la potencial agencia ejecutora un socio estratégico y fuerte?:
La Unión de Gremios de la Producción, constituida oficialmente en el 2005, es el principal gremio del sector productivo del Paraguay que aglutina a su vez a 15 gremios que son los siguientes: ARP (Asociación Rural del Paraguay), CAPECO (Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas), CAP (Coordinadora Agrícola del Paraguay, FECOPROD (Federación de Cooperativas de Producción), S.N.A. (Sociedad Nacional de Agricultura), FEPAMA (Federación Paraguaya de Madereros), APS (Asociación de Productores de Soja, Cereales, y Oleaginosas del Paraguay), CAPASAGRO (Cámara Paraguaya de Sanidad Agropecuaria), CPC (Cámara Paraguaya de la Carne) APROSEMP (Asociación de Productores de Semillas del Paraguay), CAFYF (Cámara de Fitosanitarios y Fertilizantes), CAPASTE (Cámara Paraguaya de la Stevia), C.A.A.P (Centro Azucarero y Alcoholero Paraguayo), CAPEXSE (Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo), y FEPASIDIAS (Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable).
La UGP cuenta con una sólida experiencia de trabajo con pequeños productores y comunidades indígenas. Se puede mencionar como ejemplo el Proyecto de Integración Productiva que está en marcha desde el 2.010, con pequeños productores de diversos distritos del Departamento de San Pedro, en el cual se les brinda capacitación y asistencia técnica para lograr mejores rendimientos, apoyo en la comercialización para lograr mejores precios y así mejorar la calidad de vida de los pequeños productores y sus familias. Este proyecto está en fase de ejecución y se desarrolla en alianza con el FIDEI. Asimismo, la UGP desde el 2.007 viene desarrollando un proyecto de asistencia técnica con la comunidad indígena Ache de Puerto Barra en el distrito de Naranjal, departamento de Alto Paraná en el cual se ha trabajado con la comunidad brindando asistencia técnica en el manejo de sus huertas, animales, apicultura, piscicultura y cultivo de granos.
La UGP también se destaca por su relacionamiento institucional con el sector público en diferentes ámbitos tales como: CAA - Consejo Asesor Agrario, IPTA – Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola, CONADERNA – Comisión Nacional de Recursos Naturales de la Cámara de Senadores, GPS – Grupo de Países Productores del Sur, SEAM – Secretaría del Ambiente, SENAVE – Servicio Nacional de Calidad, Sanidad Vegetal y de Semillas, Crédito Agrícola de Habilitación, entre otros.
3.- ¿Cuál es la solución propuesta?
Proponemos la consolidación de este proceso de capacitación y acompañamiento a los pequeños productores, basados en la experiencia adquirida, formular, planificar y ejecutar un proyecto de gestión más amplio, que permita asistir a más pequeños productores de la AF campesina de los departamentos de San Pedro y Caaguazú y comunidades indígenas, específicamente a las comunidades indígenas Chupa Pou, ubicado en el departamento de Canindeyú, e Ypetimi, ubicado en el departamento de Caazapá, con el objetivo que: puedan mejorar en forma sostenida la productividad y rentabilidad de sus rubros de producción con un efecto beneficioso para la calidad de vida de las comunidades indígenas y campesinas; lograr en forma gradual que los pequeños productores de la AF campesina y comunidades indígenas tengan una menor exposición a los efectos adversos del Cambio Climático, a través de la identificación, fomento y transferencias de buenas prácticas agrícolas y ambientales que aceptadas y adoptadas por la AF campesina y comunidades indígenas, conviertan sus sistemas de producción agropecuarios o de aprovechamiento forestal para que sean cada vez más de bajo carbono y contribuyan a capturar y no emitir los GEI que puedan contribuir con el Cambio Climático.
El proyecto se articulará en torno a tres intervenciones estratégicas que se implementarán de manera progresiva y sinérgica:
(i) Fortalecimiento de Agricultura de Conservación: Se buscará rescatar buenas prácticas agrícolas de la agricultura de conservación, y potenciar aquellas buenas prácticas agrícolas que son de mitigación o de adaptación al cambio climático. De las 16 buenas prácticas agrícolas familiares, identificar cuales se están aplicando y reforzar la aplicación de las buenas prácticas.
Podemos mencionar como ejemplo los productores que han recibido el apoyo en el Proyecto de Integración Productiva (PIP) en el departamento de San Pedro, de las 16 buenas prácticas para la agricultura familiar, han incorporado 7 como ser: la siembra directa, la rotación de cultivo (con abono verde y otros rubros como soja, maíz, poroto, sésamo) abono verde de invierno (avena), curvas a nivel, sub-solado para romper el pie de arado, manejo integrado de plagas, y el uso de variedades de alto rendimiento producto de la biotecnología.
(ii) Agricultura sostenible: De la agricultura de conservación se buscará progresar a una agricultura sostenible, yendo más allá de cada chacra individual, con un enfoque de planificación de unidad productiva, incorporando los componentes económicos, ambientales y sociales. Los sistemas agroforestales son una herramienta para convertir la agricultura de conservación en agricultura sostenible.
(iii) Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI): Lograremos evolucionar a una ACI, utilizando eficientemente los recursos naturales enfocados en el uso racional y la protección del medio ambiente, implementando las mejores prácticas e introduciendo tecnologías disponibles y adoptando una visión de cadena de valor. La medición será un aspecto fundamental para advertir o controlar los efectos adversos del clima. Se incorporará la utilización de equipos y tecnologías a ser colocados estratégicamente para medir el comportamiento del clima, de manera a poder cruzar y evaluar los datos.
Para el efecto se propone adquirir mini estaciones meteorológicas computarizadas que son móviles y ser ubicadas de manera estratégica, con el cual se medirán: temperatura, velocidad de viento, lluvia, humedad del ambiente, temperatura del suelo, humedad del suelo.
Estas mediciones nos permitirán estudiar y computar, al momento en que se presentan los fenómenos adversos, como las buenas prácticas agrícolas actúan para adaptarse o mitigar los efectos adversos en la producción, e identificar nuevas prácticas agrícolas que puedan contribuir para adaptarse y mitigar los efectos adversos meteorológicos.
La propuesta apunta a aplicar a 4 (cuatro) niveles como ser: el tecnológico; el organizacional; el institucional; y el político, aplicables en 4 (cuatro) grandes componentes operativos o áreas de acción estratégicas:
Prácticas Tecnológicas: La implementación de nuevas prácticas/tecnologías considerando 7 (siete) indicadores como ser: manejo del suelo, manejo del cultivo, manejo del agua, manejo del ganado, forestación, pesca y acuicultura y manejo de la energía.
Enfoque de Paisajes: La adopción de enfoques sistémicos considerando en la actividad el manejo sustentable de los paisajes naturales con sus ecosistemas multifuncionales. Los enfoques del paisaje incluyen el manejo integrado de cuencas y cuencas hidrográficas, enfoques de paisaje sostenible y de ecosistemas, manejo integrado de cultivos y ganado, agroforestería, manejo forestal sostenible y mejoramiento de la gestión de los pastizales.
Cadena de Valor: Las cadenas de suministro vinculan a las partes interesadas que llevan un producto desde la fase inicial de suministro de insumos, a través de las diversas fases de producción hasta su destino final de mercado. Una forma de describir las cadenas de valor de los alimentos es "de la granja a la mesa", lo que significa que un producto alimenticio se desplaza de los agricultores que lo cultivan y cosechan y procesan, a través de las distintas etapas de producción y comercialización, incluyendo organizaciones de productores, procesadores, transportistas, mayoristas y minoristas.
Desarrollo de Entornos Favorables: Para la actividad agropecuaria son las condiciones marco que facilitan y apoyan la adopción de tecnologías y prácticas inteligentes para el clima. Incluyen políticas, acuerdos institucionales, participación de las partes interesadas y consideraciones de género, infraestructura, planes de seguros, así como acceso a información meteorológica y servicios de asesoramiento. Ayuda a fortalecer la capacidad institucional en todos los niveles y reduce los riesgos que disuaden a los agricultores de invertir en nuevas tecnologías y prácticas.
4.- ¿Cuál es el factor deslumbrante de la propuesta?:
Entendemos que debemos contribuir a promover en un marco de cooperación mutua una producción agropecuaria y forestal a nivel de los pequeños, medianos y grandes productores que contengan como base los pilares de la denominada Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) que contemple los siguientes pilares:
PRODUCTIVIDAD: que apunta a incrementar la productividad de la agricultura sustentable (minimizando el impacto sobre el ambiente) y en función a ello aumentar los ingresos a través de esta actividad económica. Un concepto central de esta definición es la intensificación sustentable de la producción agrícola.
ADAPTACIÓN: que apunta a reducir la exposición de los agricultores en el corto plazo a los riesgos del cambio climático mientras se fortalece sus capacidades para adaptarse a ellos en el mediano y largo plazo. Se le da especial atención a la protección de los servicios ecosistémicos esenciales e integra a los sistemas productivos la conservación de los paisajes agrícolas (“landscapeapproaches”).
MITIGACIÓN: que busque reducir las emisiones que genera la actividad agrícola mediante mejores prácticas productivas y adopción de nuevas tecnologías, dando especial atención a los procesos de manejos forestales y cuidado del suelo, considerándolos ambos sumideros de carbono.
Lo innovador es que NO solamente se podrá medir la
productividad y la rentabilidad de las fincas de los pequeños productores, sino
también se medirá el grado en que estos sistemas de producción que incorporan
buenas prácticas agrícolas se adaptan al cambio climático, así como identificar
e incorporar nuevas prácticas agrícolas que puedan ser aceptadas y adoptadas a
nivel de las unidades productivas, en el concepto de la ACI.
Asimismo, se buscará certificar por bajo carbono los sistemas de producción y por huella hídrica para con las asociaciones de productores e indígenas beneficiarios del proyecto en el marco de la agricultura climáticamente inteligente como modo pilotos, a ser validado posteriormente en el marco de las políticas agrícolas y ambientales del Paraguay.
5.- ¿Cuál es la escalabilidad y quienes lo llevarían a escala?:
Si bien la experiencia en la que se basa el diseño del
proyecto fue implementada en la comunidad de Puerto Barra Naranjal, Alto Paraná
y en distritos del departamento de San Pedro con comunidades campesinas, se
plantea ampliar inicialmente a las comunidades indígenas Chupa Pou, ubicado en
el departamento de Canindeyú, e Ypetimí, ubicado en el departamento de Caazapá,
y en comunidades campesinas en el departamento de Caaguazú y otros distritos de
San Pedro. Asimismo, existe un muy alto potencial para que el proyecto alcance
a otras comunidades de los departamentos mencionados, y en una siguiente etapa
replicar en otros departamentos del país.
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