Propuesta
para cooperar con el Desarrollo Sostenible del Paraguay
A lo largo de la historia paraguaya, se ha
alcanzado importantes metas que, con toda justicia, está teniendo un merecido
reconocimiento de la comunidad internacional.
Puntos que hacen referencia en su trayectoria democrática, la educación
y de la salud.
Ahora este país sudamericano, por medio de esta
propuesta, propone al mundo su decisión pionera de aplicar un nuevo modelo de
desarrollo en alianza con la naturaleza, que recoge los compromisos sobre
desarrollo sostenible adquiridos por la casi totalidad de los Estados en la
histórica Cumbre de la Tierra,
celebrada en Río de Janeiro en 1992. La
claridad y firme voluntad con la que el gobierno y los principales actores de
la sociedad civil, han asumido el reto de adaptar a la realidad de Paraguay de
manera gradual e integral la
Agenda 21 de Rio, convierte la propuesta lanzada en un
verdadero proyecto piloto, orientado a mejorar las condiciones de vida y de
trabajo, y a convertirse en una experiencia de valor, que sobre la solidez empírica
demuestre que ecológica, económica, política, social y culturalmente es viable
un modelo alternativo de desarrollo sostenible.
El medio ambiente debe ser considerado como
parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo
sostenible en el país. El problema de la
sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza,
de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política,
de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad
civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de
equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de
colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las
personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas
oportunidades.
La propuesta del proyecto, contempla ese
concepto armónico e integral del desarrollo sostenible. Es un desafío que hay que apoyar, que no
podemos dejar fracasar, por solidaridad y por la repercusión en escala mundial
que puede tener esta primera experiencia de desarrollo sostenible.
Un nuevo
Modelo de Desarrollo
El compromiso solemne de aplicar un proyecto
nacional de desarrollo sostenible, que mejore la calidad de vida y se convierta
en un proyecto piloto que sirva de guía para los países en vías de desarrollo y
la comunidad internacional en general.
Al finalizar este siglo, el Paraguay está
enfrentando a los problemas ambientales de una magnitud e importancia que no
tiene comparación en su historia. El
reexamen y la rectificación de su forma de tratar al mundo natural, se ha
convertido en una necesidad de sobrevivencia y en un imperativo ético con las
futuras generaciones, para garantizar la reproducción de los procesos básicos
que permiten la evolución de la vida en la tierra.
Después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, la formulación de la Agenda 21 y las
Convenciones de Biodiversidad y Cambio Climático, la comunidad de naciones está
ávida de experiencias positivas e innovadoras que inspiren al mundo y se
conviertan en acicate en la transición hacia nuevos modelos de producción y de
vida sustentables.
El Paraguay de hoy posee características
singulares que permiten abocarse hacia un nuevo modelo de desarrollo
sostenible, que centre su objetivo y sus preocupaciones en el mejoramiento de
la calidad de vida de todos sus ciudadanos, mediante el manejo de los aspectos
productivos, económicos, sociales, comerciales y culturales, en armonía con los
recursos naturales y el medio ambiente.
De ahí se deriva el interés con que la sociedad
paraguaya y la comunidad internacional, en esta propuesta de proyecto, asuma
definitivamente el compromiso político adquirido por el Gobierno Paraguayo, de
aplicar por primera vez, de forma integral y consecuente, las recomendaciones
de la Agenda
21 de la Cumbre
de Río para el desarrollo sostenible. Se
trata de un esfuerzo pionero, cargado de ideales pero perfectamente realizable,
que puede convertirse en un nuevo paradigma de desarrollo en alianza con la
naturaleza, de innegable ejemplaridad para todos los países, gobiernos y
actores de la sociedad civil, sinceramente interesados en la búsqueda de nuevos
estilos de desarrollo que armonicen el crecimiento, con la equidad, con los
recursos naturales y el medio ambiente.
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