15 may 2021

DESAFÍOS, RETOS E IMPORTANCIA EN EL USO Y MANEJO SUSTENTABLE DE SUS RECURSOS NATURALES (SUELO, AGUA, BOSQUES Y BIODIVERSIDAD) EN LAS UNIDADES PRODUCTIVAS DEL SECTOR AGRO-RURAL DEL PARAGUAY – MAYO 2021 – Alfredo S. Molinas M. – Asesor Agroambiental de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Universidad San Carlos (USC)

Desempeño Económico y Social del Sector Productivo Paraguayo:

En Paraguay el sector productivo su contribución absoluta en el ámbito de su crecimiento económico, nuestro el sector agropecuario y forestal ampliado en particular los últimos 5 (cinco) años vienen generando casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB), además en materia de comercio exterior entre el 2008 al 2018, el sector productivo (agropecuario y forestal) ampliado representó el 43,3% de las exportaciones en promedio, lo cual es determinante para los resultados positivos o negativos de la Balanza Comercial en el país.

Modernización de la Agricultura Paraguaya – Reconocidas por Propios y Extraños Técnicos Nacionales e Internacionales en el Paraguay – Ministro de Agricultura Ing. Agr. Santiago Bertoni Mayo del 2021

Otros datos significativos de nuestro sector productivo en relación de los aportes al desarrollo social del país como una de las principales actividades primarias como es la agricultura, la ganadería y aprovechamiento forestal, caza y pesca; corresponden al 46,5% de la población que vive y trabaja en el ámbito rural, si a estos datos se le agrega la industria que se situada en estos territorios, se llega a que un 55% de los ocupados rurales están en el área de influencia directa del sector agropecuario, forestal y agroindustrial.

En materia de uso y manejo de recursos naturales y sus impactos al medio ambiente muestra de hecho que en este año 2021 es la situación ambiental actual en el Paraguay presenta un muy escenario diferente a 1992 que se promulgo la Constitución Nacional hasta hoy vigente que los problemas ambientales eran mucho más agro-rurales, es cambiante esta situación debido a que  en el presente tan solo el 25% de los habitantes del país viven y trabajan directamente en las áreas agro-rurales y que el 75% de los habitantes viven y trabajan hoy en las áreas de mayor concentración urbanas; esta situación sufre cambios significativos desde el año 2005 al año 2021, pues los últimos años se afronta en las áreas urbanas serios y crecientes problemas ambientales mucho más que en las áreas agro-rurales en el país.

Contaminación Urbana hace más de 2 (dos) Décadas con 16 Sitios de ESSAP donde se vierten toneladas de residuos cloacales que contaminan las agua del rio Paraguay con coliformes fecales

En estas condiciones reales sobre el escenario de la problemática ambiental urbano y agro-rural existe la necesidad de un nueva política ambiental nacional que contribuya a avanzar con el desarrollo sostenible del Paraguay; por tanto es para esta situación será necesario que la gestión ambiental se oriente más hacia las áreas urbanas y en especial priorice la zonificación y planificación urbanas, en la evaluación y tratamientos de desechos sólidos y líquidos, control de la contaminación del aire, así como para lograr la recuperación de ríos, lagos y arroyos de estas áreas de concentración urbana.

En relación a la política ambiental nacional para con la gestión ambiental para las áreas agro-rurales el sector productivo asevera que deberán reconocer que hemos superado en casi 4 (cuatro) décadas en el círculo vicioso que estábamos atrapados del empobrecimiento social y el deterioro de la base o su capital natural sus recursos naturales como el suelo, agua, bosque y la biodiversidad, pues con nuestros sistemas de producción hemos venido en forma gradual mejorado sustancialmente y avanzando hacia un desarrollo productivo cada vez más sostenible, pero ligados siempre a sistemas de producción orientados al uso y manejo más racional de los recursos naturales en sus unidades.

Uso y Manejo Racional de los Recursos Hídricos – Cosecha de Agua en las Unidades Productivas que son AGROECOSISTEMAS de la Región Occidental o Chaco

Características de Agricultura Paraguaya:

La Agricultura Paraguaya se caracteriza por una Estructura Bi-Modal, donde la Agricultura Familiar (AF) que se por tener un sistema de producción se caracteriza por el bajo nivel tecnológico y una producción diversificada, estas unidades productivas de pequeña escala producen el 85% de los productos de la canasta básica familiar de nuestro país.  

En tanto que la Agricultura Tecnificada (AT) o como mucho otros le llaman agricultura mecanizada, agricultura empresarial, productores sojeros y de otras maneras se caracteriza por tener un sistema productivo es altamente competitiva, utiliza un nivel tecnológico alto, generando productos de buena calidad y rentabilidad, con muy buena inserción en los mercados nacionales y de exportación. Generadoras de productos exportables a gran escala, en nuestro país tiene diferentes tipos de denominaciones como Agricultura Empresarial, Grandes Productores Sojeros, Grandes Productores Mecanizados o Agro-exportadores etc., pero sea cual fuere su denominación este grupo de productores se caracteriza por tener medianas y grandes unidades productivas orientado a la producción de carne, cereales y oleaginosas para la exportación principalmente.

Un tema no menor es lo manifestado en el lanzamiento del inicio de la siembra de trigo esta campaña 2021 por el Ministro de Agricultura Ing. Agr. Santiago Bertoni sobre que somos el único país en América Latina de clima tropical y subtropical que gracias a la investigación se produce y se exporta trigo, y que con el trigo llego las soja y el maíz mecanizado logrando la modernización de las agricultura paraguaya que hoy es reconocida por propios y extraños técnicos como una Agricultura Tecnificada (AT) en el Paraguay. Esta Agricultura Tecnificada (AT) ha venido migrando con el cultivo de granos como soja y maíz en la Agricultura Familiar (AF) logrando estos 15 últimos años la mecanización y modernización de la Agricultura Familiar en el Paraguay (AF).

La mecanización y modernización de la Agricultura Familiar (AF) es un hecho y esta creciendo a un ritmo adecuado, pues en la campaña agrícola de 2016 y 2017 unas 30.000 fincas de productores de menos de 20 Has sembraron unas 775.838 Has del cultivo de soja, en tanto que en la campaña agrícola de 2018 y 2019 unas 47.689 fincas de productores de menos de 20 Has sembraron unas 953.779 Has de cultivo de soja. Es decir, en la meno de producción el cultivo de soja se está convirtiendo en unos de los rubros de renta más importante de la Agricultura Familiar (AF), además que se caracteriza por incorporar tecnología y conocimientos, así como el financiamiento privado en la producción y productividad de sus unidades productivas familiares.

La Agricultura Familiar (AF) y la Agricultura Tecnificada (AT) de Paraguay posee sistemas de producción que califican como una agricultura de conservación; por incorporar a sus sistemas de producción las buenas prácticas agrícolas y las denominadas buenas prácticas agronómicas, así como además realizan un cumplimiento irrestricto de las leyes forestales y ambientales vigentes, esta condición determina que estamos con productores que están contribuyendo a secuestrar así como capturar y/o almacenar más CO2 (dióxido de carbono) de la atmósfera, por la fotosíntesis de los cultivos y su captura y almacenamiento en los suelos agrícolas. Esto demuestra que nuestra agricultura es más una parte de la solución a la mitigación del cambio climático por combatir a las Emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) como el CO2 (dióxido de carbono).

Al referirnos de la agricultura de conservación en Paraguay es bueno citar la publicación de la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias), que “Destacó que el país ocupa un lugar privilegiado a nivel mundial en cuanto a la agricultura de conservación. Manifestó que actualmente, entre el 90% y 95% de la superficie de los cultivos está cubierta con el sistema de siembra directa (sembrar sin arar), lo que permite elevar la productividad y rentabilidad de los rubros como la soja, el maíz, el trigo, entre otros y otorga además grandes beneficios económicos, sociales y ambientales”. Además, aseguraron que el “Paraguay se encuentra muy bien y se destaca en cuanto a su producción agrícola conservacionista, que es la que viene desarrollando desde hace más de 30 años a través del sistema de siembra directa (SSD).

Avances en el uso y manejo racional de los recursos naturales – Sistema de Siembra Directa en la Agricultura Tecnificada y la Agricultura Familiar (AF) en el Paraguay

Nuestra agricultura paraguaya de conservación es más que demostrado que contribuye al combate del cambio climático, debido a que los suelos agrícolas son una excelente herramienta para capturar CO2 (dióxido de carbono), además por medio de la fotosíntesis de los cultivos se logra el secuestro de CO2 (dióxido de carbono) y secuestrado este carbono se captura y almacena en estructura de los suelos como carbono orgánico. En este enfoque la agricultura de conservación de Paraguay contribuye a mitigar el cambio climático; siendo que Emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) es hoy por hoy una de las principales causas del calentamiento global que alimenta el cambio climático.

Podemos manifestar que la agricultura a nivel en el Paraguay va más allá de la conservación de los suelos como ser el secuestró para captura y almacenamiento del CO2 (dióxido de carbono) en los suelos agrícolas, por el cual es bueno empezar a entender que la agricultura no solo debe tener una alta productividad, sino también ser sostenido, sostenible y sustentable, pero es bueno reconocer y señalar que la agricultura de conservación ha sido promovida como una práctica agrícola que incrementa la sostenibilidad agrícola y que actualmente debe si o si estar asociada con el potencial de Reducir las Emisiones de Gases con Efecto Invernadero (GEI).

Potencial en el Uso y Manejo Sostenible de las Unidades Productivas en Paraguay:

En la agricultura sean estas la Agricultura Familiar (AF) y/o Agricultura Tecnificada (AT) que se concentra en la Región Oriental del Paraguay que alberga al 97% de la población y representa el 40% del territorio nacional, ha venido en las casi 4 (cuatro) últimas décadas evolucionado hacia una agricultura de uso indiscriminado y meramente extractiva de sus recursos naturales productivos hacia una agricultura de conservación y actualmente hacia una agricultura climáticamente inteligente, como una nueva visión de modelo de producción cada vez más sostenido, sostenible y sustentable.

Estudios de sus suelos para fines de uso agrícolas, pecuarios y forestales de la Región Oriental, nos indican como suelos para uso agrícola son los Alfisoles y los Ultisoles, ocupando el 68% del territorio con unas 10.795.413 Has; siendo estos 2 (dos) tipos de suelos con un alto potencial de preferencias para usos agrícolas. Otros tipos como los Entisoles 13,6%, Oxisoles 5,6%, Incenptisoles 5,69%, Vertisoles 1,16% y Mollisoles 1,03% que presentan ciertas de fuerte a severas limitaciones para el uso y manejo agrícolas y pecuarios (MAG/BM. 1995).

 

 

Región Oriental los Mejores Suelos para Uso Agrícola son los Alfisoles y los Ultisoles, Ocupando el 68% del Territorio Rural

Estos mismos estudios de suelos, pero sobre la base de la capacidad agroecológica de las tierras de la Región Oriental se publicaron que unas 36,41% (unas 5.774.598 Hectáreas) son potencialmente natural para uso agrícola, para uso potencial pecuario 20,32% (unas 3.223.563 Hectáreas) y para fines forestales de producción un 18,47% (unas 2.929.542 Hectáreas) (MAG/BM. 1995).

En cuanto a la Región Occidental o Chaco que alberga al 3% de la población y representa al 60% del territorio nacional estamos convencidos que nuestros sistemas de producción donde la ganadería se integra a la agricultura y la conservación de los bosques y la biodiversidad que estamos avanzando hacia un desarrollo cada vez más sostenible, pero entendiendo que estamos ligados siempre a una utilización, uso y manejo más racional de los recursos naturales productivos en las unidades productivas para la producción sostenible.

Considerando el recurso natural productivo para fines de uso y manejo ganadero integrado por la agricultura y/o aprovechamiento forestal en la Región Occidental, se contaría con suelos cuyo un potencial cultivable preferentemente para fines agrícolas de 2.300.000 Has; en tanto que el potencial de suelos preferentemente para el aprovechamiento con fines ganaderos unas 15.400.000 de Has; y el potencial de sus suelos preferentemente para fines forestal con unas 4.000.000 de Has (MAG/STP 1999).

 

Modelo en el Uso y Manejo Racional de los Recursos Hídricos para Fines Agrícolas y Pecuarios de la Región Occidental o Chaco

En este capítulo podemos indicar que a casi más de 30 años de la transición de la democracia la gestión ambiental en el área de la producción agropecuaria y forestal, podemos señalar que hemos venido siendo más eficientes y eficaces gradualmente en el uso y el manejo más racional de los recursos naturales productivos, investigando, transfiriendo y adoptando en tiempo y forma las denominadas buenas prácticas agrícolas, agronómicas y ambientales, logrando de esa manera mayor eficiencia en el uso y manejo de los productos fitosanitarios (usando productos agroquímicos cada vez más inocuos y con modernos precisos equipos de aplicación), con unidades productivas de uso agropecuario y forestal son mucho más sostenibles.

Desafíos del Sector Productivo:

Existe vigente un Plan Nacional de Cambio Climático vigente para el Paraguay formulado con una amplia participación de todos los sectores se diseñó sobre la base de la “adaptación y la gestión de riesgos de la mitigación” se articula y responde a las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2030, identificándose como los principales sectores prioritarios a tratar: Recursos hídricos; Bosques; Producción Agrícola y Ganadera; Ordenamiento Territorial; Energía; Infraestructura; Salud y saneamiento; Gestión de Riesgos y Desastres Naturales; y los Sistemas de Alerta Temprana. 

Datos oficiales muestran que el Paraguay absorbe o compensa aproximadamente el 30% de sus Emisiones Nacionales de Gases Efectos Invernaderos (ENGEI), donde se puede deducir que por aproximadamente cada hectárea de bosque se captura 1,4 toneladas de CO2 (Dióxido de Carbono) anualmente, sobre los mismos podemos señalar que esto datos oficiales son sin considerar el secuestro y el almacenamiento de CO2 (Dióxido de Carbono), es decir que en dicha publicación el Inventarios de Gases de Efecto Invernadero (GEI), no se tienen en cuenta en las absorciones los secuestro de CO2 (Dióxido de Carbono) que se dan durante la fase de crecimiento de los cultivos con fotosíntesis neta altamente positiva como también se dan en las pasturas naturales e implantadas, además tampoco se considera lo relacionado con losa almacenamiento del CO2 (Dióxido de Carbono) en los suelos agrícolas y ganaderos.

Pero si acordamos como sector privado ligado a la producción como desafío la vulnerabilidad que sufre nuestras unidades productivas en particular en sus sistemas de producción (agrícola, ganadero y forestal) de la Región Oriental y la Región Occidental o Chaco por los efectos perjudiciales a consecuencias del cambio climático global como son: las intensas precipitaciones, las heladas extremas, las temperaturas extremas, los vientos intensos y las granizadas extremas y poco previsibles.

Vulnerabilidad climática global que vienen siendo combatido por el sector productivo por décadas con las denominadas buenas prácticas agronómicas incorporadas a los sistemas de producción de la Región Oriental del Paraguay identificado como: siembra directa, la rotación de cultivo (con abono verde y otros rubros como soja, maíz, poroto, sésamo) abono verde de invierno (avena), curvas a nivel, subsolado para romper el pie de arado, manejo integrado de plagas, y el uso de variedades de alto rendimiento, resistente al ataque plagas y enfermedades y tolerantes al calor extremos y las sequias producto de la biotecnología.

En la Región Oriental del país sobre los recursos naturales bosques nativos y biodiversidad como productores podemos aseverar que desde la promulgación de la Ley N°2524/04 a finales de diciembre del 2004 que determina la “Prohibición en la Región Oriental de las Actividades de Transformación y Conversión de Superficies con Cobertura de Bosques”, ha permitido que las unidades productivas aprovechen sus recursos naturales sin utilizar espacios territoriales con bosques nativos, logrando que la tasa de deforestación que antes de la ley era de 130.000 Has/año, de enero del 2005 hasta inicios del 2021 se calcula una deforestación de 143.013 Has de Bosques Nativos, con tan solo un promedio de unas 9.534 Has/año de Bosques Nativos.

En la Región Oriental existe un total de 91.408 Has de Bosques Nativos en las unidades productivas, cuyos excedentes del 25% de sus Bosques Nativos de reservas legales; cuenten con los certificados de servicios ambientales aprobados, contribuyendo estas propiedades privadas con la conservación del bosque nativo y la biodiversidad. En cuanto a las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) existe existen aproximadamente 820.562,9 Has bajo protección y conservación del medio ambiente y la diversidad biológica en la Región Oriental.

Esta misma vulnerabilidad climática producto del cambio climático global también sufren las unidades productivas de la Región Occidental o Chaco; el cual se vienen enfrentado con la incorporación a los sistemas de producción las buenas prácticas agronómicas que para el uso agrícola y pecuarios son: manejo de los recursos hídricos; siembra directa; rotación de cultivo; época de siembra; barbecho químico; manejo integrado de plagas (MIP); selección de especies y variedades adaptadas a la zona; ordenamiento predial en base a la capacidad agrológica del suelo; cultivos de cobertura; uso de abonos verdes y cultivo perpendicular a la dirección del viento; nivelación del suelo; y Manejo Animal; y el no uso del fuego.

En relación a los recursos naturales denominados cobertura vegetal con estratos boscosos nativos y biodiversidad podemos indicar que en el Chaco el 90% de las unidades productivas cuentan con Planes de Uso de la Tierra y sus respectivos Estudios de Impacto Ambiental ambos aprobados, donde se viene conservando el 25% y más de “Reserva Legal Forestal”; que sumados a las “Franjas Protección Forestal” y sus “Bosques de Protectores” de los cursos y fuentes de aguas, alcanzado en promedio por cada unidad productiva de entre 40% a 45% de Cobertura Vegetal con Estratos Boscosos en propiedades privadas, que además contribuyen con la conservación y la protección de la biodiversidad ni la vida silvestre.

Para con bosques y biodiversidad en el Región Occidental en el 2019 se mantenía 11.444.026 Has de Cobertura Vegetal con Estratos Boscosos, de ellos para conservación pura 835.606 Has; de los cuales 686.952 Has son Cobertura Vegetal con Estratos Boscosos y pastizales son en propiedades públicas como de las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) y en las propiedades privadas 148.654 Has, ambos con certificados por servicios ambientales. Como Áreas Silvestres Protegidas (ASP) consagrada a perpetuidad: Parques Nacionales con unas 1.838.972 Has; Reserva Nacional de 125.823 Has; y la Reserva de la Biósfera de aproximadamente 4.707.250 Has.

En la Región Occidental o Chaco desde este año del 2005 en adelante para la producción era y es avanzar e implementar sistemas productivos cada vez más sostenibles, donde los estilos de producción se ajusten al aprovechamiento más racional de los recursos naturales productivos y que estén en armonía con el ambiente, por el cual es justamente lo que productores en el Chaco vienen aprendiendo a hacer durante todo este tiempo que vienen viviendo y trabajando como productores en el Chaco, por el cual están y siguen desarrollando tecnologías apropiadas en base a varios años de investigación y trabajo sistemático de técnicos de altísimo nivel, que han demostrado las ventajas comparativas de las actividades agropecuarias y de aprovechamiento forestales mucho más sustentables. 

Retos del Sector Productivo Privado en Paraguay:

La pandemia del coronavirus demostró que Paraguay es un país que depende más que nunca para el desempeño de su economía de los resultados que pueda generar el sector productivo cada ciclo productivo, por lo tanto, en la próxima década no podemos cargar sobre el mismo responsabilidades incorrectas, y si bien es verdad que el sector necesita aumentar su eficiencia para  producir cada vez más con los menores efectos perjudiciales, también es cierto que lograr el vanguardismo tecnológico para volver más eficiente la producción implica plazos, procesos y costos de inversión.

Por tanto, la política productiva de Paraguay debe seguir tres líneas estratégicas: Agricultura climáticamente inteligente; Ganadería climáticamente inteligente; y Desarrollo biotecnológico inteligente. Es importante que organismos multilaterales y la cooperación internacional prioricen y pueda contribuir verdaderamente con el sector productivo a promover fondos para impuestos reducidos para el financiamiento de tecnologías y conocimiento innovadores que contribuyan a combatir los desafíos señalados y fortalecer a superar más eficiente y eficazmente los restos identificados como fortalezas en los sistemas de producción cada vez más sustentables del sector productivo.

Un reto para el sector productivo de sus políticas públicas orientadas a migrar de la exitosa agricultura de conservación a una Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI) que propone enfoques más integrados fuertemente interrelacionados con la seguridad alimentaria, el desarrollo y el cambio climático. Este modelo productivo que los productores plantean para con el sector agro-rural se sustenta en el desarrollo de una gestión integral como:

Productividad: ordenar a que las acciones y actividades del programa sean orientados y apunten a incrementar la productividad de las unidades productivas de una mejor producción sustentable en función a ello aumentar y mejorar sus ingresos a través de esta actividad económica, donde el concepto central de esto es la intensificación sustentable de la producción.

Adaptación: las actividades y acciones deberán incorporar la innovación tecnológica y el conocimiento para contribuir de manera gradual, armónica y significativamente en el corto plazo a reducir la exposición de todos los productores a los riesgos perjudiciales o vulnerabilidad del cambio climático global de esa manera fortalecer a las unidades productivas a la adaptación en el mediano y largo plazo, este enfoque permitirá contribuir con la preservación y protección de los servicios ecosistémicos y la conservación de los paisajes productivos.

Mitigación: que las actividades y acciones a planificar e implementar en las unidades productivas se ordenen y orienten a contribuir con la reducción de las emisiones de Gases de Efectos Invernaderos (GEI), incorporando mejores prácticas productivas y adopción de nuevas tecnologías con especial atención a los procesos de la no deforestación, manejo y conservación de los suelos, ambos como prácticas de sumideros de carbono.

Otro reto clave es que los sistemas de producción han venido demostrando un uso y manejo más racional de sus recursos naturales en sus agroecosistemas que deberían ser considerados en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), por tanto deberán adecuar y replantear el modelo de su ecuación o cálculo de mediciones, incorporando si o si aquellas acciones y actividades de los sistema de producción de sus agroecosistemas como ser: fuentes o emisiones a las sumas de las emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono) en los sistemas de producción “MENOS” los sumideros que son el Secuestro, más Captura o Absorción y los Almacenamientos de CO2 (Dióxido de Carbono) y así calcular el Balance Real de Carbono o Huella de Carbono en el sistema de producción en Paraguay.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

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