30 abr 2023

EL FUTURO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA CON LAS VÍAS DE ALTERNATIVAS HACIA EL 2050 – Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Roma, 2022 – Abril del 2023

Como Asesor Agroambiental de la UGP – Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M. y en base a una lectura técnica del Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Roma, 2022, sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de Alternativas Hacia el 2050”, con el objeto de poner a conocimientos los desafíos de la Alimentación y Agricultura del futuro.


Debate Técnico sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura Vías de Alternativas Hacia el 2050”

Resultados del Informe sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de Alternativas Hacia el 2050”; y su Relación con la Alimentación y la Agricultura en Paraguay:

1.- En relación a las diferentes variantes de las tendencias de factores más importantes para nuestro sector agrícola nacional clave es los avances tecnológicos y los efectos de los impactos del cambio climático.

2.- El informe del Futuro de la Alimentación y la Agricultura en sus tendencias y desafíos que están y deberán se incorporados en los sistemas de producción agroalimentarios, con el fin de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente para Erradicar el hambre y básicamente Garantizar la sostenibilidad económica, social y ambiental.

3.- El documento del Futuro de la Alimentación y la Agricultura identifica muchas formas de contener la expansión desordenada de los sectores agrícolas planteando como ejemplos aplicables a nuestros sistemas de producción como: La regulación, Un sistema de precios de los alimentos más eficiente y La limitación en el uso de biocombustibles.

4.- Un desafío que persiste de nuestro sistema agroalimentario el precio justo donde debe reflejar de alguna manera a lo largo de la cadena de valor alimentaria, incluyendo los costos ambientales como: Pérdida de biodiversidad, Degradación de la tierra, Agotamiento de recursos hídricos y Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

5.- En relación de avanzar hacia unos sistemas alimentarios sostenibles para cubrir carencias nacionales allá donde las limitaciones de los recursos naturales constituyan un problema, debemos coordinar los esfuerzos de todos y evitar una competencia injusta frente a aquellos que adoptan normativas ambientales y sociales más rigurosas.

6.- Nuestros sistemas producción agroalimentario de Paraguay, desde de la década de los 90, viene intensificación agrícola sostenible es clave para utilizar una menor superficie de tierra, además en forma gradual e integra están incorporando el aumento de la producción agrícola, pero con prácticas sostenibles. Logrando avanzar en hacer disminuir la expansión de la demanda de tierra y a la vez mantener la calidad de los suelos.

7.- Existe experiencia acabada en nuestros sistemas de producción agroalimentarios orientados a rehabilitar las tierras degradadas y aplicar prácticas que limiten la degradación para mantener la base de recursos y reducir el uso de insumos.

8.- Para nuestros sistemas de producción y agroalimentarios el uso de los recursos hídricos es estratégico porque mejora la producción y la productividad siempre cuando la utilización más eficiente del agua es cada vez más necesaria y deberá potenciar aún más la eficiencia en el uso del agua.

9.- En el punto que hace relación a equilibrar rendimiento agrícola y la sostenibilidad, nuestros sistemas de producción agroalimentarios han venido desarrollando las buenas prácticas agrícolas y buenas prácticas agronómicas, logrando avanzar cada vez más en uso adecuado del agua, el mantener la fertilidad del suelo, evitar la pérdida de biodiversidad y disminuyen las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI).

10.- En el sector agro-rural nuestros sistemas de producción agroalimentarios siguen siendo una alternativa válida en la generación de los ingresos y contribuir con la subalimentación, hace falta reducir la pobreza y las desigualdades, para ello se deberá lograrse otras vías estratégicas diversas, entre otras el acceso más equitativo a los activos para las personas pobres, y en especial los agricultores familiares pobres.

11.- El sistema de producción agroalimentarios de Paraguay generan el 85% de la canasta básica familiar por medio de la denominada Agricultura Familiar y la Agricultura Tecnificada produce alimento para unos 70.000.000 habitantes; y ambas agriculturas se caracteriza por una sostenibilidad ambiental y seguridad alimentaria.

12.- Paraguay sus sistemas de producción agroalimentarios se vienen ADAPTANDO a los impactos con efectos perjudiciales del cambio climático; incorporando buenas prácticas agrícolas y las buenas prácticas agronómicas mitigando los efectos negativos y adaptándose al combate del cambio climático.

13.- Los sistemas de producción agroalimentarios incorporando buenas prácticas agrícolas y las buenas prácticas agronómicas están mitigando los efectos negativos como ser la calidad de los suelos, el hábitat y las poblaciones de los peces, la biodiversidad de los paisajes, y la epidemiología y la resistencia antimicrobiana de plagas y enfermedades.

14.- Nuestros sistemas de producción agroalimentarios incorporando buenas prácticas agrícolas y las buenas prácticas agronómicas generan sectores agrícolas adaptarse al cambio climático y producir alimentos suficientes y con menos emisiones.

15.- Los sistemas de producción agroalimentarios en Paraguay incorporando buenas prácticas agrícolas y las buenas prácticas agronómicas contribuye a combatir el cambio climático, así como a la seguridad alimentaria local y glogal.

I.- Antecedentes “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de Alternativas Hacia el 2050”:

1.- EL FUTURO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA se analiza 3 (tres) situaciones hipotéticas de diferentes VÍAS DE ALTERNATIVAS para el futuro de la alimentación y la agricultura, HACIA EL AÑO 2050, basadas en diferentes variantes de las tendencias de factores clave como: a).- el aumento y la distribución de los ingresos; b).- el crecimiento demográfico; c).- los avances tecnológicos; y d).- el cambio climático.

2.- Se considera que está Basándose el Informe del Futuro de la Alimentación y la Agricultura: en la tendencias y desafíos, esta publicación forma parte de los esfuerzos de la FAO para contribuir a los procesos de toma de decisiones basados en evidencias. Ofrece análisis cualitativos y cuantitativos rigurosos y arroja luz sobre posibles opciones estratégicas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de: a).- Erradicar el hambre b).- Mejorar la nutrición; y c).- Garantizar la sostenibilidad económica, social y ambiental de los sectores alimentario y agrícola.

II.- ¿Qué se puede hacer para Gestionar la Demanda de Alimentos y Cambiar las Preferencias Dietéticas de las Personas? – MENSAJES CLAVE:

1.- La gestión de la demanda de los consumidores mediante concientización y normativas adecuadas puede ayudar a contener la expansión de los sectores agrícolas. Se espera que la producción agrícola alimentaria y no alimentaria aumente como consecuencia del crecimiento de la población y de los ingresos. No obstante, la expansión de los sectores agrícolas podría contenerse sensiblemente, por ejemplo, con: a).- Una mayor concientización de los consumidores sobre dietas ambientalmente sostenibles; b).- La regulación; c).- Desincentivación del desperdicio de alimentos; d).- Un sistema de precios de los alimentos más eficiente; y e).- La limitación en el uso de biocombustibles.

2.- La gestión de la demanda a través de la concientización y educación de los consumidores es imprescindible también para reducir la “triple carga” de la malnutrición. La concientización y educación de los consumidores con respecto al contenido nutricional de los alimentos y las enfermedades relacionadas con la dieta son críticas también para reducir la “triple carga” de la malnutrición, que abarca: a).- La subalimentación; b).- La carencia de micronutrientes; c).- El sobrepeso; d).- La obesidad, cargas que a menudo coexisten en un mismo país e incluso en una misma comunidad, así como para lograr una dieta más saludable en general.

3.- Los precios de los alimentos deben ser “adecuados”. Los precios deben reflejar el valor nutricional de los alimentos, así como la totalidad de los costos asociados a su producción y consumo a lo largo de la cadena de valor alimentaria, incluyendo los costos ambientales que rara vez se tienen en cuenta tales como: a).- Pérdida de biodiversidad; b).- Degradación de la tierra; c).- Agotamiento de recursos hídricos; y d).- Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

4.- Esto podría ayudar a contener el aumento en la demanda de alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de estos, contribuyendo a la vez a la conservación de los recursos naturales y la mejora de la nutrición. Sin embargo, dado que unos precios más altos podrían mermar la capacidad de las personas pobres para adquirir alimentos, se precisan estrategias debidamente orientadas y eficaces para aumentar su poder adquisitivo.

5.- Es necesario equilibrar los patrones dietéticos en países de ingresos altos.

6.- En la transición hacia unos sistemas alimentarios sostenibles, la disponibilidad global de alimentos no se vería sustancialmente afectada ni por un menor crecimiento de la producción ni por precios de los alimentos más altos – ni siquiera en los países de ingresos bajos y medianos – si los países de ingresos altos redujeran el consumo de productos animales y las pérdidas y el desperdicio de alimentos. 

7.- La concientización de los consumidores en este sentido puede ser clave, una dieta equilibrada es crítica para reducir todas las formas de malnutrición, incluyendo la subalimentación, pero también el sobrepeso y la obesidad, que con frecuencia provocan enfermedades no transmisibles.

8.- El comercio internacional es necesario para explotar mejor las posibilidades y cubrir las carencias alimentarias. Para garantizar una disponibilidad de alimentos adecuada, es imprescindible aumentar el suministro de forma sostenible en aquellos países en que se espera un crecimiento notable de la población. El comercio puede desempeñar un papel importante en este sentido, y es posible que se precisen importaciones para cubrir carencias nacionales allá donde las limitaciones de los recursos naturales constituyan un problema. Pero se precisan instituciones nacionales e internacionales sólidas para coordinar los esfuerzos de todos los países y evitar una competencia injusta frente a aquellos que adoptan normativas ambientales y sociales más rigurosas.

9.- Los economistas han venido considerando los costos ambientales no pagados como “externalidades ambientales”, que conllevan unos resultados subóptimos a nivel de la economía en su conjunto. Lograr resultados óptimos en presencia de externalidades implica velar por que los agentes paguen un precio adecuado a sus acciones (Varian, 1992).

10.- Las preocupaciones legítimas y las posibles estrategias para aumentar el poder adquisitivo de las personas pobres se abordan en la sección siguiente.

III.- ¿Cómo Abordar la Escasez y Menor Calidad de la Tierra y los Recursos Hídricos de forma Sostenible? – MENSAJES CLAVE:

1.- La intensificación agrícola sostenible es clave para utilizar una menor superficie de tierra: Debido al aumento de la producción agrícola y las prácticas no sostenibles, la demanda de tierra podría exceder las reservas disponibles de tierras muy adecuadas no protegidas para cultivos de regadío, como ya es el caso en regiones concretas como el Cercano Oriente y África del Norte, o determinados países del sudeste asiático y el Pacífico. Esto podría conllevar problemas ambientales o costos de producción adicionales por el uso de tierras de menos calidad y/o la construcción de infraestructuras adicionales. Como demuestran los resultados de este informe, la intensificación sostenible de los sectores agrícolas podría hacer disminuir la expansión de la demanda de tierra y a la vez mantener la calidad de los suelos.

2.- Evitar una mayor degradación de la tierra y promover la rehabilitación ayuda a paliar la escasez de tierra: Aunque limitada, la información disponible sobre degradación de la tierra parece indicar que las prácticas agrícolas actuales redundan en pérdidas de productividad que a su vez requieren una intensificación de los insumos. Es necesario rehabilitar las tierras degradadas y aplicar prácticas que limiten la degradación para mantener la base de recursos y reducir el uso de insumos.

3.- Una utilización más eficiente del agua es cada vez más necesaria: Muchos países ya explotan sus recursos hídricos a un ritmo insostenible, poniendo en peligro la producción futura. El cambio climático y el crecimiento demográfico podrían exacerbar la escasez de agua. Ante esta situación, se hace cada vez más necesario potenciar la eficiencia en el uso del agua.

4.- Equilibrar rendimiento agrícola y sostenibilidad: La adopción de prácticas agrícolas sostenibles podría exigir la renuncia a cierto incremento del rendimiento, sobre todo si ese rendimiento conduce a una sobreexplotación del agua, el agotamiento de la fertilidad del suelo, pérdida de biodiversidad y aumento de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI). Sin embargo, a largo plazo podría recuperarse parte del incremento de la producción, por la restauración de la base de recursos naturales y la mejora en los conocimientos de los agricultores.

5.- Todo lo anterior tiene un precio: Se precisan inversiones significativas, para garantizar la disponibilidad suficiente de tierra y agua para cubrir la totalidad de la demanda agrícola requiere inversiones significativas en investigación y desarrollo para lograr tecnologías y prácticas sostenibles, tanto en infraestructuras como en capital humano.

IV.- La Pobreza, la Desigualdad y el Desempleo, ¿Seguirán Limitando el Acceso a los Alimentos y Dificultando la Consecución de los Objetivos de Seguridad Alimentaria y Nutrición? – MENSAJES CLAVE:

1.- Para acabar con la subalimentación, hace falta reducir la pobreza y las desigualdades:  Los resultados de este informe demuestran que se necesitará mucho más que una situación de “continuidad” para acabar con la subalimentación. La opción más efectiva para garantizar que la caída en los niveles de subalimentación de los últimos años continúe en el futuro es mediante la transición valiente hacia una distribución más equitativa de los ingresos, que deberá lograrse por vías estratégicas diversas, entre otras el acceso más equitativo a los activos para las personas pobres, y en especial los agricultores familiares pobres.

2.- La sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria pueden ir de la mano: Aunque la transición hacia unos sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles hará aumentar los precios de los alimentos y limitará la producción agrícola global, la disponibilidad de alimentos per cápita en países de ingresos bajos y medianos puede aumentar sustancialmente si se persigue una distribución más equitativa de los ingresos en y entre países.

3.- Una distribución más equitativa de ingresos redunda en una dieta mejorada y más saludable: Es probable que el consumo de alimentos saludables como frutas y hortalizas aumentaría con una distribución más equitativa de los ingresos en y entre países, y en especial en países de ingresos bajos y medianos. Los cereales seguirían siendo la principal fuente de calorías en todas las regiones. 

4.- La transición hacia la sostenibilidad puede ayudar a incrementar los ingresos de la agricultura y/o el empleo agrícola: Las prácticas agrícolas sostenibles pueden hacer aumentar los ingresos agrícolas y/o las oportunidades de empleo en los sectores agrícolas. Esto contribuiría a una distribución más equitativa de los ingresos, que, a su vez, puede resultar esencial para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición.

5.- Los sectores agrícolas son clave, pero ya no suficientes por sí solos: Pese a que los sectores agrícolas siguen siendo importantes para el empleo y la generación de ingresos en países de ingresos bajos y medianos, ya no pueden proporcionar empleos ni oportunidades de generación de ingresos suficientes. Para mejorar la equidad y la sostenibilidad de los sistemas socioeconómicos se precisa un desarrollo que favorezca a las personas pobres a nivel de toda la economía, de forma que los sistemas alimentarios y agrícolas estén más vinculados a la economía en su conjunto, tanto en zonas rurales como urbanas y en los espacios que las rodean; instituciones fuertes que garanticen una protección social efectiva; mercados de insumos y productos competitivos y equitativos; y sistemas fiscales eficientes.

V.- ¿Cómo Afectará el Cambio Climático a la Agricultura y los Medios de Subsistencia Rurales? ¿Puede la Agricultura Contribuir a la Reducción de las Emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI)? – MENSAJES CLAVE:

 1.- El cambio climático afectará a todos los sectores agrícolas de manera incremental: El cambio climático en general ya está teniendo efectos negativos en el rendimiento de los cultivos,  la ganadería y la pesca, especialmente en países de ingresos bajos y medianos. Es probable que estos impactos serán más pronunciados a medida que avanza el siglo.

2.- Un cambio climático incontrolado exacerbará la pobreza y las desigualdades:  El cambio climático no controlado, asociado a prácticas agrícolas no sostenibles, entre otros factores, probablemente redundará en un mayor uso de la tierra y el agua, afectando de forma desproporcionada a las personas pobres y exacerbando las desigualdades en y entre países, con consecuencias negativas tanto para la disponibilidad como para el acceso a los alimentos.

3.- Los impactos del cambio climático van mucho más allá del rendimiento de los cultivos: El cambio climático afecta también la calidad de los suelos, el hábitat y las poblaciones de peces, la biodiversidad de los paisajes, y la epidemiología y la resistencia antimicrobiana de plagas y enfermedades. Existen grandes incertidumbres acerca de los efectos combinados de estos impactos.

4.- Los sectores agrícolas únicamente podrán reducir sus emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) mediante un aumento de las inversiones: Los sectores agrícolas adaptarse al cambio climático y producir alimentos suficientes para todos con menos emisiones. Pero para que esto sea posible se precisan inversiones considerables encaminadas a desarrollar y aplicar tecnologías que ahorren recursos y sean respetuosas con el medio ambiente.

5.- Los esfuerzos en los sectores agrícolas no son suficientes: la economía en su conjunto debe reducir drásticamente las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI): Aunque los sectores agrícolas tienen enorme potencial para contribuir a la mitigación general del cambio climático a través de mejores prácticas como la conservación de la tierra, el aumento de la eficiencia en la ganadería, y la forestación y reforestación, la agricultura por sí sola no es suficiente. El aumento de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) por unidad de energía deben producirse en la economía en su conjunto.

VI.- Consideraciones Finales:

1.- La situación del escenario de “continuidad” ya no es una opción si se han de cumplir los objetivos fijados por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y en especial los que guardan relación directa con la alimentación y la agricultura.

2.- Los sistemas agrícolas intensivos en recursos e insumos que han provocado deforestación masiva, escasez de agua, agotamiento del suelo, pérdida de biodiversidad, resistencia antimicrobiana de plagas y enfermedades y altos niveles de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), no pueden garantizar una producción alimentaria y agrícola sostenible.

3.- Por otra parte, la deriva hacia un futuro cada vez más desigual, exacerbado por los efectos del cambio climático, las migraciones no controladas, el aumento de los conflictos, la pobreza extrema y la subalimentación, tal y como se esbozó en uno de los escenarios analizados, sería muy poco deseable.

4.- Se precisan sistemas innovadores para incrementar la productividad sin poner en peligro la base de recursos naturales. Las mejoras tecnológicas, junto con recortes drásticos en las emisiones agrícolas de Gases Efecto Invernadero (GEI), ayudarían a abordar el cambio climático y la intensificación de peligros naturales que afectan a todos los ecosistemas y a todos los aspectos de la vida humana (FAO, 2017a). Estas son las características destacadas del escenario “hacia la sostenibilidad” desarrollado y analizado en este informe, para reflejar un futuro con resultados deseados.

5.- Sin embargo, es importante tener en cuenta que dicho escenario, pese a ser sostenible en muchos aspectos, está lejos de ser un camino fácil o libre de obstáculos, ya que no hay soluciones fáciles y la sociedad debe estar preparada para asumir elecciones difíciles. Las conclusiones de este informe proporcionan evidencia sólida que corrobora la afirmación de que “para lograr el desarrollo sostenible global, son indispensables cambios fundamentales en la manera en que las sociedades consumen y producen”  (UN, 2012).

6.- Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de manera permanente y universal y orientar así los sistemas alimentarios y socioeconómicos en general por una vía sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental, se precisa un proceso transformador global que vaya mucho más allá de la división entre países “desarrollados” y “no desarrollados”. Si la lógica del “desarrollo” convencional se centró por un tiempo en abordar las necesidades de los países de ingresos bajos,  el desarrollo sostenible abarca el desafío universal –y la responsabilidad colectiva – de abordar las necesidades de todos los países. Desde esta perspectiva, todos los sistemas ambientales y socioeconómicos precisan inversiones significativas para cambiar las reservas de capital obsoletas, investigar y desarrollar soluciones nuevas, e implementar tecnologías innovadoras y debidamente adaptadas a los distintos actores y contextos. Todas estas cuestiones están en el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

7.- Las inversiones que se precisan para impulsar la transición de los sistemas alimentarios y agrícolas hacia la sostenibilidad por su naturaleza conllevan más riesgos que las inversiones en otros sectores, por lo que serán necesarias mejores evaluaciones del riesgo ex ante y políticas para garantizar que los proyectos son sostenibles.

8.- Por otra parte, estas inversiones únicamente se materializarán si se obtiene financiación tanto pública como privada para:

Ø  La investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles innovadoras para la producción primaria y el procesado;

Ø  La sustitución de capital obsoleto para mejorar la eficiencia en el uso de la tierra y el agua;

Ø  La reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) a lo largo de las cadenas de valor alimentarias y agrícolas;

Ø  La construcción de infraestructuras de mercados y logística para reducir las pérdidas de alimentos y mejorar la eficiencia de la cadena de valor;

Ø  Apoyar la puesta en marcha de programas de protección social y la ampliación de sus coberturas, sobre todo en zonas rurales; y,

Ø   El fortalecimiento de las instituciones, incluyendo aquellas que defienden la inversión responsable en los sistemas alimentarios y agrícolas.

9.- La disponibilidad de esta financiación exigirá algunos sacrificios en cuanto a necesidades actuales (no esenciales en todos los casos) con vistas a garantizar beneficios futuros. Estos sacrificios deben ser asumidos por los países más ricos y los segmentos más pudientes de las sociedades que razonablemente se lo puedan permitir, si se ha de preparar un futuro más “amable” para las generaciones venideras y para aquellos que ya soportan la carga de un desarrollo insostenible.

10.- Los resultados de este informe están sujetos a las incertidumbres de las interacciones entre los distintos procesos biofísicos, de producción y de consumo que tienen lugar en diferentes sectores y regiones. Por otra parte, dado que en muchos ámbitos no existen datos o los que hay son incoherentes, fue necesario identificar, fusionar y unificar numerosos conjuntos de datos de distintos ámbitos.

11.- Para evitar el riesgo de mirar hacia el futuro desde la misma perspectiva con que se observa el pasado, y con el fin de hacer frente a las brechas de datos que constituyen un verdadero desafío, este informe se basó en la exploración de distintas ideas, posiciones y aportaciones de un amplio conjunto de actores y grupos interesados, incluyendo otras organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, personal académico y las diferentes posiciones y visiones de distintos países.

12.- Más concretamente, capitaliza los conocimientos multidisciplinares de la FAO y sus socios en el desarrollo que, en muchos casos, reflejan la tecnología punta y la información más actualizada a nivel mundial en campos tales como las tecnologías de producción animal y las emisiones de Gases Efectos Invernaderos (GEI) relacionadas a éstas, escenarios de cambio climático, producción y uso de productos básicos agrícolas, y datos sobre la economía en general, por nombrar unos cuantos.

13.- A pesar de las dificultades, este informe contribuye al debate sobre el futuro de la alimentación y la agricultura y sus patrones de desarrollo sostenible. Aún queda mucho más por hacer para entender mejor cómo podrían evolucionar los sistemas socioeconómicos y ambientales en el futuro y, más concretamente, para arrojar luz sobre posibles vías futuras para los sistemas alimentarios y agrícolas. No obstante, este informe constituye un importante paso adelante en esta dirección.

14.- Por primera vez, tenemos un informe que no solo aporta una prospectiva a futuro de los sectores agrícola y alimentario a nivel mundial exhaustiva y coherente, articulado en torno a 3 (tres) escenarios alternativos y que recopila un enorme acervo de conocimientos multidisciplinares, sino que tales escenarios han sido diseñados precisamente para mostrar los retos que se presentan para los sistemas alimentarios y agrícolas en toda su complejidad y en el contexto de la economía en su conjunto, teniendo en cuenta también el cambio climático futuro.

15.- Este informe defiende la idea de unos sistemas alimentarios y agrícolas más sostenibles sobre la base de una sólida evidencia cuantitativa. En ausencia de evidencias, los argumentos serían mucho menos convincentes y, a la larga, mayormente inefectivos.

16.- Confiamos en que estos resultados serán de utilidad para todas aquellas personas interesadas en evaluaciones prospectivas a largo plazo de los sistemas alimentarios y agrícolas a nivel global, incluyendo encargados de la toma de decisiones y analistas de gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y las instituciones académicas y de investigación.

17.- Se insta a todas las partes interesadas a que estudien este informe con atención, no solo como punto final de un proyecto de análisis, sino más bien como punto de partida para el diálogo y los procesos normativos estratégicos encaminados a dar forma a unos patrones de desarrollo sostenible a nivel global, regional y de país. En este sentido, el informe debe considerarse como una aportación más para la consecución tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, como de la visión de la FAO de un mundo con alimentos producidos de forma más sostenible y que sean más nutritivos y accesibles para todos.

CITA REQUERIDA: FAO. 2018. El futuro de la alimentación y la agricultura: Vías alternativas hacia el 2050. Versión resumida. Rome. 64 pp.  Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas