Como Asesor Agroambiental de la UGP – Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo S. Molinas M. y en base a una lectura técnica del Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Roma, 2022, sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de Alternativas Hacia el 2050”, con el objeto de poner a conocimientos los desafíos de la Alimentación y Agricultura del futuro.
Debate Técnico sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura Vías de Alternativas Hacia el 2050”
Resultados del Informe sobre “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de Alternativas Hacia el 2050”; y su Relación con la Alimentación y la Agricultura en Paraguay:
1.- En relación a las diferentes variantes de las tendencias de factores más importantes para nuestro sector agrícola nacional clave es los avances tecnológicos y los efectos de los impactos del cambio climático.
2.-
El informe del Futuro de la Alimentación y la Agricultura en sus tendencias y
desafíos que están y deberán se incorporados en los sistemas de producción
agroalimentarios, con el fin de cumplir con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), especialmente para Erradicar el hambre y básicamente Garantizar
la sostenibilidad económica, social y ambiental.
3.-
El documento del Futuro de la Alimentación y la Agricultura identifica muchas formas
de contener la expansión desordenada de los sectores agrícolas planteando como ejemplos
aplicables a nuestros sistemas de producción como: La regulación, Un sistema de
precios de los alimentos más eficiente y La limitación en el uso de
biocombustibles.
4.-
Un desafío que persiste de nuestro sistema agroalimentario el precio justo donde
debe reflejar de alguna manera a lo largo de la cadena de valor alimentaria,
incluyendo los costos ambientales como: Pérdida de biodiversidad, Degradación
de la tierra, Agotamiento de recursos hídricos y Emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI).
5.-
En relación de avanzar hacia unos sistemas alimentarios sostenibles para cubrir
carencias nacionales allá donde las limitaciones de los recursos naturales
constituyan un problema, debemos coordinar los esfuerzos de todos y evitar una
competencia injusta frente a aquellos que adoptan normativas ambientales y sociales
más rigurosas.
6.-
Nuestros sistemas producción agroalimentario de Paraguay, desde de la década de
los 90, viene intensificación agrícola sostenible es clave para utilizar una
menor superficie de tierra, además en forma gradual e integra están incorporando
el aumento de la producción agrícola, pero con prácticas sostenibles. Logrando
avanzar en hacer disminuir la expansión de la demanda de tierra y a la vez
mantener la calidad de los suelos.
7.- Existe experiencia acabada en nuestros
sistemas de producción agroalimentarios orientados a rehabilitar las tierras
degradadas y aplicar prácticas que limiten la degradación para mantener la base
de recursos y reducir el uso de insumos.
8.- Para nuestros sistemas de producción y agroalimentarios
el uso de los recursos hídricos es estratégico porque mejora la producción y la
productividad siempre cuando la utilización más eficiente del agua es cada vez
más necesaria y deberá potenciar aún más la eficiencia en el uso del agua.
9.- En el punto que hace relación a equilibrar
rendimiento agrícola y la sostenibilidad, nuestros sistemas de producción
agroalimentarios han venido desarrollando las buenas prácticas agrícolas y
buenas prácticas agronómicas, logrando avanzar cada vez más en uso adecuado del
agua, el mantener la fertilidad del suelo, evitar la pérdida de biodiversidad y
disminuyen las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI).
10.- En el sector agro-rural nuestros sistemas
de producción agroalimentarios siguen siendo una alternativa válida en la
generación de los ingresos y contribuir con la subalimentación, hace falta
reducir la pobreza y las desigualdades, para ello se deberá lograrse otras vías
estratégicas diversas, entre otras el acceso más equitativo a los activos para
las personas pobres, y en especial los agricultores familiares pobres.
11.- El sistema de
producción agroalimentarios de Paraguay generan el 85% de la canasta básica
familiar por medio de la denominada Agricultura Familiar y la Agricultura
Tecnificada produce alimento para unos 70.000.000 habitantes; y ambas agriculturas
se caracteriza por una sostenibilidad ambiental y seguridad alimentaria.
12.- Paraguay sus sistemas de producción
agroalimentarios se vienen ADAPTANDO a los impactos con efectos perjudiciales
del cambio climático; incorporando buenas prácticas agrícolas y las buenas
prácticas agronómicas mitigando los efectos negativos y adaptándose al combate
del cambio climático.
13.-
Los sistemas de producción agroalimentarios incorporando buenas prácticas agrícolas y las
buenas prácticas agronómicas están mitigando los efectos negativos como ser
la calidad de los suelos, el hábitat y las poblaciones de los peces, la
biodiversidad de los paisajes, y la epidemiología y la resistencia
antimicrobiana de plagas y enfermedades.
14.- Nuestros sistemas de producción agroalimentarios incorporando
buenas prácticas agrícolas y las buenas prácticas agronómicas generan sectores
agrícolas adaptarse al cambio climático y producir alimentos suficientes y con menos
emisiones.
15.- Los sistemas de producción
agroalimentarios en Paraguay incorporando buenas prácticas agrícolas y las
buenas prácticas agronómicas contribuye a combatir el cambio climático, así
como a la seguridad alimentaria local y glogal.
I.-
Antecedentes “El Futuro de la Alimentación y la Agricultura con las Vías de
Alternativas Hacia el 2050”:
1.-
EL FUTURO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA se analiza 3 (tres) situaciones
hipotéticas de diferentes VÍAS DE ALTERNATIVAS para el futuro de la
alimentación y la agricultura, HACIA EL AÑO 2050, basadas en diferentes variantes
de las tendencias de factores clave como: a).- el aumento y la
distribución de los ingresos; b).- el crecimiento demográfico; c).- los avances
tecnológicos; y d).- el cambio climático.
2.-
Se considera que está Basándose el Informe del Futuro de la Alimentación y la Agricultura:
en la tendencias y desafíos, esta publicación forma parte de los esfuerzos de
la FAO para contribuir a los procesos de toma de decisiones basados en
evidencias. Ofrece análisis cualitativos y cuantitativos rigurosos y arroja luz
sobre posibles opciones estratégicas para alcanzar los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) de: a).- Erradicar el hambre b).- Mejorar
la nutrición; y c).- Garantizar la sostenibilidad económica, social y ambiental
de los sectores alimentario y agrícola.
II.-
¿Qué se puede hacer para Gestionar la Demanda de Alimentos y Cambiar las Preferencias
Dietéticas de las Personas? – MENSAJES CLAVE:
1.-
La gestión de la demanda de los consumidores mediante concientización y
normativas adecuadas puede ayudar a contener la expansión de los sectores
agrícolas. Se espera que la producción agrícola alimentaria y no alimentaria
aumente como consecuencia del crecimiento de la población y de los ingresos. No
obstante, la expansión de los sectores agrícolas podría contenerse
sensiblemente, por ejemplo, con: a).- Una mayor concientización de los consumidores
sobre dietas ambientalmente sostenibles; b).- La regulación; c).- Desincentivación
del desperdicio de alimentos; d).- Un sistema de precios de los alimentos más
eficiente; y e).- La limitación en el uso de biocombustibles.
2.- La gestión de la demanda a través de la concientización y educación de los consumidores es imprescindible también para reducir la “triple carga” de la malnutrición. La concientización y educación de los consumidores con respecto al contenido nutricional de los alimentos y las enfermedades relacionadas con la dieta son críticas también para reducir la “triple carga” de la malnutrición, que abarca: a).- La subalimentación; b).- La carencia de micronutrientes; c).- El sobrepeso; d).- La obesidad, cargas que a menudo coexisten en un mismo país e incluso en una misma comunidad, así como para lograr una dieta más saludable en general.
3.-
Los precios de los alimentos deben ser “adecuados”. Los precios deben
reflejar el valor nutricional de los alimentos, así como la totalidad
de los costos asociados a su producción y consumo a lo
largo de la cadena de valor alimentaria, incluyendo los costos
ambientales que rara vez se tienen en cuenta tales como:
a).- Pérdida de biodiversidad; b).- Degradación de la tierra; c).- Agotamiento
de recursos hídricos; y d).- Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
4.-
Esto podría ayudar a contener el aumento en la demanda de alimentos y
reducir las pérdidas y el desperdicio de estos, contribuyendo a
la vez a la conservación de los recursos naturales y la mejora de la nutrición.
Sin embargo, dado que unos precios más altos podrían mermar la capacidad de las
personas pobres para adquirir alimentos, se precisan estrategias debidamente
orientadas y eficaces para aumentar su poder adquisitivo.
5.-
Es necesario equilibrar los patrones dietéticos en países de
ingresos altos.
6.-
En la transición hacia unos sistemas alimentarios
sostenibles, la disponibilidad global de alimentos no se vería
sustancialmente afectada ni por un menor crecimiento de la producción ni por
precios de los alimentos más altos – ni siquiera en los países de ingresos bajos
y medianos – si los países de ingresos altos redujeran el consumo de productos
animales y las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
7.-
La concientización de los consumidores en este sentido puede ser clave, una
dieta equilibrada es crítica para reducir todas las formas de malnutrición,
incluyendo la subalimentación, pero también el sobrepeso y la obesidad,
que con frecuencia provocan enfermedades no transmisibles.
8.-
El comercio internacional es necesario para explotar mejor las posibilidades y cubrir
las carencias alimentarias. Para garantizar una disponibilidad de
alimentos adecuada, es imprescindible aumentar el suministro de forma
sostenible en aquellos países en que se espera un crecimiento notable de la
población. El comercio puede desempeñar un papel importante en este
sentido, y es posible que se precisen importaciones para
cubrir carencias nacionales allá donde las limitaciones de los recursos
naturales constituyan un problema. Pero se precisan instituciones
nacionales e internacionales sólidas para coordinar los
esfuerzos de todos los países y evitar una competencia injusta frente a
aquellos que adoptan normativas ambientales y sociales más rigurosas.
9.-
Los economistas han venido considerando los costos ambientales no pagados como
“externalidades ambientales”, que conllevan unos resultados
subóptimos a nivel de la economía en su conjunto. Lograr resultados
óptimos en presencia de externalidades implica velar por que los agentes paguen
un precio adecuado a sus acciones (Varian, 1992).
10.-
Las preocupaciones legítimas y las posibles estrategias para aumentar el poder
adquisitivo de las personas pobres se abordan en la sección siguiente.
III.- ¿Cómo Abordar la Escasez y Menor Calidad de la Tierra y los Recursos Hídricos de forma Sostenible? – MENSAJES CLAVE:
1.-
La intensificación
agrícola sostenible es clave para utilizar una menor superficie de tierra:
Debido al aumento de la producción agrícola y las
prácticas no sostenibles, la demanda de tierra podría exceder las
reservas disponibles de tierras muy adecuadas no protegidas para cultivos de
regadío, como ya es el caso en regiones concretas como el Cercano Oriente y
África del Norte, o determinados países del sudeste asiático y el Pacífico.
Esto podría conllevar problemas ambientales o costos de producción
adicionales por el uso de tierras de menos calidad y/o la construcción
de infraestructuras adicionales. Como demuestran los resultados de este
informe, la intensificación sostenible de los sectores agrícolas podría hacer
disminuir la expansión de la demanda de tierra y a la vez mantener la calidad
de los suelos.
2.- Evitar
una mayor degradación de la tierra y promover la rehabilitación ayuda a paliar
la escasez de tierra: Aunque limitada, la información disponible sobre
degradación de la tierra parece indicar que las prácticas agrícolas actuales
redundan en pérdidas de productividad que a su vez requieren una
intensificación de los insumos. Es necesario rehabilitar
las tierras degradadas y aplicar prácticas que limiten la degradación para
mantener la base de recursos y reducir el uso de insumos.
3.- Una
utilización más eficiente del agua es cada vez más
necesaria: Muchos países ya explotan sus recursos hídricos a un ritmo
insostenible, poniendo en peligro la producción futura. El cambio climático y
el crecimiento demográfico podrían exacerbar la escasez de agua. Ante esta
situación, se hace cada vez más necesario
potenciar la eficiencia en el uso del agua.
4.- Equilibrar rendimiento agrícola y
sostenibilidad: La adopción
de prácticas agrícolas sostenibles podría exigir la renuncia a cierto
incremento del rendimiento, sobre todo si ese rendimiento conduce a una
sobreexplotación del agua, el agotamiento de la fertilidad
del suelo, pérdida de biodiversidad y aumento de las emisiones de Gases Efecto
Invernadero (GEI).
Sin embargo, a largo plazo podría recuperarse parte del incremento de la
producción, por la restauración de la base de recursos naturales y la
mejora en los conocimientos de los agricultores.
5.- Todo
lo anterior tiene un precio: Se
precisan inversiones significativas, para garantizar la disponibilidad suficiente de tierra y agua para cubrir
la totalidad de la demanda agrícola requiere inversiones significativas
en investigación y desarrollo para lograr tecnologías y prácticas sostenibles,
tanto en infraestructuras como en capital humano.
IV.-
La Pobreza, la Desigualdad y el Desempleo, ¿Seguirán Limitando el Acceso a
los Alimentos y Dificultando la Consecución de los Objetivos de Seguridad Alimentaria
y Nutrición? – MENSAJES CLAVE:
1.-
Para acabar con la subalimentación, hace falta
reducir la pobreza y las desigualdades: Los resultados de este informe demuestran que
se necesitará mucho más que una situación de “continuidad” para acabar con la
subalimentación. La opción más efectiva para garantizar que la caída en los
niveles de subalimentación de los últimos años continúe en el futuro es
mediante la transición valiente hacia una distribución más equitativa de
los ingresos, que deberá lograrse por vías
estratégicas diversas, entre otras el acceso más equitativo a los activos para
las personas pobres, y en especial los agricultores familiares pobres.
2.- La sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria pueden ir de la mano: Aunque la transición hacia unos sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles hará aumentar los precios de los alimentos y limitará la producción agrícola global, la disponibilidad de alimentos per cápita en países de ingresos bajos y medianos puede aumentar sustancialmente si se persigue una distribución más equitativa de los ingresos en y entre países.
3.-
Una distribución más equitativa de ingresos redunda en una dieta mejorada y
más saludable: Es probable que el consumo de alimentos saludables
como frutas y hortalizas aumentaría con una distribución más equitativa de los
ingresos en y entre países, y en especial en países de ingresos bajos y
medianos. Los cereales seguirían siendo la principal fuente de calorías en
todas las regiones.
4.-
La transición hacia la sostenibilidad puede ayudar a incrementar los
ingresos de la agricultura y/o el empleo agrícola: Las prácticas agrícolas sostenibles pueden hacer
aumentar los ingresos agrícolas y/o las oportunidades de empleo en los sectores
agrícolas. Esto contribuiría a una distribución más equitativa de
los ingresos, que, a su vez, puede resultar esencial para mejorar la seguridad
alimentaria y la nutrición.
5.-
Los sectores agrícolas son clave, pero ya no suficientes por sí solos:
Pese a que los sectores agrícolas siguen siendo importantes para el
empleo y la generación de ingresos en países de ingresos bajos y medianos,
ya no pueden proporcionar empleos ni oportunidades de generación de ingresos
suficientes. Para mejorar la equidad y la sostenibilidad de los sistemas
socioeconómicos se precisa un desarrollo que favorezca a las personas pobres a
nivel de toda la economía, de forma que los sistemas alimentarios y agrícolas
estén más vinculados a la economía en su conjunto, tanto en zonas rurales como
urbanas y en los espacios que las rodean; instituciones fuertes que garanticen
una protección social efectiva; mercados de insumos y productos competitivos y
equitativos; y sistemas fiscales eficientes.
V.-
¿Cómo Afectará el Cambio Climático a la Agricultura y los Medios de Subsistencia
Rurales? ¿Puede la Agricultura Contribuir a la Reducción de las Emisiones de Gases
Efecto Invernadero (GEI)? – MENSAJES CLAVE:
1.- El cambio climático afectará a todos
los sectores agrícolas de manera incremental: El cambio climático en
general ya está teniendo efectos negativos en el rendimiento de los
cultivos, la ganadería y la pesca,
especialmente en países de ingresos bajos y medianos. Es probable que
estos impactos serán más pronunciados a medida que avanza el siglo.
2.-
Un cambio climático incontrolado exacerbará la pobreza y las desigualdades: El cambio climático no controlado, asociado a
prácticas agrícolas no sostenibles, entre otros factores, probablemente redundará
en un mayor uso de la tierra y el agua, afectando de forma desproporcionada a
las personas pobres y exacerbando las desigualdades en y entre países,
con consecuencias negativas tanto para la disponibilidad como para el acceso a
los alimentos.
3.-
Los impactos del cambio climático van mucho más allá del rendimiento de los
cultivos: El cambio climático afecta también la calidad de los suelos, el hábitat y las poblaciones de
peces, la biodiversidad de los paisajes, y la epidemiología y la resistencia
antimicrobiana de plagas y enfermedades. Existen grandes incertidumbres acerca de los efectos
combinados de estos impactos.
4.-
Los sectores agrícolas únicamente podrán reducir sus emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) mediante un aumento de
las inversiones: Los sectores agrícolas
adaptarse al cambio climático y producir alimentos suficientes para todos con
menos emisiones. Pero para que esto sea posible se precisan
inversiones considerables encaminadas a desarrollar y aplicar tecnologías que
ahorren recursos y sean respetuosas con el medio ambiente.
5.-
Los esfuerzos en los sectores agrícolas no son suficientes: la economía en
su conjunto debe reducir drásticamente las emisiones de Gases Efecto
Invernadero (GEI): Aunque los sectores agrícolas tienen enorme
potencial para contribuir a la mitigación general del cambio climático a través
de mejores prácticas como la conservación de la tierra, el aumento de la
eficiencia en la ganadería, y la forestación y reforestación, la agricultura
por sí sola no es suficiente. El aumento de la eficiencia energética y
la reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) por unidad de
energía deben producirse en la economía en su conjunto.
VI.-
Consideraciones Finales:
1.-
La situación del escenario de “continuidad” ya no es una opción si se han
de cumplir los objetivos fijados por la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, y en especial los que guardan relación directa con la alimentación
y la agricultura.
2.-
Los sistemas agrícolas intensivos en recursos e insumos que han provocado
deforestación masiva, escasez de agua, agotamiento del suelo, pérdida de
biodiversidad, resistencia antimicrobiana de plagas y enfermedades y altos
niveles de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), no pueden garantizar
una producción alimentaria y agrícola sostenible.
3.-
Por otra parte, la deriva hacia un futuro cada vez más desigual,
exacerbado por los efectos del cambio climático, las migraciones no
controladas, el aumento de los conflictos, la pobreza extrema y la
subalimentación, tal y como se esbozó en uno de los escenarios analizados,
sería muy poco deseable.
4.-
Se precisan sistemas innovadores para incrementar la productividad sin poner en
peligro la base de recursos naturales. Las mejoras tecnológicas, junto
con recortes drásticos en las emisiones agrícolas de Gases Efecto Invernadero
(GEI), ayudarían a abordar el cambio climático y la intensificación de peligros
naturales que afectan a todos los ecosistemas y a todos los aspectos de la vida
humana (FAO, 2017a). Estas son las características destacadas del
escenario “hacia la sostenibilidad” desarrollado y analizado en
este informe, para reflejar un futuro con resultados deseados.
5.-
Sin embargo, es importante tener en cuenta que dicho escenario, pese a ser
sostenible en muchos aspectos, está lejos de ser un camino fácil o libre de
obstáculos, ya que no hay soluciones fáciles y la sociedad debe estar
preparada para asumir elecciones difíciles. Las conclusiones de este
informe proporcionan evidencia sólida que corrobora la afirmación de que “para
lograr el desarrollo sostenible global, son indispensables cambios
fundamentales en la manera en que las sociedades consumen y producen” (UN, 2012).
6.-
Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de manera permanente
y universal y orientar así los sistemas alimentarios y socioeconómicos en
general por una vía sostenible desde el punto de vista económico, social y
ambiental, se precisa un proceso transformador global que vaya mucho
más allá de la división entre países “desarrollados” y “no desarrollados”.
Si la lógica del “desarrollo” convencional se centró por un tiempo en abordar
las necesidades de los países de ingresos bajos, el desarrollo sostenible abarca el desafío
universal –y la responsabilidad colectiva – de abordar las necesidades de todos
los países. Desde esta perspectiva, todos los sistemas ambientales y
socioeconómicos precisan inversiones significativas para cambiar las reservas
de capital obsoletas, investigar y desarrollar soluciones nuevas, e implementar
tecnologías innovadoras y debidamente adaptadas a los distintos actores
y contextos. Todas estas cuestiones están en el corazón de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
7.- Las inversiones que se precisan para impulsar la transición de los sistemas alimentarios y agrícolas hacia la sostenibilidad por su naturaleza conllevan más riesgos que las inversiones en otros sectores, por lo que serán necesarias mejores evaluaciones del riesgo ex ante y políticas para garantizar que los proyectos son sostenibles.
8.-
Por otra parte, estas inversiones únicamente se materializarán si se obtiene
financiación tanto pública como privada para:
Ø La investigación y el desarrollo
de tecnologías sostenibles innovadoras para la producción primaria y el
procesado;
Ø La sustitución de capital obsoleto
para mejorar la eficiencia en el uso de la tierra y el agua;
Ø La reducción de las emisiones
de Gases Efecto Invernadero (GEI) a lo largo de las cadenas de valor
alimentarias y agrícolas;
Ø La construcción de infraestructuras
de mercados y logística para reducir las pérdidas de alimentos y mejorar la
eficiencia de la cadena de valor;
Ø Apoyar la puesta en marcha de programas
de protección social y la ampliación de sus coberturas, sobre todo en
zonas rurales; y,
Ø El fortalecimiento de las instituciones,
incluyendo aquellas que defienden la inversión responsable en los
sistemas alimentarios y agrícolas.
9.-
La disponibilidad de esta financiación exigirá algunos sacrificios en cuanto a
necesidades actuales (no esenciales en todos los casos) con vistas a garantizar
beneficios futuros. Estos sacrificios deben ser asumidos por los países
más ricos y los segmentos más pudientes de las sociedades que razonablemente se
lo puedan permitir, si se ha de preparar un futuro más “amable” para
las generaciones venideras y para aquellos que ya soportan la carga de un
desarrollo insostenible.
10.-
Los resultados de este informe están sujetos a las incertidumbres de las
interacciones entre los distintos procesos biofísicos, de producción y de
consumo que tienen lugar en diferentes sectores y regiones. Por otra
parte, dado que en muchos ámbitos no existen datos o los que hay son
incoherentes, fue necesario identificar, fusionar y unificar numerosos
conjuntos de datos de distintos ámbitos.
11.-
Para evitar el riesgo de mirar hacia el futuro desde la misma perspectiva con
que se observa el pasado, y con el fin de hacer frente a las brechas de datos
que constituyen un verdadero desafío, este informe se basó en la
exploración de distintas ideas, posiciones y aportaciones de un amplio conjunto
de actores y grupos interesados, incluyendo otras organizaciones
internacionales, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil,
personal académico y las diferentes posiciones y visiones de distintos
países.
12.-
Más concretamente, capitaliza los conocimientos multidisciplinares de la
FAO y sus socios en el desarrollo que, en muchos casos, reflejan la tecnología
punta y la información más actualizada a nivel mundial en campos tales como
las tecnologías de producción animal y las emisiones de Gases Efectos
Invernaderos (GEI) relacionadas a éstas, escenarios de cambio climático,
producción y uso de productos básicos agrícolas, y datos sobre la economía en
general, por nombrar unos cuantos.
13.-
A pesar de las dificultades, este informe contribuye al debate sobre el futuro
de la alimentación y la agricultura y sus patrones de desarrollo sostenible. Aún
queda mucho más por hacer para entender mejor cómo podrían evolucionar los
sistemas socioeconómicos y ambientales en el futuro y, más concretamente, para
arrojar luz sobre posibles vías futuras para los sistemas alimentarios y
agrícolas. No obstante, este informe constituye un importante paso
adelante en esta dirección.
14.-
Por primera vez, tenemos un informe que no solo aporta una prospectiva a
futuro de los sectores agrícola y alimentario a nivel mundial exhaustiva y
coherente, articulado en torno a 3 (tres) escenarios alternativos y que
recopila un enorme acervo de conocimientos multidisciplinares, sino que
tales escenarios han sido diseñados precisamente para mostrar los retos que se
presentan para los sistemas alimentarios y agrícolas en toda su complejidad y
en el contexto de la economía en su conjunto, teniendo en cuenta también el
cambio climático futuro.
15.-
Este informe defiende la idea de unos sistemas alimentarios y agrícolas
más sostenibles sobre la base de una sólida evidencia cuantitativa. En
ausencia de evidencias, los argumentos serían mucho menos convincentes y, a la
larga, mayormente inefectivos.
16.-
Confiamos en que estos resultados serán de utilidad para todas aquellas
personas interesadas en evaluaciones prospectivas a largo plazo de los sistemas
alimentarios y agrícolas a nivel global, incluyendo encargados de la
toma de decisiones y analistas de gobiernos, organizaciones internacionales,
organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y las instituciones
académicas y de investigación.
17.-
Se insta a todas las partes interesadas a que estudien este informe con
atención, no solo como punto final de un proyecto de análisis, sino más bien
como punto de partida para el diálogo y los procesos normativos estratégicos
encaminados a dar forma a unos patrones de desarrollo sostenible a nivel
global, regional y de país. En este sentido, el informe debe
considerarse como una aportación más para la consecución tanto de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, como de la visión de la FAO de
un mundo con alimentos producidos de forma más sostenible y que sean más
nutritivos y accesibles para todos.
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