30 sept 2021

PARTICIPACIÓN EN EL 2016 DEL FORO INTERNACIONAL “CORREDORES DE BIODIVERSIDAD Y ÁREAS PROTEGIDAS – BUSCANDO EL EQUILIBRIO ENTRE DESARROLLO Y CONSERVACIÓN” – LEY DE DEFORESTACIÓN CERO SUS IMPACTOS Y DESAFÍOS ING. AGR. (M.SC) ALFREDO MOLINAS MALDONADO, EXMINISTRO DE AGRICULTURA Y DEL AMBIENTE, ASESOR AGRO-AMBIENTAL DE LA MESA AGRÍCOLA – UGP

Es bueno recordar que la ley conocida como “Ley de Deforestación Cero” en el 2016 cumplía 12 años desde su promulgación, en 2004. En ese tiempo, ha contribuido con la conservación de nuestros bosques. Sin embargo, también hay aspectos negativos relacionados con los desafíos, según un trabajo realizado por el Ing. Agr. (M.Sc) Alfredo Molinas Maldonado, exministro de Agricultura y del Ambiente, y actual asesor agro-ambiental de la Mesa Agrícola – UGP.

Estamos hablando de la ley 2524/04, que determina la “Prohibición en la Región Oriental de las Actividades de Transformación y Conversión de Superficies con Cobertura de Bosques”, mal llamada “Ley de Deforestación Cero”. Hablemos primero del impacto positivo en dicha región del país. En el mejor momento de aplicación, se registró una deforestación de 5.000 ha/año. Antes de la ley, este número llegaba a 130.000 ha/año.

La legislación permitió que unidades productivas aprovechen recursos naturales sin usar territorios con cobertura boscosa nativa. También se evitó que instituciones como el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) promuevan la compra de tierras con bosques para la Reforma Agraria, como lo fue el caso de las 16.000 Has. que estaban a nombre de Ulises Rodríguez Teixeira. La “deforestación cero” obligó a propietarios de bosques a hacer un uso más eficiente de la madera, el carbón y la leña. Esto, sin mencionar el mejor manejo y uso seguro de agroquímicos, y la reforestación como medida de compensación.

Los propietarios acataron la ley en un 98%. En 2008, la Unión de Gremios de la Producción (UGP) realizó un estudio que registró que hay más de 220.000 Has. de bosques nativos disponibles. Las zonas del país más favorecidas son San Pedro, Caazapá y Concepción.

La ley hizo que organizaciones internacionales, como WWF y otras Organizaciones Ambientalistas, reconozcan el esfuerzo de Paraguay. En la Región Occidental, la ley ha tenido efectos indirectos positivos. Instituciones trabajaron con propietarios de unidades productivas para que se adecuen a las demás leyes ambientales.

Pero, no podemos dejar de señalar lo negativo. Persisten prácticas de quema de bosques nativos remanentes, aprovechando épocas de sequía, y ante la debilidad de las instituciones de autorizar el uso y conversión de estas áreas. Otra realidad que no es el contrabando de rollos, leña y carbón vegetal, hacia la frontera seca con Brasil, que está fuertemente relacionada con la pasividad y/o la complicidad de las instituciones. Tampoco podemos evadir la realidad del narcotráfico: reservas forestales son quemadas para cultivo de marihuana. También hay sectores de bosques nativos que están siendo ocupados por grupos “sin tierra”. Otro aspecto negativo, es que los dueños de bosques nativos no han recibido ningún beneficio por la conservación.

Teniendo en cuenta que la ley tiene fecha de fenecimiento, es necesario revisarla. Un aspecto a analizar de la ley es que no contempla la “deforestación cero” en el Chaco, que representa el 60% del territorio nacional. En el 2018, fenecerá dicha prórroga. Por ello, se deben analizar las debilidades, especialmente en los ámbitos de control y castigo. Las conclusiones serán fundamentales para lograr otra prórroga, o hacer que sea por tiempo indefinido.

Fuente: www:facebook.com/paisajesdeproducciónverde Publicado 29th March 2016 por Peter T. Clark

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Medio Ambiente

El medio ambiente debe ser considerado como parte integral y armónica del conjunto de tareas que garanticen el desarrollo sostenible de un país como Paraguay (Molinas 2006).

El problema de la sostenibilidad es en el fondo un problema de desarrollo, de erradicación de la pobreza, de educación colectiva, de mentalidad y hábitos sociales, de cultura política, de mecanismos institucionales que incorporen la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones, de nuevas formas de producir y de consumir, de equidad y cooperación en las relaciones internacionales, se trata, en suma, de colocar al ser humano en el centro de nuestras preocupaciones, porque si las personas no están protegidas, la naturaleza tendrá, entonces, pocas oportunidades.

Para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo sostenible debemos asumir nuestra responsabilidad local con enfoque global en la lucha que la humanidad esta encarando por preservar en el largo plazo los ciclos vitales de la vida de los que depende la existencia misma del ser humano sobre la tierra, debemos hacer un esfuerzo local con perspectiva global (Molinas 2008).

Anuncio Ing. Alfredo Molinas